La Prisión Abandonada Historia De Terror 2022

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La Prisión Abandonada Historia De Terror 2022

La prisión abandonada, historia de terror…Soy Militar de oficio, desde que era niño, siempre fue mi sueño ingresar en el ejército, aunque una vez que estuve dentro, supe que no todo sería como en las películas.

Existe cierta desigualdad de genero a la hora de ingresar, a los hombres nos toca siempre entrar, desde soldado raso, en cambio a las mujeres se les respeta cierto nivel de grado académico, por ejemplo, tengo una compañera que acaba de entrar como soldado oficinista, gracias a que es Licenciada en Administración.

En fin, yo no tuve otra oportunidad para estudiar, de no haber sido por el mismo ejercito.

Vengo de una familia pobre, crecí en un barrio marginado en Guadalajara, así que fue una manera en que pude resolverme un futuro, tanto académico como profesional. A la fecha me encuentro estudiando, pero eso es otra historia.

Los primeros años en que ingresé al ejército, solo me asignaban en pequeñas compañías, que estaban encargadas de reforestar el campo y reparar carreteras. Fue precisamente durante mi primera misión de mayor seriedad, que tuve un primer encuentro con lo paranormal.

El nombre de mi compañía me lo reservo, pues pudiera entrar en problemas si se llega a saber que yo envié este relato.

Se nos asignó visitar un edificio antiguo, que fue utilizado como prisión, el lugar estaba abandonado. Fue una misión de reconocimiento.
Se nos ordenó ser muy sigilosos, pues se decía que aquel lugar estaba siendo utilizado como bodega y narcolaboratorio, aunque la información no estaba confirmada aun.

Así pues, nuestra misión era, encontrar cualquier evidencia y a partir de ello, podríamos llamar a mas elementos y asegurar la zona.
Esto fue en el norte del país, exactamente en Durango, en una planicie desértica, rodeada de algunos cerros.

Acampamos en una ladera, muy cerca de la planicie en la que se encontraba el edificio, comenzamos a investigar el perímetro, utilizando nuestros binoculares, no encontramos rastro alguno de vehículos en toda la zona, de hecho el lugar se veía muy abandonado.

El acceso era algo difícil, por lo que, si hubiera algunos sicarios, seria fácil emboscarlos, la construcción se trataba de tres edificios redondos, conectados entre si, por angostos pasillos.

Hablamos a nuestra base, pidiendo autorización de arribar a la zona, se nos concedió acercarnos, en vista de que no existía actividad de personas en la zona.

Llegando al lugar, bajamos de los vehículos. El sitio se veía que colapsaría en cualquier momento, encendimos lámparas, aunque aun estaba el sol en todo su esplendor, enseguida ingresamos al edificio por la puerta principal, siempre con los rifles en mano, pues aunque hasta el momento no habíamos visto nada extraño, aun existía la incertidumbre de que nos encontráramos a algún sujeto armado y nos complicara el día.

El ala de entrada, mostraba varias rejas, parecía que en otro tiempo, cumplía la función de un tipo de filtro para las personas que fueran a ingresar, según supe, el sitio fue utilizado un tiempo como asilo para enfermos, aunque yo lo dudo, pues su aspecto era tal cual debería lucir un reclusorio.

Fue fácil cruzar las rejas y alambrados del ala principal, pues estos se encontraban sueltos y oxidados, las retiramos, intentando hacer el menor ruido posible, ingresamos por el arco de entrada a la primera sección de los tres edificios, de inmediato, comenzamos a revisar las primeras habitaciones, que creo, funcionaron alguna vez como oficinas, pues aun se podían ver algunos escritorios y las estructuras metálicas de varias sillas.

Otra de esa habitación, parecía haber sido parte de una enfermería, pues algunos de los muebles, aun poseían el símbolo de la cruz roja, ademas de que el piso estaba atiborrado de frascos de vidrio con algunas etiquetas, parecían medicamentos.

En esa sala de enfermería, fue que me percaté de ciertos símbolos en las paredes,

algunos estaban ya muy tenues, parecían haber sido pintados con un spray rojo, adentrándonos mas, vimos otros signos, hechos con excrementos.

Estas últimas marcas nos dieron la prueba de que alguien estaba allí, pues eran frescas, el olor lo decía todo. Los símbolos eran algo parecido a una estrella de cinco puntas invertida, con otras marcas pequeñas sin forma en cada esquina.

Yo me quede pensando, en que tipo de persona seria capaz de realizar este tipo de marcas, no estaría nada bien de la mente, eso es seguro.
Un soldado de la compañía dijo, que esos símbolos eran por prácticas de brujería y satanismo.

