Vestido Maldito Historia De Terror 2023

Vestido maldito, historia de terror… Se acercaba Halloween, una de las festividades más populares del país y del mundo, pues es ahí donde todas las personas se disfrazan de sus espíritus favoritos o de sus personajes de terror más comunes, yo no era tan fan de hacer eso pues mi padre todo el tiempo me regañaba y me llamaba la atención de qué ese tipo de cosas no deben hacerse, pues en lugar de divertirse atraías aquellos espíritus o almas perdidas que aún no encontraba el descanso eterno.

Sin embargo, este año era distinto pues una de mis mejores amigas había planeado una fiesta la cual era de disfraces y también conmemoraba su cumpleaños número 22 así que sin dudarlo comencé a buscar ideas para mi traje, por lo que me dirigí a una tienda de disfraces la cual sinceramente era de dudosa procedencia.

No obstante mis ganas de ir a ese evento eran más grandes así que al entrar pude percatarme de qué había una viejita la cual se percibía con el cuerpo encorvado, agotada, triste, pero principalmente decepcionada de la vida pues me había dicho que ella se había dedicado todo el tiempo a la sastrería, y aunque la mayoría de personas prefería adquirir modelos más modernos, al verme entrar, se había puesto muy emocionada, pues estaba decidida en adquirir alguno de sus disfraces.

Al caminar por el pasillo, me percaté de qué efectivamente aquellos trajes tenían una peculiaridad muy rara y extraña al mismo tiempo, pues no eran tan comunes lo cual a mí me encantaba, pues deseaba ser la anfitriona de esa fiesta.

Comenzando a platicar con esa mujer le había preguntado del por qué no era tan conocida su tienda a lo que respondió, que hace muchos años un grupo de jóvenes habían atentado contra ella con rumores negativos de su tienda y de sus prendas, al parecer yo le había caído muy bien a esa anciana así que de un momento otro abrió unos cajones y de ellos sacó un vestido precioso, el cual hacía alusión a una bruja, aquel vestido se veía muy antiguo, pero al mismo tiempo muy peculiar, lo cual me interesaba aún más.

Aquella mujer me comentó que había sido una de sus prendas más antiguas y costosas pero que yo le había caído tan bien que estaba dispuesta regalármelo, pues algo en su ser le decía que yo era la indicada para usarlo.

Al escuchar esas palabras claramente me negué, pues yo sabía que esa mujer necesitaba dinero, pero ella insistió tanto que al final del día terminé por aceptar aquel regalo sin saber qué iba a ser uno de los errores más grandes de toda mi vida.

Aquel vestido tenía un olor muy peculiar como si estuviera descompuesto, no obstante , eso era lo de menos pues planeaba llevarlo a una lavandería para quitarle ese terrible olor, claramente no podía quejarme, al final obtuve un buen traje y principalmente gratis.

Me dirigí directamente a la lavandería ya que no quería perder más tiempo, aún me faltaba elegir mi maquillaje y una buena peluca, mientras dejaba el vestido en el lugar me preparé para seguir buscando lo que aún necesitaba.

Horas más tarde cuando ya tenía todo listo pase rápidamente a recogerlo, fue ahí cuando una mujer preocupada me dijo que aquel vestido había arrojado un líquido extraño color marrón, era como si su consistencia fuera sangre pero no cualquier sangre, era una que ya estaba descompuesta.

En ese momento le comenté que recién yo había adquirido el vestido inclusive le señalé el local donde lo había comprado automáticamente la mujer me vio con una mirada muy preocupante y sólo me comentó que tuviera cuidado, pues nadie confiaba en aquella mujer porque ésta guardaba grandes secretos que muchos conocían y otros desconocían.

Sinceramente, en ese momento no me importó, pues lo único que quería era resaltar en aquella fiesta, tome mi vestido y a pesar de qué aún seguía teniendo el olor desagradable ya tenía una consistencia un poco decente y al final del día pensé que eso era lo de menos, pues también quería causar terror ante los invitados que se encontraban en ese lugar.

Al colocarme el vestido sentí como si fuera otra persona, aquella vibra y escalofrío del cual muchas personas hablaban en las historias de terror o películas que veía con mi mejor amiga comencé a sentir, supuse que había sido por el contexto del momento, lo deje pasar y me dirigí a la fiesta.

Vestido Maldito Historia De Terror

Conforme pasaban las horas, mi cuerpo comenzó a sentirse cansado, mis manos temblorosas, por un momento pensé que eran los efectos del alcohol pero no había consumido tantas bebidas, todo era tan extraño , como si algo externo se apodera de mí, realmente no me sentía yo y eso me preocupaba pues comenzaba a ponerme nerviosa y a desesperarme cada vez más.

Realmente estaba preocupada porque en ese momento deseaba lastimar a alguien, tomar un cuchillo de la cocina dirigirme a la fiesta y ver sangre en la primera persona que se acercara mí, era como si me estuviera convirtiendo en otra persona, como si mis pensamientos ya no cuadraran con mi mente, lo cual me asustaba mucho, sin duda alguna nada de lo que está pasando podía contenerme, fue ahí donde encontré unas tijeras escolares.

Salir por la puerta y pude ver a mi Mejor Amiga, me acerqué a ella y rápidamente corté un gran mechón de su cabello.

Ella no podía entender lo que estaba pasando por lo que se molestó mucho conmigo, claramente le pedí disculpas pero en el fondo sentí una satisfacción por haber hecho eso.

