Voces Historia De Terror 2023

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Voces Historia De Terror 2023

Voces, Historia de terror… Mi historia comienza cuando vivíamos en una zona muy cercana a Veracruz, mi Padre compró una casa a las orillas de la carretera, la cual tenía un terreno muy grande donde tenía huertos de Naranja.

Por la compra del terreno había una condición, la cual era darle trabajo a los vecinos quienes ayudaban a recolectar los frutos para su venta. Por todo aquello no había problema alguno, solamente que al presentarnos con los trabajadores notamos que se trataba ya de gente mayor, no eran muchos, solo eran cinco los trabajadores, pero se notaba que la edad les pesaba.

Por ello mi Padre optó por ponernos a mis hermanos y a mi trabajar también y sacar el trabajo adelante.

Yo aprendí mucho sobre la cosecha de las naranjas y otras actividades, me gustó tanto que me pasaba más tiempo con los trabajadores que con mi familia, de ese modo los conocí a todos muy rápido y les tomé bastante aprecio.

Una tarde uno de los trabajadores de mi padre a quien le gustaba que se dirigieran a él como Don pancho, nos comentó que se quedaría más tarde a trabajar. Todos terminamos nuestra jornada, pero él decidió quedarse mas tiempo por voluntad propia, me habían comentado en ocasiones que a él le gustaba trabajar tarde pues siempre que se peleaba con su mujer no le gustaba regresar pronto a su casa.

Pero al día siguiente no se presentó a trabajar. Nadie se sorprendió por ello, pues pensamos que había decidido tomarse el día para descansar, pero ya por la tarde fue la esposa de Don Pancho quien llegó a preguntar por él, nos comentó que lo esperaba en la noche a que llegara a casa.

Yo me imaginé que quizás se había ido a alguna cantina, pero la más cercana a donde estábamos se encontraba a más de diez kilómetros de distancia. Mi padre le comentó que si llegábamos a saber algo de él seguro le

mantendríamos informada, aun así su mujer se retiró del lugar bastante angustiada.

Esa noche cuando estábamos cenando mi padre nos habló sobre algo que le había llamado la atención antenoche, nos comentó sobre unos destellos que había visto en los naranjos, fue cuestión de un par de segundos y luego ya no volvieron a aparecer.

Como ya era muy tarde no se quiso arriesgar por si se trataba de algún ladrón, esperó solo quince minutos y al no ver nada raro se fue a dormir ya un poco más tranquilo, pero ahora pensaba que se trataba de Don Pancho que estuviera pidiendo ayuda.

Le comenté a mi Padre que entre los trabajadores y yo habíamos recorrido las hectáreas de Naranjo

y no vimos nada fuera de lo común, por lo que era seguro que quizás fuera otra cosa.

Mas tarde, cuando estaba dispuesto a dormir me entraron ganas de ir al baño, tuve que pasar por la sala la cual tiene un enorme ventanal que da justo a los naranjos, fue cuando pude apreciar un destello que pasaba entre los árboles casi de manera inmediata, solo fueron unos segundos y me quedé inmóvil pues esto me había agarrado desprevenido, esperé un momento a que volviera a pasar.

Fue tan grande el destello que alumbró gran parte de la sala. Pasaron algunos minutos así que decidi salir de la casa para apreciar lo que había pasado y al abrir la puerta un olor

apestoso y nauseabundo a azufre y cenizas flotaba en el aire.

Busqué una pañoleta para taparme la nariz y en ese instante un poco más lejos de donde estaba yo, pude apreciar otro destello más que se veía entre los árboles para luego desvanecerse.

Voces Historia De Terror

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Estuve a punto de decirle a mi padre cuando escuché claramente la voz de Don pancho quien me llamaba por mi nombre.
guardé silencio un momento y lo volví a escuchar, pero ahora más lejos y debido a que me estaba llamando a mí, opté por adentrarme a los naranjos.

Mientras avanzaba escuchaba su voz que se perdía cada vez más, en ese momento pensé que por que no se me había ocurrido llevar mi linterna, así que saqué mi

celular para ayudarme a caminar en la oscuridad por medio de la luz que destellaba su pantalla. No me quedaba mucha pila en mi celular así que tenia que ser cauteloso en como la usaría.

Me di la vuelta para ver donde quedaba mi casa, apenas la podía notar pues ya habia avanzado mucho. Me detuve en seco y por la cantidad de pasos que había caminado calculé que apenas estaba a mitad del terreno, fue allí donde le empecé a gritar a Don pancho para que me respondiera, pero nuevamente lo escuchaba más lejos de donde estaba yo.

Le pedía que continuara hablando o tratara de gritar, pero no pasaba de mencionar mi nombre solamente.

Me imaginé que quizás estaba lastimado y no podía moverse, y por la edad que tenía apenas podía coordinar por sí mismo así que tenía que encontrarlo. La pantalla de mi celular comenzó a parpadear, algo que nunca le había pasado, aun tenía un porcentaje razonable para que durara más prendida, y en un segundo se apagó por completo.

La pantalla de mi celular no respondía, me entretuve tanto golpeándolo que no me percaté que una persona paso justo delante mío.

Repentinamente vi su silueta escabullirse entre los árboles y por más que traté de agudizar la vista no pude verlo. Pregunté si se trataba de Don Pancho, pero una voz diferente que me respondió dándome las Buenas Noches, me quede en silencio un momento y le respondí de igual manera para luego preguntarle de quien se trataba, no tardó en contestarme, pero ahora del otro lado de los naranjos…

“Los visitare a primera hora de la mañana” … pareciera que aquel hombre se apareció en cuestión de segundos a varios metros de donde yo estaba. Lo primero que pensé fue en ir a buscar a ayuda con mi Padre y Hermanos, aquella voz que había escuchado no se trataba de Don pancho y era seguro que había alguien más en los naranjos.

