El Bosque Historia De Terror 2024

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El Bosque Historia De Terror 2024

El Bosque, Historia De Terror… Me llamo Sofía y junto con mis tres amigas, Paula, Lucía y Martina, compartimos una gran fascinación por la magia y la santería. Nos encantaba investigar y experimentar con diferentes hechizos, siempre buscando nuevas formas de obtener resultados más poderosos. Pero conforme avanzábamos en nuestra búsqueda, comenzamos a arriesgarnos cada vez más y a veces nos dábamos cuenta de que habíamos cruzado límites peligrosos.

Un día, Paula llegó al grupo con una historia intrigante que había escuchado de un conocido suyo. Según esta historia, en un bosque cercano se encontraba un lugar donde había vivido una bruja solitaria durante décadas. Se decía que la bruja había llenado el bosque con cientos de muñecas que colgaban de los árboles alrededor de su hogar. Y aunque la bruja había muerto hace años, se contaba que las muñecas seguían ahí, y que su número aumentaba cada vez que alguien visitaba el lugar.

La historia nos resultó espeluznante, pero a la vez nos despertó una curiosidad morbosa. Así que decidimos mentirles a nuestros padres sobre dónde pasaríamos la noche, lo cual era bastante habitual entre nosotras, nuestros padres estaban tan acostumbrados a nuestras pijamadas que solo teníamos que mencionar la palabra para obtener el permiso de nuestros respectivos padres.

Llegamos al bosque y nos pusimos principalmente a explorar y jugar con la vegetación entre nosotras. A decir verdad, el ambiente en el lugar era bastante agradable, o al menos esto fue hasta llegar al lugar exacto donde se hallaban las tan famosas muñecas del bosque. Apenas entramos al lugar, sentimos una extraña sensación de inquietud, como si estuviéramos siendo observadas por algo o alguien.

Aún con aquella sensación, no queríamos que aquello nos detuviera. Habíamos experimentado ese tipo de cosas antes, en su mayoría solo eran nervios por lo que estábamos a punto de hacer, por lo que decidimos sacar la ouija que habíamos traído, buscando alguna señal del más allá.

Al principio no obtuvimos muchos resultados. Hicimos algunos otros tipos de rituales que tuvieron el mismo resultado, pero conforme pasaba el tiempo y el reloj se acercaba a la media noche, comenzaron a suceder cosas extrañas a nuestro alrededor. Escuchamos risas y susurros en la oscuridad y vimos sombras que parecían moverse entre los árboles.

De repente, escuchamos un ruido que nos hizo saltar. Era el sonido de algo que se arrastraba por el suelo, acercándose cada vez más a nosotras. Al mirar hacia arriba, pudimos ver cómo las muñecas que rodeaban el bosque cobraban vida. Se movían lentamente, con gestos rígidos e inquietantes, y nos perseguían dondequiera que fuéramos.

El Bosque Historia De Terror

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Gritamos y corrimos, pero parecía que las muñecas estaban por todas partes. Nos arañaban y golpeaban con sus brazos rígidos, haciéndonos caer al suelo. Pero lo peor de todo ocurrió cuando miramos directamente a unos árboles y pudimos ver el rostro de la bruja, la cual nos observaba con sus ojos vacíos y una sonrisa burlona.

Estábamos completamente aterradas. Las muñecas nos perseguían sin descanso, parecía que nunca nos darían tregua. Cada vez que intentábamos huir, aparecían más y más muñecas, bloqueándonos el camino y acorralándonos en un rincón del bosque. Estaba segura de que no sobreviviría aquella noche.

Fue entonces cuando vi a la bruja. Estaba allí, en la oscuridad, observándonos con una sonrisa macabra en su rostro. No podía creer que aquella leyenda fuera cierta, que una mujer hubiera vivido en aquel bosque durante décadas, acompañada únicamente por cientos de muñecas. Pero allí estaba ella, o al menos su espíritu, era la prueba viviente de que aquel lugar estaba maldito.

La bruja bajó ágilmente entre las ramas de los árboles, parecía una horrible y enorme araña acercándose hacia nosotros. Finalmente, estiró una de sus manos y jalo a mi amiga Jaqueline. Traté de sujetarla por el brazo, pero mis intentos fueron inútiles ya que las muñecas comenzaron a atacarme y amontonarse a mi alrededor hasta que finalmente no tuve más remedio que soltarla.

En el momento en que la bruja se alejó con nuestra amiga, la cual forcejeaba y suplicaba que la soltara, el ambiente en el bosque comenzó a tornarse un poco mejor. Las muñecas, que habían cobrado vida, comenzaban a quedarse completamente inmóviles nuevamente.

