El Carnicero 2022

El carnicero… El timbre daba fin a las clases aquella tarde de octubre, Oliver guardaba sus cosas sin mucho entusiasmo, aquel era el primer año en el que había decidido que ya era muy grande para pedir dulces por lo que Halloween había pasado de ser una de sus festividades favoritas a un montón de tonterías y niños molestos arrojando huevos a las casas.

Caminaba sin mucho ánimo inmerso en sus pensamientos cuando casi choca con Jimmy, Jimmy era un sujeto genial, tal vez el chico más genial de todo el pueblo o al menos esto es lo que Oliver pensaba, esté no tenía mucho de haber llegado, pero ya había demostrado quién mandaba desde su primer día de escuela, esto no lo convertía en un bravucón, pero si daba un mensaje para qué supieran que no debía meterse con él.

Era un año mayor a Oliver por lo que nunca había tenido la oportunidad de hablarle, aun así este solía saludarlo de vez en cuando mientras lo veía jugar fútbol, Oliver odiaba el fútbol, pero cuando Jimmy jugaba aquel deporte era un poco menos odioso, sobre todo porque Jimmy solía responder su saludo al iniciar y terminar cada uno de sus partidos, aún con esto ninguno de los dos había hablado en realidad por lo que su única interacción eran aquellos breves segundos de cada partido.

Jimmy sonríe al reconocerlo y hace énfasis en qué se trataba del chico de los partidos, Oliver se limitó solo a guardar silencio y bajar la mirada, era algo que simplemente no podía evitar aunque sabía que debía decir algo más.

Jimmy se encontraba con su grupo de amigos los cuales eran casi tan geniales como él, pero lo único que alcanzó a conjugar fue una simple afirmativa y una risa nerviosa, al mismo tiempo que pensaba y se recriminaba en sus adentros lo estúpido de aquella respuesta aunque sin importar lo que este pensara fue la respuesta perfecta para Billy el cual correspondió la sonrisa antes de que José Luis los interrumpiera cuestionando a Oliver si saldría a pedir dulces con los demás niños.

Aquello sonaba más a un ataque directo a una pregunta, pero rápidamente fue rescatado por Billy alegando que claramente él ya no pedía dulces aquella fue una afirmación que Oliver se apresuró a confirmar, inclusive mintió al decir que desde hace muchos años ya no lo hacía, aquello pareció dar resultado he incluso pareció servir para que  Oliver se sintiera un poco más confiado y sin saber en qué momento paso todo, había aceptado ir a una fiesta de Halloween.

Él ya había escuchado de aquella fiesta un montón de chicos disfrazados en la casa de Donovan la cual siempre se hallaba sin supervisión, ya que su padre siempre tomaba el turno nocturno en Halloween, solo que a él jamás lo habían invitado, ni siquiera supo por qué había aceptado, era más que obvio que sus padres jamás le darían permiso de ir en la noche a casa de chicos mayores a celebrar Halloween, pero en cuanto Jimmy sugirió la idea fue como si sus labios tuvieran mente propia y aceptó sin siquiera dudarlo y luego de despedirse se reprendió por todo el camino a casa.

No sabía exactamente por qué se reprendía más, si por haber aceptado sin pensarlo o que cuando Jimmy le dijo que no olvidara su disfraz él solo atino a responder un “tú tampoco”, el resto de la tarde estuvo pensando en alguna solución ni siquiera se había molestado en pedir permiso, él ya sabía cuál sería la respuesta.

Cuando faltaba poco menos de una hora para la fiesta Oliver ya tenía un plan trazado, sus padres nunca revisaban su habitación hasta ya muy tarde para así cerciorarse que este estuviera dormido, almohadas y ropa sucia debajo de las cobijas serían la cuartada perfecta.

Salió por la ventana y bajó por el enorme árbol fuera de su habitación, este no tenía ni idea de que haría exactamente para subir de nuevo una vez que estuvo abajo, no había pensado en llegar tan lejos, aun así este decidió preocuparse por aquello después, poco antes de llegar a la casa de Donovan recordó que no tenía un disfraz, sin más remedio decidió simplemente fingir que lo había olvidado, pero se sintió más extraño al notar como este era el único en el lugar sin un disfraz.

