Isabel Historia De Terror 2023

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Isabel Historia De Terror 2023

Isabel Historia De Terror… Me llamo Carla y tengo 25 años, junto con mis padres y mis hermanos decidimos hacer un viaje en familia a un pequeño pueblo poco turístico, donde esperábamos encontrar paz y tranquilidad.

Mi papá halló un hotel alejado del centro que prometía una experiencia única, era un edificio antiguo, de madera, que parecía sacado de un cuento de hadas, cuando entramos al hotel el ambiente era acogedor y tranquilo.

La primera noche fue normal, aunque hubo unos sucesos raros, escuchábamos ruidos en la habitación de al lado, hasta lo que sabíamos estaba vacía, pero nos daba la sensación de que alguien estaba ocupando ese cuarto.

Aunque nos dimos cuenta de lo ocurrido, tratamos de no prestarle atención y seguimos con nuestros planes para el día siguiente.

Por la mañana, al desayunar, notamos que el personal del hotel parecía estar nervioso, no nos decían nada concreto, pero se notaba que querían ocultarnos algo, decidimos ignorarlos y salir a explorar el pueblo.

Era un lugar pintoresco, con una pequeña plaza, una iglesia antigua y casitas de madera, hubo algo que llamó mi atención, cuanto más nos alejábamos del centro, más siniestro parecía todo, mientras caminábamos por el pueblo, noté que una niña nos observaba con atención, no le di importancia, en un principio, pensé que era simplemente una niña curiosa, la cual, no estaba muy acostumbrada a ver gente desconocida en el pueblo, sin embargo, empecé a notar que la niña aparecía en todas partes a donde íbamos, ya fuese en la plaza, en la iglesia o en el hotel, la niña siempre estaba allí, mirándonos fijamente.

Empecé a sentirme incómoda con la niña que estaba atenta a todo lo que hacíamos, pero no quise alarmar al resto de mi familia, pensé que tal vez era solo mi imaginación jugándome una mala pasada, sin embargo, las cosas empeoraron cuando comencé a soñar con la niña todas las noches, la veía en mis sueños, siempre en el mismo lugar, mirándome fijamente con sus ojos negros y su vestido blanco.

No sabía cómo explicar lo que estaba pasando, pero la sensación de que algo estaba mal no me abandonaba, decidí hablar con el resto de mi familia sobre la niña,  al principio,no me tomaron en serio, pero después de un tiempo, ellos también empezaron a notar la presencia de ella.

Comenzamos a investigar más sobre el pueblo y su historia, así fue como descubrimos que una niña había muerto allí años atrás, su nombre era Isabel, y su muerte había sido muy trágica, se decía que su espíritu aún vagaba por el pueblo, buscando a alguien que la ayudara a descansar en paz.

Después de haber pasado una tarde en el pueblo, regresamos al hotel, estábamos agotados y con la necesidad de descansar, mientras caminábamos hacia nuestra habitación, vi al empleado del hotel con quien había hablado en la recepción y me acerqué a él,  le pedí que me platicara más sobre la pequeña que había muerto a temprana edad, el empleado se puso nervioso y comenzó a sudar, miró a su alrededor, como si buscara una salida, parecía que quería decirme algo, pero no se atrevía, trató de negarlo, me dijo que no sabía a qué me refería, pero noté su voz temblorosa, de nuevo insistí, le dije de aquella niña que nos había estado observando todo el día, con insistencia le volví a preguntar.

Después de pensarlo un poco, me dijo que sólo era una niña curiosa, que no le prestase mucha atención, trató de sonar despreocupado, sin embargo, yo sabía que no era así, había algo extraño en la forma en que el empleado se comportaba, como si quisiera ocultarme información, me quedé con la sensación de que estaba escondiendo la verdad.

Esa noche, no pude dormir, pensaba en la niña y en el empleado del hotel, en la conducta tan extraña que él mostró, así como lo nervioso que se puso, pensé que podría decirme algo importante, y que quizás si insistía lograría obtener información de la niña, tenía la impresión de que sabía algo que no quiso decirme, de repente, vi por debajo de la puerta los pies de alguien que se detuvieron justo en la puerta de mi habitación, en el pasillo exterior había luz, y con la oscuridad de mi habitación, pude ver que alguien se encontraba afuera, salí a asomarme y sólo escuché los pasos de una persona corriendo.

