Misa De Calaveras Historia De Terror 2024

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Misa De Calaveras Historia De Terror 2024

Misa De Calaveras Historia De Terror… Voy a platicarles una serie de eventos que nos han estado sucediendo cada año, y es que en ocasiones creemos que una vez que la familia que fallece ya no se vuelve a ver. Antes que nada quisiera ponerles un poco en contexto en cómo es que vivimos en casa.

En casa vivo con mi Madre y su mi Tío Jorge quien tiene una hija un poco más grande que yo. Vivimos en un municipio de Campeche llamado Pomuch, donde nadie conoce mejor a la muerte como nosotros. 

                Dicen que el mejor momento para contactar con un familiar muerto es en la misa de media noche entre el primer y segundo día del mes de Noviembre.

En Pomuch, Campeche se realizan estas misas cada año. Sacamos los huesos de sus tumbas para limpiarlas y convivir con ellas, y aquellos que desean se los llevan a misa para bendecirlos. Durante misa, se pueden encontrar a todos los familiares con los huesos de sus seres queridos en cajas, casi siempre se llena el templo y hasta atrás uno a uno, llegan los espíritus de aquellos que se nos adelantaron ellos se quedan parados. Cuando yo era más pequeño mi Madre me tenía prohibido voltear en misa hacia atrás, yo me entretenía mirando a la demás gente para ver si alguien lo hacía, pero nunca me toco ver que alguien girara la cabeza.

Es tanta la gente que asiste a la misa que en ocasiones no se puede distinguir entre un muerto y un vivo, no obstante mi Tío Jorge, aseguró haberse encontrado cara a cara con su hermano muerto, el Tío Sebastián, nos conto que lo vio muy demacrado del rostro, no le hablo y tampoco le sonrió, solo permaneció en silencio y se retiro caminando cuando terminó la misa.

Desde en ese entonces y cada año, mi Tío Jorge se ha propuesto a reencontraste con el Tío Sebastián, pero como lo mencioné son muchas las personas que asisten a misa de Calaveras y no es sencillo encontrarse con alguien, y a pesar de las advertencias de mi Madre a él comentándole que eso estaba prohibido, mi Tío Jorge decía que ya no devolvería los huesos de su hermano a la tumba para atraerlo y volver a verlo, no obstante siempre se arrepentía al final y los devolvía a su tumba.  

Y el año pasado, cuando la misa termino y la mayoría de la gente salía de templo, mi Tío Jorge se quedo un rato a esperar, pues tenía el presentimiento que mi Tío Sebastián se le aparecería. Y cuando estuvo a punto de retirarse pudo sentir que alguien se sentaba del otro lado de la banca, se trataba de mi difunto Tío.

Durante varios minutos se quedaron en silencio, mi Tío Jorge lo miraba de reojo para asegurarse que fuera él, y cuando estuvo totalmente seguro se le llenaron los ojos de lagrimas y apenas podía hablar. Pero mi Tío Sebastián al parecer tenía otra misión, pues le comento a mi Tío Jorge algo que le cambio el semblante.

                Esa misma noche, mi madre, mi prima y yo regresamos a casa caminando, a pesar de que es un pueblo y la mayor parte del tiempo a muy altas horas de la noche ya está muerto, se podía ver a mucha gente caminando de regreso a su casa, pero en algunas ocasiones que me tocaba ver gente que en vez de irse a su casa se encaminaba al cementerio, mi Madre me decía que eran difuntos que regresaban al descanso de cada año. En casa mi Madre ya se encontraba muy cansada y me encargo que apagara la vela del altar de muertos antes de dormirme.

Recién acabábamos de llegar de la misa de calaveras y no tenía la intención de acostarme tan pronto, le comente a mi prima si quería jugar un rato video juegos y esperar al tío Jorge a que llegara, ella me dijo que si y ambos nos pusimos a jugar.  

Paso quizás una hora y mi prima ya estaba dormida, a mi el sueño ya me estaba ganando, mire la hora y eran casi las dos de la madrugada, mi Tío no tardaría mucho en llegar cuando entonces escuche un ruido muy raro del otro lado de la casa, se escuchaba igual que si un perro estuviera hurgando en la basura, me acordé que habíamos dejado la veladora encendida y poco le faltaba para que se acabara, y hace tiempo una veladora se nos reventó y quemo parte del altar, me levanté rápidamente para ir apagarla cuando al llegar me tope con alguien frente a al Altar.

Pude notar que era un hombre vestido con un chal oscuro, pantalón de mezclilla y sus sandalias, llevaba puesto su sombre de paja, la luz de la veladora a pesar de que ya se estaba apagando me dejo ver su rostro, se trataba de mi difunto Tío Sebastián.

Al principio me asuste al ver a alguien, pero después no daba crédito de lo que estaba viendo, yo sabía que era el momento de mi Tío, así que tenía que dejarlo solo, en silencio di un paso hacia atrás pero mi Tío me miro y me sonrió para después desaparecer.

Fue igual que si una estela de humo se elevara al aire y cuando lo hizo la vela se apago. Cuando recuperé el aliento escuche que un caballo se acercaba por las afueras de la casa, y parecía ser que se quedaba frente a la casa y alguien toco a la puerta. Pensé que quizás se trataría de mi Tío pero este tenía sus propias llaves, a menos que se haya ido a tomar y las haya olvidado, pero esto no lo hacía en día de Muertos.

Misa De Calaveras Historia De Terror

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                Entonces tocaron tres veces la puerta, me acerque para abrirla y un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, fue una sensación inquietante y a su vez desagradable, tuve muchas ganas de vomitar por un denso olor a podrido que llegó de repente a mi nariz, abrí la puerta y encontré a una mujer vestida de negro y con un sombrero negro y grande, sin saludar me pregunto directamente por mi Tío.