La fiesta estaba llena de máscaras de demonios, brujas, calaveras y espectros mientras él solo era un chico común y corriente, estaba a punto de dar media vuelta e irse cuando escuchó aquella inconfundible voz la cual le recriminaba en broma que había olvidado su disfraz, se trataba de Jimmy el cual tenía pintada la cara de blanco con sombras en los ojos y algunos hematomas pintados en el rostro y brazos los cuales se veían muy reales, en su boca tenía un poco de sangre falsa la cual simulaba emerger de la misma y en su cabeza tenía una diadema la cual hacía parecer que este tenía enterrado un cuchillo en la cabeza.

Oliver solo pudo alabar su disfraz y alegar que en realidad el sí se había disfrazado que su disfraz era de un psicópata homicida, ya que estos solían verse como cualquier persona, pero aquello no terminó de convencer a Jimmy el cual sin pensárselo mucho se quitó la diadema de la cabeza y la colocó en la suya haciendo un chiste de que esté era psicópata el cual había recibido su merecido.

La noche transcurrió de la forma en la que Oliver esperaba inclusive pudo cumplir el propósito que tenía de pasar tiempo con Jimmy, con el pasar de las horas la mayoría de los invitados ya se encontraban lo suficientemente ebrios cómo para decidir que era suficiente irse a casa, inclusive Oliver lo pensó por un momento, nunca había estado tanto tiempo fuera de casa y mucho menos sin permiso sin embargo para sorpresa de este, Jimmy no había bebido más que un par de cervezas por lo que aún se mantenía perfectamente lúcido y podía entablar una conversación con él, los pocos que continuaban a en la fiesta eran el grupo de amigos de Jimmy el cual consistía en Emmanuel, Sandra, Agustín y Laura al igual que algunos otros jóvenes los cuales éste no conocía más que de vista, todos se hallaban divirtiéndose y algunos haciendo llamadas de broma a pesar de que Dónovan  les había dicho que no lo hicieran.

Pero pronto aquel ambiente se vio abruptamente interrumpido cuando el padre de Donovan el cual no había tomado esa noche el turno nocturno.

entró en la casa haciendo que todos se fueran lo más rápido que pudieron, mientras caminaban por las desérticas calles del pueblo Oliver se encontraba junto con el grupo de amigos de Jimmy y algunos otros chicos que en realidad no conocía no quería aceptar el hecho de que tenía mucho miedo de regresar solo a casa por lo que estaba dispuesto a seguir cualquier plan que se les ocurriera hasta que el sol se asomara “a estas horas es cuando al carnicero le gusta salir” enfatizó Agustín con una voz algo terrorífica mientras abrazaba a Jimmy por el cuello, todos los chicos rieron Oliver más nerviosamente, pero igual lo hizo  el único que no río fue Jimmy el cual se veía algo confundido por el hecho de que nombraran a un carnicero y como no solía ser un alguien que se quedara con dudas preguntó a qué se refería, todos lo miraron asombrados por algunos segundos antes de recordar que Jimmy no había vivido tanto tiempo en el pueblo como ellos por lo que seguramente no conocía la famosa leyenda del carnicero de la granja Zarp, la cual se trataba de una leyenda que siempre se les contaba a los niños del pueblo para que se portaran bien, inclusive había una rima al respecto “en penumbras te quedarás para no verlo llegar, cuándo cerca él esta, salida ya no hay El carnicero te atrapara y con su cuchillo despellejara”

