Los dinamos Historia De Terror 2022

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Los dinamos Historia De Terror 2022

Los dinamos, historia de terror… En el mundillo de quienes somos amantes de los misterios, Los Dinamos son una de las joyas ocultas de la corona, son muchas las cosas que se cuentan sobre este bosque de la Ciudad de México clasificado como Parque Nacional.

Se suelen decir muchas cosas de este sitio, algunas más increíbles que otras, pero si tanto se habla de Los Dinamos es por algo, sería poco probable que tanta gente hablara de un sitio en el que no ocurre nada extraordinario

Sitios como Reddit son un buen lugar para investigar, también grupos de Facebook, si bien es cierto que este bosque no es el centro de atención, nunca El sitio de día es maravilloso, es visitado por muchas familias, grupos de amigos y por jóvenes parejas, niños juegan y corren por aquí y por allá, hay columpios y otros juegos, es un lugar bastante acogedor.

La vista al río es preciosa, de las mejores que yo había visto hasta ese entonces. Pero yo no iba a eso, yo iba en busca de cualquier cosa que me permitiera tener mi propia anécdota sobre este enigmático lugar.

Así que luego de echarle un vistazo volví al hotel a esperar el anochecer, ansioso, con bastantes nervios y también debo admitir que sentía miedo, pues una de las muchas cosas que se contaba sobre este sitio es que una secta de brujas hacía sus rituales ahí.

Al taxista que me había llevado al hotel le comenté que planeaba volver en la noche, me dijo que el tenía un compañero que vivía cerca, que el podría llevarme en la noche y esperarme ahí para llevarme de regreso al hotel, pero que me cobraría bastante, le dije que eso no era problema, así que me pasó el número de su compañero.

Ya en la noche llamé al taxista para que pasara por mí al hotel y me llevara a

Los Dinamos. Para mi sorpresa no estaba solo cuando volví en la noche, claramente no había tanta gente pero así a simple vista pude contar unas 7 personas, sé que no es mucho pero la verdad yo no esperaba encontrar a nadie.

En fin, comencé a adentrarme en el bosque, siempre aluzando con la lámpara de mi celular, no soy un experto en la naturaleza, antes de ir ahí el único lugar natural que había explorado era Chipinque, así que tenía poca experiencia.

Para no perderme ya había planeado algo, me llevé en la mochila varios led de largo alcance que funcionaban con energía solar, obvio los había cargado antes de ir al bosque, y no es como que yo sea un experto en estas cosas tecnológicas, pero tener amigos que estudiaron tiene sus ventajas.

Yo dejaba uno en el suelo, lo encendía, avanzaba hasta que casi no pudiera ver la luz y luego colocaba otro y así me la llevé, quizá había visto demasiadas películas, pero no me iba a hacer el aventurero en un lugar tan extraño.

Caminé una buena distancia, al menos 5 kilómetros, pasé el río y entonces me encontré con ese algo que había ido a buscar.

En la tierra, en medio de los árboles, había un montón de ramas amarradas con cabello, todas esas ramas estaban acomodadas de forma que hacían un círculo casi perfecto bastante grande.

Los Dinamos Historia De Terror

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Adentro del círculo, sobre la tierra, había dibujos hechos como con gis o algo similar, eran de color rosa, eran triángulos que estaban unidos entre sí solo algunas de sus puntas, desconozco si se trataba de algo satánico, pero tenía toda la pinta de que en efecto se trataba de algo así.

Tomé algunas fotografías, mi celular no tenía la resolución que tienen los teléfonos de hoy en día, pero sí se alcanzaba a notar un poco bien, borroso, sí, pero con algunos retoques quedaría perfecta.

Una parte de mí decía que ya había sido suficiente con eso, que debería dar la vuelta y alejarme antes de encontrarme con algo realmente peligroso. Pero otra parte de mí, la que era adicta a los misterios, me decía que tenía que seguir adentrándome.

Así que seguí adelante, por imbécil no por otra cosa.

