Shadow Historia De Terror 2023

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Shadow Historia De Terror 2023

Shadow, Historia De Terror… Nunca fui un niño con muchos amigos, me gustaría poder culpar a las múltiples mudanzas que tuvimos durante mi niñez, pero esa no era la razón, tuve que dejar de usar eso como excusa cuando nos asentamos finalmente cuando cumplí los 13 años.

Me había prometido olvidar cada vez que mí padre prometía que esa seria una de las últimas veces, casi como si se disculpara conmigo por hacerme llevar aquella vida nómada a la que yo ya estaba más que acostumbrado, aquella etapa de mi vida estaba casi enterrado y no fue hasta el día de hoy que me encontró, estoy seguro que vendrá por mí.

Me estoy adelantando, todo comenzó cuando tenía 10 años, llegamos a una enorme casa la que me pareció como un sueño hecho realidad y es que ésta era como un castillo, con un patio enorme dónde podría jugar y explorar, solía jactarme de ser un gran explorador por lo que para antes de la cena ya había explorado, cada rincón del lugar, lo que también fue un inconveniente, no solo por descubrir que no había grandes sorpresas o pasadizos ocultos que me llevarían a mundos de fantasía, si no que mis sospechas de que todos los lugares a los que llegaba eran bastante similares, al menos tenía el jardín el cual era enorme, daba directamente a un gran bosque donde según mi padre yo jamás debía ir solo, aquella orden me decepciono mucho.

¿Cómo iba a ser un gran explorador si no podía explorar? Aún así yo no era un niño desobediente, era algo que mis padres siempre presumían sobre mi y sin duda no era un concepto en el que quisiera decepcionarlos, por lo que por algunos días decidí ignorar el tema, después de todo mamá me había prometido dar un paseo por el bosque.

Una vez que estuvimos bien instalados en la nueva casa, me cumplió su promesa, no nos adentramos tanto como a mí me hubiera gustado, si tuvimos un agradable día entre ella y yo inclusive tuvimos un pequeño picnic.

Cuando fue hora de volver a casa fue cuando note la alcantarilla, me pareció raro no haberla notado en un principio, quise acercarme un poco pero mi madre la cual me conocía a la perfección ya me había sujetado del hombro para que no pudiera dar un paso más.

“No te acerques cariño, son aguas negras” No sabía con exactitud que era lo que significaba aguas negras, pero el olor que podía percibir desde aquella distancia me podía dar una idea, saque un nuggets de pollo de la cesta y lo arroje con todas mis fuerzas, sin embargo este cayó justo en la entrada, revolví en la cesta intentando encontrar algo más para arrojar.

“No hagas eso.” Reprendió mi madre mientras me jalaba de la mano para continuar, mi mente no se apartó de aquel desagüe durante algunos días, inclusive tracé un plan para visitarlo por mi cuenta luego de las múltiples negativas de mi madre, sin embargo con la escuela nueva y el increíble retó que era el hacer amigos muy pronto hizo que me olvidará de aquel descabellado plan.

No tuve mucha suerte haciendo amigos como dije antes, aún así siempre tuve facilidad para hacer enemigos, esos los conseguía con una sola mirada, Joel Hernández era el matón predilecto del lugar que no demoró un solo segundo en saber que había carne fresca.

Ese día pude escuchar decir a su grupo de amigos que el “boy scout” recibiría una gran sorpresa al salir, trate de evitarlos pero todo fue inútil, me persiguieron por casi todo el camino a casa, lo último que deseaba era que Joel supiera dónde vivía por lo que algo exhausto, decidí entrar al bosque.

Supuse que de enterarse mis padres, estos podrían comprender el porque lo había hecho, aún podía escucharlos tras de mi, por lo que justo en el momento en el que llegué a la alcantarilla decidí entrar en ella, el olor era nauseabundo pero cualquier cosa era mejor a una golpiza, recorrí el túnel unos pocos metros antes de escuchar las voces de Joel y sus amigos.

