Le Llora A Los Huesos Historia De Terror 2024

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Le Llora A Los Huesos Historia De Terror 2024

Le Llora A Los Huesos, Historia De Terror…Mi abuela era una mujer horrible. Perdonen si llego a ofender a más de uno con mi comentario, pero es que razones no me faltan. Desde que tengo uso de razón y recuerdos de mi infancia, siempre recuerdo a mi abuela como una mujer cruel y llena de ira.

Y una de las razones principales que lo afirman es que siempre se ha sabido que ella ha hecho uso de la magia negra, no para ayudar a quienes le piden socorro, sino más bien para beneficio propio. Nunca fue de su interés vivir de sus conocimientos oscuros, siempre los usó para dañar a quienes le estorbaban su camino, sea quien sea, conocidos, vecinos, amigos e incluso hasta su propia familia.

Es de este modo que quiero contarles lo que nos pasó a nosotros y hemos decidido romper los lazos que nos unen con aquella horrible mujer. Pero antes, es necesario que les cuente un poco sobre ella para que entiendan el por qué de mi sentimiento.

Se podría decir que todo inició muchos años atrás, cuando mis tatarabuelos se vinieron a vivir de Colombia a México, en busca de una mejor calidad de vida. Habían sido desterrados de sus tierras a causa de varios conflictos nacionales por las tierras, y en vez de quedarse a pelear por sus terrenos como lo hicieron muchos, ellos tomaron la ruta de escape a otro país, lo cual por varios meses tuvieron que buscar dónde vivir hasta llegar a México.

En su sangre ya corría la brujería, y es que mi tatarabuela era una bruja conocida por leer los huesos, los cuales siempre que los tiraba para buscar consejo, siempre le decían lo mismo, “Ir a buscar otro lugar”. Mi tatarabuelo, que a diferencia de su esposa, él era una persona común y corriente, estaba más preocupado por conseguir un lugar donde vivir con sus dos hijos.

Después de largos 8 meses de buscar dónde vivir, llegaron a Chiapas, donde se les dio asilo, cobijo y un pequeño hogar. Mi Tatarabuelo encontró trabajo de manera inmediata lo cual les dio el sustento suficiente para traer comida a la familia, mientras que mi Tatarabuela adquirió fama por su lectura de huesos y su brujería.

Con el pasar de los años, los conocimientos de la Tatarabuela fueron pasados a sus hijos, quienes desarrollaron estas habilidades a niveles más altos que ella. Pero allí es donde se creó un parte aguas. Mi Tío abuelo decidió optar por seguir los pasos de su Padre, hizo una familia y se fue a vivir a otro lugar del cual ya nadie lo volvió a ver ni a saber de él, pero mi Abuela, al quedarse con todos los conocimientos de la brujería, decidió usarlos para beneficio propio.

Se contaba que en la comunidad donde vivían, había un joven que era bastante guapo, a muchas mujeres les gustaba tanto pero él estaba enamorado de una sola, mi abuela que no era muy agraciada, al darse cuenta que no era la elegida, le hizo un trabajo al joven.

Creó un fetiche casero, usó una papa cubierta de miel y envuelta en una tela negra, y con el uso de unos alfileres los clavó en la papa, la enterró en el patio de su casa una noche de luna llena. Al pasar los días, el joven amaneció muerto a mitad del camino con el rostro hinchado. Se decía que habían sido las abejas que lo habían picado causando una alergia terrible, pero la realidad es que la abuela las había atraído hacia él.

Fue de ese modo que se comenzó a correr el rumor en el pueblo sobre los poderes de mi abuela, sabían que su madre, mi tatarabuela era portadora de magia negra, sin embargo desconocían la magnitud de la fuerza que tenía su hija, y sobre cómo hacía uso de ella. Al final nadie se atrevió a culpar a mi abuela, no había forma de culparla sobre la muerte del joven.

El día en que su Madre murió, en su lecho de muerte la tatarabuela le pidió que le prometiera que no usaría la Magia negra para beneficio propio, ella era consciente del inmenso poder que tenía mi abuela, pero ella con tal de no alterarla le mintió diciéndole que así sería.

