La Venganza, Historia De Terror 2023

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La Venganza, Historia De Terror 2023

La Venganza, Historia De Terror… Prefiero mantener mi nombre en total anonimato, ya que puede haber personas que quizá tengan interés en que esto no se cuente. Yo llevo escuchando las historias de este canal desde el año pasado, me gusta el trabajo que hacen con las historias, y es por eso que decidí contar por este medio todo lo que ocurre en la colonia donde vivo.

Mi casa, que fue de mis padres y también de mis abuelos, está a las orillas de los cerros, en la delegación de Iztapalapa, entre Xalpa y Tenorios. Toda mi vida he vivido aquí, y aquí será donde vivirán mis hijos.

Ciertamente no es el mejor lugar para crecer, ocurren muchas cosas extrañas, y creo, apostaría, a que esta colonia está maldita, debido a una venganza.

Todos los vecinos lo saben, es solo que no tenemos otro lugar a donde ir, cada día las cosas están más caras y la cosa se pone difícil, yo sé lo que es no tener nada para comer, pero nada, nada, ni una tortilla dura con sal.

Es por eso que en lo último que pienso es en comprar una casa, no hay con qué. No soy muy devoto, pero sí tengo fe, sobre todo a San Benito, aquí él es el único que nos puede proteger.La colonia está cerca de varios cerros, y hasta de volcanes, no sé si están activos, pero aquí están cerca.

Aquí hay un cerro al que se le conoce como el Cerro de las Tres Cruces. También hay un parque natural a menos de una hora, la verdad es que nunca he ido. Hay varias formas de acercarse a la colonia, puede ser en combi, en micro, y también está la Línea 2 del cablebús. Siendo sincero, jamás he usado esa última opción, las alturas no me gustan.

Doy todos estos datos por si algún curioso quiere venir a comprobar todo lo que voy a contar, claro que, yo no se los recomiendo, de hecho, si yo pudiera vivir en otro sitio, jamás me acercaría a esta colonia. Aquí ocurren todas y cada una de las cosas que se puedan imaginar, creo que hasta faltan palabras en el diccionario para describir todos los terribles fenómenos paranormales que he tenido que atestiguar desde hace décadas.

Es más, mi hijo actualmente está estudiando en la Secundaria Técnica Número 110, y dice que él y sus compañeros de ves en cuando se reúnen, en un punto específico de la escuela donde se supone que está enterrada la tumba de una bruja.

Pero bueno, hay que ir al inicio, todo comenzó hace demasiados años, mis abuelos y mucha de la gente anciana que vive por aquí, cuentan que cuando ellos eran niños en la colonia había una iglesia, pero no era una iglesia cualquiera, se trataba de La Iglesia de las Brujas.

Durante décadas la gente tuvo que soportar que cada noche las brujas bajaran de los cerros y se reunieran en aquella iglesia profana. Se sabía que era una Iglesia de Brujas porque las reuniones siempre eran en la madrugada, y del interior del recinto salían cantos macabros.

Además, las puertas siempre estaban abiertas, la cuestión es que jamás se vio a nadie entrar ni salir, ese lugar siempre estaba totalmente vacío, y aún así se podía escuchar como adoraban a Satanás ahí dentro.

Su mera existencia era una blasfemia contra Dios, en varias ocasiones los vecinos acudieron a las autoridades, tanto gubernamentales como eclesiásticas. Pero todos se negaron a brindar ayuda.

Quizá porque no creían que fuera cierto, o quizá porque de alguna forma estaban relacionados. Ya saben, siempre ha existido el rumor que la gente poderosa, sin importar su rubro, está relacionada con las energías oscuras y los seres que las representan.

En fin, el punto es que, como era de esperarse, un día la gente se cansó de aquella espeluznante situación, y, en un acto de auténtica desesperación, todos los vecinos se reunieron y, utilizando cualquier herramienta que tenían en su casa, fueron a destruir aquella oscura cede de las brujas.

Al darse el desmantelamiento de aquel oscuro solo salieron a relucir cosas más terribles de las que la gente se podía imaginar, pues entre los muros encontraron al menos 3 cuerpos. Claro que las brujas no lo iban a tomar por las buenas, así que se desató el caos, en una sola noche desaparecieron más de 15 personas.

