La Cruz De Cenizas Historias de Terror

La Cruz De Cenizas Historias de Terror

Hace tres meses terminé mi relación con una chica que le gustaba el tema de la magia, demonología, todo lo relacionado al esoterismo y todas las prácticas de lo oculto, nunca le dije nada porque pensé que era una forma de entretenimiento para ella La Cruz De Cenizas Historias de Terror, de la misma manera a la que a mí me entretiene la música o las películas de comedia y terror, creí que era una inofensiva forma de pasar el tiempo.
La conocí mientras esperaba una cita de Tinder, estábamos en el mismo café, mi cita nunca llegó, ella se dio cuenta, así que fue a mi mesa, me preguntó si podía sentarse, no sé qué le atrajo de , era hermosa, no soy del tipo que juzga a las personas por su apariencia, pero fue lo que más llamó mi atención, aunque su vestimenta era algo extraña; en fin, yo no tenía nada que perder, igual estaba listo para tener una cita, así que acepté. Platicamos durante horas, estaba cautivado, además de ser bella era muy divertida y dulce.
Pasaron los meses y le pedí que fuera mi novia, era una mujer excepcional, pasábamos mucho tiempo juntos, éramos un equipo, hacíamos todos los quehaceres de la casa juntos, yo cocinaba y ella limpiaba los platos, nos apoyábamos mutuamente en nuestros proyectos, era muy dulce, solo tenía un defecto que nos causaba discusiones interminables, era excesivamente celosa, me celaba de mi familia y de mis amistades así que cuando los quería ver lo hacía a escondidas de ella, así evitaba las tontas discusiones sin sentido.
Nos fuimos a vivir juntos, con el tiempo me fue absorbiendo más y más hasta el punto de que comencé a perder a todos a mi alrededor, mis amigos me dejaron de llamar y de mi familia solo me escribía mamá para saber cómo estaba, ya no nos invitaban los domingos a casa a comer; tuvimos muchas discusiones al respecto, cada vez más explosivas, un día le puse un ultimátum y prometió que cambiaría, pero solo empeoró.
Me sentía atrapado, por un lado, era feliz estando con ella, me daba todo lo que yo quería en una pareja, pero también extrañaba a mi familia y mi vida social, pensé en dejarla muchas veces, pero al ver todos los detalles que tenía conmigo siempre me convencía de que podía aguantar un poco más.
Un día fui a escondidas a casa de mi mamá, platicamos y reímos mucho, se puso seria y me preguntó si todo estaba bien, me extrañaba mucho y sabía que no era normal que me alejara tanto de ellos, estaba por responder cuando tocaron el timbre, era mi novia, me había seguido, actuó como si le hubiera sido infiel y armó todo un escándalo. Como pude la subí al auto mientras ella le gritaba a mi mamá que yo era suyo y de nadie más. Llegamos a la casa y ya no aguanté más, terminamos, empaqué lo que pude para regresar con mis papás, intentó detenerme, pero no lo permití, primero intentó manipularme con el discurso de pareja arrepentida, prometía estar arrepentida, decía que esta vez sí cambiaría; al no funcionar se fue a lo físico, me tomó con todas sus fuerzas para que no saliera de la casa, pero como pude me la quité de encima sin lastimarla.
Después de eso llegó el acoso, estaba obsesionada, llegaba a casa de mis papás, de mis amigos, y lo que terminó con mi paciencia fue cuando llegó a mi trabajo y montó un espectáculo con lo cual logró que me despidieran, exploté y le grité que me dejara en paz, estaba loca, no quería volver a verla.
Después de eso ya no me llamó ni me buscó más, pensé que todo había terminado, pero más o menos un mes después empecé a tener horribles pesadillas, sentía como si alguien se subiera a mi cama, en una ocasión me jalaron de los pies y en otra sentí como me acariciaban la cabeza, a veces escuchaba una voz aguda debajo de mi cama, lo suficientemente bajo como para creer que solo era producto de la imaginación, también despertaba con marcas en los brazos; comencé a dormir de día, conseguí un trabajo de velador en el que no me pagaban ni la mitad de lo que ganaba antes, mi vida se vino abajo, me volví más descuidado, me sentía sin ánimos, sin energía, dejé de bañarme y de asear mi cuarto. Mis papás se preocupan por mí, pensaban que me había vuelto un holgazán; no quise contarles lo que pasaba en mi cuarto, ellos pensaban que estaba deprimido por la ruptura, sentí que iban a pensar que estaba loco, pero un día ya no pude ocultarlo más.
Un día mi ma se molestó por el desorden de mi cuarto y me ayudó a limpiarlo, debajo de mi cama encontramos un muñeco bastante grotesco amarrado con un hilo negro y con unos alfileres clavados por todos lados, mi mamá insistió en llamar a un sacerdote para que pudiera bendecir la casa y quemar el muñeco, estuve de acuerdo; me pidió que hablara con mi ex para reclamarle y amenazarla con una denuncia, pero no estuve de acuerdo, le pedí que no lo hiciera porque tenía ya tiempo sin molestarme y no quería que empezara a acosarme de nuevo. Respetó mi decisión, pero me hizo prometer que si algo extraño pasaba debía buscarla para pedirle hablar con ella.