Lo que hizo después mi abuela con el cuerpo de su madre no tenía nombre. Indicó que la enterraran sin caja, en el patio de su casa, pasó algo de tiempo y extrajo el cuerpo de su sepulcro, se comenzó a correr el rumor de que conservó los huesos de su madre y con ellos llevaba a cabo rituales.

Le Llora A Los Huesos Historia De Terror

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Con el paso del tiempo mi abuela fue adquiriendo la fama de la bruja del pueblo y al mismo tiempo el nombre de Bruja mayor. Siempre había gente solicitando sus servicios y ella se negaba a dárselos, gente importante y de cuidado le pedía favores, pero ella se negaba, fue amenazada de muerte en varias ocasiones pero a quien se le ocurriera hacer esto, desaparecía al siguiente día y nadie sabía de ellos.

A pesar de que mi abuela era una persona tirana, hubo alguien de quien se enamoró y su amor fue correspondido, o por lo menos eso contaban. Un Joven llamado Francisco, le correspondió y a los pocos meses se unieron de manera libre. De ese modo formaron una familia. Tuvieron dos hijos de los cuales, la hija mayor es mi madre.

Una tarde, un sujeto fue en busca de mi abuela para pedirle un trabajo en contra de alguien del gobierno. Como siempre, la abuela se negó y el hombre no dijo nada, solo se retiró. Al día siguiente, quien fuera mi abuelo, apareció muerto, colgando de un árbol. Para mi abuela fue lo peor que pudo haberle pasado: habían matado a su hombre y se había quedado con sus dos hijos.

Pero esto no se quedaría así. Mi Abuela hizo uso de los huesos que “heredó” de su madre para que le dijeran quién había sido. Resultó ser que en la cantina del pueblo, un sujeto con un diente de oro había solicitado los servicios de la bruja del pueblo y al negárselos, este hombre decidió darle un escarmiento a mi abuela. Investigó y dio con el paradero de mi abuelo, y justo esa mañana, cuando mi abuelo salió a trabajar, lo amagaron y lo ataron a un árbol, provocando que perdiera la vida en unos segundos.

Mi abuela, al enterarse de este crimen, en vez de pedir ayuda a las autoridades correspondientes, decidió tomar el control por su propia mano. Ella recordaba perfectamente quién le había solicitado ayuda, así que no fue difícil dar con él. Se trataba de un sujeto llamado Adrián, famoso por meterse en líos por culpa de dinero. La noche del velorio de mi abuelo, la única persona que no se presentó fue mi abuela. Nadie supo a dónde se había metido.

Al día siguiente, por la noche, mi abuela ofreció un enorme estofado de cochito. Nadie supo de dónde lo adquirió al Puerco para hacerlo, pero a mi abuela se le veía bastante contenta de servir la comida a todos los que habían ido a despedir a su amado esposo. Todo estaba bien, hasta que en el plato de uno de los comensales, salió un diente de oro. El desagrado y el asco entre todos se vio de manera inmediata, pero cuando intentaron hacer que la abuela pagara, ella ya no estaba. De hecho, ya se había ido del pueblo con todos sus hijos y nunca más se volvió a parar allí.

Con el paso de los años, mi abuela encontró un lugar donde vivir por Toluca, lugar donde conoció a otro hombre, que por azares del destino, terminó enamorado de ella en cuanto la vio. Entre ambos lograron hacerse de un departamento en el cual comenzaron a crecer y formar una pequeña familia.

Durante un tiempo, las cosas marchaban bien, o por lo menos parecía ser que los tiempos oscuros en los que mi abuela gobernaba ya se habían ido, pero las cosas cambiaron cuando un antiguo habitante del poblado de donde ella había huido la reconoció en el mercado municipal. Mi abuela se encontraba sola en ese momento, el sujeto la había señalado como asesina, la amenazó con decirle a las autoridades por el uso de brujería, pero esto no le parecía importar a ella.

Se le acercó al tipo, tomó su mano simulando que quería seducirlo, el sujeto que se estaba dejando hechizar no se dio cuenta de lo que estaba sucediendo. Mi abuela repentinamente mordió la mano del señor quien la sacó apenas pero se quedó con las marcas de los dientes. Ella le advirtió que si lo veía otra vez, o si hablaba de ella con alguien más, o mínimo dijera su nombre a algún desconocido o conocido, su mano se le iba a pudrir.