Luego de la desaparición de nuestra amiga, el grupo quedó en estado de shock. No sabíamos qué hacer ni cómo actuar. Habíamos perdido a una de las nuestras y no sabíamos si volveríamos a verla de nuevo. En ese momento, las lágrimas brotaron de nuestros ojos, y sentimos un profundo dolor en el corazón. La sensación de impotencia nos invadió, y no sabíamos qué hacer para encontrarla.

A pesar de estar completamente aterrorizadas, todas decidimos que no podíamos simplemente dejar a Jacqueline ahí. Seguimos caminando por el bosque tratando de encontrar alguna señal de nuestra amiga. Pero cada vez que pensábamos haber encontrado algo, nos dábamos cuenta de que estábamos equivocadas. Después de varias horas de búsqueda infructuosa, decidimos que lo mejor era irnos a casa y decir a nuestros padres todo lo que había sucedido, para que así ellos pudieran llamar a la policía y comenzar una mejor búsqueda de nuestra amiga.

Poco después de salir del bosque, mis dos amigas estaban al borde del llanto. A ninguna de nosotras nos interesaba los enormes problemas en los que nos meteríamos con nuestros padres, solo nos preocupaba Jacqueline en esos momentos. Nos preguntábamos qué era lo que esa horrible bruja maldita le estaría haciendo.

Cuando de pronto vimos a nuestra amiga salir de entre los árboles, corrimos hacia ella y la abrazamos, sintiendo alivio al ver que estaba a salvo. Sin embargo, esta no se encontraba nada bien, su piel estaba completamente blanca, se veía en sus ojos una expresión de profundo terror. Aún con todo esto, mis amigas se sentían tan agradecidas de que hubiera logrado salir del bosque.

Pero algo no estaba bien. Notamos que algo había cambiado en ella, no hablaba mucho y evitaba mirarnos a los ojos. Y cuando le preguntábamos cómo había logrado escapar de la bruja, ella solo divagaba al respecto o decía no poder recordar nada, ya que lo único que recuerda es que corrió por el bosque hasta encontrar la salida. Algo en su forma de expresarse me hacía pensar que Jacqueline estaba actuando raro, pero decidí que tal vez todas estábamos muy alteradas por lo sucedido, así que decidí dejarlo pasar.

Con el paso de los días, notamos que nuestra amiga no era la misma. Sus acciones y comportamientos eran extraños. Pasó de ser una persona tranquila, la cual siempre quería solucionar las cosas hablando, a soltar el primer puñetazo ante la más mínima provocación.

Sus padres también comenzaron a notar que algo estaba mal con ella. Recuerdo cómo su padre me cuestionó en más de una ocasión si acaso yo sabía lo que le sucedía. Pero lo que realmente nos impactó fue cuando, durante una conversación casual, había intentado hacer algo similar durante días. Tratando de sonar lo más casual posible, le pregunté si recordaba las vacaciones que habíamos pasado juntas hace dos años. Ella me respondió de inmediato, pero en realidad, en ese entonces ni siquiera nos conocíamos.

Fue entonces cuando supe que lo que sea que hubiera salido del bosque aquel día no era nuestra amiga. Sabíamos que nuestra amiga no estaba sola, que algo o alguien la había poseído. Y la única explicación que encontramos fue la bruja del bosque. Sabíamos que teníamos que volver al lugar donde nuestra amiga había desaparecido para encontrar respuestas.

Al principio, dudamos si debíamos volver al bosque. Después de todo, casi fue un milagro haber salido con vida la última vez. Sin embargo, no podíamos simplemente dejar a Jacqueline allí, y sabíamos que nadie nos creería si contábamos la verdad.

Utilizamos la misma excusa con nuestros padres y partimos esa misma noche. Al llegar al bosque y encontrar el lugar de los muñecos, descubrimos algo aterrador: una muñeca exactamente igual a nuestra amiga. Al examinarla detenidamente, nos dimos cuenta de que era un duplicado exacto de ella, con el mismo cabello, la misma ropa y los mismos rasgos faciales.

Entonces todo quedó claro: la muñeca que habíamos encontrado en el bosque no era solo una coincidencia, sino que era un objeto de control utilizado por la bruja para mantener a nuestra amiga bajo su influencia. Sabíamos que teníamos que volver al bosque y encontrar a la bruja para poner fin a su maldición de una vez por todas.

De repente, empezamos a escuchar una risa burlona retumbando por todo el bosque, y las muñecas a nuestro alrededor comenzaron a moverse nuevamente. La bruja había logrado su objetivo y nos había atrapado.

A pesar del miedo que sentíamos, nuestro deseo de ayudar a nuestra amiga era más fuerte. Habíamos armado todo lo que pudimos encontrar para nuestra lucha contra la bruja, aunque solo fueran amuletos de protección y cosas por el estilo.