“Seguro está ahí adentro.” “¡Hey! ¡Explorador!” La voz de Joel hizo eco por cada rincón del lugar, haciéndome estremecer a la par que me adentré un poco mas. “Entra a ver si está ahí.” Mando Joel “Yo no voy a entrar ahí apesta, entra tu” “Ese niño es un marica jamás entraría ahí.” Dijo una tercera voz. “Dios pero que inútiles son…”

Cuando escuché aquello pensé qué Joel se atrevería entrar sin embargo solo escuché sus voces alejándose y eso me hizo preguntarme ¿porque no se habían atrevido a entrar? Decidí esperar un poco más a que estos se alejaran cuando una muy débil y cansada vos la cual arrastraba las palabras dijo “¿Eres un explorador?”

La voz me tomó por sorpresa haciendo que casi saliera corriendo, sin embargo la idea de lo que me esperaba afuera me aterrorizaba un más qué aquella voz, en mi mente pensé qué de querer hacer algo, había tenido la oportunidad desde que entré al túnel, entrecerraba los ojos al mismo tiempo que camine para poder ver mejor a lo que sea que me estuviera hablando, saqué la pequeña linterna de mi mochila, está tenía una genial forma de nave espacial la había encontrado en una caja de cereal.

“Por favor, no hagas eso, hace tanto tiempo que no veo la luz que ahora me lastima.” Pude escuchar mientras se escuchaban sus pasos en el agua sucia retroceder. “¿Quién eres?” Cuestioné dejando de alumbrar. “He tenido muchos nombres a través de los años, algunos no se molestaron en nombrarme.” Respondió la cansada voz “¿Quiénes?” Pregunté curioso. “Me encantaría responder todas tus preguntas, pero estoy demasiado débil incluso para eso, no he comido nada en mucho, mucho tiempo” Sin pensarlo demasiado saque la barra de chocolate que guardaba en mi bolsillo. “Esto es chocolate, es muy delicioso.” Decía acercándole la barra. “los comerciales dicen que te da energía incluso cuando…” Escuche unas lejanas voces pero estas no eran las de Joel y sus amigos eran voces adultas, una parte de mí quería salir del ducto, después de todo Joel no sé atrevería a hacer nada con ningún adulto cerca pero también quería quedarme con aquella voz, por alguna razón no se me hizo extraño qué una criatura parlante viviera en el desagüe.

Giré de nuevo la cabeza con dirección adónde se escuchaba la voz pero ésta no volvió a responder ninguna de mis preguntas por lo que luego de alumbrar un poco más decidí salir del ducto, durante la comida estuve apunto de decirle a mis padres sobre la voz, sobre como era que sabía que era un explorador y el que tenía hambre, tal vez incluso ellos sabrían qué hacer al respecto, sin embargo algo en lo profundo me detuvo, la frase “Jamás hables con extraños” retumbó dentro de mi.

«¿Aplica la misma lógica  para las voces dentro de la alcantarilla?» «“Podría tratarse de una zona gris», «o podrían prohibirme ir al bosque de nuevo y ahora permanentemente» después de todo tenía prohibido acercarme al bosque y mucho más a aquel túnel, algo en esta aventura en particular, sabía que me metería en problemas, hasta el día de hoy no estoy seguro si aquellos fueron pensamientos míos o no.

Al día siguiente, me preparé con todo lo que creí necesitar, había preparado un emparedado de crema de maní con jalea extra para mí almuerzo, al igual que mi botiquín de primeros auxilios que yo mismo había creado gracias a un programa de prevención en la televisión, si sea lo que fuera esa voz estuviera lastimada yo tenía suficientes banditas y vendas para curarla, después de todo parte de ser un gran explorador era ayudar a quien estuviera en problemas, inclusive el resto del día logré ignorar a Joel y sus amigos.

Mí apuro porque terminaron las clases sobrepasaba cualquier comentario hacia mí, apenas el timbre sonó dando fin a las clases corrí al bosque me detuve un momento en la entrada del túnel observando la oscuridad saqué la pequeña linterna y entre.

“Hola” Dije en un susurro no quería asustar a la voz pero sobre todo no quería llamar la atención si alguien llegaba a pasar por ahí, yo no tenía permitido ir a ese lugar, me adentre hasta donde había estado el día anterior pero no tuve mucho éxito, mire qué en el suelo estaba aún mi barra de chocolate, estaba sucia y mojada pero no estaba abierta.