Recordé un articulo acerca de que en Guadalajara, un tiempo amanecieron cruces hechas con excrementos en las calles, también leí otras notas, acerca de narcos que practicaban la santería y el satanismo, mezclaban creencias católicas, con este tipo de prácticas oscuras.

Les comuniqué esto a mi sargento segundo, que venia junto con nosotros, en la compañía. El me dijo que estaba informado sobre este tema, así que deberíamos marchar con mas cautela, pues era probable que los delincuentes se encontraran escondidos en cualquier parte del reclusorio.

También me contó, que en otra ocasión le tocó enfrentarse a este tipo de personas, que suelen ser muy agresivas.
Continuamos caminando, dentro de la enfermería, esta sala, se conectaba con la siguiente por un corredor, que había sido cerrado con la ayuda de unos estantes de un metal oxidado.

Removimos los estantes, intentando hacer el menor ruido posible. Cuando atravesamos el angosto pasillo, nos encontramos con una sala muy oscura, las habitaciones anteriores, estaban iluminadas por sus grandes ventanales, pero esta, se encontraba tapiada en su totalidad.

Encendimos nuevamente nuestras linternas, el piso estaba lleno de basura, lo que nos indicaba que efectivamente, alguien estaba viviendo en el presidio. Iluminamos los muros, dejando al descubierto mas marcas y hasta un dibujo, hecho con quemaduras de carbón.

Era la imagen de un cuerpo femenino desnudo, con una cabeza negra con forma de estrella, a su lado estaba también, el dibujo de la cabeza de un carnero.

Aquella persona que los hubiera dibujado, tenia un talento muy siniestro.
El lugar olía igual que una fosa séptica, esto era porque el piso estaba lleno de excrementos.

Empezamos a iluminar en derredor, para ver si el lugar contaba con una puerta directo al pasillo, pero no vimos nada, del otro lado el muro estaba completamente cerrado con ladrillos, no vi, ni siquiera alguna marca en donde hubiera estado la base de una puerta.

Regresamos por el pasillo hacia la otra habitación y continuamos por el corredor.
El corredor, continuaba hacia ambos lados por toda la circunferencia del edificio, también al frente hacia un patio central.

No pudimos salir al patio de allí, pues estaba enrejado y a diferencia de las rejas de la entrada, esta aun se encontraba muy maciza, si quisiéramos forzarla, haríamos muchísimo ruido y perderíamos la ventaja del sigilo.

Nos dividimos en dos partes, unos tomaron el camino a la derecha y otros tomamos el camino de la izquierda, continuamos revisando algunas celdas.
Cuando llegamos a la sexta, por unos segundos se nos revelo un espectro.

Primero escuchamos unos gemidos de dolor, enseguida apareció aquel espectro, que aun hoy en día no logro borrar de mi mente. Parecía un hombre completamente blanco, de rodillas, se cubría con una pequeña manta de lana, y le faltaba un pedazo de la cabeza.

El espectro lloraba y gemía, manteniendo la cabeza hacia abajo, de repente, pareció que se percató de nuestra presencia, levantó la cabeza y pudimos ver sus ojos, que eran completamente negros.

Produjo un sonido que nos lastimó los oído y después desapareció.
Aunque estábamos muy asustados, no le quisimos llamar al sargento, que se encontraba revisando otra zona, con el segundo grupo, pues este tipo de informe sería considerado ridículo. Intentamos fingir, que no ocurrió nada, y continuamos revisando la celda.

Justo en el lugar donde vimos la aparición, encontramos la cabeza de una estatua, parecía San Judas Tadeo, solo que le clavaron unas varillas en los ojos, y deformaron su gesto con un plumón. Aquello lucia muy desagradable, daba la apariencia de estarse burlando de lo divino.

En este punto yo me imaginé, que quizás los que estaban viviendo en aquella prisión abandonada, mas que narcos, serían miembros de alguna secta satánica o algo así.

Salimos de la celda y proseguimos nuestra marcha por toda la planta baja.
De repente nos llamaron por el radio, el otro grupo nos informaba que habían encontrado un cuerpo y una cabeza humana dentro de una celda.

Subimos las escaleras, perdiendo nuestro sigilo, desde la llamada por radio, resonaba el eco en el recinto.
Ya no nos importaba, pues, si hubiera alguien armado, ya hubiera aparecido.
Llegamos junto al grupo, entramos en la celda.

Efectivamente, había un cuerpo y una cabeza, pero no eran reales, eran unos maniquíes muy bien hechos. El cuerpo estaba acostado en una plancha de concreto, que quizás fue utilizada como cama en otros tiempos y la cabeza, colgaba de un enorme crucifijo de metal.

