Las Sombras, Historia De Terror 2023

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Las Sombras, Historia De Terror 2023

Las Sombras, Historia De Terror… Mi nombre es Raúl, y quiero contarles lo que me tocó vivir cuando Tío Rubén estuvo viviendo conmigo luego de que su esposa falleció hace 3 años, y debido a que ellos nunca pudieron tener hijos, y que él en ese entonces ya era un señor muy mayor, decidí acogerlo en mi casa, ya que, como yo trabajo vía remota soy el único de toda la familia que puede cuidarlo todo el día.

Los primeros días todo estaba bien, mi casa siempre fue silenciosa, pero eso cambió desde la primera noche, mi tío al parecer hablaba solo, yo supuse que tenía pesadillas o cosas por el estilo, debido a la muerte de su mujer, que en ese entonces era muy reciente.

Pero cada día las cosas iban en aumento, lo que comenzó como unos leves susurros en algún momento de la madrugada se convirtieron en extrañas charlas que no tenían ningún sentido, o al menos eso me parecía.

La situación comenzó a ser más caótica cuando por la mañana empecé a encontrar las luces prendidas, una u otra llave de agua abierta. Pero nada de eso me molestaba tanto como ver cosas movidas de su lugar, un jarrón de la sala en la cocina, o una silla del comedor cerca del baño.

Una noche pude escuchar como arrastraba muebles. Eso ya definitivamente no era normal, para empezar mi tío solo de verlo se sabía que no tenía mucha fuerza, a parte no había ninguna razón para mover los muebles.

En verdad llegué a pensar que el señor padecía de sus facultades mentales en mayor o menor grado.

Yo no me atrevía a decirle nada, por respeto no por otra cosa, y tampoco lo comenté con la familia porque de seguro iban a pensar que yo me lo estaba inventando todo con tal de sacarlo de mi casa.

Cada vez yo dormía menos, porque los ruidos, a pesar de que no siempre eran tan fuertes, si eran muchos, además veía su sombra pasar por afuera de mi puerta, era desesperante, el problema no era no dormir, como dije yo trabajo desde casa y ciertamente no tengo un horario de trabajo, pero la cuestión es que no me parecía justo tener que cambiar mis hábitos solo porque mi tío hacía cosas raras.

Los días se convirtieron en semanas y decidí que ya había tenido suficiente de sus tonterías nocturnas, había llegado a mi límite de tolerancia.

Ese día, durante el desayuno, lo cuestioné a cerca de todo, pero él no hacía más que mirarme y encogerse en hombros, se limitaba a decirme que él no sabía de qué le estaba hablando, eso me frustró demasiado.

Una noche vi su sombra fuera de mi puerta, yo tenía la intención de sorprenderlo para que ya no pudiera fingir que él no sabía nada de los ruidos nocturnos, así que, sin hacer ruido, me acerqué a la puerta y la abrí de golpe, pero no había nadie afuera de mi cuarto.

Aquello fue sumamente extraño y al mismo tiempo inquietante, más porque al cerrar la puerta y volver a la cama, la sombra seguía ahí afuera.

La situación era tan insostenible que decidí dormir durante el día y trabajar toda la noche, me era más fácil y como yo pongo música mientras trabajo pues no escuchaba tanto los ruidos que hacía mi tío.

Desayunaba con él y luego me iba a dormir, él sabía que podía despertarme si necesitaba cualquier cosa, me levantaba para hacer la comida, luego volvía a dormir y me levantaba a las 9 de la noche para empezar a trabajar.

Una madrugada, mientras trabajaba, escuché pasos en la escalera, eso era nuevo y raro, no sabía que mi tío podía subir escaleras, además arriba no había más que un baño y un cuarto que yo usaba como bodega, supuse que quizá por alguna u otra razón no había podido usar el baño de abajo y por eso había subido, pero aún así decidí ir a revisar por si las dudas.

Mientras yo iba subiendo las escaleras le pregunté en voz alta si de casualidad necesitaba algo, pero no me contestó, llegué a la parte de arriba, revisé el baño y el cuarto y no había nadie.

Eso me descolocó un poco así que bajé para ir al cuarto de mi tío y al entrar lo encontré profundamente dormido.

Entonces se escucharon los muebles arrastrándose, corrí de inmediato para ver qué era lo que estaba pasando, lo único que encontré fue la mesa de la cocina movida de su lugar.

Esa noche dejé dormir a mi tío pero tenía decidido obtener respuestas durante el desayuno.

Por la mañana le conté todo y le pregunté si él tenía alguna idea de qué era lo que estaba pasando, él, entre lágrimas, me dijo que era su culpa, que siempre había sido su culpa, creía atraer malas vibras, y que por eso había muerto su esposa, pero me aseguró que nada lo hacía con intención, que las cosas simplemente pasaban.

