Algo Siniestro, Historia De Terror 2023
Algo Siniestro, Historia De Terror… Antes de que me pasara lo que voy a narrar, yo era una persona completamente normal, tenía pocos amigos por eso nunca me desvelaba, no consumía sustancias prohibidas, muy de vez en cuando tomaba alcohol, también a veces me fumaba un cigarro, eso era todo.
Aclaro esto porque bajo los influjos de cualquier cosa uno se imagina cosas, pero yo nunca había sufrido de alucinaciones, tampoco tenía pesadillas, ni siquiera creía en lo paranormal, además eran temas que me aburrían, pero todo cambió.
Aunque solo tenía conocimientos básicos en contaduría, en ese tiempo trabajaba en una oficina, ahí mis compañeros me invitaban a jugar a la Ouija, porque les gustaba toda esa clase de cosas, solo que lo hacían sin medir las consecuencias, por lo mismo de un tiempo para acá se empezaron a escuchar ruidos y a cerrarse las puertas por si solas, ellos siempre decían que no era por eso.
A veces aseguraban ver cosas negras, tanto a dentro como afuera de la oficina, quizá por tratar de asustarme, decían que era la sombra de un muerto la que a veces los seguía, que tuviera cuidado porque también me podrían seguir a mí, en realidad yo nunca había visto nada, por eso ni me preocupaba, ni les creía.
Todo comenzó un invierno, recuerdo que obscurecía más temprano, en esa ocasión salí de la oficina como a las 7:30, ya todos mis compañeros se habían ido, había una ligera llovizna, por eso la calle se veía desierta, así caminé bajo la luz de las lámparas, como apretó un poco más el agua, me paré bajo el techo de un negocio que ya estaba cerrado.
Ahí estuve por unos minutos, crucé las manos pegándolas junto a mi pecho porque sentía algo de frío, apenas estaba como a media cuadra de mi trabajo, cuando volteé para la oficina, miré algo, era como un humo negro que cruzaba la calle, avanzaba flotando para el lado de la banqueta donde yo me encontraba.
Extrañado, entre cerré los ojos queriendo distinguir bien lo que era aquello, me di cuenta de que era una figura extraña, con apariencia humana pero alargada, diferente a cualquier cosa conocida. Quise seguirla con la mirada para ver en donde se metía, pero se perdió entre la obscuridad de la noche, estaba seguro de que no la había imaginado, aunque me pareció raro, aun así, no le di tanta importancia.
Al pasar algunos minutos decidí avanzar un poco más, tuve la sensación de que alguien me seguía, ocultándose entre las sombras, volteaba para atrás pero no veía a nadie, empecé a ponerme nervioso, tal vez por eso en una ocasión que volteé, miré un par de ojos a unos metros de mí, los cuales al instante desaparecieron.
Comencé a caminar de prisa, sin importar que me mojara, ya no quise voltear de nuevo, así caminé hasta donde tomé un micro que me llevaría rumbo a mi departamento. Después de una media hora ya estaba por llegar, pero nunca se me quitó aquella sensación de ser perseguido, cuando por fin estuve dentro de mi apartamento, respiré aliviado, en ese tiempo todavía vivía solo, por eso para calmarme un poco y olvidarme del asunto, prendí la televisión mientras me preparaba un café.
Miré solamente un programa para después apagarla, antes de acostarme fui al baño, al salir miré como una sombra se metió a mi cuarto traspasando la pared. Pensé que tal vez lo había imaginado, no lo quería creer, de ser cierto, todo hacía suponer que aquella sombra extraña que había visto en la calle me había seguido y estaba en mi departamento.
Algo Siniestro, Historia De Terror 2023
Venciendo el miedo que tenía, abrí un poco la puerta, metí la mano con precaución, prendí el foco de mi cuarto, luego le di una patada para que se abriera totalmente, entré esperando encontrar a alguien, para mi asombro no había nadie, ni olía a nada. Quise convencerme de que estaba alucinando, aunque no tenía motivos para hacerlo, porque no había tomado nada, revisé todo el cuarto sin encontrar algo extraño, pasado un rato me acosté a dormir, por lo sucedido batallé un poco para conciliar el sueño.