La imagen era tan desagradable, como la cabeza del santo que encontramos abajo.
También identificamos una biblia justo debajo de donde colgaba la cabeza.
Nos pusimos a hojear el libro, en ciertas paginas, le habían escrito groserías y símbolos extraños con un marcador, todo a modo de burla. Preferimos desechar el libro.

Como el recinto era muy grande, y aun no terminábamos ni de cubrir el primer cuadrante, el sargento nos dividió en tres grupos mas pequeños, cada uno iría a diferente edificio, tendríamos cuarenta minutos para revisar la zona, y al final nos encontraríamos en la enfermería.
Yo fui asignado al grupo, que tocó cubrir el tercer edificio, que era el mas grande.

Aquel lugar, supongo, era donde tenían a los reos mas peligrosos, pues este contaba con una enorme torreta de vigilancia, justo en medio.
Comenzamos a revisar rapidamente, sin detenernos tanto tiempo en un solo sitio, pues teníamos los minutos contados, al final tendríamos que entregar nuestro informe.

El sitio transmitía un sentimiento de vació, tan profundo, que era difícil concentrarse.

Recuerdo que no noté, ciertas voces y pisadas, hasta que el cabo, que quedó al mando de nuestro grupo, nos ordenó parar y guardar silencio, para escuchar.
Escuche como corrían en el módulo superior, también varias risas y voces extrañas. Rapidamente, corrimos a ver de quienes eran esas risas. Justo cuando llegamos a ese nivel, una reja se cerró con violencia.
Intentamos meternos, pero el mecanismo de la cerradura aun estaba activo, cosa que nos impidió el ingreso.

Iluminamos dentro del cubículo, el sitio estaba completamente vació.
Continuamos revisando el resto del lugar, y se llegó el turno de ir en dirección de la torreta. No quisimos subir, pues la construcción se veía muy frágil.

En la base, notamos que estaba una puerta a nivel del suelo. De repente apareció una rata y se puso encima de ella, después otra y otra, hasta quedar totalmente cubierta por esos asquerosos roedores.
Los animales comenzaron a pararse en dos patas, como si nos quisieran retar.

Uno de mis compañeros le soltó una patada a una. Las ratas se nos echaron encima, algo raro, pues, lo natural, era que corrieran a esconderse.

Tuvimos que dispararles y pisotearlas. Al final solo quedaron un par, que salieron corriendo.
Uno de los soldados nos dijo en voz alta, que cuando las ratas se reunían en grupo, era símbolo de Satanás.
Forzamos la escotilla, y vimos que debajo estaban unas escaleras, bajamos por ellas, hasta llegar a un túnel, que nos llevó hasta el patio.


Justo allí, escuchamos que alguien nos llamaba en voz baja. Seguimos la voz y llegamos hasta una especie de reja, que conectaba a una antigua cañería. Iluminamos la reja, entonces vimos a una persona en muy mal estado dentro. Nos pedía ayuda.
Forzamos la reja, y sacamos a aquella persona. Era un hombre joven, en extrema desnutrición, llevaba varias cicatrices horribles en todo el cuerpo.

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Le dimos a beber agua. Llamamos al teniente, que nos indicó resguardar a la persona y que en seguida el vendría a revisarlo. Le indicamos como entrar al patio y en unos minutos llego.
Al principio creímos que el hombre deliraba, pues, no dejaba de repetir una y otra vez, que el demonio vendría por el.
Cuando lograron tranquilizarlo, lo interrogaron. El hombre contó, que una secta lo secuestró junto con otras dos personas, le preguntaron si sabría donde se encontraban las otras dos personas, el sujeto respondió que si, pero que no podría asegurar que estuvieran vivas, pues las personas que los secuestraron, estaban completamente locas, realizaban sacrificios al diablo y todo tipo de brujería.

Según el, los sectarios no vivían allí, sino que acudían cada cierto tiempo, atrapaban a las personas ofreciéndoles droga gratis y en efecto les daban droga, pero esta no tenia el mismo efecto que lo que solían utilizar, era un tipo de sedante ademas de que si mantenían una especie de narcolaboratorio en uno de los sótanos de la prisión.

No supo decirnos, cada cuando venían las personas que lo mantenían cautivo, aunque si supo que siempre llevaban todo tipo de armas. El numero de asistentes, según el, variaba, pues a veces, a parte de las personas que los secuestraron, solían llegar otras, que no tenían nada que ver con consumo o venta de drogas, solamente participaban en los ritos que realizaban.

