La Bestia En El Río 2023
La bestia en el río… Desde hace mas de diez años que practico el ciclismo de montaña como hobby.
Somos varios los chicos que salimos cada fin de semana a un destino distinto, nos gusta ir sobre todo a aquellos parajes alejados, dentro del cerro, entre mas complicada sea la rodada mejor.
Durante todo el tiempo que tenemos rodando, nos hemos encontrado con varias historias interesantes, nos ha tocado sobre todo encontrarnos con animales salvajes, cosa que en mas de una ocasión nos ha obligado a regresar a toda velocidad en dirección a la camioneta en la que transportamos las bicicletas.
No obstante, ninguna aventura que hayamos tenido se compara a lo que nos ocurrió el año pasado.
Decidimos visitar un lugar que no conocíamos, somos originarios de Tesistan, Jalisco, y nuestras rodadas siempre eran cercanas a esa zona, rodábamos sobre todo en Palo Gordo y la Mesa de los Indios, pero después de un rato, nos enfadamos de visitar los mismo lugares.
Mi amigo que es el que tiene la camioneta, fue el que propuso que fuéramos a una presa abandonada.
La verdad soy malisimo para aprenderme las direcciones, por lo que no puedo dar la ubicación exacta del lugar, solo recuerdo que para llegar a esa presa, tuvimos que atravesar varias propiedades y aparte cruzar un río.
Yo creí que llegaríamos a una presa, tal como las conocía, pero esta no se veía artificial, mas que una presa, parecía como un cráter lleno de agua.
Un amigo me explicó que el lugar se veía así, por tantos años que llevaba abandonado.
A mi el lugar me encanto, sin embargo sentí algo extraño apenas llegamos.
Sentía como si algo nos estuviera observando en la parte mas alta de la presa, sobre todo cuando bajábamos por unas escaleras.
Quizás piensen que después de haber tenido encuentros muy cercanos con algún puma o gato salvaje, ya es natural sentirse observado, pero no era el caso, me sentía raro, no sabría como explicarlo.
Vimos la presa por un rato y después regresamos a la parte alta, a andar en bicicleta, no tardamos en toparnos con el rio que alimentaba esa antigua presa. El lugar apestaba a agua estancada, algo raro, pues el rio corría sin detenerse y el agua lucia cristalina.
Seguimos el río por un largo rato, hasta llegar a una zona donde el nivel del agua era mas bajo, entonces decidimos cruzar hacia el otro, pues las llantas de las bicicletas alcanzaban a moverse sin problema.
Una vez que estuvimos del otro lado, no supimos como, pero uno de los muchachos se cayó de la bici al cruzar, ocasionando que se torciera una pierna, mientras que los demás notamos que teníamos la llantas ponchadas.
Revisamos la pierna de mi amigo, se veía mal, de color negro, pensamos tendría un esguince o que se la había roto, algo extraño era que la parte donde se localizaba la herida, no parecía simplemente un moretón, pues tenia la carne expuesta y sangraba, ademas el decía que algo le había mordido.
Todos volteamos a ver en dirección al rio, esperábamos ver alguna caimán o algo así, pero no encontramos nada, solo unos huesos de algún animal grande, no sabría decir si eran de una vaca o un caballo.
Uno de los chicos nos gritó para que miráramos en dirección hacia una pequeña elevación del otro lado del río. Sobre ese montículo estaba parado un extraño sujeto, nos miraba fijamente, a mi me dio mala espina, se veía raro en todo sentido, su vestimenta no era normal, llevaba una gabardina muy anticuada y larga, aparte su rostro parecía mas una máscara que la cara de una persona.
Dos de los muchachos tuvieron la gran idea de pedirle ayuda al extraño, yo intente callarlos, pero era demasiado tarde, el sujeto se movió de manera antinatural, llego hasta la orilla del rio y se quedo parado mirándonos.
Todos quedamos espantados ante ese extraño hombre, lo único que hicimos, fue ponernos de pie y ayudar al chico con la herida en la pierna. En eso el hombre comenzó a caminar hacia atrás y desaparecía detrás de unos arboles.
Nos quedamos sorprendidos ante lo que acabábamos de ver, no tenia sentido la forma en que se movía ese extraño sujeto. Algunos de los chicos decían que quizás se trataba del mismísimo demonio.