Por la mañana me pasó algo horrible, sentí una terrible sensación cuando quise despertar, pero me fue imposible, mi cuerpo seguía dormido, no respondía por más esfuerzos que hacía. Después tube un presentimiento de que alguien estaba a mi lado, me puse tenso, sin poder hacer nada, tal vez era ese ser que se confundía con la noche, o algo más terrorífico estaba ahí, podía sentirlo.
Seguía haciendo esfuerzos por levantarme, por despertar, de repente sentí una opresión en mi pecho, fue como si algo pesado estuviera encima de mí, impidiéndome respirar bien, ya me estaba desesperando, esperaba que solo fuera un mal sueño. Cuando por fin abrí los ojos, aquella opresión desapareció, pude distinguir una silueta negra y sin rostro, podría decir que más que otra cosa era una sombra, aunque no tenía ojos podía sentir una mirada muy pesada.
Así estuvo un rato sin moverse, yo por más esfuerzo que hacía, mis músculos no me respondían, luego esa sombra poco a poco se fue desvaneciendo, conforme lo hacía yo iba cobrando movilidad, hasta estar bien del todo, me levanté asustado como cuando acabas de tener una horrible pesadilla, fue tan terrible que a partir de ese día nunca volví hacer como antes.
se día en el trabajo aproveché la computadora, me puse a investigar, qué podría ser lo que me había pasado, me dio como resultado que pude haber sufrido una parálisis del sueño, según explicaba ahí, fue como si mi mente hubiera despertado antes que mi cuerpo.
Al seguir investigando, supe que en muchos de los casos, esas parálisis son asociadas con seres obscuros que generalmente se confunden con sombras, estos son los que oprimen tu pecho, aunque por el estado en que la persona se encuentra, no las puede ver, pero si las puede sentir, en algunas partes se le conoce como: “cuando se te sube el muerto”.
Como tenía mucho trabajo, ya no investigué más, a pesar de tener un día tranquilo en mis labores me sentía tenso, pensando si al volver esa sombra estaría ahí en mi departamento esperándome.
Mis compañeros se retiraron temprano ese día, cuando salían de trabajar se metían a la bodega a jugar a la ouija, pero en esa ocasión irían a la casa de uno de ellos, como siempre me invitaron, pero me negué a acompañarlos.
Como tenía mucho trabajo, ya no investigué más, a pesar de tener un día tranquilo en mis labores me sentía tenso, pensando si al volver esa sombra estaría ahí en mi departamento esperándome.
Mis compañeros se retiraron temprano ese día, cuando salían de trabajar se metían a la bodega a jugar a la ouija, pero en esa ocasión irían a la casa de uno de ellos, como siempre me invitaron, pero me negué a acompañarlos.
Para variar ese día se me hiso tarde de nuevo, apagué la computadora, acomodé mi escritorio, cuando me levanté de mi asiento, miré como repentinamente pasó una silueta negra por uno de mis costados, me quedé quieto, extrañado traté de buscarla, pero no la vi más.
Llegué a escuchar ruidos extraños, no supe quien los hacía o de donde provenían, por lo mismo eso me puso en alerta. Recordé todas las cosas que me decían mis compañeros, empecé a creer que de veras era cierto lo de las sombras de los muertos.
Como cabía la posibilidad de que fuera una broma pesada, dije en voz alta que no era gracioso, nadie respondió, había otras 2 oficinas en las cuales busqué a mis compañeros, pero estaba solo en ese lugar.
Aprésurado apagué todo, salí de ahí pensativo, al recorrer el camino acostumbrado volví a sentir aquella sensación de ser observado, además estaba seguro que alguien venía de tras de mí.
Esa vez corrí sin voltear hasta la parada del micro, cuando estuve afuera de mi departamento me sentía nervioso, le pensé unos segundos para entrar, hasta que por fin lo hice. Para mi buena suerte todo estaba bien, ni siquiera se sentía una mala vibra, revisé por todas partes sin encontrar nada raro, pasadas de las 10 me dispuse a dormir.