Algunos cuerpos fueron encontrados y otros no, las brujas los habían matado, esa fue la amenaza que lanzaron a todos los habitantes de la colonia, eso fue lo que me contaron mis abuelos. Las cosas no mejoraron con el paso de los años, aún cuando yo era niño de vez en cuando las brujas se llevaban a alguien, cuando eso ocurría el rumor rápidamente llegaba a cada uno de los vecinos.

Recuerdo que en una ocasión, yo era muy pequeño, una mujer había sido maldecida por una bruja, algunos que llegaron a visitar a esa mujer decían que se ponía a levitar y cosas muy intensas. Esa señora, en aquel entonces, trabajaba cerca de donde ahorita se encuentra el Mercado Cytlali, nunca se supo cual fue la razón exacta por la cuál fue víctima de la maldad de una bruja.

Algunos dice que fue porque su papá, o su abuelo, fueron de los que, con sus propias manos, habían derrumbado la Iglesia de las Brujas muchos años antes. Fue tanto el revuelo que se hizo que el clero ordenó al sacerdote de la iglesia más cercana que acudiera para tener certeza de qué era realmente lo que estaba sucediendo.

El cura pertenecía a la Parroquia de San Judas Tadeo, a día de hoy ese padre ya está muerto, en aquel entonces ya era un señor mayor. El padre estuvo en la casa de la señora poseída, le hizo algunos rezos, la mujer no lo tomó nada bien y terminó agrediendo físicamente al sacerdote, hasta sangre le sacó.

El sacerdote no podía hacer mucho, solo dejó un amuleto extraño en la casa, era un péndulo, una especie de piedra que estaba atada a un cordón de color morado. Fue todo muy raro. La iglesia jamás volvió a enviar a nadie, y la señora terminó muriendo. Masomenos por esas fechas comenzó una oleada de ataque a niños.

Para poder meterse a las casas, las brujas se convertían en humo, dormían a los padres, luego se dirigían al cuarto de los pequeños. Les hacían pequeñas cortadas que no eran letales pero que les causaban mucho dolor, les succionaban un poco de sangre y luego se iban.

Había ocasiones que directamente se llevaban a los niños, se los llevaban hasta las cuevas y ahí los devoraban, esto se sabe porque cuando las familias iban a buscar a los infantes solo encontraban sus ropas. El centro médico más cercano es el Hospital General Dr. Juan Ramón de la Fuente. Bueno, algunos vecinos me han contado que en una ocasión una bruja fue a parar al hospital.

Esa cosa había intentado llevarse a una niña, la familia pudo evitarlo, y cuando la cosa esa intentaba escapar alguien fue por su arma y le pegó 3 tiros. No tengo claro cómo se supone que la moribunda bruja fue a parar al hospital, pero el punto es que murió dentro de las instalaciones médicas, bueno, se cuenta que en el piso en el que esa cosa murió ocurren cosas que no tienen explicación lógica.

Aquel incidente le puso fin a la oleada de desapariciones de infantes, claro que solo hubo calma por un tiempo, las malas vibras por aquí son muy densas. Es precisamente debido a tanta mala vibra que en la colonia abunda la gente que presume tener conocimientos y habilidades sobre naturales.

Conozco gente que practica la santería, el satanismo, incluso hay un par que hacen trabajos utilizando una cosa que se llama Palo Mayombe, no tengo idea de qué significa eso. Es más, hay una doña que tiene un altar a la Santa Muerte, esa señora es la más loca de por aquí.

Toda esta gente hace cosas que son, por decir lo menos, peculiares. Leen el café, pasan noches enteras haciendo oración dentro de los panteones, sacrifican animales usándolos como combustible para iniciar fogatas, hasta dicen que pueden purificar el alma. Yo jamás he requerido ningún trabajo de ese tipo, mis padres me enseñaron a rascar la tierra con mis propias uñas, sin recurrir a trampas ni mañas.

Lo que sí, y esto lo afirmo porque lo llegó a hacer una muchacha de mi cuadra, es que hay mujeres, jóvenes sobre todo, que entregan a sus hijos a esta gente para que los ofrezcan al fuego a cambio de mucho dinero. Y, aunque parezca mentira, tres días después de que mi vecina lo hizo, un señor, empresario, muy importante, se la llevó, no me consta que se hayan casado, pero sí se fue con él y jamás volvió.

