El Nahual, Historia De Terror 2023.

El Nahual, Historia De Terror… Te contaré lo que se encuentra uno en las carreteras.

En una de las carreteras del estado de Oaxaca yo estaba manejando para regresar a CDMX, pase por un punto donde había poca población, seria aproximadamente la 1:30 am, cuando con ayuda de la luz a del auto, pude ver un pequeño bulto negro, poco a poco me fui acercando, estaba en medio de la carretera, baje del coche y caminé, pude ver que era un animal.

Cuando estuve más cerca resultó ser un perro de mediana estatura, muy parecido a un pastor alemán, estaba echado, pensé que estaba muerto, pero miré que su estómago se movía y respiraba tenía un poco de sangre , no pude ver de donde estaba herido.

Me quité el suéter que tenía puesto lo puse en mi mano, pensaba que si estaba herido era seguro que lanzara la mordida, lo moví un poco, el movió su cabeza y me vio, pude ver que la sangre venía del hocicó del animal.

Al ver que no me atacó puse el suéter cubriendo al animal y lo levanté, era pesado, se quejó un poco, notaba como respiraba más rápido, lo puse a la orilla de la carretera, en un lugar donde había un poco de hierba.

El Nahual, Historia De Terror

Fui hacia el auto saque una botella y la corté a la mitad, puse un poco de agua, regresé donde el animal, tire un poco de agua cerca de su hocicó el comenzó a lamer, baje la botella y el tomo agua.

Menos mal que el respondía, acaricié un poco la cabeza del animal, me quede un poco más, el animal trato de pararse, pero estaba débil se quedó sentado, se me quedo mirando, podía ver esos ojos con la ayuda de la lámpara, me quedé un poco más.

Finalmente se paró le ofrecí un poco más de agua, se la tomó se dio la vuelta y caminó hacia dentro del terreno, pensé que sería de alguna persona cercana, me levanté, deje el suéter por si regresaba a echarse y me fui al auto,.

Cuando llegué escuche “gracias por todo” voltee pero no vi nada, tampoco sentí algo sobre natural, tal vez era yo quien lo imaginé, me subí al auto y cuando lo encendí, vi algo que se movió al costado de la carretera.

Estaba más al frente de mi auto, cuando puse en marcha y pasé en el lugar donde vi movimiento, estaba parado un señor de unos 50 años llevaba puesto una piel de animal, estaba algo sucio.

La luz del auto iluminó su cara tenía un poco de sangre en la nariz y la boca y en su mano tenía el suéter que dejé para el perro, me saludó y me dijo “gracias por el agua amigo” se dio media vuelta caminó, se inclinó y salió corriendo el perro que había dejado un poco más atrás.

En realidad, no era un perro era un Nahual tal vez le había pegado un auto no lo sé, tan solo al recordarlo, no puedo creer haberlo vivido y cuando lo platico a mis compañeros, no sé si me crean o no pero esa noche la tengo tan presente, que no se borra de mi mente.

Cada vez al pasar por ahí, me pregunto qué fue de él y me dan unos escalofríos nomás de pensar volver a verlo, tal vez viva por esos lugares o tal vez no, no me atreví a preguntar, lo que si es que aún puedo recordar el brillo de sus ojos.

Autor: Ramiro Contreras.

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