Al día siguiente llegó el cura, nos dijo que no solo era la maldición del muñeco, sino que sentía una presencia en la casa, con malas intenciones, en ese momento no entendimos lo que pasaba, pero dejamos que el cura hiciera el ritual de bendición de la casa.
La tranquilidad regresó a la casa, al menos unos días, las noches eran tranquilas y al fin pude descansar. Cómo pensé que todo había terminado renuncié a mi trabajo y me propuse encontrar algo igual o mejor de lo que tenía antes, sentí que al fin podría recuperar mi vida.
Tres noches después de que el cura vino a la casa, pasó algo que me mantuvo en vela toda la noche hasta el punto de tener que ir a dormir al cuarto de mis papás como si fuera un niño pequeño.
Estaba tranquilo jugando videojuegos, cuando de repente sentí un escalofrío y la horrible sensación de estar siendo observado, intenté distraerme, pensando que era mi imaginación así que salí de mi habitación y fui a la cocina por algo de comer, eran las 2:27 de la madrugada, cuando regresé me paralicé de miedo por lo que vi frente a .
Antes de salir de mi cuarto estaba espaldas a la ventana de mi habitación, al regresar esa ventana estaba frente a mí, entonces pude ver a mi ex afuera de mi ventana, estaba parada, con una horrible expresión de sufrimiento, al ver mi reacción, dio un grito espantoso que me provocó taparme los oídos y cerrar los ojos, cuando los abrí había desaparecido; entré en pánico y corrí al cuarto de mis papás, pasé ahí la noche. Al día siguiente mi mamá fue la primera en levantarse y se asustó al toparse conmigo al pie de la cama, exhausto le conté lo que había pasado la noche anterior y me hizo cumplir la promesa de buscar a mi ex para que todo terminara. Fui a su casa para confrontarla y me llevé una gran sorpresa. Después de que terminé con ella, la bloqueé de todas las redes sociales, al igual que a su hermana y a su papá para no tener ningún tipo de contactos con ella, como no tenemos amigos en común fue más fácil sacarla de mi vida; la gran sorpresa fue que se había suicidado hace ya un mes, por eso no había sabido más de ella, según me contó la señora que nos rentaba el apartamento, se cortó las venas, con su sangre dibujó símbolos en el piso y en las paredes hasta que cayó desangrada, se enteraron de su muerte porque con los días la putrefacción de su cadáver impregnó todo el piso y el apartamento de abajo.
Me dirigí a la casa de sus padres para hablar con ellos, tenían que saber la verdad sobre su hija. Cuando llegué, apenas pude bajarme del coche cuando su papá se me fue a los golpes, intenté protegerme de manera pacífica; cuando el señor se cansó al fin pude hablar, le conté toda la verdad, rompió en llanto y me dijo que su hija siempre había sido inestable mentalmente, a los 18 se fugó de su casa y no supieron de ella hasta que empezó a andar conmigo, cuando desapareció de nuevo pensaron que estaba deprimida por la ruptura, pero jamás imaginaron que llegara a tanto. Le conté lo que había estado viviendo por las noches y me dijo que tenía una hermana que hacía brujería y que cualquier maldición que su hija hubiese puesto en mí su hermana lo podría romper, me dio su número y dirección y nos despedimos. Camino a casa la llamé para saber si podía ir en ese momento, pero me dijo que estaba disponible hasta el otro día, tendría que pasar una noche más en vela.
En la noche pensé en irme a dormir al cuarto de mis papás, pero ya no era un niño, tenía que enfrentar la situación, así esta tuviera que ver con entes y maldiciones, me acosté al revés en mi cama viendo hacia la ventana y apareció de nuevo, con su cara de sufrimiento, un escalofrío recorrió mi cuerpo, pero no quise reaccionar, iba a ignorarla, entonces en el espejo se empezaron a dibujar unas letras en color rojo, parecía sangre, “eres mío”, escribió, después dio un grito de horror, forzándome a taparme los oídos y desapareció.
Al día siguiente, lo más temprano que pude fui con la bruja, cuando entré me hizo pasar sobre una cruz de sal y esta se puso negra, la sal se había convertido en cenizas, sorprendida la mujer me dijo que mi maldición era fuerte, pero que ella podía romperla. Entonces prendió un manojo de hierbas y los pasó alrededor de mí mientras hablaba en voz baja en otro idioma, después hizo lo mismo con una piedra blanca, y me explicó que llegando a casa debía darme un baño de sal, después hacer un ritual con una vela y finalmente poner unas tijeras en cruz debajo de mi almohada. Seguí sus instrucciones al pie de la letra. Esa noche no tuve visitas, la casa se sentía en paz nuevamente. Un mes después había recuperado mi vida por completo.
 
Autor: Mariana Peregrina
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