Nos condujo de vuelta al primer edificio, durante el camino nos explicó, que a el lo tenían allí, porque el no había sido doblegado, las otras dos personas si cooperaban, pero el no, por eso lo encerraron en esa cañería, que de hecho, era una trampa de tormenta.

Dijo el hombre que no recordaba ni cuanto tiempo llevaba allí dentro, pues perdió la noción del tiempo y estaba enloqueciendo, dijo haber visto a una especie de demonio asomándose por el enrejado.

Hasta ese momento yo creía haber vivido cosas extrañas, pero lo peor estaba por suceder.
El entrenamiento militar no te prepara para luchar contra lo desconocido.

Llegamos justo hasta un sitio que pasamos por alto, se trataba de un muro falso, justo en el primer edificio, el ultimo bloque de celdas.
Fue fácil retirar el falso muro, dentro encontramos un pasillo que llegaba a otro espacio entre dos celdas. Comenzamos a escuchar unas risas como de manicomio, el hombre que rescatamos, se puso tan nervioso que comenzó a gritar. Le ordenaron a dos soldados llevarlo fuera de la prisión, mientras que el resto del grupo, quienes ya eramos uno solo, seguimos entrando.

Las risas comenzaron a sonar cada vez cerca y cuando acordamos, aparecieron ante nosotros tres espectros, cada uno con algo parecido a un alfiler gigante en las manos, con esto, se atravesaban las manos, los rostros. Era horrible verlos auto mutilarse.
Al principio no sabíamos si eran espectros, ya que su forma era la misma que cualquier persona, no obstante, cuando intentamos atraparlos, los atravesamos como si fueran humo.

De la misma manera en que aparecieron, desaparecieron, dejando solo el rastro de sus risas, flotando en el aire.
Nos quedamos perplejos ante lo que acababa de ocurrir, no supimos que hacer, no hay manera en que puedas dispararle o enfrentarte a un ente de ese tipo.
Revisamos el área, solo encontramos algunas cadenas soldadas directamente al muro, algo de cabello de mujer y nada mas.

Nos dirigimos a la entrada, para encontrarnos con los otros dos soldados, dejaríamos aquel edificio, al menos por ese día, llamaríamos a nuestros superiores, para ver si nos indicaban permanecer un par de días mas, a fin de emboscar a las personas que se encontraban privando de su libertad a otras.

Se nos ordenó que uno de los vehículos, llevara al civil a atención medica, y que lo procesara el ministerio público, el resto de soldados, permaneceríamos allí un par de noches, para emboscar a los sectarios y llevarlos ante la ley.

Levantamos el campamento en un punto estratégico desde donde podíamos estar monitoreando constantemente la prisión, de cualquier manera, al amanecer, nos echaríamos otra vuelta para buscar la bodega de la que nos habló aquel hombre.

Durante la noche, nos atacaron entes malignos, al menos eso es lo que dijo un compañero, fueron varios sucesos extraños los que ocurrieron.
El viento resopló con una furia insólita, levantando una tormenta de arena, tuvimos que resguardarnos.

Escuchábamos como si dentro del viento, se arrastraran muchas serpientes, después el sonido del viento, silbaba y formaba como una carcajada, fue demasiado extraño.

Uno de los compañeros mas viejos, dijo que todo el lugar estaba maldito, que no era normal ese clima, según el, era muy probable que los brujos que se reunían allí, invocaran algo muy poderoso.
Nos pusimos a rezar, yo personalmente me sentía aterrado, hasta ese momento, me había tocado ver brujas en los cerros, incluso fantasmas, sin embargo, lo que ocurría allí, superaba todo lo que hasta el momento había vivido.

Cuando salió el sol, vimos como el campamento estaba cubierto con los cadáveres de varios reptiles, lagartijas en su mayoría.

Limpiamos el área, revisamos a lo lejos la prisión, en busca de algún vehículo o algo que nos indicara que alguien había llegado, pero no, la zona estaba despejada, así que recibimos la orden de volver a la prisión, para encontrar el narcolaboratorio.

Fue sencillo dar con el lugar, se encontraba justo debajo del segundo edificio. No era la gran cosa, unos cuantos tambos con producto químico para elaborar

pastillas.

Lo que si fue extraño, fue ver al igual que en la enfermería, todo plagado de símbolos extraños, yo tentía el presentimiento, de que en cualquier momento, podíamos encontrarnos con un tambo lleno de restos humanos, pero no fue así y eso que revisamos cada rincón del sótano, lo mismo que toda la prisión, en lo que iba del día, no vimos ninguna aparición, yo tenia la teoría, de que los fantasmas solo aparecían después de las seis de la tarde o cuando va cayendo el sol en el horizonte, pues nunca antes de esa hora, me ha tocado ver algún espectro, ni ninguna cosa por el estilo.
Destruimos los tambos y todo su contenido, como se nos ordenó.