Aún algo confundido Jimmy cuestionó de qué se trataba exactamente, solo que esta vez se lo cuestionó a Oliver el cual de forma tímida comenzó a narrar la leyenda de “El carnicero”:
Nadie conocía su nombre todos se limitaban a simplemente llamarlo el carnicero la granja Zarp había pertenecido a su familia durante generaciones y se ubicaba a las afueras del pueblo, él no tenía amigos solo a sus cerdos a los cuales este se encargaba de hacerlo sufrir hasta el último día de sus vidas, en dónde se encargaba de matarlos para venderlos a carnicerías locales, El carnicero era un hombre malo y se decía que por las noches se le podía ver haciendo ritos satánicos, al igual se rumoreaba qué la carne que vendía no era únicamente de cerdo, pero esto jamás se pudo demostrar al menos no hasta aquella noche de Halloween en donde uno de sus compradores al que le hizo una entrega de carne, la revisó y se percató qué aquel paquete no solo contenía carne de cerdo, sino que en ésta venía un dedo humano, totalmente alarmados los del pueblo fueron a la granja en dónde se encontraba aún el carnicero, a este lo encontraron con las manos en la masa, ya que se hallaba desmembrando el cuerpo ya sin vida de un hombre el cual había estado desaparecido por meses, la gente procedió a lincharlo, y como una gran tú turba enfurecida estos no tuvieron piedad con el hombre el cual fue golpeado una y otra vez hasta que su rostro estaba casi deformado, éste fue colgado a las afueras de su granja y despellejado vivo, se dice que con su último aliento pudo a un pronunciar un conjuro en el cual él le ofrecía su alma al diablo para poder volver cada noche de Halloween a vengarse de lo sucedido.

Cuándo Oliver terminó de narrar la historia lo único que se escuchó fue una risa por parte de Jimmy al mismo tiempo que recalcaba lo tonta y absurda que era aquella historia, secundado por el resto de sus amigos y diciendo qué no eran más que chismes de pueblo chico, Oliver siguió la corriente a todo aquello aunque por dentro en realidad estaba aterrado, aquella leyenda lo había asustado toda su vida, sí hace algunos años se hubieran preguntado cuál era su mayor terror él hubiera contestado sin lugar a duda que el carnicero, aun así este se burlaba y aseguraba que los que creían en ello eran un montón de bebés miedosos, Emmanuel inclusive aseguro haber ido aquella granja un millón de veces y que jamás había visto nada, a lo que Sandra le reprochó que él jamás había ido en noche de Halloween y ni siquiera se había atrevido a ir de noche, todos comenzaron a reírse de Emanuel a lo que esté intentando recobrar su honor propuso que todos fueran a la granja, ya que no se encontraba muy lejos de ahí, todos los presentes estuvieron de acuerdo y presentaron una emoción genuina, sobre todo Jimmy, sin embargo Oliver se había jurado a sí mismo que por ni todo el oro del mundo pondría un pie en la granja Zarp, pero después de que todos lo miraran al notar que este no sé hallaba tan seguro terminó cediendo ante aquella presión social por lo que sin más dilación los jóvenes se encaminaron a la granja, a Oliver se le hacía extraño que nadie ahí realmente sintiera miedo o de tenerlo sabían ocultarlo muy bien, él sentía como si sus piernas no quisieran obedecerle y quisieran ir por su cuenta en camino contrario, pero este las obligaba a continuar con el grupo, cuándo llegaron a la granja a Oliver le pareció sumamente decepcionante, jamás se había atrevido siquiera acercarse o mirar desde una distancia segura por lo que siempre se había imaginado una horrible construcción llena de pentagramas, cruces invertidas y por alguna razón esperaba ver tumbas.

Pero no era nada más que una vieja y muy deteriorada granja la cual se caía a pedazos, no se veía muy diferente a cualquier edificio abandonado todos bromeaban mientras cruzaban la deteriorada cerca de madera este ya se encontraba un poco más tranquilo, el primer lugar que visitaron fue el corral de los cerdos el cual aunque ya no tuviera cerdos emanaba un olor nauseabundo por el cual ninguno de los jóvenes quiso quedarse ahí mucho tiempo, cuando salían a Oliver le pareció ver a alguien al fondo del lugar, pero al alumbrar se dio cuenta de que no había nada por lo que continuo con el resto, cuándo ingresaron el granero en dónde se supone qué el carnicero quitaba las vidas de sus víctimas pudieron ver en alguna que otra pared círculos con algunos símbolos extraños los cuales daban una libra de ser demoníacos, y lograron inquietar a más de uno.