Ya no pude dormirme, me levanté de la cama y decidí investigar más, bajé a la recepción del hotel y encontré al empleado sentado detrás del mostrador, aparentemente ocupado con algunas tareas, me acerqué a él y le pregunté nuevamente sobre la niña, me respondió que no podía decirme nada más, le dije que estaba tratando de ocultarme información.

El empleado suspiró y finalmente comenzó a decirme lo que tanto me interesaba, me dijo que la niña que había estado viendo era Isabel, después comenzó a bajar el tono de su voz, continuó diciéndome que ella había muerto hacía mucho tiempo en el pueblo, y que tenía mucha razón, ella estaba en el hotel, desde hace años antes de que fuese un hotel.

Anteriormente fue una casa antigua, en la que la niña vivió al lado de sus padres, concluyó diciéndome que había sido asesinada por su padre, y que la madre de ella había enloquecido con su pérdida.

Sin decirme más detalles, me ofreció una disculpa por no querer darme información con anterioridad, pero era algo de lo que no le gustaba hablar, porque tenía la impresión que la pequeña estaba presente todo el tiempo, y no quería alterar su espíritu, además, como éramos turistas, los dueños del hotel les habían prohibido hablar de ella, porque puede ser un factor para que la gente no quiera acudir al hotel

Me quedé en silencio, tratando de procesar la información, el trabajador del hotel no me quiso dar fechas específicas de cuando ocurrió la muerte de la niña, ni tampoco los detalles, lo que sí me dijo fue que la niña tenía la capacidad de entrar a cada una de las habitaciones, que no me fuese a asustar, desde que él llegó a trabajar a ese hotel, ella ya estaba ahí, pero que nunca le había hecho daño a nadie, así que era mejor que me olvidara del asunto y que tratara de no tomarle tanto interés a la pequeña, porque si lo hacía ella intentaría estar más cerca de mí.

Asentí y me retiré del mostrador, no alcanzaba a comprender cómo era posible que hablaran de la niña muerta como si fuese cualquier persona, y que haya pasado tanto tiempo sin que hicieran algo al respecto.

A pesar de la advertencia del empleado del hotel, no pude evitar sentirme intranquila en la habitación esa noche, me volví a acostar, tratando de dormir, pero por alguna razón no pude conciliar el sueño.

De pronto, me desperté en medio de la noche con la sensación de que alguien me estaba observando, abrí los ojos y vi a la niña parada junto a mi cama, me miraba fijamente, sin decir una palabra, me quedé sin habla y sin poder moverme.

Isabel Historia De Terror

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La niña no parecía tener ningún rasgo inquietante, pero estaba claramente muerta, vestía un vestido blanco y llevaba un lazo en su cabello oscuro, parecía tener como ocho años, pero no podía estar segura, lo único que sabía era que la niña estaba ahí, junto a mí, y no sabía qué hacer.

Traté de hablarle sin poder encontrar las palabras adecuadas, la niña seguía mirándome fijamente, después de unos segundos, ella  hizo un gesto con la mano, señalando hacia la ventana, miré hacia allí y vi una sombra oscura moverse en la calle, me asusté aún más, pero intenté mantener la calma.

Ya de por sí el hecho de que el espíritu de la niña estuviese conmigo me parecía de lo más inquietante, y ver en la ventana una sombra oscura ocasionó que me diera un escalofrío por el miedo, comprendí que la pequeña me quería decir algo, cuando volteé hacia la niña, ella ya había desaparecido, la habitación quedó en completo silencio, me levanté de la cama y caminé hacia la ventana.

Miré hacia fuera, ahí estaba la silueta de un ser oscuro, permanecía estático mirando fijamente hacia la ventana del hotel. Dejé de asomarme porque sentí que en cualquier momento ese ser podría cruzar las paredes, me quedé por un instante oculta entre la cortina, cuando quise verlo de nuevo, el ser siniestro se había movido, ahora estaba pegado a mi ventana, fue tanto mi miedo que salté hasta la cama, de pronto, vi cómo se fue desvaneciendo esa sombra oscura y desapareció.

