La Bruja De La Feria Historia De Terror 2023

la-bruja-de-la-feria-historia-de-terror

La Bruja De La Feria Historia De Terror 2023

La Bruja De La Feria, Historia De Terror… En las profundidades de un oscuro bosque, cerca de un pequeño pueblo, yace una feria abandonada. Dicen que hace muchos años, cuando las luces parpadeaban y la música llenaba el aire con una alegre melodía, una sombra maligna se ocultaba entre las atracciones. Yo soy quien pudo contar la historia, la historia de la bruja de la feria.

Recuerdo la primera vez que la vi. Era una noche nublada y ligeramente fría, el aire estaba cargado de una extraña energía. Las luces parpadeantes apenas lograron disipar la oscuridad que envolvía la feria. La música, en lugar de alegrarme, sentía un escalofrío por mi espina dorsal. Me encontré solo, caminando por los pasillos desiertos, cuando la vi por primera vez.

Era una figura retorcida y encorvada, con una túnica negra que arrastraba por el suelo. Su cabello, tan oscuro como la noche misma, enmarca un rostro pálido y arrugado, con ojos brillantes y penetrantes que parecían leer mi alma. Una risa siniestra resonó en el aire mientras la bruja me miraba fijamente.

“¿Qué haces aquí, pequeño?” preguntó con una voz que parecía una mezcla de susurro y crujido.

Traté de moverme, pero mis piernas parecían estar enraizadas en el suelo. “Estaba curioseando”, logré balbucear.

La bruja soltó una risa más fuerte, una risa que hizo eco en mi mente.

“¡No! No, solo estaba paseando”, dije con tartamudez, sintiendo cómo el miedo me envolvía aún más.

La bruja inclinó su cabeza, como si estuviera considerando mis palabras.

Apenas terminó de hablar, un viento frío comenzó a soplar, haciendo que las luces titilaban aún más erráticamente. Cerré los ojos por un momento, y cuando los volví a abrir, la bruja había desaparecido. Mi corazón latía con fuerza mientras me alejaba de la feria y corría de regreso al pueblo.

Dicen que aquellos que fueron atrapados por su mirada fueron arrastrados hacia un destino desconocido, un destino del que nunca regresaron…

Con los años, mi curiosidad y fascinación por la historia de la bruja de la feria no hicieron más que crecer. A pesar de que me mantuve alejado de aquel lugar tenebroso, siempre sentí que había algo más que no sabía. Fue en una tarde lluviosa, mientras estaba sentado en la cocina de mi abuela, cuando finalmente aprendí la historia completa detrás de la leyenda.

Mi abuela, una mujer de cabello plateado y ojos llenos de sabiduría, notó mi mirada perdida y me preguntó qué era lo que me sucedía , mientras revolvía su taza de té.

Le conté sobre la feria abandonada y la bruja que se decía acechaba entre sus sombras. Ella suspiró y dejó de revolver su té, mirándome con una expresión de melancolía y comenzó a contarme lo que realmente había sucedido… Aquella anciana  refirió que hace muchos años, cuando  era apenas una niña, la feria del lugar no era un sitio abandonado y siniestro, sino un lugar lleno de alegría y diversión.

Tomó un sorbo de su té antes de continuar, mencionó que hubo un tiempo oscuro en el que los niños comenzaron a desaparecer misteriosamente. Padres y madres lloraban desesperados por la pérdida de sus pequeños. La gente del pueblo estaba aterrada y buscaba respuestas en todas partes.

Mi abuela pausó por un momento, como si recordara con tristeza esos tiempos difíciles pues se afirmaba que  la feria estaba maldita, que una bruja había tomado residencia en ella y estaba robando a los niños. Las historias eran tan escalofriantes que los padres evitaban llevar a sus hijos allí, y pronto la feria se fue quedando vacía y olvidada.