Pero Jimmy aseguró que probablemente chicos como ellos los habían pintado para intentar asustar a quiénes llegaran a ir, aquella explicación fue suficiente para Oliver el cual para ese momento se sentía casi tan valiente como cualquiera de ellos, aquel recorrido se hacía cada vez más aburrido y decepcionante, por ningún lado estaban los ganchos para carne en donde la leyenda aseguraba que el carnicero colgaba a sus víctimas aún con vida y tampoco estaban los viejos cuchillos enormes oxidados con los que se encargaba de quitarles la vida a sus cerdos, uno de los chicos los cuales desconocía su nombre encendió uno viejo bote de metal el cual contenía muchos papeles y madera lo que lo hizo encender muy rápido y por algunas horas simplemente se quedaron junto al fuego hablando de cosas triviales y una que otra historia de terror.

para Oliver aquella era la mejor noche de su vida aquello lo estaba disfrutando más qué la fiesta en sí, sobre todo porque Jimmy se había quedado todo el tiempo junto a él, inclusive le había dado el número de su casa para qué hablaran por teléfono, totalmente sumergido en la conversación con Jimmy, este ni siquiera notó cuando casi todos los presentes se habían ido a explorar por su cuenta quedando así únicamente ellos dos y Agustín el cual se levantó para ir a orinar, ambos continuaron con su plática hasta pasados unos buenos 30 minutos en donde nadie volvía aún, cuando Oliver cuestionó en dónde estaban todos Jimmy insinuó que lo más probable era que se encontraban en algún rincón besándose, esto hizo a Oliver ponerse nervioso, más aún cuando sus ojos se cruzaron, Jimmy le sonreía, era casi como si pudiera leerle la mente era como si este supiera aquel secreto que jamás le había dicho a nadie, ya que lentamente se acercaba a él, sentía su corazón ir a mil por hora no podía creer que aquello estuviera pasando, cerro los ojos y sintió los labios de Jimmy rozando con los suyos, Oliver deseaba que aquel momento no terminará.

Pero justo cuando el reloj de Jimmy marco las 3:00 a.m. un grito los hizo entrar en alerta de inmediato era un grito desgarrador de una chica, lo dos se levantaron del suelo, para Oliver no había duda que debían salir corriendo, pero Jimmy tenía planes completamente diferentes, él comenzó a caminar hacia dónde él creía que provenía el grito alegando que debían ayudar, Oliver no sabía que hacer, si alguien necesitaba ayuda lo mejor sería ir con la policía y no adentrarse más en la granja.

Aun así este supo que Jimmy no entendería aquellas razones y tampoco deseaba recorrer todo el trayecto hasta la salida en completa oscuridad, por lo que decidió ir tras de él, ambos caminaban por uno de los largos y oscuros pasillos, cuando un escalofrío les recorrió hasta los huesos al escuchar dos gritos más los cuales inclusive para Jimmy fueron aterradores, ambos chicos retrocedieron un poco intentando averiguar exactamente de dónde venían los gritos, intentando ser el que conservara la calma de los dos, Jimmy decidió continuar caminando, empujó una de las viejas puertas de madera y lo que vio detrás fue sumamente impactante para los dos.

De tras de la puerta se hallaba todos los cuchillos y ganchos para carne que hace algunas horas se quejaban de no ver, en el mismo cuarto se hallaban todos sus amigos los cuales se encontraban  sin vida.

Oliver miró como Agustín tenía un cuchillo de carnicero enterrado en la cabeza justo como su diadema simulaba, en un viejo gancho para carne colgaba una de las chicas, tenía los ojos desorbitados y una mueca de profundo terror plasmada en su rostro, ambos corrieron directo a la salida, el ambiente se había vuelto tan pesado que incluso se les hacía difícil respirar.

Jimmy sujetaba de la mano a Oliver el cual apenas podía seguir su ritmo, no les tomo mucho darse cuenta de que se encontraban corriendo en círculos, era casi como si se hubieran metido a un laberinto del cual ya no tenía salida, cuándo se encontraban exhaustos los jóvenes se detuvieron sabían que habían pasado por aquel cuarto al menos 3 veces, no tenía sentido fue cuando escucharon una escalofriante risa macabra al igual que el sonido de algo afilado tallando contra las paredes por una pequeña ventana la cual iluminaba un poco el lugar, Oliver pudo ver una sombra de lo que parecía ser un hombre adulto mientras más se acercaba, la risa también aumentaba, ambos corrieron de vuelta a dónde creían que esta vez era la salida volviendo al mismo lugar escuchando una y otra vez los gritos incesantes de sus demás amigos se mezclaba con aquella risa infernal, los dos alcanzaban a ver cada vez más cerca aquella horrible sombra.