Estuve despierta casi toda la noche, porque sentía que en cualquier momento ese ser podría regresar, o también la niña. En cuanto amaneció fui a la habitación de mis padres, les dije que quería irme de ese hotel, mi padre me respondió que no era posible, había pagado la semana completa, y si decidían irse perdería su dinero, además era la única vez del año en la que él tenía vacaciones, lo mejor era cambiar de habitaciones, así podría estar más tranquila.

No me pareció la mejor opción, así que no lo hice, pensé que quizás si salía a explorar en el pueblo, alguna persona del lugar me podría brindar más información, y a lo mejor, estaría en posibilidad de ayudar a la niña.

Por la mañana decidí ir a caminar por el pueblo, aunque todavía estaba asustada por la aparición de la niña, sentía que tenía que encontrar alguna respuesta, mientras caminaba por las calles, vi a un anciano sentado en una banca en el parque, comencé a platicar con él de trivialidades, después, le pregunté si sabía algo sobre la niña que se aparecía en el hotel, él me vio con ojos muy tristes, le dije que si estaba a su alcance decirme algo lo hiciera, el espíritu de esa niña no estaba descansando, y si estaba en mi capacidad la quería ayudar, así que de nuevo insistí en que me hablara de ella.

El anciano suspiró y comenzó a contar su historia, me dijo que Isabel había muerto en el pueblo hacía muchos años, pero que su espíritu seguía vagando por allí, porque había muerto antes de tiempo, me dijo que su padre la había matado, en una de esas noches en las que se emborrachaba mucho, intentó golpear a su madre, pero la niña intervino, la aventó tan fuerte de un golpe, que se golpeó la cabeza, de manera instantánea murió.

Me contó que la niña solía jugar en el parque, y que le gustaba observar a las personas que visitaban el pueblo, siempre había sido muy curiosa.

A medida que el anciano me contaba su historia, comencé a sentirme más cómoda, aunque todavía me asustaba la idea de que la niña me siguiera, había algo reconfortante en saber que no era la única que había tenido una experiencia similar.

Pasaron unos días y todo parecía haber vuelto a la normalidad en el hotel, hasta que una noche, mientras llovía torrencialmente, se fue la luz en todo el edificio,ya no pude seguir leyendo mi libro, traté de ignorar el ruido de la tormenta, cuando escuché algo más, unos pasos corriendo por el pasillo, reconocí el sonido inmediatamente: eran los de la niña.

Me incorporé de la cama, miré hacia la puerta de la habitación, pero no había nada, de pronto, la puerta se abrió de golpe y la luz de emergencia se encendió, grité del miedo que me dio, cuando volví a mirar hacia la puerta, la niña estaba parada ahí, empapada por la lluvia y temblando de frío; la niña no dijo nada, solo me miró con sus grandes ojos oscuros y luego corrió hacia el otro extremo del pasillo.

Me levanté de la cama y la seguí, sin embargo, cuando llegué al final del pasillo, ella había desaparecido, sólo había una puerta cerrada con llave, intenté abrirla sin conseguirlo, la puerta estaba bloqueada, en ese momento recordé la sombra oscura que había visto, tuve miedo y me fui a mi habitación.

Nuevamente pasé una mala noche, pero en esta ocasión ya no quise decirle nada a mi familia. La lluvia continuó cayendo durante horas, y los pasos de la niña seguían resonando en mi cabeza, cuando finalmente amaneció, escuché que tocaron en la puerta de mi habitación, no puedo negarles que tenía mucho miedo, la abrí con cuidado, ahí estaba mi madre, ella me abrazó y me dijo que tenía razón en todo lo que les había contado, ella también había visto a la pequeña, me ofreció una disculpa, dijo que nos iríamos del hotel lo antes posible.