“Hola explorador.” Respondió la débil voz, tomándome de vuelta por sorpresa. “¿No te gusta el chocolate?” Cuestione algo confundido y es que todos amaban el chocolate. “Yo no puedo comer chocolate” Respondió con cierto desánimo “¿Y un sándwich?” Dije comenzando a abrir mi mochila para sacar el sándwich pero me detuvo inmediatamente “Tampoco.” “Entonces ¿Qué es lo que comes tu?” Le cuestione. “Yo solía comer las ratas pero ahora son demasiado rápidas como para poder alcanzarlas.” “Ratas.” Respondí con un asco genuino y acercándome un poco más. “Así es… Aunque los insectos son más sencillos de atrapar.” Respondió adentrándose más al túnel. “Una vez vi en televisión a un gran explorador, el cual sobrevivía comiendo lombrices, insectos y todo lo que hiciera falta para sobrevivir ¿Eres como el?” Dije emocionado por conocer a un verdadero superviviente.

“Algo así.” Me respondió como si mi comentario de alguna forma le hubiera parecido gracioso “ puedes hacerme un favor?- Me dijo de luego de una breve pausa. “Claro.” Respondí casi enseguida. “Estoy muy débil para buscar mi alimento ¿Podrías traerme algo?” Dijo con aquella voz cansada y suplicante. “¿Ratas?” Cuestione de inmediato casi con negativa. “No, no tienen que ser ratas solo carné, no importa si ya no está vivo.”

Aquellas últimas palabras me desconcertaron un poco, sin embargo decidí correr a casa para buscar algo en el refrigerador, me asegure de ser lo suficientemente cauteloso para que mis padres no me vieran, tome una charola de carne y regrese a la alcantarilla tan rápido como me fui, estoy seguro que no me demore más de unos cuantos minutos, sin embargo antes de que pudiera siquiera decir que estaba de regreso, sentí las manos de la creatura arrebatándome violentamente la charola de mis manos, escuche como rasgaba con desesperación el envoltorio antes de comenzar a engullir la carne de forma desesperada.

“No deberías comer eso así… Incluso el explorador de la tele cocina la carne, dice que tiene muchas bacterias.” No podía escuchar nada más que la creatura masticando y tragando de forma escandalosa, inclusive pude escuchar como si este bebiera los restos de sangre de la charola, antes de comenzar a lamer los restos, el sonido de su lengua contra el unicel me hizo hasta cierto punto cuestionarme si hacía lo correcto al estar ahí y es que parecía disfrutarlo aún más que la carné misma.

“¿Puedo verte?” Pregunté “Tu no quieres verme soy horrible Por eso me escondo aquí porque cuando me ven ya no quieren ser mis amigos.” La voz parecía haber recobrado cierta energía pero ahora el tono de apagado sonaba más con melancolía lo cual me dio mucha tristeza si alguien sabía lo que era que nadie quisiera ser tu amigo era yo.

“Yo seré tu amigo no importa como te veas.” Dije intentando sonar amistoso. “¿Enserio?” Cuestionó la voz con alegría aunque pensándolo mejor sonaba más como si su plan hubiera resultado, aunque siendo un niño no logre identificar aquel tono.

“A mí también me molestan.” Dije para que esté confiará más en mí. “Joel y sus amigos son muy malos ¿verdad?” Respondió casi de inmediato como si estuviera preparado. “Mucho” respondí sin siquiera cuestionarme cómo es que él sabía de Joel.

“Yo puedo decirte cómo defenderte para que ya nunca vuelvan a molestarte.” Aquella voz cansada ahora sonaba como alguien apunto de cometer una travesura. “mi madre dice que nada se resuelve con violencia.” Respondí frenando sus ideas. “No es violencia, es defensa ni siquiera tendrás que hacer nada drástico, cuando llegue el momento solo tienes que dar un empujón.” Dijo con seguridad. “¿Un empujón?” Cuestioné con intriga, que podría hacer con un simple empujón me preguntaba. “Si, un ligero y pequeño empujón.” Dijo intentando convencerme. “No estoy seguro de que sea correcto.”

Al decir esto la creatura se acercó un poco más a mí, la luz de mi linterna la cual apuntaba directamente al suelo alumbro unos pequeños pies eran extraños y algo deformes con unas pequeñas garras, qué parecían como los de un gato solo que a estos les faltaba pelo en algunas zonas sobre todo entre los dedos, intenté no parecer asombrado después de todo se lo había prometido.