Yo realmente no entendía lo que quería decir el tío, es más, ni siquiera lo creía.

No pasaron ni 3 noches cuando empecé a ver siluetas extrañas en las esquinas, esas siluetas desaparecían en cuanto encendía la luz o en cuanto les apuntaba con la linterna de mi celular.

Las Sombras, Historia De Terror

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Era extraño y si daba un poco de miedo, pero aquello lo atribuí a una mala jugada de mi mente al estar trabajando durante la noche.

Una tarde cualquiera, mientras dormía, escuché un grito y me sacó de mis sueños de forma abrupta, era mí tío, corrí hacía su cuarto, abrí la puerta y lo encontré en el piso.

Se arrastraba, lloraba y suplicaba perdón, era una escena alucinante.

Yo le pregunté qué estaba pasando y me explicó que él había sido muy malo toda su vida, que había mentido, engañado y cosas peores a mi tía, y que por ello ahora esas cosas, esas sombras lo acosaban, que no importaba a dónde fuera lo seguían.

Él había visto las siluetas en su cuarto la noche que le dio el infarto a mi tía, luego las vio en el hospital, también las vio en el funeral, y ahora las veía en mi casa.

Me las ingenié para tranquilizar a mi tío y luego de darle a beber un poco de agua se recostó y quedó dormido.

Llamé a mi madre, se preocupó y me dijo que debería bendecir la casa o darle una limpia, que si después de eso las cosas no mejoraban ya veríamos cómo arreglar la situación.

Me daba flojera ir hasta la iglesia, me quedaba como a 15 minutos en carro, así que mejor fui con una curandera que vivía a tres cuadras.

Le expliqué a la doña cómo estaba el asunto y aceptó ir hasta mi casa para realizar la limpia, le pedí que hiciera el menor ruido posible porque mi tío estaba dormido y no quería que él viera lo que yo estaba haciendo.

La curandera hizo lo suyo y luego fui a dejarla de nuevo a su casa, le pagué y antes de irme me hizo una aclaración.

Me dijo que el trabajo que ella había echo iba a funcionar solo si aquellas siluetas no eran mas que la simple materialización de energías de bajo vibrato, pero que si esas cosas eran algo más oscuro yo tendría que solicitar un exorcismo a la Iglesia o correr a mi tío de la casa.

Por supuesto que no iba a pedir un exorcismo y tampoco tenía el corazón tan frío como para correr a mi tío de la casa, mi madre siempre me enseñó que la familia es lo más importante.

Así que yo tenía todas mis esperanzas puestas en que la limpia de verdad funcionara.

Pero esa misma noche escuché de nuevo los pasos subiendo las escaleras, apenas me iba a levantar cuando la puerta de mi cuarto se abrió sola de forma violenta.

Era evidente que ese movimiento no había sido causado por el viento.

Entró un misterioso aire frío al cuarto, al mismo tiempo empecé a sentir como si alguien o algo estuviera intentando poner sus manos alrededor de mi cuello.

De pronto la televisión de la sala se prendió a todo volumen, salí de mi cuarto para ver qué era lo que estaba pasando.

Mientras caminaba todas las luces de la casa empezaron a prender y apagarse de forma dispareja.

Al llegar a la sala intenté apagar la televisión pero no funcionaba, intenté apagarla o bajarle el volumen con los botones que tiene la televisión a un lado pero tampoco eso funcionaba.

Entonces, ya desesperado, desconecté la televisión, pero ni así la pude apagar, esa situación me estaba sobrepasando en verdad por mucho, por bastante.

Luego de un rato la televisión se apagó sola y todo volvió a la normalidad.

Por la mañana, luego de desayunar, volví a comunicarme con mi madre y le dije que ya había sido suficiente, que sencillamente yo no quería estarme exponiendo a esa clase de cosas.

Mi madre entendió que no era justo para mí, así que se comunicó con sus otros hermanos y ellos con sus hijos, y así, entre todos, nos pusimos de acuerdo para pagarle la estancia en un cómodo asilo.

Ahí no le falta nada, es de los mejores de la ciudad, todos nos turnamos para que cada quién vaya a verlo al menos dos veces al mes, para que mi tío no sienta que lo abandonamos.

La verdad desconozco si en el asilo han estado pasando cosas raras, yo supongo que sí pero la administración nunca nos ha dicho nada.

Quizá pueda parecer feo lo que hicimos, pero no encontramos otra solución, además, yo estoy completamente seguro que nadie aceptaría vivir sabiendo que en cada esquina de la casa hay cosas oscuras observando todo.

Autor: Ramiro Contreras.

Derechos Reservados.

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