Otra cosa que es bastante común por aquí son las bolas de fuego fatuo, brujas obvio, no son luces producto del reflejo de no se que tanta cosa, ni pedazos de satélites, tampoco es basura espacial.

Esas son tonterías que se inventa la gente para darle explicación a lo que su mente es incapaz de asimilar, las bolas de fuego son brujas y punto. Y no porque yo lo diga, cualquier persona que viva cerca de un cerro, del monte, de la sierra, en estos lugares la gente siempre ha podido ver a esas bolas de fuego, son brujas.

La Venganza, Historia De Terror

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Mi abuelo llegó a darle un escopetazo a una de esas cosas, a una luz no le puedes meter un tiro, no alcanzó a matarla, pero si la hizo caer sobre un montón de latas que mi abuela tenía en el patio. Se pasean por los cerros, de vez en cuando andan aquí abajo en la colonia, antes ocurría con mayor regularidad, pero ya tiene varios años que no bajan tan seguido.

Lo que sí, es que cuando andan cerca hay que correr a esconderse, porque esas cosas se alimentan del miedo, y saben perfectamente bien como causarlo, les divierte, yo las he oído cuando se carcajean, es una risa chirriante y estridente, muy fea. No molestan a cualquiera, a veces sí, pero es raro, por lo general se ensañan con los descendientes de aquellos que derrumbaron su iglesia, ya sabes, las brujas son muy vengativas.

Mi abuelo y mi padre siempre me dijeron una cosa: “nunca hagas enojar a una bruja”. Me explicaban que sale mejor perder un dedo que perder el control del destino propio por caprichos de una bruja.

Hay una temporada del año en la que todas estas cosas se incrementan bastante, tanto en frecuencia como intensidad, ocurre durante semana santa, yo no sé si es porque les molesta o por alguna otra razón, pero, por dar un ejemplo, un día antes de que inicie la semana santa se puede ver una o dos bolas de fuego, pero en cuanto entran las festividades se ven en montones, más de 10, y a veces andan hasta en grupo.

Aquí en la colonia existe una creencia peculiar sobre el viacrusis que se lleva a cabo aquí en Iztapalapa. Se cuenta que si acudes a la peregrinación solo por morbo y no por fe, te estás condenando, ya que las brujas se dan cuenta y lanzarán una maldición sobre ti, eso si bien te va, porque en más de una ocasión me ha tocado ver a gente que no se toma el viacrusis con seriedad, nunca vuelven a sus casas.

Una vecina, en una posada, nos contó que a ella le tocó ver como una bruja jaló a un muchacho que estaba tonteando durante el viacrusis, la bruja lo tiró por un barranco. La vecina se asustó tanto que a los pocos días fue diagnosticada con diabetes. Yo no tengo conocimientos médicos, y no estoy afirmando que un fuerte susto pueda causar diabetes, solo digo que es curioso que a la vecina le diera diabetes después del susto, y ella no es la única.

Aquí abunda la gente que padece de algún tipo de diabetes, y todos, o al menos todos los que yo conozco en persona, antes de enfermar dijeron haber sido visitados, asustados, o, en el peor de los casos, atormentados por una bruja durante la semana santa.

No puede ser casualidad, sería demasiada coincidencia que tantas personas sufrieran diabetes a los pocos días de haber comentado que habían tenido la mala suerte de tener un encuentro cercano con una de esas brujas en forma de bola de fuego. Las brujas, tanto las que tenían aquí su iglesia, como las que andan a día de hoy por aquí, no son simples brujas normales que vuelan y ya.

No, estas brujas son bastante poderosas, tienen tanto poder que traen a sus monstruos haciendo el trabajo sucio cuando ellos no quieren hacerlo. Me explico, hay una criatura que de vez en cuando sale del cerro para robar algún bebé. Ese monstruo tiene forma humana, pero es totalmente blanco, tiene alas y se desplaza haciendo mucho ruido. Yo he podido ver a esa cosa, desde la ventana de mi casa, es de dos pisos, en una ocasión pasó volando tan cerca que hizo retumbar las ventanas.

Parecía algo tipo gárgola.

Es más, en algún lugar de los registros de la alcaldía existe un informe sobre un ataque con varios testigos. Al poco tiempo de aquella investigación el gobierno comenzó a poner bastante infraestructura de iluminación. Si mis cálculos no me fallan, esa cosa debe medir más de 4 metros de ala a ala.