Esa mañana recogimos nuestras pertenencias y nos fuimos del hotel, mientras avanzábamos en el auto pude ver a lo lejos a la niña que continuaba viéndonos, ella ya no me asustaba tanto como la sombra oscura que la seguía, detrás de ella se erigió el ser oscuro, como si estuviese advirtiéndome de algo.

Cuando llegamos a la casa respiré profundamente, me sentí aliviada y libre de esos seres que me provocaban mucho miedo, pensé que finalmente me había deshecho de la niña fantasma.

Esa noche me fui temprano a mi habitación, habían sido muchas noches sin tener un descanso adecuado, abrí un poco la cortina de mi ventana para que entrara la luz de la luna llena, mi sorpresa fue mayor cuando vi a la niña parada afuera de la casa, en el jardín, junto al árbol robusto.

No podía creer lo que estaba viendo, cómo era posible que la niña me hubiese seguido hasta mi hogar, me sentí desesperada, pensando que en cualquier momento, también aparecería el ser siniestro que la seguía.

La niña siguió mirándome fijamente, sin decir una sola palabra, por más que intenté ignorarla, acostándome y cubriéndome por completo con mi cobija, fue muy difícil conciliar el sueño, tuve miedo de que la pequeña me siguiera por más tiempo, si había sido capaz de seguirme hasta mi casa, de qué otra cosa podría serlo.

Sabía por el comentario que me había hecho el anciano en el pueblo, que ella había muerto en manos de su padrastro, y que él se había fugado, nunca lo habían encontrado, comprendí que era necesario hacer algo al respecto, no era suficiente la información que tenía sobre su muerte.

Con la ayuda de un amigo, que trabajaba en la biblioteca pública del estado, pude obtener información de la hemeroteca, ahí corroboré el nombre de la pequeña y la forma en que había muerto, no era cierto que por un golpe que le dio su padrastro, fue a puñaladas como la había matado.

El sospechoso del crimen nunca fue capturado, su madre había quedado loca; por falta de familiares que pudiesen hacer algo al respecto, ya no se buscó al asesino.

Esa noche, de nuevo se apareció la niña afuera de mi casa, pero en esta ocasión, ella señaló con su brazo una sombra siniestra en la pared, ya no tenía ninguna duda, era la persona que la había asesinado, aún después de la muerte continuaba atormentando a la pequeña.

Cuando vi esa sombra siniestra, me di cuenta de que no me podía quedar sin hacer nada al respecto, ese ser siniestro trataría de hacernos daño, entendí que necesitaba ayuda, no podía seguir viviendo con el miedo constante de ser observada por dos entidades fantasmales.

Decidí buscar la ayuda de una bruja blanca en la zona, ya que había oído que eran  expertas en lidiar con espíritus y energías negativas, me puse en contacto con ella y le conté mi historia, con la esperanza de que pudiera ofrecerme alguna solución.

La bruja blanca me sugirió que hiciera una limpieza energética en mi hogar, utilizando algunos ingredientes naturales y realizando un ritual.

Me dio instrucciones detalladas sobre cómo llevar a cabo la limpieza y me aseguró que esto sería suficiente para alejar cualquier energía negativa en mi hogar, aunque hice lo que ella me recomendó, no pude quitarme la sensación de que la niña muerta y el ser siniestro seguían conmigo.

Los eventos continuaron sucediendo, y pronto entendí  que necesitaba hacer algo más para liberarme de esta presencia.

Después de mucho pensar, comprendí que la única forma de resolver esta situación era regresar al pueblo donde vi por primera vez a la niña muerta, cuando le compartí a mi madre mi decisión, ella me dijo que iría conmigo.

Sabía que no iba a ser fácil enfrentar mis miedos, pero sentí que era la única forma de encontrar una solución, así que, tomé la decisión de viajar de vuelta al pueblo, para tratar de encontrar respuestas y resolver esta situación de una vez por todas.

Al llegar al poblado, noté que había algo extraño en el aire, la atmósfera estaba cargada con una energía oscura y perturbadora. Sabía que tenía que ser valiente y enfrentar mis miedos, así que empecé a caminar por las calles, buscando alguna pista que me ayudara a entender lo que estaba sucediendo.

