Quiere A Mi Bebé 2022

quiere a mi bebe (1)

Quiere A Mi Bebé 2022

Quiere a mi bebé… Compré una casa en un fraccionamiento nuevo, rumbo al Salto, en Jalisco. La ubicación me quedaba un poco retirado de mi trabajo, pero fue lo que alcancé a comprar con mis puntos de INFONAVIT. Era una casa pequeña completamente nueva.

En un lugar así, uno jamás se imaginaría que en un sitio donde no ha vivido persona alguna, donde los muros jamás han presenciado peleas o agresiones, pudiera llegar a estar embrujado, pero ahora se que los fenómenos paranormales no respetan ni el tiempo, ni el espacio.

Estaba muy emocionado cuando adquirir la propiedad, no era una casa muy grande, pero era mía, ademas con mi esposa esperando nuevo bebé, nos hacía mucha ilusión prepararle su habitación.

La casa nos la entregaron sin protecciones ni piso, yo se de construcción, por lo que me puse a realizar las reparaciones que hicieran falta.

Mientras le realizaba las mejoras a la casa, jamás encontré algo extraño, nada relacionado con brujería, tampoco me ocurrió nada extraño.

Cuando al fin estuvo todo listo, nos fuimos a vivir a la casa, así por las tardes nos dedicábamos a arreglar la habitación del bebé.

Fue en ese momento en el que comenzamos a notar cosas extrañas.
Una vez mientras colocábamos un estante de pared, la bolsa de tornillos desapareció de la caja de herramientas, cosa que fue muy extraña, pues en la casa solo estábamos mi esposa y yo, aparte acabamos de comprarlos en la ferretería.

Tuvimos que volver a comprar tornillos, pero esta vez los guardé en mi bolsillo.
Esa noche, mi esposa se despertó a las cinco de la mañana llorando, me dijo que tuvo una pesadilla terrible, en la que un hombre enano, le sacaba el bebé y se lo robaba. Yo la consolé diciendo que solo fue un sueño.

Me quede abrazándola hasta que se calmó, entonces, comenzamos a escuchar un sonido en la sala, parecía el ronroneo de un gato.

Me fui a asomar pensando en que tal vez un gato se metió a la casa por la ventana de la cocina, ya que siempre la dejábamos abierta.

Estando allí no vi nada y el sonido fue sustituido por una vocecita. No pude evitar soltar una maldición, en eso una pequeña ventana que daba a la cocina, se cerró de golpe, lo cual fue mas raro aun, pues esa ventana es corrediza, no existía manera en la que el viento pudiera haberla cerrado.

Debido a la fuerza con que se cerró la ventana, el cristal quedo estrellado.
Nos regresamos a dormir, ya no percibimos nada extraño por esa noche.

Al día siguiente tuve que irme a trabajar, mi esposa se quedo fabricando algunos adornos para el cuarto del bebé.
En la fábrica en la que trabajo, no nos dejaban usar celular.

Cuando salí, de inmediato cheque las notificaciones, tenia varios mensajes de mi esposa, primero me decía que sentía miedo de estar sola en la casa, después mencionaba que no dejaba de escuchar una pequeña vocecita en una de las alacenas.

En el ultimo mensaje me decía que se iría a casa de su madre, que pasara por ella allá, porque no pensaba estar sola en la casa.

Total que me fui a casa de mi suegra y una vez allí, mi esposa no quiso irse, así que nos quedamos esa noche.
Regresamos hasta el fin de semana, mi esposa se veía mas tranquila, incluso pensaba que todo lo extraño que escucho en la casa, fue a causa de su embarazo.

Yo por mi parte, no sentía nada de regresar a la casa, le repetía a mi esposa, que la casa era nueva y no existía algún antecedente que provocara la presencia de fantasmas o seres sobrenaturales.
Mi suegra le regaló un cristo, para que lo pusiera en la puerta de la entrada, a modo de protección y también un rosario, este debía de ponerlo bajo su almohada, así estaría protegida en sus sueños.

Antes de irnos, mi suegra me dijo sin que se diera cuenta mi esposa, que teníamos que cuidar al bebé, pues ella creía que los seres de oscuridad son atraídos por la luz de los recién nacidos y era muy probable que algo maligno estuviera siguiendo a mi esposa.

La familia de mi esposa es muy creyente de la brujería y esos temas.

Pasamos algunas semanas sin mayor sobresalto, lo único que notábamos, era que algunas veces desaparecían cosas, cosas que incluso manteníamos guardadas en cajones. Era extraño.

De un día para otro los acontecimientos extraños continuaron, mi esposa amaneció con unos feos moretones en el abdomen. Esto nos alarmó mucho por lo que fuimos al medico de inmediato.