Se sabe que esa cosa está al servicio de las brujas porque sale de la misma cueva que ellas, por cierto, se dice, que las cuevas de estos cerros se conectan directamente con el corazón del Cerro de la Estrella. A mí me hace mucho sentido, pues eso explicaría todas las tétricas cosas que ocurren por aquí.

Yo pocas veces me he animado a acercarme a las cuevas, como mucho lo hice unas 3 o 4 veces. No miento cuando les digo que en todas las ocasiones, en la entrada de la cueva, encontré restos de rituales, es decir, ropa sucia, velas, huesos, flores secas, fotos. No tengo ninguna duda que esos rituales los hacían las brujas, y muy probablemente eran ofrendas a Satanás, pues en el Cerro de la Estrella se encuentra la Cueva del Diablo.

Eso de la criatura voladora es relativamente reciente, pero antes, hace como 10 años, hubo una temporada en la que hubo avistamientos de una criatura aún más inexplicable que la anterior. Era, literalmente, un reptil, pero con forma semi humana, en más de una ocasión se le pudo ver a plena luz del día, también salía de las cuevas.

Por esas fechas hubo algunas extrañas desapariciones, también se llegaron a encontrar perros desmembrados en las calles más cercanas a los cerros. Si no mal recuerdo, esto no solo ocurrió en mi colonia, sino en varios lugares cercanos a los cerros, principalmente al Cerro de la Estrella, lo más probable es que se tratara de la misma criatura, pues como dije antes, las cuevas del cerro que está aquí cerca se conectan con el Cerro de la Estrella.

Es más, hasta la policía tuvo que dar explicaciones en televisión, porque aparecieron varios cuerpos de mujeres que habían sido despedazadas por el extraño ser, cave aclarar que lo de los cuerpos no fue en mi colonia, lo comento solo porque se trata de la misma criatura. Por eso digo que estas brujas son de cuidado, no me imagino que tanto poder deben de tener para traer a una criatura reptil y una criatura voladora.

Tengo vecinos que afirman que vieron a alguna de las dos criaturas llevando personas o animales a las brujas, en forma de tributo o algo así. Por eso no tengo duda que están bajo el yugo de las brujas. Pero no las brujas no solo atacan a inocentes, también se pelean entre ellas, yo las he visto, a plena luz del día. Varias bolas de fuego persiguiéndose y atravesándose, se embisten, se lanzan cosas, cambian de color, es algo muy raro de observar.

Lo peor es que cuando el enfrentamiento es grande suele haber daños colaterales, le han prendido fuego varias veces a los cerros, esto ocurre cuando son derribadas o cuando vuelan demasiado cerca de la vegetación. Son bolas de fuego, lo raro sería que no le prendieran fuego a nada. Hace poco, este mismo año de hecho, una de esas cosas cayó en la casa de una vecina y su casa comenzó a arder, por fortuna el fuego pudo ser controlado.

Hubo un suceso, fue mi padre quien me lo contó, ocurrió después del terremoto del 85 y antes del mundial del 86. Llegaron los militares, no interrogaron a nadie, no se detuvieron en ningún sitio, fueron directamente al cerro, para ser más preciso, se adentraron en las cuevas. Mi padre me contó que no eran muchos vehículos, no parecía ser nada importante, pero cuando los disparos comenzaron a escucharse todos entraron a sus casas para protegerse.

Nadie sabe exactamente qué fue lo que ocurrió, es un misterio a qué vino el ejército, más aún, nunca se sabrá a qué se enfrentaron adentro de las cuevas. Hay una teoría, por aquellos años se corría el rumor de que las brujas se habían llevado a un señor y lo convirtieron en un Nahual. Se supone que era ese señor porque al Nahual lo llegaron a ver parado afuera de la que antes era su casa.

Bueno, el punto es que la teoría dice que los soldados habrían acudido al lugar para aniquilar al Nahual en cuestión. Hace varios años me tocó vivir una semana santa muy pesada e intimidante. Era un domingo como cualquier otro, un domingo de ramos, fuimos todos juntos a misa en la Parroquia de San Judas Tadeo. Cuando veníamos de regreso no se porqué me dio por voltear hacia el cerro, y se me figuró ver una cosa negra, un bulto.

