La Otra Dimensión, Historia De Terror 2023

La Otra Dimensión, Historia De Terror… Quiero contarles algo que está, aún sucediendo en mi hogar, pues últimamente me ha llegado la sensación de que no estamos solos mi hija y yo en casa, pues se siente la presencia de alguien más… o quizás mejor dicho de algo más. Sobre todo, por las noches que es cuando más se puede sentir esa extraña presencia que particularmente ha cambiado de un momento a otro.

Y es que no se si les ha pasado a ustedes o solo sea yo el que tenga esta idea, pero estos últimos días más que nada por la noche, he llegado a sentir que el tiempo transcurre más lento, incluso pensé que la noche era más larga que el mismo día, y es que ya son muchas las situaciones por las que pasamos una noche lluviosa y que hoy, las cosas no están tan bien como lo esperaba.

Ya han pasado varios meses desde que mi esposa se nos adelantó, fue un proceso duro y complicado para mi hija de 7 años y para mí, varias veces cuando mi hija duerme me atormento por las noches preguntándome porque nos pasó todo esto.

Fue por eso que me alejé de Dios por un tiempo. No quiero ahondar en el tema de cómo se nos fue mi esposa, pero si quisiera contarles lo que nos ha estado pasando desde su pérdida.

Todo inició hace un par de meses después de que falleciera ella, mi hija se había ido a dormir mientras yo terminaba de recoger la cocina y la sala, cuando una fuerte tormenta se veía venir.

Se podían escuchar los estruendosos relámpagos que iluminaban el cielo, tan fuerte se venía la tormenta que amenazó un par de veces en que se fuera la luz, algo que no me cónvenia pues yo trabajaba de noche, pero por fortuna al día siguiente sería fin de semana.

Terminé las actividades del hogar, tome mi laptop y me senté frente a ella para empezar a revisar correos, y a los pocos minutos se escuchó un ruido muy parecido al que uno hace cuando usa un Mouse de computadora, pareciera que alguien estaba picoteando alguna ventana en algún punto de la casa.

Al principio pensé que este ruido provenía del eco que, hacía yo al dar clic en el Ratón, pero mientras lo tenía sin usar, escuché nuevamente ese ruidito proveniente de alguna ventana.

No se podía tratar de alguna persona, después de la muerte de mi esposa, mi hija y yo decidimos irnos a vivir a otro lado con el fin de olvidar todo aquello que nos traía tanto dolor y logramos encontrar un departamento en el tercer piso, por ello pensé que quizás se trataba de algún pájaro o murciélago que ya nos ha pasado antes, aun así, me acerqué a la ventana para ver que era aquello que hacía ese ruido.

A lo lejos podía ver la tormenta acercarse y cada vez que había un relámpago la luz de la casa parpadeaba y en uno de esos parpadeos pude apreciar algo en el vidrio de la ventana, de la nada había apareció un manchón que se hacía cada vez más grande. Intuí que quizás se trataba de mi pero el manchón comenzó a adquirir una forma más humana pues el rostro de una niña se comenzó a formar.

Para dejarles más clara la idea se podría decir que por fuera de la ventana una niña estaba pegando su rostro y se formara su silueta.

Me pareció demasiada coincidencia que un manchón en la ventana adquiriera la forma del rostro de una niña, tomé un trapo para limpiarlo y cuando me dispuse a quitarlo, volví a escuchar que detrás mío, se escuchaba aquel sonido de que alguien estaba picando algo, me di la vuelta por instinto y pude darme cuenta de que el sonido provenía del pasillo y casi podía asegurar que era de un espejo que había allí, y antes de ir a ver miré hacia la ventana y el rostro de aquella niña ya no estaba.

Crei en ese momento que aquella silueta se había borrado por si sola, así que dejé el trapo y me acerqué al espejo lentamente, y aun sigo sin darle crédito a lo que vi, conforme me acercaba podía apreciar de perfil que había una manita que picaba dentro del espejo, pareciera que quería romperlo ya que cada golpe hacía que el espejo se sacudiera. Se trataba de un espejo grande y delgado, el cual mi esposa lo usaba para verse de cuerpo completo cada vez que se arreglaba.

Y cuando por fin quede frente a él pude ver a una niña muy parecida a mi hija, pero vestía un camisón que le llegaba hasta los pies, tenía manchones y se encontraba muy sucio, y antes de que yo dijera algo, ella habló:

Papá… – Me dijo con la misma voz de mi hija, yo no lo podía creer, para después escuchar nuevamente su voz, pero ahora detrás mío – ¿Qué estás haciendo? – Sentí un escalofrió recorrer mi espalda y al darme la vuelta me percaté que mi hija real estaba allí detrás. Me asusté bastante pues no me la esperaba allí, volví a ver el espejo y la otra niña ya se había ido.

