Experiencia Paranormal 2023

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Experiencia Paranormal 2023

Experiencia Paranormal… Al recordar esta historia sobre como inicio es cuando llego a casa después de un día de trabajo, mi hijo más pequeño me esperaba sentado en el escalón de la entrada, el tiene ocho años, sostenía un cuaderno entre sus brazos y con sus ojos llorosos al verme me dio un abrazo, me dijo que era bueno verme y que estaba feliz de que estuviera en casa, le pregunte si algo le sucedió, no se aguantó el llanto.

Vivimos en casa de mis padres, yo enviude hace dos años a consecuencia del maldito Covid, mi esposa era enfermera y varias ocasiones se llego a enfermar hasta que su cuerpo ya no soporto tantas mutaciones del virus. Como mi hijo aun era de seis años, tenía que pedir ayuda mientras que yo me iba a trabajar.

Así duramos un par de años, y lo que parecía ser una vida “normal”, un 03 de Noviembre del 2022 las cosas cambiaron. Recuerdo perfectamente la fecha debido a que un día antes fuimos a visitar los Altares de muertos de la Refugio y de San Pedro Tlaquepaque.

Cuando entramos a casa mi Madre me comento que mi hijo se asusto con algo que vio en mi habitación, le pregunte qué de que se trataba y del cuaderno que sostenía en brazos me mostro un dibujo, parecía ser un circulo ovalado y dentro de él otro pequeño círculo con dos ojos dibujados, me dijo que hizo lo mejor tratando de acordarse de lo que vio pues fue muy rápido.

Mi hijo y yo dormíamos en el segundo piso de la casa en habitaciones separadas, mi madre lo envió a recoger su cuarto antes de que yo llegara por si quería salir a jugar al parque, y cuando subió las escaleras de reojo pudo ver que una anciana con una enorme joroba negra estaba caminando en mi habitación. A él le llamó la atención que algo se moviera en mi cuarto y en cuanto noto a aquella anciana se bajo inmediatamente las escaleras llorando.

La verdad, mi esposa me enseño mucho sobre el cuidado de nuestro hijo, y parte de ello fue que siempre confiara en lo que me contaba nuestro hijo, así que le dije que le creía pero que lo invitaba a subir para que juntos verifiquemos si algo se encontraba aun allí.

El se espero a que yo encendiera primero todas las luces del segundo piso para subir. Cuando entramos a mi cuarto le pedí que me describiera todo lo que vio, me señalo el lugar preciso donde la anciana estaba caminando hasta me dijo el tamaño que tenía su joroba.

Quise mostrarle a mi hijo que no estaba pasando nada, así que le comente que por ser 03 de noviembre, aun era fecha para que aquellos que vienen de visitar por el día de muertos, sigan atorados, quizás se trato de alguna anciana que estaba perdida y lo que podíamos hacer era rezar por ella.

El me dijo que se sentiría más tranquilo si lo hacíamos así. Al terminar de orar le comente que haríamos algo para que viera que no se encontraba algún espíritu entre nosotros. Tome un crayón grande que traía mi hijo en sus manos, y lo puse apuntando hacia arriba sobre mi tocador, y dije en voz alta…”Si hay algún espíritu aquí que tire este crayón

Pude notar el terror en sus ojos de que algo llegara a pasar pero al darse cuenta de que no ocurría nada respiró con alivio. Así que lo volví a repetir aun mas fuerte pero no igual que antes no paso nada.

Una hora más tarde nos encontrábamos cenando, mis padres hicieron un chocolate caliente y compraron pan recién hecho, para ayudar con el susto de mi hijo, la verdad es que a él se le veía mejor y más animado. Minutos después lo lleve a dormir, yo aun quería seguir despierto y mirar un rato la televisión.

Ya eran casi las doce cuando escuche los gritos de mi hijo, ya me estaba quedando dormido pero eso me alerto bastante que el sueño se me espanto, subí corriendo las escaleras y al llegar al cuarto de mi hijo él se encontraba sentado sosteniéndose las dos piernas en una orilla de la cama.

