La Excavación Historia De Terror 2023

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La Excavación Historia De Terror 2023

La Excavación Historia De Terror… Soy originario de Belice, de Santa Elena para ser exactos. Trabajo en la construcción, en este tipo de trabajo me ha dado cierto tipo de experiencias de índole paranormal, desde apariciones de simples fantasmas, hasta visiones extrañas. Sin embargo ninguna de estas historias se compara a la que les contaré a continuación.

Resulta que en cierta ocasión que me contrataron para laborar en la construcción de una casa de campo, un día de la nada, llego el maestro albañil y nos mando llamar a tres hombre y a mi.

Nos llevó hasta la parte de la finca donde guardábamos el material. Cuando llegamos, yo me sentí nervioso, pues vi que allí se encontraba el dueño de la finca, afortunadamente o desafortunadamente nos llamaba para otro tema no relacionado con la construcción de la finca.

El maestro le dijo al dueño:
“Estos son hombres de confianza, puede hablar con ellos”. Le dijo.
El dueño nos indico que nos acercáramos, después nos preguntó que cuanto ganábamos, le respondimos con una suma un poco mas elevado de lo que ganábamos en realidad, se nos quedó mirando y después nos preguntó:
“¿Si les pagara el triple por una noche, aceptarían?”. Nos dijo.

Los cuatro nos volteamos a mirar extrañados, tan pronto noto el dueño este gesto, nos dijo que no pensáramos mal, que solo se trataría de escarbar.

Todos aceptamos, el hombre sonrió y nos dio una palmada a cada quien en el hombro.
Volvimos a trabajar, el maestro nos indico que en la noche el dueño de la casa pasaría por nosotros a la obra, nos explico algunas cosas.

Resulta que el dueño de la finca, por indicaciones de una mujer, que afirmaba ser vidente, le dijo que un espíritu se le apareció en sueños, indicándole que excavara en una zona especifica, pues debajo de la tierra encontrarían un tesoro.

Llegaron por nosotros a las diez de la noche exactas, nos recogió una camioneta, donde venían el dueño de la casa, un hombre de bigote y una mujer de unos treinta y tantos años.

Subimos las palas y los picos, después entramos nosotros y nos presentaron a las personas que venían en el auto, el señor del mostacho, era un experto buscador de tesoros, de esas personas que dicen encontrar cosas con una vara, la mujer que viajaba con ellos era vidente, viéndola fijamente, me di cuenta que la vi en la televisión alguna vez, en uno de esos programas en los que van a hacer limpias en lugares embrujados.

Viajamos largo rato por la carretera, hasta llegar a un cerro, la verdad no recuerdo muy bien la ubicación, pues soy malisimo para recordar los lugares por los que paso de noche, mucho menos si viajo en carretera.

Recuerdo que como a la hora de camino en la carretera, de repente dimos vuelta en una brecha, ya de allí tardaríamos como unos 25 minutos mas en llegar.

Después de bajar las cosas, por si fuera poco, el hombre del bigote saco una vara de una forma extraña, y nos hizo caminar otro rato, hasta que llagamos cerca de una pequeña casita toda derruida, no contaba ni con puertas o ventanas. No indicaron parar en ese lugar.

Mantendré el nombre de la vidente en el anonimato, pues la verdad que su comportamiento durante aquella ocasión dejo mucho que desear y para mi sinceramente puso en duda que realmente tuviera el poder de la clarividencia.

Todo comenzó normal, nos indicaron donde escarbar, que fue exactamente entre la casita y un árbol muy frondoso, empezamos el trabajo de inmediato, comenzamos por aflojar la tierra con los picos, para después empezar a extraer la tierra con las palas, todo se sentía normal, hasta que de la nada, la temperatura cayo en picada, por lo que comenzamos a sentir mucho frio, a pesar de que estábamos sudando con el esfuerzo de cavar.

No se si alguna vez han tenido esa sensación de que algo va a ocurrir, es como un frío extraño, no sabría como explicarlo, es como una predisposición a que te ocurra algo extraño, así comencé a sentirme después de un rato en aquel lugar, también note extraña a la vidente, quien no se separaba de nosotros.

Después de haber cavado un par de metros, nos encontramos algunas telas, que al sacudirlas, descubrimos que era ropa de niño, rápido lo mostramos a los demás, y el jefe nos indico que siguiéramos excavando.

Nos proponíamos justo a seguir dando paladas, cuando escuchamos unos ruidos que procedían de la casita en ruinas, todos miraron en esa dirección, los cuatro hombres que estábamos cavando, nos dirigimos hacia allá, con lamparas y picos en mano, pensábamos que probablemente se trataría de un vagabundo o algún animal.

Alumbramos desde afuera, seria difícil esconderse en esa casita, pues las puertas y ventanas estaban totalmente derruidas, mantenían una anchura muy amplia.