Rapidamente parchamos las bicicletas. Algunos chicos volvieron a la camioneta en las bicicletas, para ver si podían traer la camioneta, mientas que otro chico y yo nos quedamos cuidando a mi amigo, que tenia la pierna herida.
Yo no me sentía tranquilo, mantenía esa sensación de que alguien nos estaba observando y creía que ese extraño sujeto que vimos del otro lado del río, volvería en cualquier momento. Decidimos alejarnos unos cuantos metros del río.
Entonces, del otro lado del rio apareció un extraño animal, parecía una mezcla entre un puma y un coyote, pero mucho mas grande.
El animal caminaba de un lado a otro, pero no se atrevía a cruzar el rio, cada cierto tiempo bufaba. No sabría decirles a ciencia cierta que clase de animal era, era demasiado extraño. Todos sentimos miedo del animal, que parecía vernos, pero por algún motivo no se animaba a cruzar el rio.
Uno de los muchachos tuvo el atrevimiento de acercarse al río, yo le sugerí que no se acercara a ese animal, pero el dijo que era muy probable que el animal le tuviera miedo al agua y por eso no cruzaba.
No paso ni un par de minutos cuando estaba de regreso lloriqueando. Nos dijo que el animal tenia rostro humano, yo le dije que eso no era posible, el insistió, así que voltee a mirar al animal, pero este se había ido.
La Bestia En El Río
Minutos después, vimos de nuevo al extraño sujeto de nuevo sobre la pequeña colina.
Yo sentía mucho miedo, les dije a los muchachos que era muy probable, que ese hombre y la bestia fueran la misma cosa.
El chico de la pierna herida comenzó a llorar, nos pedía que nos lo lleváramos de allí, que no quería caer presa de un nahual. Esta palabra a mi se me hizo muy curiosa, pues no conocía mucho sobre el tema, solo sabía que las personas creían que estas criaturas eran brujos con la capacidad de transformarse en animales, pero, aunque deseaba saber mas, al igual que mi amigo, me sentía muy asustado y mas bien pensaba que ese hombre era el diablo.
Lo único que se me ocurrió hacer para tranquilizarme y tranquilizar a los demás, fue ponerme a rezar, a ver si de esa manera aquel hombre desaparecía. Los demás se pusieron a rezar también, pero las oraciones no causaron ningún efecto en aquel hombre, que para nuestro asombro, comenzó a caminar en cuatro patas, no era como si uno imitara a un animal, su movimiento era natural, como si sus piernas se encogieran o cambiaran de forma, no sabría como explicarlo, era muy extraño.
En esta ocasión el hombre si se acercó mucho al río, yo sentí que me iba a desvanecer del miedo, no había manera en que pudiéramos correr, teníamos que cuidar a mi amigo.
El extraño sujeto cruzó el río y lo único que se me ocurrió, fue pedirle al otro chico que ayudáramos a mi amigo a ponerse en pie.
Mi amigo lloraba del dolor, pero caminamos lo mas rápido que pudimos, sin mirar hacia atrás, escuchábamos las pisadas del hombre, sentía miedo de que en cuanto volteáramos estuviera convertido en animal y se nos echara encima para tragarnos vivos.
No se cuanto tiempo habremos caminado, tengo lagunas mentales en cuanto a lo que sucedió, solo recuerdo que cuando menos lo esperamos, nos encontramos con la camioneta.
Fuimos directamente a una cruz verde, donde atendieron a mi amigo, a quien por cierto, tuvieron que poner una vacuna contra la rabia, pues según los médicos, la herida que tenia en la pierna, era una mordida de algún animal grande.
Ni de broma hemos vuelto a ese lugar, de hecho después del incidente, solo salimos a lo cercano y algunos de los chicos, incluyendo al de la herida, ya no volvieron a salir.
A veces platicamos acerca del hombre que vimos, todos concordamos que se trataba de un nahual, pero ninguno de nosotros logramos explicarnos porque no nos atacó directamente, no tenia sentido.
Yo pienso que la criatura no tenia hambre, sino mas bien quería que nos alejáramos de su territorio, por eso solo ataco a uno de nosotros.
Hasta la fecha es lo mas extraño que me ha ocurrido en una rodada.
Autor: Mauricio Farfan
Derechos Reservados.
Deja un comentario