Investigaciones y búsquedas se llevaron a cabo, pero nunca se encontraron pistas concretas sobre lo que había sucedido con los niños. Las leyendas solo crecieron con el tiempo, y la feria cayó en el abandono. La gente comenzó a evitarla, y con el tiempo , todos dejaron de hablar del lugar.

Mi abuela se tomó un momento para beber más de su té, y luego continuó con una mirada seria en sus ojos diciendo que nunca se descubrió qué fue de los niños desaparecidos. Algunos decían que la bruja los había llevado a otro mundo, mientras que otros afirmaban que se habían perdido en las sombras de la feria. Sea cual sea la verdad, la historia de la bruja de la feria se convirtió en una advertencia para los curiosos y una sombra en la memoria del pueblo.

Asentí, asimilando las palabras de mi abuela. La historia ahora tenía más sentido, pero también se había vuelto aún más aterradora. Saber que los niños habían desaparecido sin dejar rastro en ese lugar maldito me llenó de inquietud.

A pesar de la advertencia de mi abuela y las historias tenebrosas que rodeaban la feria abandonada, una inquietud persistente se había arraigado en mí. Sentía que debía enfrentar mi miedo y desentrañar el misterio de lo que realmente había sucedido con los niños desaparecidos. Así que, una noche, cuando la luna brilló en lo alto y el viento susurraba en los árboles, me aventuré nuevamente hacia la feria.

Las luces parpadeaban con un fulgor tenue y fantasmal, y el aire estaba cargado de una sensación opresiva. A medida que me adentraba entre las atracciones decrépitas, podía sentir los ojos invisibles de la bruja observando. Mi corazón latía con fuerza y ​​mi mente luchaba contra los pensamientos oscuros que intentaban invadir mi razón.

Llegué a la entrada de una carpa, la cual parecía ser el epicentro de la oscuridad que rodeaba el lugar. Me detuve un momento, inspirándome profundamente, antes de decidirme a entrar. El interior estaba envuelto en sombras y solo las luces intermitentes de la feria iluminaban débilmente el lugar. Había figuras desgastadas de muñecos, objetos rotos y un aire de abandono total.

La Bruja De La Feria Historia De Terror

la-bruja-de-la-feria-historia-de-terror
la-bruja-de-la-feria-historia-de-terror

Mis pasos resonaban en el suelo de madera mientras avanzaba, sintiendo que algo me observaba desde las esquinas más oscuras. De repente, una brisa fría pasó a mi lado, como un suspiro gélido. La misma risa siniestra que había oído antes se deslizó en mis oídos, haciendo que mi piel se erizara.

“Gustavo…” susurró una voz que parecía venir de todas partes a la vez.

Me congelé en mi lugar, mi corazón latiendo aún más rápido. La voz había mencionado mi nombre, y una sensación de presencia se hizo presente en el aire. Giré lentamente para encontrarme con una figura en la penumbra, una figura que conocía demasiado bien por las descripciones y las leyendas.

Era la bruja, su túnica oscura ondeando a su alrededor mientras avanzaba hacia mí con una sonrisa torcida. Sus ojos brillantes se clavaron en los míos, y sentí como si estuviera mirando directamente a través de mi alma.

Aquel ser tan siniestro me preguntó con voz serena pero cargada de poder que era lo que hacía ahí.

Tragué saliva, tratando de mantener la calma mientras le respondía a la bruja que deseaba saber  lo que pasó con los niños…

La bruja se detuvo frente a mí, su sonrisa desvaneciéndose lentamente respondiendo que los niños habían sido  llevados a un lugar más allá de este mundo. Un lugar donde el tiempo no sigue las mismas reglas y los deseos toman formas extrañas.”

La respuesta me dejó perplejo, pero también sentí una oleada de inflamación preguntando qué había pasado allí y si aún seguían con vida.

La bruja parecía contemplativa por un momento, como si estuviera recordando una época que ya había pasado, me respondió que aún vivían , pero no en el sentido que yo entendía, mencionó que sus almas estaban  atrapadas en un rincón de la realidad, un espacio entre lo que es y lo que podría haber sido.