No me pude aguantar las ganas y me tape la nariz con la mano, y le pregunté que quien se refería. Ella trato de mirar sobre mi hombro para ver por dentro de la casa y esto me molesto mucho, yo le tapaba la vista con toda la intención de no dejarla ver, ella me miro a los ojos, volví a sentir ese escalofrió nuevamente en mi.

Me dijo que si veía a mi Tío le recordara que lo que acababa de hacer, estaba prohibido y tenía que llevárselo. No supe de que me estaba hablando, tuve las ganas de preguntarle pero a la vez ya quería que se fuera  y se retiró de allí solo diciéndome, nos vemos luego.

                Cerré la puerta, el olor se fue y aquellas ganas de vomitar también, entonces recordé a mi Tío Sebastián y fui corriendo al Altar. La vela se encontraba apagada como la última vez que la vi y no se encontraba nadie allí. A los pocos segundos escuche como alguien abría la puerta de la casa y dejaba las llaves sobre la mesa, era mi Tío Jorge quien traía una cara apagada y demacrada, se me quedo mirando y me saludo con la cabeza, sin decir nada se sentó sobre el sillón, por alguna razón no sentía aquel calor que irradiaba como siempre así que le pregunte si se encontraba bien y solo afirmaba con la cabeza y por alguna razón no me miraba a los ojos, entonces me pregunto por mi prima y le comente que estaba dormida en mi cuarto, le dije que lo estábamos esperando jugando video juegos.

Se quedo un momento en silencio, se puso de pie y fue a mi cuarto, me imaginé que revisaría como se encontraba su hija, salió de él y después preguntó por mi Madre, a mi me sorprendió su pregunta, por la hora, era más que obvio que dormía. Le apunte al segundo piso y subió, me imagine que también se iría a dormir a su cuarto, así que tomé una cobija de mi habitación y me fui a dormir al sillón de la sala, ya era muy tarde y tenía mucho sueño.

Cuando menos me di cuenta y estaba profundamente dormido, pude sentir que alguien estaba a un lado mío, me levante todo desorientado, mire mi reloj y eran casi las tres de la mañana, luego me di cuenta que se trataba de mi Tío Jorge, estaba despierto y parecía confundido, le pregunté si quería una cobija para que no sintiera frio, pero me contesto que ya no sentía nada, luego me dijo que ya no tenía ni hambre, ni nada.

Le pregunte si se encontraba bien pero él solo afirmaba con la cabeza, y entonces me platico todo lo que le paso en el templo, al principio me costó trabajo creerle pero después, se quedo en silencio un momento y me dijo… “Cuídalas mucho muchacho”. Se levantó y salió de la casa sin despedirse. Sabía que mi tío tenía sus arranques de locura, sobre todo cuando recordaba a la familia que se nos  adelantó, pero esa vez no me esperaba esa reacción de él. La verdad no le quise hacer caso, se me ocurrió que quizás estaba borracho y no me di cuenta, a mi en ese momento lo que me importaba era dormir.

A la mañana siguiente me despertaron los fuertes golpes en la puerta de la casa, me levante todo confundido, mire el reloj y apenas eran las siete de la mañana, sabía que de algún modo se trataba de mi Tío a quien ya se le quito lo tomado, pero al abrir la puerta fue a una de las vecinas a quien me encontré, me preguntó por mi Madre así que fui a buscarla.

Cuando ella se asomó por la puerta, la vecina ya estaba llorando diciéndole a mi Madre que Jorge se quedo dormido y no lo podían despertar. Rápidamente ella salió de la casa sin decirme nada.

Pasaron un par de horas y ella no regresaba, mi prima me decía que tenía una rara sensación de opresión en el pecho y que no la dejaba respirar. Por mi parte no dejaba de ver al altar pensando que quizás mi Tío Sebastián vino del mas allá para decirme algo, me asomaba por la ventana para ver si venia mi madre, pero note que una carroza negra estaba por fuera de la casa y arriba de ella una mujer de negro con el mismo sombrero grande de esa noche, cerré las ventanas pensando que tardaría horas mi madre pero no tardamos mucho en darnos cuenta de lo que pasaba.

Mi madre abrió la puerta de la casa y nos pidió que nos sentáramos. Nos dio las terribles noticias de que mi tío murió, yo le dije que eso era algo imposible debido a que lo vi la noche anterior y estuvo en la casa y que incluso fue a ver a mi Prima e incluso yo platique con él. Mi Madre se encogió de hombros.

Mi tío falleció acostado en una de las bancas del templo, en sus brazos tenia agarrados los huesos de su hermano, al parecer habían sido tantas sus ganas por hablar con él e ir a verlo que se le cumplió. Mas no todo termina allí, el Altar de muertos lo quitamos hasta el ultimo día de su novenario, yo estaba jugando video juegos tratando de distraerme un poco, cuando escuche ruidos en la sala, abrí la puerta de mi cuarto y vi allí a dos hombres platicando en silencio frente al altar.

Ambos vestían muy similar, pero uno era más chaparro que el otro. Tuve la sensación de que mi Tío logro alcanzar a su hermano.

Ese año pusimos un altar más grande y con la foto de mis dos tíos. No hay día que no los recuerde y que me hagan falta, y justamente el dos de noviembre, afuera de mi casa una carrosa negra se estaciona. No he vuelto a ver a la mujer de negro, pero a decir verdad me aterra demasiado.

Autor: Mario Franco Corrales     Lengua de Brujo

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