Los Brujos Historia de Terror
Hace algunos años, mi ex pareja estuvo trabajando de taxista con unos señores que practicaban brujería de cualquier tipo, desconozco que tipos de nombres tengan, pero nosotros los denominamos “los brujos”; ellos desde un inicio fueron muy buenos conmigo Los Brujos Historia de Terror, ambos eran homosexuales, y todos sus ayudantes eran hombres; normalmente salíamos más con el más joven de ellos, ya que mi ex en sus viajes siempre procuraba ir por mí a la escuela o trabajo y después yo lo acompañaba con ellos, el brujo era muy bueno conmigo y cada que salíamos, me compraba algo aunque yo le dijera que no era necesario. Nosotros no teníamos mucho tiempo que nos habíamos casado y todo iba muy bien, en algunas noches, mi ex se levantaba de madrugada para ir a dejarlos a ciertos lugares que necesitaban para hacer sus “trabajos de brujería” y regresaba rápido, le dije muchas veces que no me gustaba que hiciera eso, pero él insistía que le pagaban muy bien en esos viajes y que él se quedaba en el carro en lo que los brujos se bajaban y hacían lo demás. Después de eso, en las noches cuando él no estaba, yo no podía dormir, entraba un miedo inexplicable en mí, que me enchinaba la piel y comenzaba a llorar, desde que se iba hasta que regresaba, la pasaba llorando como si fuera una niña pequeña y no sabía el porqué, pero no era capaz ni de levantarme a encender la luz del miedo que tenía, siempre encendía la televisión y esperaba a su regreso. Yo sabía que algo andaba mal, decidí contarle a mi suegra la situación, y me dijo que tal vez su hijo llevaba algo malo a la casa cuando él salía por la madrugada, así que él dejó de ir con ellos por un tiempo a sus viajes de noche, pero este continuó, cuando él llegaba tarde a casa, era lo mismo, no podía dormir, y siempre lloraba del miedo hasta que lo escuchaba llegar. Nosotros vivíamos en casa de mis papás, un día nos quedamos los dos solos en la casa, estábamos acostados viendo películas, cuando escuchamos que me llamaban de abajo, me levanté, salí del cuarto para asomarme en las escaleras, pero no había nadie, baje para revisar si era alguna broma de mi hermana (porque fue su voz) pero no había absolutamente nadie, él revisó todos los cuartos y nada. Así transcurrieron los meses, todo era igual, en dos ocasiones más escuchamos mi nombre nuevamente y no era nadie, yo seguía con miedo en las noches y llorando hasta que escuchaba su carro entrar, era cuando me calmaba. Algunos días, cuando llegábamos en las noches a la casa, él veía una mujer en la puerta de la entrada, que es de cristal y se logra ver hacia dentro, pero yo nunca la vi. En esas noches, mi mamá siempre dejaba una veladora encendida debajo de un altar, y se lograba ver la luz por debajo de mi puerta y en algunas ocasiones llegué a ver sombras pasar, y no era nadie de mi familia, ya que todos estaban dormidos. Con el tiempo mi ex pareja y yo discutíamos mucho, lo cual de novios nunca lo hacíamos, discutíamos por todo, por lo más mínimo que fuera, así que fue inhabitable la separación, no terminamos mal, pero cada noche fue lo mismo conmigo, solo lloraba, pero ahora hasta quedarme dormida, empezaba a sentirme muy débil y seguía escuchando mi nombre en algunas ocasiones, la misma voz de mujer. Un día mi mamá estuvo limpiando mi habitación cuando yo estaba trabajando, y encontró unas bolsitas con varias semillas, cabellos y una imagen que desconoce de que era entre telas rojas y negras, ella me lo describió, yo nunca las vi, pues decidió tirarlas. Después de que me lo dijo y yo le pregunté a mi ex porque las había llevado a la casa, él me dijo que los brujos se las dieron y que era solo para seguridad y protección, obviamente me enojé y no lo creí, pero mágicamente esa noche no tuve miedo, ni lloré, y no tuve la necesidad de dormir con la televisión encendida, ya no escuché nunca más mi nombre ni vi las sombras bajo la puerta. No sé con qué motivo lo hicieron, ni la razón, pero espero nunca más tratar con personas que se dedican a ese tipo de trabajos. Pero hoy en día, no puedo dormir sin una lámpara pequeña encendida.
Autor: Anónimo
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