Lo dejé pasar.

Por la tarde, mientras me vestía en mi cuarto, luego de haber salido de la ducha, otra vez me dio por mirar hacia el cerro, ahí estaba otra vez esa cosa. Me acerqué a la ventana para ver mejor, me puse mis lentes, pero ni así lograba distinguir detalle alguno sobre lo que estaba viendo. Yo tenía claro que no era algo normal, pues jamás había visto un bulto negro en el cerro.

Ya por la noche fui a jugar un dominó con unos vecinos de otra cuadra. Entre el juego les comenté sobre lo que había visto en el cerro. Uno de ellos, el que vivía más cerca del cerro, me dijo que él también lo había visto. Su hijo le había regalado una cámara semi profesional, y utilizó el zoom de esa cámara para tener una mejor visibilidad de lo que estaba viendo.

Me dijo que era una cabra, yo le pregunté si se trataba simplemente de una cabra común y corriente, no me respondió, su mirada me lo dijo todo. El lunes pude salir temprano del trabajo y aproveché para ir al mercado, estaba haciendo mis compras cuando escuché un sonido peculiar. Era como si algo estuviera raspando el suelo, la cuestión es que ese sonido yo lo escuchaba pegado a mi oreja, creo que más bien sonaba dentro de mi cabeza, la verdad no estoy seguro.

Me estaba comenzando a irritar, yo miraba hacia todos lados, caminaba, pero el sonido me seguía, podía sentir como si todas las personas me estuvieran mirando. Me acerqué a un puesto de aguas frescas y me compré una, creyendo que eso me ayudaría en algo. Ya solo me faltaba comprar un poco de carne, caminé al lugar donde siempre la había comprado y vi que tenían colgado a un carnero negro, todavía sangraba y sus ojos estaban abiertos.

Se me revolvió el estómago. El carnicero, que lo conocía desde hace años, me preguntó que si me sentía bien. Apenas le iba a responder cuando noté que el carnero ya no estaba, solo había sido mi imaginación.

No tenía nada de sentido.

El martes por la noche, mientras intentaba dormir, un ruido me hizo levantarme de la cama, sonaba muy distante. Intenté ignorarlo pero, aunque se escuchaba de manera tenue, no me dejaba conciliar el sueño. Fui al baño, tardé un poco y al salir podía seguir escuchando ese sutil ruido. Salí al patio, ahí ya pude escucharlo con mayor claridad, era una mujer, lloraba, suplicaba y se lamentaba, el ruido provenía desde el cerro.

Algo le estaban haciendo las brujas, y debía ser algo horrible, volví a mi cama e intenté dormir, total, en caso de que se tratase de algún vecino, la noticia se iba a correr rápido. Pasó un buen rato, y cuando apenas me estaba quedando dormido, un desgarrador grito me hizo dar un brinco. Se trataba de la misma mujer, pero ahora sus gritos estoy seguro que los podía escuchar toda la cuadra y todo el barrio.

Durante unos 10 minutos los gritos de súplica y dolor se fueron amplificando y agudizando, luego poco a poco la voz de aquella pobre mujer se fue apagando, hasta que finalmente lo único que se pudo escuchar fue un último quejido, no quedaba lugar para la duda, las brujas se acababan de llevar la vida de una mujer inocente, y todo por la semana santa.

Pasaron las horas y finalmente amaneció, era Miércoles, iba caminando con calma rumbo a mi trabajo cuando me alcanzó un vecino para decirme que, tal como yo había pensado, en la madrugada una criatura, no se sabe si el reptil, el volador, o un Nahual, una de esas criaturas se había metido a una casa para sustraer a la mujer, el resto se lo pueden imaginar.

Yo seguí mi camino, llegué a mi trabajo, cumplí con mi horario laboral y al final del día volví a casa. Durante la cena pude escuchar un relinchar muy nítido, ningún vecino tenía ningún caballo, pero yo qué iba a saber, a lo mejor un vecino recién acababa de comprar uno. Terminé la cena en paz, me lavé los dientes, y cuando fui a recostarme pude escuchar otra vez ese mismo caballo.