Quizá avancé por una media hora hasta que comencé a escuchar algo que definitivamente no formaba parte de los ruidos de la naturaleza, eran tambores o algo similar, no conozco de instrumentos, pero me queda claro que era una percusión, y tenía cierto ritmo.

Reduje la velocidad de mi andar, ya que quería prestar mucha atención a ese ruido. Conforme me acercaba, poco a poco podía escuchar otra cosa aparte de los tambores, eran ruidos raros, como voces de mujeres.

Mientras más avanzaba una sensación de inseguridad comenzó a recorrer mi cuerpo, podía sentir como el peligro se multiplicaba por cada paso que daba, pero por alguna razón algo dentro de mí no me dejaba dar la vuelta.

De pronto algo tronó bajo mis pies, apunté al suelo con la linterna de mi celular y me di cuenta que era una vela, alucé toda la zona y me di cuenta que estaba en medio de un lugar donde se hacían trabajos de brujería, ya que había un montón de cosas raras.

Había aves muertas y también había pequeños muñecos amarrados a los árboles. Entonces algo brincó por los árboles, volteé asustado y eché la luz, era una ardilla. Pero ya que había volteado a ver hacia arriba me di cuenta que estaba a los pies de una montaña.

Resulta que entre tantas cosas que se cuentan de los Dinamos, se habla sobre una montaña en la que hay una cueva de la que salen bolas de fuego, también se dice que en la cima de tal montaña suelen subir mujeres desnudas, presuntamente brujas, la secta de brujas que mencioné al principio.

Entonces yo asumí, debido a lo que estaba a mi alrededor, que estaba en las faldas de esa misma montaña, cualquier persona con más de una neurona hubiera dado la vuelta, pero yo jamás he sido muy listo.

Me dije a mí mismo: avanza, pero si encuentras algo más sales corriendo.

No avancé ni 100 metros cuando me encontré un hueso tirado, no soy doctor así que desconozco si se trataba de un hueso humano, pero eso no importaba, era un hueso, además parecía estar quemado, como si lo hubieran utilizado para hacer una fogata o alguna cosa rara de brujería.

Fue suficiente para mí, di media vuelta y comencé a correr lo más rápido que podía, siempre siguiendo las luces de los led.

Nunca escuché que alguien me fuera siguiendo pero sí me sentía observado, como si todos los árboles tuvieran ojos y me estuvieran viendo, esperando que tropezara para comerme.

Seguí corriendo hasta llegar al río y, luego de resbalar en una de las rocas que permitía cruzar al otro lado, caí directo al agua.

Afortunadamente pude salir rápido del río, le tengo miedo al agua y si entraba en pánico podía haberme ahogado.

Luego de ponerme de pie seguí mi camino, ya no iba corriendo tan rápido, por dos motivos, el primero es que me había lastimado una pierna al caer al río, y la segunda es que la lámpara de mi celular ya no servía.

Salí del bosque, el taxista seguía ahí, gracias a los dioses si me había esperado.

Tuve que esperar a que mi ropa se secara un poco para no mojar el taxi y luego ya me llevó de vuelta al hotel.

Los Dinamos esconde muchos secretos, y aunque sí tengo ganas de volver, me da miedo que la próxima vez no corra con la misma suerte.

falta algún relato raro de alguien que visita el sitio.

La verdad yo me obsesioné bastante con el tema, así que un día, luego de ahorrar por demasiados meses, tomé un vuelo desde Monterrey a la Ciudad de México decidido a conocer Los Dinamos.

Autor: RAMIRO CONTRERAS

Derechos Reservados.

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Comments (3)

  • Alma Angélica Ramírez Reply

    Fascinante,yo también soy curiosa de nacimiento

    1 diciembre, 2022 at 10:30 pm
  • Spaceman Reply

    De pura casualidad me topé con tu pagina y tienes unos relatos muy buenos.
    sin ánimos de ofender quería pedirte permiso para contar una de tus historias en mi canal de YouTube, obviamente los créditos son tuyos.

    15 junio, 2023 at 7:23 pm

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