Al verme corrió hacia mí y me abrazo, le pregunte que ocurrió, y después de unos segundos de haberse tranquilizado me comento que escucho ruidos en su habitación, pensó que se trataba de mi pero luego sintió que alguien dio un salto del piso hacia la cama y esta se sacudió, cuando abrió los ojos en la otra esquina de la cama pudo ver a un niño, lo observaba, no pudo notar que tuviera ojos pues parecía que estaban dos agujeros negros, abrió la boca mucho más grande que su misma cabeza, fue cuando mi hijo grito de miedo.

Le prometí que me quedaría allí hasta que se durmiera, le dije que quizás todo se trato de una mala pesadilla por lo que vio ese día en mi habitación.

No sé porque se me ocurrió preguntarle si vio hacia donde se fue ese niño y me señalo a mi cuarto. Al voltear a ver, la puerta se encontraba cerrada, le pregunte si él la cerro por miedo pero me dijo que no fue así, me levante de la cama ir a abrir mi la puerta de mi cuarto y mostrarle que no se encontraba nada malo allí pero él se aferro a mi brazo y me pidió que no lo hiciera, al final me quede con mi hijo para no dejarlo solo.

Cuando menos lo pensé desperté en su cama, estaba algo desorientado, al principio no tenía ni idea de donde me encontraba, luego recordé lo que paso, no sabía ni qué hora era, y en eso caí en cuenta… yo jamás me levante de la cama para apagar la luz y estábamos en completa oscuridad, me imagine que fue mi Madre pero ella ya no se levantaba por las noches al igual que mi Padre, ya era gente mayor que no se movía tanto.

Deje de pensar en ello y llegue a la conclusión de que a lo mejor lo hice yo de forma automática e inconsciente y por ello no lo recordaba.

Mire el reloj y marcaban las dos con cincuenta y ocho minutos, en eso  escuche unas voces que provenían de la planta baja, me mantuve en silencio identificando de quien podía tratarse, recordé que deje la televisión encendida así que me apresure para apagarla e irme a acostar.

Tome el control remoto y al apagar el televisor un escalofrió recorrió mi nuca, tuve mucho frio, tome mi saco y me lo puse cuando escuche un par de voces en la planta alta, esta vez no se escuchaba como si fuera la televisión o que se tratara de los  vecinos, se escuchaba una voz de una anciana y de lo que parecía ser un niño.

Fue inevitable pensar que quizás se trataba de esa anciana que vio mi hijo, no tenía el valor de subir las escaleras y darme cuenta de que se trataba pero hubo algo que me dio el valor para hacerlo, encendí la luz de la escalera y las voces se esfumaron.

Cuando llegue arriba no se encontraba nadie, no quise correr algún riesgo de que mi hijo se despertara nuevamente gritando de miedo, así que decidí cargarlo en brazos y acostarlo en mi cama.  Fui por él a su cuarto lo envolví en sus cobijas y me lo lleve, dejando su cama sin nada arriba de ella.

Abrí mi habitación y lo acosté en la mía, me quite mi ropa y me puse la pijama, mantuve la luz encendida bastante rato, no podía creer que yo tenía en  mucho miedo y  me di cuenta de algo que me inquieto aun mas. El Crayón que coloque boca arriba, ya no estaba. Esa noche dormimos con la luz encendida.

Al día siguiente trate de no tocar el tema con mi hijo de lo que sucedió, yo sabía que el aun sentía miedo y que con los días olvidaría aquello y si yo le comentaba algo de lo que paso anoche seguro no se despegaría de mi.

Cuando tuve una oportunidad de estar a solas con Mi madre le comente las cosas, ella me dijo que tenía días de estar escuchando ruidos en la planta alta cuando el niño estaba en la escuela y ellos estaban solos, no sabía de que se trataba así que me propuso que encendiéramos un par de veladoras por aquellos que estaban atorados y no encontraban el camino de vuelta.