Últimamente me había desvelado mucho y casi no estaba comiendo, ya antes me habían dicho que, por mal pasarme con todo, mi cuerpo y mi cabeza me lo comenzarían a exigir, así que pensé que se podía tratar todo esto de un extremo cansancio. Me llevé a mi hija a dormir, no pude trabajar esa noche por que la tormenta llegó y se había ido la luz, aun así, yo me encontraba muy distraído por lo que me había pasado que mientras estaba acostado en la cama con mi hija, le daba vueltas en mi cabeza para hallarle una repuesta lógica.

Una hora después quizás un poco más, miré mi celular para ver la hora, me di cuenta de que no era tan tarde como creía, pero ya tenía que irme a dormir a mi cuarto, pero al salir de la habitación de mi hija me percaté de un resplandor en el pasillo. Pareciera ser que ya había regresado la luz, justo a un lado mío había un interruptor el cual presione varias veces, pero la luz no llegaba.

Entonces me di cuenta de que el resplandor provenía del espejo, con sigilo me acerqué a él y al asomarme lentamente me di cuenta de que dentro del espejo que reflejaba nuestro mismo departamento, todo estaba iluminado. Fue un efecto hasta eso interesante, no había nadie más, solo se veía aquel resplandor de las luces prendidas de ese otro lado, y al quedarme allí mirando esa escena alguien pasó corriendo del otro lado del espejo.

Fue tan rápido que no pude ver claramente que había sido aquello, y en ese instante escuché que aquello se río, su risa era muy parecida a la de mi hija, me asusté bastante que tomé el espejo y lo coloqué boca abajo viendo hacia el piso, aquel resplandor se apagó y la risa de esa niña se desvaneció. Sentí que me estaba volviendo loco, todo esto que me estaba ocurriendo se lo atribuía al estrés y cansancio que sentía. Mejor decidí irme a acostar a mi cama para olvidarme de todo.

Al día siguiente me levanté algo tarde debido a que se trataba de fin de semana, me dirigía al baño y me di cuenta de que mi hija estaba sentada en el sillón mirando el televisor apagado, realmente no vi el rostro de mi hija solo vi su cabecita sobre salir del sillón, le toqué la cabeza, le di los buenos días y le dije que no había luz, por ello el televisor no encendería.

Ella no me respondió así que yo proseguí mi andar a hacer mis necesidades. Cerré la puerta y por reflejo quise encender la luz, obviamente no prendió, saqué mi celular y me senté en la taza.

A los pocos segundos escuché que el televisor había encendido y que eran las caricaturas del sábado por la mañana las que se escuchaban, la luz aún no había regresado de eso estaba seguro por que yo había dejado el interruptor del baño encendido y no se había prendido la luz, me levanté de la taza para ir a ver de qué se trataba y al abrir la puerta la televisión se apagó y mi hija no estaba allí.

Me acerqué para ver si ella se encontraba acostada en el sillón o en la alfombra de la sala pero no se encontraba allí, mire la pantalla del televisor y tomé el control para encenderla, sin embargo era correcto lo que yo había percibido, no había luz era imposible que estuviera encendida, fue cuando pude ver en la pantalla del televisor el reflejo de una niña sentada en el sillón se encontraba detrás de mí, ella me veía atentamente, su sonrisa me pareció muy macabra pues no dejaba de crecer, me di la vuelta para verla detrás de mí pero no había nadie.

Me acordé entonces del espejo, no sé por qué llegó un momento en que di por hecho que se trató todo de una pesadilla, y al llegar al pasillo donde yo había colocado el espejo en el piso, ya se encontraba en su lugar, pegado en la pared. Nuevamente un escalofrió recorrió todo mi cuerpo, no me atrevía a pasar frente a él. No quería ni verlo de reojo, podía imaginarme que en cualquier momento alguien se asomaría.

La Otra Dimensión, Historia De Terror 2023

Así que fui rápido a la habitación de mi hija y tomé una sábana, mi intención era tapar aquel espejo y que fuera lo que había allí no se asomara. Por lo menos yo lo mantendría así hasta hallar una respuesta. Me acerqué al espejo y sin ponerme frente a él, o mirarlo coloqué la sábana, tuve una extraña sensación de que aquella niña se asomaba por un costado mientras lo tapaba.

Mas tarde mi verdadera hija se despertó, y desconcertada al ver el televisor, el espejo del pasillo y el del baño cubiertos con sábanas, me preguntó si yo me sentía bien. Le dije que Si, que no debía preocuparse por nada, solo quería dejar todo eso cubierto por el polvo.