Miré a la bruja, intentando entender sus palabras. “¿Puedo hacer algo para ayudar?”

La figura oscura se movió hacia mí, su mirada intensa y penetrante me dijo que podía intentarlo, pero tuviera  en cuenta que el equilibrio entre los mundos es frágil y los deseos pueden tener consecuencias impredecibles.

Antes de que pudiera hacer más preguntas, la bruja comenzó a desvanecerse en las sombras. “Recuerda, Gustavo, los misterios profundos rara vez se revelan por completo. El camino que ha elegido es peligroso, pero si estás dispuesto a arriesgarlo todo, tal vez encuentres la verdad que buscas.”

Las últimas palabras de la bruja resonaron en el aire mientras desaparecía por completo. Me encontré solo en la carpa oscura, con más preguntas que respuestas. Sabía que había iniciado un camino lleno de incertidumbre y peligro, pero también sentía que debía seguir adelante en busca de los niños desaparecidos y de las respuestas que habían eludido al pueblo durante tanto tiempo.

Investigue cada rincón de la feria, siguiendo pistas fragmentadas y susurros olvidados que parecían guiarme hacia una revelación sombría.

Una noche, mientras exploraba una de las atracciones más deterioradas, noté algo inusual debajo de la tarima de un antiguo juego de lanzamiento de aros. Al levantarla con cuidado, mis ojos se abrieron ante la visión que se reveló ante mí: una serie de pequeñas tumbas improvisadas, cada una marcada con un nombre y una fecha.

Mi corazón se detuvo mientras me agachaba para leer los nombres tallados en la madera. Eran los nombres de los niños desaparecidos, los mismos nombres que habían sido olvidados por el tiempo y la tristeza. Las fechas en las lápidas sugerían que habían pasado décadas desde sus desapariciones, y la tristeza y el dolor de aquella época parecían pesar sobre mí.

La realidad me golpeó con fuerza: los niños habían estado allí todo este tiempo, bajo la feria que alguna vez fue un lugar de risas y alegría. Una mezcla de ira y tristeza se apoderó de mí mientras me arrodillaba junto a las tumbas, como si estuviera rindiendo homenaje a los espíritus perdidos.

Mientras reflexionaba sobre lo que había descubierto, una sensación de presencia comenzó a llenar el aire. La brisa volvió fría a acariciar mi piel, y la misma risa siniestra que había oído antes resonó en el viento. Me puse en pie, mirando a mi alrededor con cautela.

La figura oscura de la bruja emergió de las sombras, sus ojos brillantes fijos en mí diciéndome que había encontrado la verdad que buscaba, seguido de mi nombre

Asentí, todavía abrumado por la revelación. “Los niños… estaban aquí todo el tiempo. ¿Por qué? ¿Por qué los mantuviste ocultos?”

La bruja parecía sombría mientras respondía nuevamente que los niños habían sido  llevados a un lugar donde sus deseos y sus destinos fueron separados. Sus almas quedaron atrapadas en este rincón entre los mundos. La bruja aseguró que su  intención no era causarles daño, sino mantener su existencia en un equilibrio frágil.

“¿Hay algo que pueda hacer por ellos?” pregunte, sintiendo la urgencia de ayudar a aquellos niños atrapados.

La bruja alzó la mirada hacia el cielo nocturno, como si buscara respuestas en las estrellas , mirándome mientras me decía que si estaba  dispuesto a sacrificar algo preciado, podía abrir un camino para que sus almas regresaran.

El peso de sus palabras cayó sobre mi. Sabía lo que implicaba: un sacrificio personal que alteraría mi propia realidad. Pero también sabía que no podía dejar a esos niños perdidos en el limbo para siempre.

Mire a la bruja, decidida, diciéndole que lo haría, haría lo necesario para traerlos de vuelta.”