Así que opte por regresar rápidamente, sin embargo, conforme fui acercandome me había adentrado a un más al terreno, inclusive estaba ya muy cerca de las faldas del cerro, ya un poco más orientado hacia donde tenía que correr me bajé del árbol y escuché claramente la voz de Don Pancho muy cerca de mí.

Inmediatamente le comencé a hablar, pero no había diferencia de donde proviniera su voz, le escuchaba a la misma distancia y solo repetía mi nombre.

Como no lo encontraba le dije que lo buscaríamos más tarde y que mejor resistiera, el me seguía hablando, pero lo ignoré para dirigirme hacia la casa y justo al dar el primer paso algo me tomó de mi pierna y me hizo caer, pude ver una mano que me sostuvo para luego perderse entre la oscuridad, fue cuando escuché que alguien me decía…

“Aquí muchacho”, miré a un lado y me pareció ver a Don Pancho así que me acerqué, pero no le veía, palpaba en la plena oscuridad mientras le preguntaba dónde estaba y nuevamente le escuché hablarme, pero más a lo profundo del terreno y me decía “Estas cada vez más cerca” al fondo.

Fue cuando me percate de lo que estaba sucediendo, había algo que me estaba adentrando cada vez más y más al cerro y me estaba alejando de mi casa.

Decidí ignorar la voz de aquel anciano, le pedí a Dios para que se apiadara de su alma y me retiré lo más rápido que pude y conforme estaba corriendo pude escuchar la voz de Don Pancho que me gritaba ya no solo mencionando mi nombre, si no también pidiendo auxilio.

Ya llevaba un buen tramo corriendo cuando se me ocurrió subir a un naranjo para ver donde me encontraba, y al subir a la copa del árbol una luz intensa se podía apreciar desde el cerro y a un lado de ellas veía a un grupo de personas paradas.

No me faltaba mucho para llegar, así que no les hice caso alguno y me apresuré por llegar a la casa.

Cuando llegué mi Padre salió en ese instante y me vio llegar de los naranjos, me preguntó si algo me pasaba y le comenté todo lo que había pasado. Me pidió que los dos nos metiéramos a la casa y cerráramos con seguro.

No podíamos esperar a que algo sucediera, así que al cabo de unos minutos mi padre intentó llamar a la policía, pero no tuvo éxito, nos metimos a la casa y cerramos con llave, me pidió que tratara de descansar que al fin y al cabo al día siguiente nos daríamos una vuelta con más luz y tranquilidad.

Me quedé en mi cuarto pensando en lo que me había pasado, me quite la ropa la cual la tenía llena de lodo y me puse la pijama, y al instante en que cerré los ojos escuché que alguien caminaba por el techo de mi habitación, rápidamente me fui con mis Padres para despertarlos, ellos también lo escucharon pues parecía que aquello en el techo se encontraba bailando.

Mi Padre le pidió a mi Madre un par de linternas que tenía guardadas a un costado de su cama pero estas tampoco encendieron, en ese instante escuché el sonido familiar de tono de llamada de mi celular el cual provenía de mi cuarto, alguien me estaba marcando, hasta hace poco mi celular se había muerto y no encendía para nada.

Aquellos ruidos en el techo se habían tranquilizado cuando sonó mi celular, mi Padre intentó encender la luz del cuarto, pero tampoco se prendió, fue cuando una de las linternas comenzó a titilar seguido de la otra para ya quedar completamente encendidas, la luz de la habitación regresó y en mi cuarto el celular seguía sonando.

Sea lo que fuera aquello que estaba ocasionando el ruido ya se había ido y los aparatos y la luz funcionaban nuevamente. Esa noche no pegamos los ojos para nada por estar al pendiente por lo que estaba pasando. No tardaron a primera hora de la mañana en tocar la puerta, se trataba de Julio, uno de los trabajadores quien le dijo a mi Padre que ya habían encontrado a Don pancho.

Su cuerpo fue encontrado en el cerro, justo donde yo había visto aquel resplandor. Traía varias marcas en su cuerpo pues pareciera que alguien lo hubiera usado para realizar brujería en él. Después de ese día y de tantos problemas que tuvimos, mi Padre pensó mejor las cosas y decidió mejor vender la casa con todo y terreno, en cierto modo ahora entendía el por qué lo había encontrado a tan muy buen precio.

Pero, aun así, algo pasó después de todo lo que habíamos pasado en esa casa, vivimos justo en la ciudad de Jalapa, en el puro centro de la ciudad, al principio de cada noche después de que dejamos aquel rancho de naranjos, aun podía escuchar la voz de Don pancho en mi cabeza quien me hablaba por mi nombre y conforme ha pasado más el tiempo me ha perturbado cada vez menos.

Hasta hace poco dejé de tener contacto con los demás trabajadores, pues hubo algo de lo que me di cuenta gracias a Don Julio, lo llamé para saludarle y cuando estuve a punto de invitarlo a tomar unos tragos él me dijo “Te dije que los visitaría a primera hora de la mañana” … me quede helado y sin palabras y el me colgó.

Le comenté a mis Padres, y fue el quien me mencionó que quizás ellos traían algo entre manos, pero no sabía que podían llegar tan lejos o que habían llegado a recurrir a la Magia Negra con el fin de quedarse con el terreno… pues al final de cuentas a quien le vendió el terreno fue a los cuatro trabajadores restantes.

Hoy en día, las noches son intranquilas, estamos bastante lejos y creo que ya no hay nada mas que temer, pero aun puedo escuchar que alguien camina y baila sobre el techo de mi casa.

Autor: Mario Franco Corrales Lengua De Brujo

Derechos Reservados.

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