Al principio, solo podíamos escuchar la risa de la bruja, y las risas cesaron por un momento. No sabíamos qué pensar hasta que de repente la escuchamos de nuevo, esta vez más cerca que nunca. Miramos en todas direcciones, buscando encontrarla, pero de repente una ráfaga de un extraño poder nos recorrió todo el cuerpo, rompiendo todos nuestros amuletos al instante.

En ese momento, las muñecas se abalanzaron sobre nosotras de nuevo. No tuvimos otra opción que correr de vuelta hacia la salida del bosque. Corrimos tan rápido como pudimos, y justo cuando pensamos que lo habíamos logrado, la bruja apareció de la nada, bloqueando nuestro camino. Nos miró con sus ojos brillantes y malvados, y comenzó a reír de nuevo, una risa tan escalofriante que casi perdemos el control. Fue un trayecto agotador, pero finalmente pudimos escapar.

Al lograr salir del bosque, nos dimos cuenta de que todavía teníamos en nuestras manos la muñeca que se parecía a nuestra amiga. Conseguimos llevarla con un sacerdote, quien hizo todo lo que pudo para liberar a nuestra amiga de la maldición de la bruja. Pero, a pesar de todos sus esfuerzos, nuestra amiga nunca volvió a ser la misma. Comenzó a actuar de manera extraña, como si estuviera poseída por algo malvado y siniestro. Incluso sus padres notaron que algo andaba mal y nos preguntaron si sabíamos algo que ellos no sabían.

Después de la partida de nuestra amiga, el ambiente en nuestro grupo cambió drásticamente. Ya no teníamos las mismas ganas de experimentar con la magia y la santería. Había un miedo palpable en el aire, y cada una de nosotras se culpaba a sí misma por lo que le había sucedido a nuestra amiga.

Sin embargo, un día recibimos una carta de ella. No sabíamos cómo había encontrado nuestras direcciones, pero eso no importaba. Lo que sí importaba era el contenido de la carta: nuestra amiga nos pedía que la encontráramos en un lugar específico en el bosque cercano. El lugar al que nos había indicado era conocido por su historia macabra: se decía que allí había vivido una mujer solitaria que se dedicaba a la brujería, rodeada de cientos de muñecas que colgaban de los árboles. Todos los habitantes de la zona evitaban aquel lugar, pero nuestra amiga parecía haber encontrado algo allí que quería compartir con nosotras.

Nos reunimos esa noche y fuimos juntas al bosque. El ambiente estaba tenso y silencioso, y las sombras de los árboles nos hacían sentir cada vez más pequeñas. Finalmente, llegamos al lugar que nuestra amiga nos había indicado. Lo que encontramos allí nos dejó sin aliento: una muñeca exactamente igual a nuestra amiga estaba colgada de un árbol, junto a cientos de muñecas más. De repente, escuchamos una risa espeluznante y vimos una figura en la distancia que parecía ser la bruja de la que habíamos oído hablar.

Comenzamos a temblar y sentir un escalofrío recorrer nuestras espaldas. Sabíamos que teníamos que hacer algo antes de que fuera demasiado tarde. Decidimos buscar la ayuda de un experto en magia oscura, alguien que pudiera ayudarnos a romper el hechizo que nos había sido lanzado.

Finalmente, encontramos a un anciano que había estudiado durante décadas los secretos de la magia. Le contamos nuestra historia y le mostramos la muñeca que habíamos encontrado en el jardín. Él examinó cuidadosamente la muñeca y nos dijo que estaba imbuida de una energía malévola que debía ser neutralizada.

Nos explicó que el único modo de destruir la maldición era quemando la muñeca en un ritual especial. Nosotras estábamos dispuestas a hacer cualquier cosa para librarnos de aquella pesadilla, así que aceptamos seguir sus instrucciones.

Esa noche, en el bosque, con la luna llena sobre nosotros, llevamos a cabo el ritual. Después de horas de conjuros y de encender una gran hoguera, arrojamos la muñeca al fuego.

A medida que la muñeca ardía, sentimos un alivio indescriptible. Sabíamos que finalmente habíamos roto el hechizo, que habíamos liberado a nuestra amiga y a nosotras mismas de la maldición de la bruja. A partir de ese momento, volvimos a nuestras vidas normales, aunque nunca olvidamos la terrible experiencia que habíamos vivido.

Decidimos enfrentarla de una vez por todas. Fuimos al bosque con todas las muñecas que habíamos encontrado y las quemamos, esperando que eso fuera suficiente para liberarnos de su influencia.

Pero cuando estábamos en el bosque, la bruja apareció ante nosotras. Era una figura oscura y retorcida, con ojos vacíos y una sonrisa burlona. Nos dijo que no podíamos escapar de ella, que nos había elegido como sus juguetes y que siempre estaría con nosotras.