Caminó un poco más dejando ver más de él hasta que finalmente pude verlo por completo, su cabeza me hacía recordar a uno de mis personajes favoritos de videojuegos solo que este era negro y algo parduzco, de su cabeza emergía lo que creía era cabello pero hecho nudos, eran cómo grandes rastas dándole alusión a púas como un erizo, su cara era casi humana salvo por sus ojos los cuales eran negros como aceitunas y también estaba lleno de pelo, su nariz se movía de forma graciosa cómo la de un ratón, sus manos al igual que sus pies tenían pequeñas garras las cuales se veían débiles e incapaces de poder herir a alguien.

Shadow Historia De Terror

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Lo miré por algunos momentos hasta que abrió la boca para sonreír dejando ver muchos pequeños, puntiagudos y afilados dientes chuecos y amarillentos los cuales aún tenían restos de la carne, aquello me inquieto demasiado, pero no quería hacerlo sentir mal después de todo el ya me lo había advertido por lo que hice mi mejor esfuerzo por sonreír amistosamente y decir. “Eres simpático.”

Aquellas palabras iluminaron el rostro de la criatura como si fuera la primera vez que alguien lo llamara simpático. “Eres un gran explorador, no cualquier explorador puede encontrarme y por eso como buen explorador deberías nombrarme.” “¿Nombrarte?” Le cuestione. “¿no tienes un nombre?” “Todos los exploradores nombran sus descubrimientos tú eres un buen explorador ¿no es así?” Respondió rápidamente sin dejar de sonreír. “Si lo soy” Respondí de inmediato.

Lo miré detenidamente por algunos minutos antes de encontrar el nombre perfecto el nombre más espectacular qué se me pudo venir a la mente. “¡Shadow!” Exclamé con orgullo sabía que era un nombre excepcional para una criatura igual de excepcional y aunque no dijo nada estaba seguro de que le había gustado su nombre.

desde ese día iba después de la escuela con shadow, su aspecto fácilmente pasaba a segundo plano cuando pasabas el tiempo suficiente con el, sin embargo algo que sin duda no podrías ignorar era que con el pasar del tiempo este tomaba más fuerza, escalaba ágilmente los árboles dando como resultado el poder atrapar ardillas, pájaros y cualquier tipo de animal que este pudiera encontrar, aquello no era algo a lo que me pudiera acostumbrar por lo que para que esté no lo hiciera, compraba carne para después llevársela, una vez trate de cocinarla pero esto pareció no agradarle por lo que decidí no volver a hacerlo, Shadow rápidamente se convirtió en mi mejor amigo en todo el mundo aunque casi no salía del túnel salvó cuando yo era muy insistente, cuando lo hacía intentaba estar oculto y podía entenderlo, una criatura tan extraña como shadow sería cotizada por la comunidad científica, querrían atraparlo para hacer experimentos y tratarlo como una rata de laboratorio o al menos eso es lo que siempre veía en los programas de televisión, yo no quería eso para mi amigo, y era la misma razón por la que jamás le conté a mis padres o a nadie sobre Shadow, sabía que ellos no lo entenderían, eran adultos y si algo había aprendido en mis escasos 10 años de vida era que los adultos muchas veces no entienden, harían qué se llevarán a shadow o simplemente me prohibirían volver a verlo, esas fueron las palabras de shadow y yo sabía que él tenía razón además ya les había dicho mis padres que tenía un nuevo amigo, no era mentira después de todo.

Faltaban pocos días para las vacaciones de Navidad el otoño ya había hecho caer todas las hojas delos árboles y arbustos por lo que shadow no podía ocultarse tan fácilmente así que yo solía sentarme fuera del túnel y solo hablar con shadow.

Aquel día había sido particularmente horrible, Joel me había quitado mi almuerzo y había empujado al baño de niñas diciendo que yo era una niña, sin mencionar que mis padres me habían dado la noticia de que nos mudaríamos de nuevo, durante las vacaciones de Navidad, aquello me puso muy triste ya que no quería dejar a shadow atrás, yo sabía que nos iríamos de ahí tarde o temprano, solo que está vez se sentía diferente.