El sujeto poco convencido por esta brujería fue a acusarla a las autoridades, pero antes fue a su casa a lavarse, pero según se cuenta, el sujeto no logró salir de su casa, fue encontrado sin vida en su habitación, con una mano podrida y llena de larvas.

El terror y la oscuridad que rodeaban a mi abuela parecían imparables, y su capacidad para infligir sufrimiento y destrucción solo crecía con el tiempo. Pero lo que nadie podía prever era el destino que nos aguardaba a nosotros, su propia familia, atrapados en las garras de su poder oscuro.

Cuando tuve la edad suficiente, me di cuenta del horror que mi abuela llegó a causar, o por lo menos de lo que me enteré que es de lo que les acabo de contar, o por lo menos lo que me contaron a mí. Mi madre nunca quiso dejarme al cuidado de la abuela; ella prefería mantener a raya nuestra relación con ella.

Hasta que un día, de manera inevitable, tuvimos que ir a visitarla porque se había enfermado de gravedad. Mi madre me pidió que mantuviera la boca cerrada en todo momento y que no mirara a los ojos a la abuela, que mantuviera siempre la mirada en el piso. Eso, para alguien de mi edad, era escalofriante; temía por mi vida después de escuchar todas las maldades que había hecho mi abuela.

Al llegar a la casa, me di cuenta de que el ambiente era totalmente diferente al que se sentía en otros lugares. Era pesado y lleno de humedad. Sobre la cama se encontraba mi abuela, quien sollozaba de dolor. Al darse cuenta de que su hija la había visitado, le pidió hablar con ella.

Yo le hice caso a mi madre de mantener siempre la mirada en el suelo, solo me dediqué a escuchar, y las palabras de mi abuela a mi madre fueron tal cual se las comento ahora… “necesito pasarte mi poder”, mi madre se negó ante tal situación, ella no tenía intenciones de manejar la magia negra ni mucho menos ponernos en riesgo a nosotros.

La abuela entonces sacó el cráneo de mi tatarabuela de una caja y le pidió que se lo llevara a mi madre, pero ella se negó, le insistía en que no se lo diera, ella no quería nada que ver con la magia negra, mi abuela comenzó a llorar diciéndole que pronto moriría, pero al notar que ni esto convencía a mi madre, la abuela se comportó de manera grotesca, gruñendo y escupiendo.

La amenazó diciéndole que si no le hacía caso, sus hijos pagarían las consecuencias. Aun así, mi madre se negó, se despidió de su madre y me pidió a mí que le dijera adiós a la abuela… fue lo que hice.

Mi madre me contó entonces más cosas horribles que hizo mi abuela cuando yo era pequeña. Hubo un momento en el que intentó usarme como parte de un ritual, del cual desconozco de qué se trataba. Mi madre, con lágrimas en sus mejillas, me pidió que olvidara a su abuela.

Con el paso de los días, después de que mi abuela falleciera, me enteré de que mi abuelo (el hombre con el que se encontró en Toluca) se había ido. Vecinos comentaron que se le notaba perdido, como si hubiera despertado de un eterno sueño.

Al darse cuenta de que no reconocía a nadie, se fue. Mi madre no le tenía mucho afecto, ya que fue una especie de padre ausente que solo tenía ojos para la abuela, pero ahora que lo pienso, todo este tiempo que la abuela estuvo con vida, estuvo controlado por un hechizo.

Enterramos a la abuela junto con el cráneo de su madre. De hecho, no logramos hacer que los soltara; parecía que se había aferrado a ellos. Ese fue el último adiós que le di a la abuela. Sin embargo, desde el día en que la enterramos, notamos que la suerte en la familia comenzó a decaer: problemas familiares, problemas de dinero e incluso en la escuela.

Mi madre nos ha dicho que es por la maldición de la abuela, pero que esta perderá fuerza poco a poco. Si lo he llegado a notar, pero por ello me doy cuenta de que mi abuela fue una mujer horrible y grotesca.

Autor: Mario Franco Corrales Lengua de Brujo

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