Optamos por hacer eso, así que ella se encargó de conseguir las veladoras y encenderlas mientras yo estaba en el trabaj

Al regresar por la tarde, me encontré a mi hijo nuevamente sentado en la puerta esperándome, le pregunte si algo le volvió a pasar pero me dijo que no, él prefería esperarme a que yo llegara. A decir verdad, pasaron varios días y las cosas se tranquilizaron bastante, tuve la sensación de que las veladoras hicieron su trabajo y aquellas apariciones se esfumaron. No obstante el día 08 de noviembre nuevamente por la noche algo se presento ante mi hijo.

Me encontraba cenando, llegue un poco tarde del trabajo, así que no alcance a mi hijo y Padres a la hora de la cena, ya era más de media noche mientras me estaba preparando una sopa instantánea, veía una serie cuando escuche nuevamente voces en la segunda planta, la verdad lo primero que se me ocurrió es que se trataba de los vecinos, siempre que discuten se escucha al otro lado del muro cuando hablan, pero esta ocasión se trataba de susurros.

No eran dos, si no más personas las que platicaban, baje el volumen de la televisión e intentaba escuchar que decían, yo estaba parado a un lado de la escalera tratando de descifrar alguna palabra cuando escuche claramente que alguien dijo…”Allí está el niño”, esto hizo que subiera rápidamente las escaleras sin encender la luz, sea lo que sea lo vería y no dejaría que le hicieran daño a mi hijo.

Y entonces pude ver que las piernas de mi hijo se encontraban levantadas, parecía que alguien intentaba elevarlo de la cama desde sus pies, lo primero que se me salió de la boca cuando lo vi fue “!Que es lo que ocurre aquí!”.

Creo que esto alarmo a lo que estaba sosteniendo las piernas de mi hijo pues lo dejo caer sobre la cama. Corrí hacia él y lo abracé y al darme la vuelta la vi.

Experiencia Paranormal

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Allí frente a mí se encontraba una anciana con una enorme joroba, me observaba fijamente que yo no podía quitarle la mirada de encima, su rostro lleno de arrugas apenas la dejaban abrir los ojos  pero cuando abrió la boca pude ver sus dientes podridos, me sonreía y sentí un profundo asco, luego se dio la vuelta y bajo por las escaleras tambaleándose de un lado a otro.

Parecerá extraño pero tuve la sensación de que la habitación se volvía menos oscura y que podía ver con más claridad. Mi hijo estaba helado y se despertó en mis brazos.

Le pregunte si se encontraba bien y me dijo que vio a alguien parado a un lado de su cama, se trataba de una persona muy alta que le decía que se quedara dormido, pues al fin era una forma ligera de morir.

Esa noche no me le separe a mi hijo, al día siguiente no fui a trabajar, procure a un padre para buscar la bendición de la casa, no podía seguir más con esa situación.

Conseguimos apoyo con una comunidad llamada Salesianos, el Padre de allí (quien me pidió no mencionar su nombre) me comentó que esos días mucha gente se le acerco para lo mismo, no podían sacar de sus casas a algunos visitantes del más allá que por alguna razón no se quedaban en el mundo de los muertos. 

Al platicarle sobre la anciana, me comento que el Diablo llegaba a disfrazarse de distintas formas, y que quizás no se trataba del mismísimo diablo, pero sí de algún demonio.

Mientras que le comparto esta historia a Lengua de Brujo, es 12 de noviembre de 2022, mi hijo y yo nos salimos por un tiempo de la casa de mis Padres, estamos viviendo en la casa de mi suegra, y a mis padres yo les recomendé que hicieran lo mismo pero ellos se niegan a irse de allí, no los juzgo, nunca les paso algo durante esos días.

Pero no sé por qué, tengo la maldita sensación de que esa anciana seguirá allí esperándonos hasta que regresemos. Por ahora mi hijo parece estar más tranquilo aunque últimamente me ha dicho que ha comenzado a ver gente oculta entre las sombras con mi suegra.

Autor: Mario Franco Lengua De Brujo

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