Jimmy volvió a tomar de la mano a Oliver, estaba desesperado buscando una salida y en todo ese tiempo no dejaba de escucharse aquella risa macabra, en un punto ambos pensaron que si no podían huir al menos podrían esconderse, ingresaron a una pequeña bodega dónde apenas y cabían los dos, su respiración era agitada y Oliver estaba a punto de llanto aún se escuchaba la risa y el cuchíllo tallando contra las paredes.

Oliver  no tenía duda alguna de qué se trataba del carnicero, ambos estuvieron en aquella pequeña bodega por mucho tiempo hasta que la risa sesó y el pasar de los minutos ambos estaban casi convencidos de que este ya no los estaba buscando inclusive hicieron una promesa de quemar por completo esa granja en cuanto lográran salir, erróneo fue aquel pensamiento, ya que más pronto que tarde, la risa volvió a escucharse solo que esta vez demasiado cerca, sintiendo también un aliento fétido y caliente resoplando en sus cabezas.

Jimmy se giró al igual que Oliver, solo para ver con horror a un hombre de pie detrás de ellos el cual sonreía de una forma grotesca dejando así ver sus dientes podridos, su rostro estaba completamente figurado y lleno de sangre esté tenía puesto un mandil propio de los carniceros y en su mano derecha tenía un enorme cuchillo el cual sostenía con firmeza mirándolos y riendo de la misma forma grotesca, el impacto de ver a aquel horrible hombre hizo que Oliver se congelara, pero Jimmy logró abrir rápidamente la puerta y logró jalarlo fuera de aquella bodega.

El Carnicero

Corrieron, pero  de nada les sirvió, no tenía ni idea de cómo salir de ahí la risa era casi enloquecedora, para ese punto sin saber exactamente como, ambos llegaron al lugar en donde se hallaban antes de escuchar los gritos, aún podían escuchar la risa la cual seguía cerca por el pasillo el cual llevaba a la salida está se escuchaba cada vez más cerca y hasta lograr de nuevo visualizar al carnicero, este caminaba torpemente aún con aquel cuchillo afilado.

El olor que emanaba era repulsivo casi como el del corral de los cerdos, lo tenían de frente, ambos sabían que ya no podían hacer nada, los recuerdos después de eso son borrosos y confusos para Oliver, ya que perdió la conciencia.

Cuándo despertó Oliver se hallaba en el hospital, estaba confundido y algo aturdido no tenía idea de cómo es que había llegado ahí, su madre al verlo despertar casi se desmaya de la emoción avisando a todos que éste había recuperado la conciencia lo que le dijo la policía después de ser dado de alta, le dijo que él había sido el único sobreviviente de aquella noche en la granja y que el único sospechoso era Jimmy, ya que él había sido el único qué no habían encontrado en la escena.

Oliver intento por todos los medios posibles decir que Jimmy no había sido responsable y que seguramente aún se encontraba ahí, pero nadie le creyó, me dijeron que al no poder procesar todo lo sucedido su mente tomo aquella historia tan familiar que había estado escuchando toda su vida, pero que el responsable de todo había sido Jimmy.

Ahora Oliver tiene 32 años y no hay día en el que no recuerdo aquella noche, sus padres decidieron mudarse de aquel pueblo pensando que sería lo mejor y de Jimmy no se volvió a saber nada el caso se dio por cerrado como homicidio múltiple y fuga, pero Oliver sabe que nada de eso es verdad,  este recuerda cada momento de aquella noche mientras mira desde su auto aquella granja la cual está aún más deteriorada.

Sabe que el mal vive ahí dentro, está convencido que el carnicero se llevó a Jimmy y después de tanto tiempo lo va a vengar, va a hacer lo que le prometió, va a convertir aquella maldita granja en cenizas.

Autor: Canek Hernández

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