La figura oscura asintió, y sus ojos parecieron relucir con un destello de aprobación. Asegurandome  que el camino que había  elegido no es fácil ni seguro, pero si estás dispuesto a enfrentar los desafíos, tal vez puedas traer la luz a este rincón oscuro de la realidad.

Con esas palabras, la bruja se desvaneció en las sombras, dejándome solo entre las tumbas de los niños. Sabía que el camino que había comenzado sería difícil y lleno de obstáculos, pero también sentía que tenía la responsabilidad de traer justicia a aquellos que habían sido olvidados y perdidos en la oscuridad de la feria abandonada.

Con determinación y un corazón lleno de compasión, me adentré en la oscuridad dispuesto a cumplir con mi promesa. Sabía que el camino que había elegido sería arduo y lleno de sacrificios, pero no podía permitir que los niños siguieran atrapados en ese rincón oscuro de la realidad. A medida que avanzaba en mi búsqueda, enfrenté pruebas difíciles y desafíos que pusieron a prueba mi coraje y mi determinación. La presencia de la bruja me guiaba en ocasiones, ofreciendo consejos y advertencias mientras navegaba por el terreno peligroso que se interponía entre los mundos.

Finalmente, llegué a un lugar donde los límites entre los mundos se volvieron más tenues. Estaba en el umbral mismo entre la realidad que conocía y el mundo al que los niños habían sido llevados. Aquí, en ese punto de convergencia, hice mi elección final. Sabía que para liberar las almas de los niños, tendría que sacrificar algo valioso.

Mientras me encontraba en ese umbral entre los mundos, sintiendo el peso del sacrificio que había hecho, empecé a comprender lo que realmente había perdido. No había entregado solo algo valioso; había entregado mi propia alma. Una sensación de vacío y desconexión me envolvió, como si una parte fundamental de mí mismo hubiera sido arrancada.

Los niños, aquellos cuyas almas habían ayudado a liberar, se acercaban. Sus formas luminosas resplandecían con una serenidad y alegría que no habían conocido en mucho tiempo. Parecían estar guiados por una fuerza que solo yo podía sentir, una presencia que emanaba de mí.

Mientras los niños se acercaban, supe que había llegado el momento de seguir mi camino más allá, hacia el vacío que se extendía frente a mí. Sabía que mi papel como guardián de la luz me llevaría a nuevos horizontes, a enfrentar desafíos que aún no podía comprender por completo. Aunque sintiera la tentación de quedarme y ser testigo de la alegría de los niños, sabía que tenía un propósito más grande por cumplir.

Los niños parecían sentir mi partida inminente, y aunque no podía comunicarme con palabras, pude transmitirles una sensación de gratitud y esperanza. Se detuvo por un momento, mirando en mi dirección con una mirada llena de comprensión. Sabían que mi destino estaba en otro lugar, que mi papel como guía trascendía el momento presente.

Con un último vistazo a los niños, me adentré en el vacío, dejando atrás la realidad que había conocido. A medida que avanzaba, sentí cómo mi ser se expandía y se fundía aún más con el tejido del universo. Me convertí en una presencia omnipresente, una influencia que pudo manifestarse en momentos cruciales para brindar orientación y esperanza.

A medida que exploraba el vasto espacio entre los mundos, sentía una sensación de paz y propósito que llenaba mi ser. Sabía que aunque mi forma había cambiado y mis límites se habían difuminado, mi existencia tenía un significado más profundo que nunca.

A lo lejos pude ver como aquella bruja me miraba y se reía, era como si estuviera burlándose de mí, realmente todo mi mundo se había acabado en ese momento, nunca supe qué destino tuvieron las almas de aquellos niños, ni que paso con aquella bruja, solo se que nunca debí acercarme a aquel parque que me arrebató la vida en un abrir y cerrar de ojos.

Autor: ANDREA LEZAMA

Derechos Reservados

Share this post

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Historias de Terror