Fue una mentira, pero es que sentía que en donde sea que se veía mi reflejo podía ver a aquella otra niña, fue cuando lo recordé… donde la vi primero, fue en la ventana y esta se encontraba descubierta, no podía ver mi reflejo por que la luz del sol era más fuerte pero no quise arriesgarme, así que le pedí a mi hija que se preparara pues iríamos a visitar a una antigua amistad de la secundaria. Una amistad que hasta donde yo tenía conocimiento su familia se encargaba de trabajos especiales, para limpiar auras, brujerías y demás.

Realmente no tardamos en dar con la familia de mi amiga, ella fue quien nos acercó a su Madre a quien le platiqué de la situación, estuvo muy interesada en apoyarnos ya que en cuanto le mencioné sobre lo que pude ver a través del espejo capté su entera atención.

Ya en casa pidió entrar ella primero y que siguiéramos sus instrucciones, pues si notaba que había algún peligro teníamos que salir de allí. Siendo honesto yo hubiera visto una mujer ordinaria, pero aquella señora paraba en cada rincón. Dimos un recorrido entero al departamento, fue cuando se paró frente al espejo donde había visto a la niña esa noche.

Quitó la sábana de un jalón y a decir verdad yo esperaba ver a esa niña allí, sin embargo, solo se veía el reflejo de aquella señora. Todo parecía normal hasta que me percaté de algo que quizás yo hubiera pasado por alto si mi amiga no me lo hubiera señalado. Mientras que su Madre veía seriamente su imagen reflejada esta le devolvía una sonrisa moviéndose al mismo tiempo que ella, fue cuando la señora volteo a verme, pero su reflejo seguía aún observándola a ella.

Tienes un demonio en esta casa hijo, y si no hacemos algo, verá la forma de dañarlos – Me dijo la señora así que le pregunté sobre lo que podríamos hacer. Ella me dijo que a los demonios les encanta ver su reflejo en espejos u objetos, están enamorados de ellos mismos, y que en ocasiones se han logrado materializar en forma de niños con el fin de dañar a los débiles de espíritu.

Todo esto me cayó como anillo al dedo, pues siendo honesto desde la muerte de mi esposa, las cosas ya no funcionaban igual que antes y me sentía tan débil que en cualquier momento podía decaer. La señora me propuso que sacáramos el espejo cubierto con una lona o cobija y que lo quebráramos lejos de allí, aquel demonio no tendrá a donde ir que tendrá que regresar de donde vino, acto seguido ella cubrió el espejo con la sábana.

Opté por hacerle caso de forma inmediata, tomé una cobija y envolví el espejo para después subirla a la camioneta, la señora se comportó muy generosa al querer acompañarme para terminar este ritual, mientras que mi amiga y mi hija se quedarían en casa.

Nos alejamos por varios kilómetros hasta llegar a una zona baldía y abandonada, coloqué el espejo recargado en una roca y lo destapé, solo podía ver mi reflejo sosteniendo la roca, sin pensarlo arrojé la roca hacia el espejo quebrándolo en cientos de pedazos.

Tuve una extraña sensación de haber escuchado un grito horrendo y desgarrador. Pero yo aun así no me sentía enteramente bien. La señora me comentó que sería cuestión de tiempo pues los demonios suelen absorber también la energía de las personas y quizás era por ello por lo que yo aun no me había podido recuperar de la muerte de mi esposa.

Regresamos lo más rápido posible hacia el departamento, y al entrar a él tuve una extraña sensación de ansiedad, allí estaba mi hija, sentada en el sillón mirando el televisor apagado el cual estaba descubierto por la sábana que había puesto antes, me acerqué a ella y le pregunté si sabía dónde estaba mi amiga y mi hija muy seria me respondió, que ya se había ido a su casa hace mucho rato. Sali para comentarle a su Madre quien me dijo que la alcanzaría allá. Le di las gracias y se retiró.

Han pasado varios días, pero he de ser honesto, yo no noto alguna mejoría, al contrario, he notado que mi hija se comporta de manera muy extraña, pues la he encontrado a altas horas de la noche sentada en la sala solo observando el televisor apagado, así mismo me la he encontrado parada justo a un lado de mi cama mientras yo duermo.

Las noches ya las he sentido más largas de lo habitual, no suelo descansar pues siento que no logro recuperar energías, y lo peor de todo esto, es que mi amiga ya lleva varios días perdida, pues ya no se supo nada de ella desde que vinieron a socorrernos al departamento.

No quisiera adelantar hechos, pero siempre he pensado que aquel demonio nunca se quedó en ese espejo y hoy en día aun escucho ruidos o voces provenientes de todos lados del departamento. Con el tiempo me he ido acostumbrando, sin embargo, creo que soy el único paranoico que se imagina que mi hija ya se encuentra poseída por aquel ser pues su comportamiento ha cambiado.

Si suceden más cosas, prometo mantenerlos en contacto.

Autor: Mario Franco Corrales.              Lengua de Brujo.

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