Le relataba todo esto shadow salvo lo de la mudanza, no quería que se pusiera triste durante los últimos días que nos quedarán juntos. mientras dibujaba con una rama en la tierra. “Siempre te quejas de Joel pero nunca haces nada para defenderte.” Respondió shadow con algunos trozos de carne en la boca. “No puedo hacer nada para defenderme ellos son tres además son más grandes.” Dije justificando mi gran cobardía. “Eso sólo son excusas absurdas.” Respondió Shadow tragando. “Yo te lo dije si tú quisieras podrías defenderte y no necesitarías nada más que un empujón.” “¿Cómo es que con un empujón lograría ganarle a los tres?” Le Cuestioné para que me dejara tranquilo. “Lo sabrás cuando lo veas.” Dijo con aquel tono de voz juguetón que bien sonaba aterrador algunas veces. “Está bien.” Cedi ante su oferta. “¿Qué es lo que tengo que hacer?” “Oh. lo sabrás cuándo sea el momento.”

Su voz sonaba más tétrica de lo usual pero no quise tomarle mucha importancia ni siquiera creí que fuera hacer algo en realidad después de todo no podía salir del túnel, no podría hacer mucho desde ahí adentro, aún así decidí no indagar más, me levanté y despedí de Shadow, mamá me había dicho que no debía estar afuera tanto tiempo cuando hiciera frío así que me fui a casa.

El último día de clases antes de las vacaciones de Navidad, todos los alumnos y profesores nos encontrábamos ansiosos del final del día, mientras caminaba por el segundo piso a mi mente vino la conversación con Shadow, la cual no había vuelto a tocar desde aquel día, pensé en que ese día era mi última oportunidad de venganza me mudaría de ese lugar durante las vacaciones por lo que era ahora o nunca, sumido en mis pensamientos me tope directamente con el carrito del intendente, fue entonces cuando escuché la risa de Joel y sus amigos los cuales estaban subiendo las escaleras, sabía que en cuanto estuvieran arriba buscarían la manera de meterme en un bote de basura “Solo hará falta un ligero empujón” escuché dentro de mi cerebro la voz inconfundible de shadow, por mi mente paso la caricaturesca escena de ellos siendo derribados por el carrito de intendencia como si se tratara de pinos de boliche, por lo que sin pensarlo más empujé suavemente aquél carrito, este tomo una velocidad que en realidad no esperaba llegando al borde de la escalera justo antes de que Joel y sus amigos subieran completamente, haciendo así que estos perdieran el equilibrio y rodarán escaleras abajo, teniéndome a mi como único espectador, el único testigo de como todos se rompieron el cuello en la caída, al igual que muchos otros de sus huesos.

Aterrorizado baje rápidamente las escaleras, dejando aquella espantosa escena atrás, ni siquiera me importó esperar al final de las clases solo corrí hasta el desagüe. “¡Shadow!” Grité desde la entrada. “Que te dije amigo.” Escuche su voz desde un árbol este tenía en sus manos una ardilla sin cabeza. “Solo hacía falta… Un empujón.” Dijo comiendo el resto de la ardilla “No. Eso no era lo que yo quería, porque me hiciste hacer eso.” Dije con la voz quebrada y llanto en los ojos. “Eso no es muy agradecido de tu parte.” Dijo con cierta indignación. “Yo no quería matarlos.” Dije llorando. “Pero no fuiste tú, fue el carrito y la torpeza de sus propios pies, tienes que relajarte nadie te vio, confía, mí pequeño y valiente explorador.” El rostro de shadow se deformaba en una grotesca sonrisa mientras reía de una forma espantosa la cual nunca lo había escuchado reír, aquello me aterrizó y corrí a casa.

Cuando los cuerpos de los tres chicos fueron encontrados todo se redujo a un muy desafortunado accidente, el carrito había rodado por si mismo justo cuando los chicos subían las escaleras, no había más que decir al respecto, por mi parte no dije nada a nadie, tampoco volví al desagüe, el miedo de volver a encontrar a shadow desapareció el día en que nos mudamos. Por muchos años traté de convencerme que aquella extraña creatura solo había sido parte de mi imaginación, la imaginación de un niño solitario que necesitaba un amigo y que aquel accidente, había sido solo eso un accidente desafortunado, pero hoy mi hijo volvió a casa luego de una excursión al bosque con un no muy agradable mensaje para mí, el había hecho un nuevo amigo el cual decía conocerme, al preguntarle incrédulo y siguiendo el juego a su gran imaginación cual era el nombre de su nuevo amigo me estremecí al escuchar el nombre de Shadow.

Autor: Canek Hernández

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