Me es imposible transmitir la incomodidad que ese relinchar me hacía sentir, pero afortunadamente yo estaba tan cansado que caí rendido, ni siquiera alcancé a llegar a la cama, me senté un momento en la sala y ahí quedé rendido. En la madrugada desperté de golpe, me sentía observado. Una corriente aire frío estaba entrando por la cortina de la ventana que da al patio, fui a cerrarla pero al estar cerca vi un caballo parado en el patio de mi casa.

Al verme se alzó en dos patas y relinchó, al volver al suelo, sin quitarme la mirada de encima, expulsó un denso humo por sus fosas nasales. No entiendo como, pero el resto de la noche ese caballo anduvo dando vueltas por la casa, frente, pasillo, y patio. No pude pegar el ojo ni por un segundo, el Jueves muy temprano por la mañana salí a revisar el patio, me encontré con rastros de que un carruaje se anduvo paseando por afuera de la casa, es más, las marcas de las llantas estaban calientes.

La madrugada del Viernes para amanecer Sábado me pasó algo que jamás me imaginé, yo no tengo problemas de sonambulismo, no duermo todas las horas que debería pero no tengo cansancio, así que cuando abrí los ojos y me vi a unos cuantos metros del cerro entré en pánico, además yo no era el único, otra persona ya iba más adelante.

Le grité intentando despertarlo pero no me respondió, entonces, desde lo alto del cerro pude ver bajando al gigantesco caballo, esa cosa no lo pensó 2 veces y de inmediato comenzó a correr a mi dirección con intenciones nada amistosas. Me di media vuelta y comencé a correr desesperado para poder refugiarme en la seguridad de mi casa,.

Afortunadamente alcancé a llegar antes de que el caballo me alcanzara, ya no se pudo hacer nada por el otro vecino. El sábado no trabajé. Me puse a investigar, a preguntar, si de casualidad mi abuelo había al menos quitado un ladrillo cuando desarmaron la Iglesia de las Brujas. Pues resultó que sí, eso solo significaba una cosa, las brujas iban a buscar la forma de cobrar venganza por las acciones de mi abuelo.

Solo tenía que sobrevivir lo que restaba de ese día y el siguiente. El sábado nadie me molestó. Pero el domingo no pude salir de casa, afuera de mi puerta habían unos símbolos muy extraños, estaban en el suelo, y eran bastante grandes, no alcanzaba a saltarlos, así que opté por quedarme.

Toda la tarde hubo un silencio sepulcral, ni los mosquitos hacían ruido. Pero al caer la noche…. Para este punto yo ya había atrancado y bloqueado todas las formas de ingresar al departamento. Unos minutos después de la 1 de la mañana escuché que algo muy pesado cayó en el techo. Era la bestia voladora, no tenía ninguna duda, corrí a la parte de arriba a asegurar todo.

Apenas estaba subiendo la escalera cuando todas las ventanas y puertas comenzaron a forzarse, corrí a encerrarme en el baño. Ya estando dentro aún me sentía en peligro, recuerdo tener la sensación de que alguien me estaba observando. Giré mi cabeza hacia la ventanilla que da hacia la calle y ahí había un rostro, era el rostro de una anciana.

Se trataba de una bruja.

Unos instantes después escuché cómo reventaron las ventanas de mi casa, se escuchaban carcajadas y golpes, pasé toda la noche en el baño, encerrado, convenciéndome a mí mismo que pronto todo iba a terminar. En cuanto se asomó el primer rayo de Sol salí del baño.

La casa estaba hecha un desastre, pero al menos la Semana Santa había terminado, así que en teoría no debería tener ningún problema. Pedí ayuda a un vecino para reparar todos los destrozos que las brujas habían hecho en mi casa, solo faltaba una cosa, algo que era de mi abuelo, un colgante de San Benito.

Después de eso las brujas no han vuelto a molestarme, sí, siguen sucediendo cosas en la colonia, pero al menos no soy el centro de atención de esas horribles cosas. Desconozco cuál haya sido el motivo para que me hayan dejado en paz, quizá no me querían a mí, quizá solo querían ese colgante.

Ya solo una última cosa, hace algunos meses pude comprarme una cámara semi profesional, y he estado esperando a que se vuelva a aparecer en el cerro aquella cabra negra que mi vecino vio con claridad, en cuanto consiga una foto la compartiré, a menos que las brujas continúen con su venganza y yo ya no siga vivo para contar el final de mi historia.

Autor: Ramiro Contreras.

Derechos Reservados.

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