Le realizaron varios estudios, pero no había alguna razón por la que se le formaran esos moretones, solo que fueran causados por golpes. Gracias a esta suposición, nos interrogaron para ver si mi esposa no sufría violencia por mi parte. Obviamente jamás nos hemos peleado de esa forma.

Regresamos a la casa confundidos por esas marcas, la única explicación que nos dábamos, era que tal vez algún insecto pudo haberlas causado.

Compramos un colchón nuevo, tiramos todas las sábanas y mandamos fumigar la casa, esto nos obligó a pasar un par de noches en casa de mi suegra.

Durante esos días yo tuve la misma pesadilla que mi esposa. Veía a un hombrecillo entrar por la ventana, después se acercaba a mi esposa e intentaba abrirle el abdomen con una pequeña navaja.

Despertaba siempre exaltado y bañado en sudor, pero una vez que veía que estábamos en la sala de la casa de mi suegra, lograba calmarme.

Curiosamente durante esos días mi esposa no tuvo ninguna pesadilla.
Cuando estuvimos de vuelta en casa, encontramos varias de las cosas que se nos habían perdido, entre ellas se encontraban, un peine de mi esposa, unos tornillos, algunos juguetes de bebé, todos estaban amontonados en la sala de la casa.

La ventana junto a la cocina, misma que reemplacé semanas antes, estaba rota de nuevo.

Quiere A Mi Bebé

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Mi esposa se puso nerviosa ante este hecho, así que para tenerla tranquila, me puse a cambiar las chapas de las puertas de inmediato.

No duraríamos ni una noche mas en esa casa.
Cerca de la una de la madrugada, empezamos a escuchar mucho ruido en la cocina, mi esposa se despertó espantada y me pidió que fuera a revisar de inmediato.

Corrí a la cocina, entonces escuché dentro de la la alacena una voz, que decía claramente palabras como: denme al bebé, van a morir todos; decía eso, entre muchas maldiciones y groserías.

Era una voz chillona, horripilante, lograba exaltar los nervios.

Me armé de valor, tome un cuchillo de la cocina y abrí rapidamente la alacena de donde provenía la voz. No encontré nada a primera vista, así que me puse a mover todo lo que estuviera dentro, mientras lo hacía, mi esposa lanzo un grito.

Sin pensarlo dos veces, corrí de vuelta a la habitación. Allí estaba mi esposa arrinconada en la cabecera de la cama, apuntaba en dirección del clóset.
Me apuré a abrir la puerta corrediza del clóset, dentro sonaban muchos golpes.

Les juro que lo que vi es verdad, mi esposa y yo lo vimos. Era un hombrecillo, de menos de un metro de altura, estaba vestido de manera anticuada, era completamente calvo y su rostro es algo que no lograría describir, pues jamás he visto algo tan horroroso que se le compare, solo diré que su cara no podía ser la de un ser humano.

El hombrecillo salió corriendo del clóset y yo brinque a la cama junto a mi esposa.

Se que fui muy cobarde al actuar así, pero fue mi primera reacción. Mi esposa saco el rosario debajo de la almohada y se puso a rezar el credo, el hombrecillo se nos quedo viendo y comenzó a bailar y dar piruetas en el aire, era como si se burlara de nosotros, era un espectáculo aterrador, sin duda lo mas horrible que he visto en toda mi vida.

Yo también me puse a rezar junto con mi esposa, con el cuchillo que aun traía en la mano, marqué la señal de la cruz en el aire, entonces el hombrecillo se volvió a meter en el clóset.

Nos quedamos rezando un rato mas, hasta que ya no escuchamos nada dentro del clóset.
Sin pensarlo dos veces, tomamos nuestras cosas y nos fuimos de allí.

Lleve a mi esposa a ver a un sacerdote, que le dio unas oraciones para alejar al mal, también se ofreció a ir a bendecir la casa, y aunque así lo hicimos, mi esposa ya no quiso vivir en esa casa.

Mi hijo nació sin complicaciones, tuvimos que vivir un tiempo con mi suegra, hasta que logré traspasar la casa.

Compre una casa usada, hasta la fecha es donde vivimos y jamas nos ha ocurrido algo extraño de nuevo.
Ignoro si los nuevos dueños habrán visto a ese hombrecillo acechando en las noche.

No sabría decirles, si esa criatura habitaba en esa zona o si solo seguía a mi esposa, por el bien de la familia que habita actualmente esa casa, espero que con la bendición del padre, ese ser haya sido ahuyentado para siempre.

Autor: Mauricio Farfan

Derechos Reservados.

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