Después de hacer algunas investigaciones, descubrí que el hombre que había matado a la niña se había suicidado luego de haber cometido el crimen, esa información fue una revelación para mí, era la primera vez que me enteraba de ello, eso cambiaba por completo mi intervención, sin embargo, lo que no sabía era que el espíritu del asesino también estaba atrapado en el pueblo, y que se había convertido en una presencia oscura que no permitía que la niña descansara en paz.

La primera noche que nos hospedamos mi madre y yo en el hotel, no fue en el mismo que llegamos la primera vez, salimos a cenar e íbamos de regreso a descansar, vi a lo lejos a la niña que caminaba en una calle vacía y oscura, le hice una señal a mi mamá, ella de inmediato lo notó y me respondió que estaba conmigo.

Decidida a ayudar a la niña, y a buscar la manera en que ya no nos siguiera, me armé de valor y me adentré en la oscuridad de la noche para buscar al espíritu del asesino, no sería fácil, pero no estaba dispuesta a dejar que la niña siguiera sufriendo, sentía la manera en la que mi corazón latía con fuerza.

Necesitaba hacer algo para ayudar a la niña, pero no estaba preparada para enfrentarme al espíritu siniestro del asesino, a medida que caminaba por las calles vacías del pueblo, sentí que algo me seguía, volteé y vi la sombra siniestra, supuse que era la del hombre que había asesinado a la niña.

El espíritu estaba furioso y quería hacerme daño, mi madre y yo nos fuimos con rapidez al hotel, de repente, la sombra siniestra apareció en frente de nosotras, la habitación se llenó de una oscuridad espesa y pesada que nos hizo sentir ahogar.

Intenté hacer los mismos rituales que había practicado anteriormente, pero la sombra parecía más fuerte que nunca y estos no funcionaban, de pronto, la sombra se abalanzó sobre nosotras, haciéndonos caer al suelo, intenté liberarme, pero me sentía atrapada en una especie de trance hipnótico, fue entonces cuando mi madre tomó la iniciativa y comenzó a recitar un salmo que había aprendido de joven en la iglesia, llevaba consigo un frasco de agua bendita junto con un rosario,  la sombra pareció temblar ante las palabras sagradas y poco a poco comenzó a desvanecerse.

Después, la curandera del pueblo nos dijo, que no habían sido los elementos, ni la oración que mi madre utilizó para protegerme, sino la determinación de ella y su fé.

Cuando la oscuridad se disipó por completo, mi mamá y yo nos encontrábamos solas en la habitación, ambas estábamos temblando y sudando, pero al mismo tiempo nos sentíamos aliviadas de que habíamos encontrado una manera de ahuyentar al ser oscuro, así como de ayudar a que descansara el alma de la niña.

Acudimos con el sacerdote del pueblo, él me explicó que para ayudar a la niña, teníamos que hacer un ritual de liberación, y que él tenía lo necesario para llevarlo a cabo, me dijo que una vez que se liberara su alma, ella podría descansar en paz y seguir su camino hacia la luz.

Nos dirigimos al hotel donde todo había comenzado, sentí como la sombra oscura me observaba desde algún lugar cercano, el sacerdote me dijo que mantuviera la calma y me encomendó a mí y a mi madre a que dijéramos algunas oraciones mientras él realizaba el ritual, la forma en que el sacerdote comenzó a orar era algo que nunca había visto antes.

El sacerdote utilizó incienso, agua bendita y otros objetos sagrados, mientras decía algunas palabras a manera de murmullo, en un momento, sentí un viento frío que soplaba en la habitación, y luego, una luz brillante apareció, era la niña, parecía estar asustada y confundida.

El sacerdote le habló dulcemente, le explicó que había llegado el momento de dejar atrás su dolor y su sufrimiento, que ya no tenía que aferrarse a este mundo y que debía seguir su camino hacia la luz.

Fue entonces cuando la sombra oscura apareció de nuevo, era una presencia aterradora y malvada, trató de atacar al sacerdote, pero éste lo enfrentó con decisión, usando las oraciones y los artículos sagrados, logró debilitar a la sombra hasta que finalmente desapareció.

Autor: Adriana Cuevas

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