A mitad de la noche me desperté sintiendo algo extraño, como un mal presentimiento o una incomodidad, al voltear a una de las paredes me di cuenta que estaba una sombra grande, era más que negra, tanto que la podía ver a pesar de estar apagado el foco, como pude estiré la mano hasta alcanzar una lámpara y encendí la luz.
En ese momento desapareció, miré la cortina para ver si entraba algo de afuera que se viera reflejado dentro de mi cuarto, pero todo estaba bien cerrado, no había una explicación lógica de lo que había visto. La situación se estaba saliendo de control, ya pintaba para algo paranormal, por primera vez desee estar acompañado, por largas horas estuve nervioso, temeroso de que eso, lo que fuera, me atacara, aunque solo fuera una sombra.
Por mi tranquilidad me quedé dormido con la luz prendida, así transcurrió la noche, al amanecer volvió a suceder lo mismo del día anterior, fue un despertar incompleto, que puso en alerta algunos de mis sentidos, podía escuchar, sentir, pero no podía abrir los ojos, ni articular palabra o gritar.
Sentí como algo se fue subiendo encima de mí, no necesitaba verla, sabía que era esa criatura o ese ser, que aunque carecía de cuerpo pesaba tanto que me sofocaba cortando mi respiración. Tenía la terrible sensación de estar atrapado dentro de un cuarto obscuro sin poder respirar, después de mucho esfuerzo pude despertar, solamente podía mover los ojos, era una situación desesperante.
Me di cuenta que el foco que había dejado encendido estaba apagado, ya empezaba a entrar un poco de luz del amanecer, por eso me di cuenta que ahí estaba esa horrible sombra, primero se veía de tamaño normal, pero luego fue creciendo. Creció tanto que se doblaba al llegar al techo, extendió lo que parecían sus manos como si se me fuera a echar encima, para después convertirse en humo, luego desaparecer.
Cuando recobré mi movilidad me sentí agotado, eso era más de lo que podía aguantar, así que decidí buscar ayuda, mis compañeros de la oficina a veces hablaban de una adivina, antes de ir al trabajo me fui a buscarla.
Cuando le platiqué lo que me sucedía, las sombras que miraba, me dijo que para muchos son supuestas entidades paranormales, pero que hasta cierto punto son comunes en personas que se desvelan o consumen alguna especie de sustancia. Después de escucharla le dije que no tenía vicios, que no me desvelaba y le platiqué que había sufrido de parálisis del sueño, además que creía que esa sombra me había seguido hasta mi departamento.
Se quedó extrañada, me dio un remedio para ahuyentar malas vibras, solo que si seguían apareciendo, era algo más fuerte, quizá entidades sobrenaturales y malévolas, siendo así, tendría que buscar la ayuda de una bruja, cuando dijo esto me dio un papel con una dirección. A la hora de mi descanso salí de la oficina para comprar lo que necesitaba, ya por la noche puse unas ramas de laurel a los costados de mi cama, también bajo mi almohada, así me acosté a dormir.
Ya en la madrugada me despertó un fuerte dolor de cabeza, intenté moverme, pero me fue imposible, a los pies de mi cama había un bulto sin una forma definida, era más una masa negra que otra cosa, parecía que me observaba mientras se movía para ambos lados. No lo voy a negar, tenía un miedo espantoso, era algo que nunca había visto, tal vez lo más inquietante es que ese bulto no emitía ningún sonido.
Estar frente a eso, sin poder moverme era aterrador, luego se fue transformando en una figura humana, paralizado del miedo intentaba moverme, quería gritar sin lograrlo, cuando miré que a esa cosa le salieron ojos me enderecé violentamente, prendí la luz solo para ver que no había nada.
Me levanté, me fui para la cocina a tomar un poco de agua, también me eché en la cara y la nuca para despertar del todo, me encontraba tan nervioso que me llegué asustar con mi propia sombra. Casi no tenía amigos para pasar la noche en otra parte, tampoco me iba a salir a la calle a esas horas de la madrugada, así que tube que quedarme sentado en una silla temeroso de lo que podría ver.