Amablemente me preguntó si me sentía bien y si no era así que me retirara de su fiesta, pues era su cumpleaños y yo tenía un comportamiento muy extraño probablemente pensó que había tomado de más, sin embargo, había algo en ella que sabía que no era así, decidí que la opción más cuerda en ese momento era retirarme del lugar con un gran dolor de cabeza y confundida.

Llegué a mi hogar sin entender lo que había pasado, traté de quitarme el vestido pero pareciera como si este se fuera impregnando cada vez más en mi cuerpo no entendía nada y no quería hacerlo, pero , era muy noche y sabía que el día siguiente debía resolver ese tema así qué en medio de mi desesperación y cansancio me recosté en mi cama y me quedé profundamente dormida.

Al día siguiente al abrir los ojos desconocía el lugar pues claramente no estaba en mi casa, todo había sido un sueño, realmente nunca había llegado a mi habitación, comencé a mirar a mi alrededor que era lo conocido o donde estaba, fue ahí cuando me di cuenta que me encontraba en un cementerio, exclusivamente frente a una lápida de una mujer la cual tenía por nombre Rosa Villegas, junto con su año de fallecimiento y nacimiento, mismos que tenían una antigüedad de más de 100 años.

Por alguna extraña razón, recordaba a la perfección esas fechas así que al tratar de movilizarse ir a casa iba pensando en todo lo pasado la noche anterior, así que al llegar a casa y poder quitarme el vestido le hablé a mi mejor amiga y le pregunté lo que había sucedido.

En ese momento quien contestó el teléfono fue su madre pues al escucharme y decirme que era una enferma mental, me dijo que su hija se encontraba en la cama de un hospital luchando por su vida.

Claramente no entendía nada así que colgué, mi madre abrió la puerta de mi cuarto, me preguntó qué es lo que había sucedido pues le había comentado que había agredido físicamente a mi amiga con unas tijeras, fue ahí cuando recordé que simplemente le había cortado un pequeño mechón de su cabello, sin embargo la realidad había sido otra pues al parecer había utilizado esas tijeras para el cuello y así ella pudiera perder el conocimiento.

Sus padres no habían levantado una denuncia en contra mía pues sabían lo importante que era para ella, no obstante, tenían que tomar cartas al respecto, en ese momento supe que lo lógico era que no quería volver a verme en su vida pero yo quería verla, saber que estaba bien o que al menos no podría soportar el miedo de perderle y mucho menos de saber que yo había sido la causante.

Mis padres hablaron conmigo, me preguntaron qué había sucedido y porque había hecho semejante cosa, llegaron a un punto de preocupación tan grande que pensaron en buscar ayuda para psicópatas porque evidentemente ese comportamiento no era normal ni por accidente.

Sabía la perfección que si yo les explicaba la Compra de aquel vestido y lo rara que me sentí ese día no iban a creerme sino todo lo contrario, dudarían aún más de mí y de qué estuviera consciente, así que esa misma noche tomé mi computadora y comencé investigar un poco sobre el tema.

Fue cuando recordé a que el nombre de la lápida aunado a la fecha de nacimiento y fallecimiento que había presenciado por la mañana y vaya sorpresa mía, pues al buscarlo en Internet puede encontrar una historia espantosa, pues esa mujer llevaba puesto ese mismo vestido de aquella tienda tan misteriosa.

En ese momento comencé a preguntarme miles de cosas pues no sabía lo que realmente estaba sucediendo, lo más obvio de ese momento y de esa circunstancia es que yo tenía aquel vestido que esa mujer portaba en esa foto y en su vida quizá la habían asesinado con ese vestido, por eso se encontraba lleno de sangre, fue ahí cuando todo toma sentido, realmente pues no sabía si es una mala broma o me encontraba en problemas pues había escuchado una anécdota de las personas que adquieren antigüedades y cómo esa energía puede ser transmitida con facilidad.

Así que al día siguiente a primera hora me dirigí hacia la tienda pero esta se encontraba cerrada, pasaron los días y volví al mismo lugar con la misma respuesta de que esa mujer supiera la verdad y hubiera huido, realmente me costaba entender las cosas hasta que un día por fin puede encontrar esa mujer, le insistí que me dijera la verdad, pues en ese punto estaba agotada físicamente y mentalmente de todo lo que había pasado y ya no pensaba cargar más con una culpa que no me correspondía.

Fue entonces cuando ella me confesó la verdad, me afirmó que había sido de aquella mujer la cual fue asesinada por varios hombres hace años y que la única opción de deshacerme de ese vestido era llevándolo a su lápida pues ella la había buscado años atrás pero nunca la había encontrado, así que para deshacerse rápidamente de él, vio que yo era la persona indicada.

Finalmente, tomé mis cosas y me dirigí con aquel vestido al cementerio, pues muerta de miedo y confundida lo único que deseaba era liberarme de esa terrible pesadilla.

Por milagro de la vida mi amiga se salvó, claramente le pedí disculpas y le conté lo sucedido y aunque nunca me creyó, mi comportamiento volvió a ser el mismo al igual que nuestra amistad.

No obstante, siempre se quedó una espina dentro de mí, la cual ha guardado este secreto que por muchos meses se apoderó de mí paz mental.

(Las costuras malditas)

Autor: Andrea Lezama

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