De primera vista no vimos nada, decidimos entrar y explorar las únicas dos habitaciones, tampoco vimos nada allí, ni siquiera un ratón o un ave nocturna.

Decidimos regresar a cavar, en el grupo la vidente comenzó a decir que algo estaba mal en esa zona, según ella decía percibir que la atmósfera se ponía pesada, lo que seria ocasionado quizás por un portal de bajo astral, a lo que el hombre del mostacho la contradijo, este hombre nos decía que este tipo de actividad era muy común cuando en lugares donde se enterraba algo de valor, según el era como una especie de protección para no seguir cavando, nos pidió seguir escarbando y no tener miedo.

Seguimos escarbando, el estado de ánimo de la vidente empeoro, su nerviosismo era muy notorio, le pedía al señor que nos contrató que dejara todo por las buenas y nos fuéramos, alegaba que había una mujer en la casita, a lo que el señor le contestaba que realmente en ese lugar no se encontraba nadie, pues momentos antes ya habían revisado, sin embargo la mujer continuaba diciendo lo mismo.

Un hedor comenzó a circular en el aire, algo parecido a animales muertos, pese a que nosotros se nos hizo insoportable el hedor, el hombre del mostacho nos dijo que eso era una buena señal, pues estábamos cerca de encontrar algo.

De pronto la vidente se puso frenética, comenzó a gritar que en la casa había una bruja, esta vez los albañiles y yo le dijimos que ya habíamos visto dentro y no logramos ver nada, le comentamos también que si lo deseaba podíamos alumbrar de nuevo para que viera que dentro no estaba ni siquiera un ratón, la mujer se negó.

Seguimos excavando a pesar del olor, el aire comenzó a silbar y de nuevo escuchamos un sonido dentro de la casita, era una especie de risa, yo de primera mano creí que solo era el viento que al pasar entre los arboles lograba hacerse sonar de esa manera, sin embargo, aquel sonido logro perturbar al resto del grupo, quienes empezaban a murmurar que habían visto algo en el tejado de la casita.

No dejamos de cavar, hasta que nos topamos con algo duro que no nos permitió seguir escarbando. Iluminamos aquello que nos impedía proseguir, salte yo mismo al pozo, me puse a sacudir, encontré un baúl, el hombre del mostacho y el tipo que nos contrató se emocionaron, decían cosas como: “¡Te lo dije!”. Mientras que la vidente nos advertía que no lo abriéramos.

Sacamos el baúl del pozo y procedimos a abrirlo, para esto notamos que el baúl estaba cerrado con un candado oxidado, el cual no fue difícil reventar de un golpe con el pico, después abrimos la tapa.

Para la desilucion de todos, solo encontramos unos frascos bien sellados, cuales al verlos, notamos que estaban rellenos de un liquido raro, con un muñeco hecho de paja dentro, también encontramos fotografías y papeles con oraciones escritas, parecían maldiciones, pues estas mencionaban constantemente el hombre del diablo y casi todas las hojas estaban plagadas con símbolos extraños como pentagramas invertidos.

Mientras revisábamos estas cosas la vidente nos grito que no agarráramos nada, después cerrando los ojos, salio corriendo hasta la camioneta, donde se encerró y comenzó a llorar. Nadie intentó detenerla, a pesar de que los objetos revisados eran de una naturaleza oscura y maligna, mantenía a todos interesados en ello. De pronto alguien grito: “¡Hay alguien arriba de la casa!”. Todos volteamos en esa dirección.

Efectivamente, allí arriba estaba alguien, no se podía distinguir desde esa dirección, pero ante mis ojos, su silueta era la de una anciana jorobada. Todos entramos en pánico, incluido el “busca-tesoros”, todos corrimos a la camioneta, incluso dejamos la herramienta en la excavación.

La Excavación Historia De Terror

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Avanzo rápido la camioneta, nadie volteo hacia atrás.
Pasaron los días, platicando con los demás trabajadores que estuvieron esa noche, todos concordamos en lo que vimos, esa silueta encima de la casita, lo que encontramos enterrado, era obvio que se trataba de una bruja, pero no del tipo que se suelen encontrar en los mercados, no como esas mujeres que hacen amarres o mal de ojo, era mas bien del tipo de bruja del que me hablaba mi madre, que eran seres no humanos, posiblemente demonios que se adueñaban del cuerpo de personas vulnerables, casi siempre de personas que practicaban las artes oscuras.

Yo casi podría asegurarles que ese ente sobre la casita era una bruja de ese tipo, sin embargo, si escuchan la historia de la voz de mis compañeros, quizás obtendrán una historia exagerada, pero esta es la verdad de los hechos aquella noche.

A veces siento miedo por las noches, sobre todo porque varias personas me han dicho que no debí de tocar esos objetos con mis propias manos. No quisiera sugestionarme, pero después de esa ocasión me ha ido un poco mal en mi vida. En fin, tengan cuidado cuando busquen algo de la tierra con avaricia.

Autor: Mauricio Vidal Farfan

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