Fue una noche para olvidar, estuve imaginando bultos y caras por todos lados, a veces escuchaba algunos ruidos en mi cuarto pero nunca fui a ver, ruidos que me recordaban a los se escuchaban en la oficina, por eso encendí todas las luces, con los labios secos, sintiendo una sensación horrible vi el amanecer.
Ese día fue un sábado, era mi descanso, aun encontrándome desvelado salí a buscar la dirección de la bruja que me dijo aquella adivina, para que me liberara de todo eso. Cuando estuve en su casa, me di cuenta que le interesó mucho cuando le conté lo que me pasaba, aunque no me parecía una persona coherente porque a veces decía cosas sin sentido, también hacia muchos ademanes al hablar, no obstante se veía que tenía mucho conocimiento.
Se quedaba muy seria, me miraba fijamente sin parpadear, al grado de ponerme incómodo, me dijo que lo que me perseguía no era una sombra cualquiera, era un espíritu maligno, tal vez esencias perturbadoras con forma humana.
Me explicó que esa sombra me podría perseguir por 2 cosas, una, alguien me deseaba un mal, en este caso trataban de debilitarme, asustándome hasta quitarme la energía, cuando ya no pudiera más sería presa fácil, 2, pudiera ser un ser demoniaco que algo vio en mi. Quizá quiere comerse tu alma o tu sombra, me dijo mientras hacía una expresión de advertencia, preocupado solo la veía, le pedí que me ayudara porque en cualquiera de los 2 casos yo no sabría qué hacer.
Me hiso una limpia con romero, me explicó que era una de las hiervas más antiguas, relacionada con las artes mágicas, utilizada por siempre para alejar las energías negativas. También me dio un amuleto, era una cruz de Ocote, con poderes mágicos y protectores, era para alejar cualquier tipo de maldición, capaz de repeler a malos espíritus.
Luego me advirtió que lo que me seguía pudieran ser espíritus invocados en la ouija, o a lo mejor había un cuerpo enterrado en mi departamento, podría ser también que algo se quería meter para adueñarse de todo, incluso de mí, cabía la posibilidad de ser muchas cosas. Me aclaró que solo sabría lo que era, cuando visitara el lugar, pero que ese día tenía muchos pendientes, resignado supe que tendría que aguantar un poco más.
Me recomendó hacer un ritual de liberación para expulsar las malas vibras de mi departamento, sólo que sería hasta el día siguiente, por lo tanto me recomendó pasar esa noche en mí cuarto, porque había que demostrarle a lo que estuviera ahí, que no me causaba miedo, ni le iba a ceder mi espacio. Nervioso, esperé que callera la tarde para regresar, cuando entré a mi departamento me percaté de que no había luz eléctrica, eso incrementó mi preocupación, aún así decidí quedarme para enfrentar todo de una vez.
Al llegar la noche, ahora si se sintió un ambiente muy pesado, abrí la puerta de salida para no verme ni sentirme encerrado, me senté en un sillón de la sala, deseando que pasara pronto la noche, sin escuchar nada raro. Cerré un poco los ojos, luego los abrí de repente cuando escuché un ruido que me espantó, era la puerta que se había cerrado violentamente, al ver el reloj habían pasado como 2 horas.
Empecé a sentir mucho frio, no sé porque tenía una sensación como si me fuera a morir, no me levanté de donde estaba, miraba para todos lados, mientras rezaba todo lo que sabía. Me empecé a sentir observado, pero con las luces apagadas me era imposible distinguir claramente cualquier cosa, más si se trataba de una sombra como la que se había aparecido.
No pude aguantar tanto tiempo así, estaba a punto de salirme cuando junto a la puerta se abrieron unos ojos, eran totalmente blancos, lo raro era que no veía ningún cuerpo, tal vez ese ser era transparente o solo era una esencia obscura, algo estaba mal. Por instinto voltee para la cocina porque había una puerta que conducía a un espacio exterior, pero ahí también se abrieron otros ojos, sabiéndome atrapado me quedé quieto.