En ese momento, comenzó una lucha frenética y desesperada entre nosotras y la bruja. Cada una de nosotras usó todo lo que había aprendido sobre magia y santería para tratar de vencerla. Pero la bruja era poderosa y parecía invencible. Nosotras estábamos agotadas y heridas, y parecía que íbamos a perder.

Justo cuando pensamos que todo estaba perdido, nuestra amiga desaparecida apareció. Estaba irreconocible, con una sonrisa malvada en su rostro y una muñeca en su mano. Nos dijo que había sido elegida por la bruja, que ahora era su aliada y que nunca nos dejaría en paz.

La situación se volvió aún más aterradora cuando la bruja y nuestra amiga se unieron para atacarnos. Pero justo cuando parecía que todo estaba perdido, una luz brillante apareció en el bosque, como una estrella en la noche. La bruja y nuestra amiga desaparecieron, y nosotras quedamos en el bosque, agotadas y temblando.

A medida que avanzábamos, nos dimos cuenta de que el bosque estaba cada vez más oscuro y silencioso. El aire se volvía más pesado a medida que nos adentrábamos en él, como si estuviéramos caminando hacia el corazón mismo de la oscuridad. El viento soplaba con fuerza, moviendo las ramas de los árboles y haciendo que las hojas crujieran bajo nuestros pies. Todo parecía estar en calma, pero algo en el aire nos advertía que algo estaba por suceder.

De repente, escuchamos un ruido extraño, como si alguien estuviera arrastrando algo por el suelo. Nos detuvimos en seco y tratamos de escuchar mejor. Fue entonces cuando lo vimos. A unos pocos metros de nosotros, había una figura oscura y deformada, arrastrándose lentamente hacia nosotros. Su aspecto era terrorífico, con la piel colgando de su cuerpo, los ojos hundidos y las extremidades retorcidas en direcciones antinaturales. Era la bruja, y parecía haber estado esperándonos.

Intentamos huir, pero ella nos persiguió implacablemente. La risa de la bruja resonaba en nuestros oídos, haciéndonos sentir como si estuviéramos atrapados en una pesadilla interminable. Las muñecas de los árboles parecían estar vivas, con sus ojos inyectados en sangre y sus extremidades retorcidas. Los árboles mismos parecían moverse y agitarse, como si estuvieran tratando de impedir nuestra huida.

Finalmente, logramos llegar a la carretera y nos alejamos lo más rápido que pudimos de aquel lugar maldito. Llegamos a la ciudad y nos escondimos en la casa de una de las chicas, temblando de miedo y tratando de procesar todo lo que había sucedido. Pero la pesadilla no había terminado.

Una de nuestras amigas comenzó a actuar extraño, como si estuviera poseída por alguna fuerza maligna. Sus ojos se volvieron en blanco y comenzó a hablar con una voz gutural y amenazadora. Tratamos de ayudarla, pero fue en vano. Al final, murió en un extraño accidente, y nunca supimos la verdad detrás de su muerte.

La muerte de nuestra amiga nos dejó a todas en un estado de shock. No podíamos creer lo que había sucedido. Al principio, pensamos que había sido un accidente, pero después de reflexionar sobre todo lo que había sucedido, comenzamos a sospechar que había algo más detrás de su muerte.

Comenzamos a investigar y a buscar respuestas. Visitamos a santeros y chamanes, quienes nos dijeron que estábamos en peligro y que debíamos alejarnos de todo lo relacionado con la bruja. Pero no podíamos ignorar lo que había sucedido y estábamos decididas a descubrir la verdad.

Fue entonces cuando descubrimos un antiguo libro de hechizos en el ático de la casa de una de las chicas. El libro estaba escrito en un lenguaje que no podíamos entender, pero contenía ilustraciones de la bruja y de sus muñecas. Con la ayuda de un traductor, descubrimos que el libro contenía un hechizo para destruir a la bruja.

Decidimos intentarlo. Nos reunimos en la casa de la chica que había encontrado el libro y comenzamos a prepararnos para el hechizo. Recitamos las palabras y encendimos velas para protegernos. De repente, el viento comenzó a soplar con fuerza y las velas se apagaron.

En ese momento, supimos que la bruja estaba cerca. Nos armamos de valor y salimos a la calle para enfrentarla. La bruja estaba allí, con su sonrisa burlona y sus muñecas retorcidas. Pero esta vez, estábamos preparadas.

Comenzó una lucha feroz entre nosotras y la bruja. Recitamos las palabras del hechizo y arrojamos polvos mágicos a su alrededor. La bruja gritaba y retorcía su cuerpo, pero finalmente comenzó a desintegrarse.

Cuando todo terminó, nos miramos entre nosotras, agotadas y temblorosas. Habíamos logrado destruir a la bruja y liberarnos de su influencia. A partir de ese momento, prometimos nunca más jugar con cosas peligrosas y mantenernos alejadas de los bosques oscuros y malditos.


Autor: Canek Hernandez.

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