Uno de los hombres dijo haber visto, a un sujeto, con un traje azul, observándonos de cerca. Yo y otros dos soldados fuimos a revisar el área, no encontramos a nadie, sin embargo, dos de los hombres que se quedaron en el campamento, nos indicaron por radio, que vieron dos vehículos dirigirse hacia nosotros.

No pasaríamos otra noche en la zona, ya teníamos a los sectarios.
Nos dispusimos en la entrada, sin hacer ruido y en posición para disparar.

Ingresaron cinco sujetos, dos de ellos venían armados, sin embargo, apenas nos vieron, dejaron las armas en el suelo, levantaron las manos y en seguida quisieron sobornarnos.

Les preguntamos si vendrían mas sujetos detrás de ellos, a lo que nos respondieron que no, que esperaban personas hasta el próximo sábado, pero que tenían que acomodar el lugar para una especie de ritual.

Cuando vieron que no los íbamos a soltar, se pusieron desesperados, nos suplicaron que los soltáramos, uno de ellos, nos dijo que era muy importante realizar el ritual, pues dejaron una invocación a medias, y la tierra quedaría maldita.
Se les ordenó a dos soldados, llevar ante las autoridades a los detenidos, mientras que el resto, permaneceríamos allí, para custodiar la zona, hasta nuevas ordenes.

No quisimos adentrarnos en los edificios, nos mantuvimos en la entrada, pues con tantas cosas que nos habían ocurrido, los hombres ya estábamos muy nerviosos, aun así, no nos salvamos de pasar un ultimo susto.
Al igual que en la torre de vigilancia, comenzamos a notar que se acercaban muchas ratas, al principio solo vimos un par, no quisimos sugestionarnos, no obstante, cuando menos esperamos, estábamos invadidos por esos roedores.

Chillaban de manera sobrenatural, parecía como si sus chillidos formaran palabras. Las ratas formaron un círculo, uno de los soldados comenzó a dispararles, pero cada rata que moría, era suplantada por otra.

Junto a las ratas venía un olor asqueroso, parecido al azufre.
De repente un soldado grito, que vio una bruja en el pasillo de entrada, otro dijo que era el mismísimo demonio, yo en cambio, cuando gire la vista en dirección en dónde apuntaban los hombres, vi a esta criatura cuya cabeza parecía estar hecha de humo, formando una estrella, su cuerpo parecía el de un hombre, aunque se movía como una mujer.

Dos soldados le dispararon, pero las balas lo atravesaron sin hacerle daño alguno.
El extraño ente se poso justo en medio del círculo hecho por las ratas, uno de los hombres comenzó a rezar, mientras que otros comenzaron a disparar en dirección a las ratas, de inmediato se les ordenó que dejaran de disparar, entonces, ocurrió algo mas extraño aun.

Las ratas explotaron, dejando su sangre regada, en el piso, se formó la figura de una estrella de cinco puntas.

El ente desapareció ante nuestros ojos.
Todos los hombres quedamos asustados y perplejos, no le encontrábamos explicación alguna a todo que acaba de ocurrir.

Algunos decían que ese ente, era la aparición del diablo, mientras que otros decían que era una bruja, yo no creo que ese ente fuera una simple bruja, era demasiado extraño y no tenia forma femenina.
Por fortuna, como a las dos horas, se nos ordenó retirarnos de la zona.

La pesadilla no termino allí, algunos soldados, incluyéndome, nos enfermamos, no todos de lo mismo, en mi caso, comencé a presentar un temblor de manos involuntario e insomnio severo, me checaron en el hospital del ejército, pero ningún medicamento logró aliviarme, ni hacerme dormir.

No fue hasta que un compañero, que estuvo en esa misión, me recomendó acudir con una curandera. Ella logró sanarme después de varias limpias, fue un proceso difícil. Según la curandera, aquellos brujos invocaron seres malignos y muy probablemente un demonio, dijo que durante mis curaciones, se tuvo que enfrentar a varios de estos seres, en un plano espiritual. Yo ignoro cómo serán esas peleas, pero si sentía mucha pesadez durante las curaciones.

Según supe, la construcción fue derrumbada, ignoro si se construyó algo en su lugar, por el bien de las personas, espero que no.

Tampoco supe si dejaron en libertad a aquellos secuestradores, ese tipo de asuntos, son manejados por el ministerio público y en rara ocasión nos enteramos de sus procedimientos, espero que esas personas se encuentren encerradas.

Autor: Mauricio Farfan

Derechos Reservados.

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