Llegue a pensar que tal vez era una alucinación, quizá un efecto de no haber despertado del todo, como me venía pasando días atrás, lo inquietante era que me sentía bien despierto, esos ojos no desaparecían, al contrario se les iban formando sus cuerpos con un humo denso y negro que apenas se podía percibir.
También trataba de engañarme solo, pensando que la obscuridad de la noche me estaba jugando una mala pasada, me decía que estaba paranoico imaginando cosas que no existían. Decidido caminé rumbo a la puerta de salida, sintiendo un escalofrío constante que me advertía que iba a pasar junto a ese ser, cuando pasé a su lado pude oír su respiración, escuché una voz espantosa que me dijo: (lárgate de mi espacio).
Me llené de terror al escucharlo, al darme cuenta de que no era solo una sombra o una esencia, era un ser que tenía la capacidad de hablar, por eso mismo, podía atacarme en cualquier momento. Cuando quise abrir la puerta me di cuenta que era imposible, aunque daba vuelta la perilla una fuerza invisible me impedía abrirla para poder salir, lo intenté varias veces sin conseguirlo.
Sin demostrar el terrible miedo que sentía, le ordenaba a esa sombra que me dejara salir, se lo repetí varias veces, no obstante todo seguía igual.
Sin darme tiempo de defenderme se me echó encima, tirándome al suelo, intentando meterse a la fuerza dentro de mí, yo me defendía asiéndome duro.
Recordé que en uno de mis bolcillos traía el amuleto que me había dado la bruja, como pude lo saqué, solo así logré liberarme, escuché como esa cosa lanzó un horrible chillído y desapareció, no solo ella también la otra que estaba en la cocina, quedando todo el departamento en completo silencio. No me iba a quedar ahí como si nada, fui, abrí la puerta fácilmente, salí de prisa y pasé el resto de la noche en una tienda de conveniencia, como a las 8 de la mañana estaba tocando la puerta de la bruja.
Cuando pude hablar con ella, y explicarle todo lo que había pasado, me reiteró que esos espíritus son demoniacos devoradores de almas, que se roban las sombras de los muertos, generalmente son invocados por medio de la Ouija por error, quedándose atrapadas en esta dimensión. Me aclaró que con el amuleto solo los había espantado, pero que seguramente seguirían ahí, porque son muy difíciles de erradicar, se tiene que hacer un ritual de liberación muy fuerte.
Acordamos que esa misma noche iría a mi departamento, le dije que yo no estaría presente, porque todo eso era muy fuerte para mí, me contestó que no había problema. Esa noche nos vimos frente a mi departamento, ella entró y yo me quedé en una plaza que se encuentra a una cuadra, esperando que todo saliera bien.
Después de más de una hora volvió la bruja, me contó que fue una situación difícil, que eran 3 las entidades diferentes las que me seguían, siendo perversas y manipuladoras del sueño. Me mostró algunos rasguños, también varios golpes porque me aseguró que la atacaron con violencia, como era de esperarse.
Como habían sido extraídas de la Ouija, no se sabe en realidad de donde son, me dijo que abrió un portal para regresarlas al infra mundo, aunque esa no era una solución definitiva. Me recomendó cambiarme de departamento, también de ser posible, si mis compañeros seguían jugando a la Ouija, dejar el trabajo, porque algo vieron en mí esos seres que les llamó la atención y podría volver a suceder.
Al regresar entré con miedo, recuerdo que mi corazón latía al 100, como era un departamento amueblado no cargaría con muchas cosas, ni siquiera me llevé todo. Ya no regresé a ese trabajo, porque sabía que mis compañeros no dejarían de jugar a la Ouija, además me daba temor que al salir de la oficina una sombra de esas me fuera a seguir de nuevo.
Jamás he vuelto a sufrir otra parálisis del sueño, ni he vuelto a ver esas sombras espantosas, ni en mi cuarto, ni en ningún otro lugar, obviamente nunca he jugado a la Ouija y jamás lo haré.
Autor: Gato Negro
Derecho Reservado
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