EL Fantasma, Historia De Terror 2023

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EL Fantasma, Historia De Terror 2023

EL Fantasma, Historia De Terror… Soy de un pequeño municipio de no más de 56.000 habitantes y aunque ahora vivo en una ciudad mucho más grande, a menudo me gusta ir a visitar a mis padres que si continúan viviendo en aquel municipio.

La casa de mis padres es bastante amplia, mi hermana y yo dejamos de vivir allí hace varios años así que ahora mis padres tienen tres pisos completos para ellos solos, sin embargo, el lugar no siempre fue así.

Cuando nos mudamos tenía 10 años y mi hermana cinco años más que yo, en ese entonces el cambio me resultó difícil, pues antes vivíamos en un espacio mucho más pequeño y ahora tenía toda una habitación para mí solo, además la casa era oscura, en la entrada tenía un corredor de un par de metros, después estaba la sala que era bastante grande.

A su al rededor tres habitaciones las cuales no tenían ventanas exteriores, también había un espacio donde estaba el comedor y la cocina muy amplia, tenía un piso de madera que con el paso de los años había contenido tanta humedad que veces soltaba un olor casi nauseabundo y tenía un pequeño patio de ropas con un cuartito con baño auxiliar.

Mi hermana tomó una habitación que estaba junto al corredor de la entrada, tenía baño propio y como yo era el menor, me quedé con la habitación que estaba junto unas viejas escaleras de madera, que daban a una habitación en la que mis padres adecuaron un estudio, además mi habitación conectaba por medio de un baño al cuarto de mis papás, y desde la ventana que daba a la sala, se podía ver claramente la puerta de la cocina.

La primera noche fue difícil, la oscuridad de ese nuevo lugar me atemorizaba y me despertaba constantemente, entonces cuando ya pasaba la media noche escuché un ruido, un pequeño golpe en las escaleras de madera, intenté ignorarlo, pero entonces sonó un segundo golpe, noté que eran pisadas, había alguien subiendo muy despacio las escaleras de madera.

Me pareció un poco extraño que alguien quisiera subir a esa hora de la noche, así que encendí la luz, me levanté de la cama y me asomé por la ventana, pero no podía ver nada, me quedé un momento allí en completo silencio, pero los pasos se detuvieron, fue cuando miré hacía la puerta de la cocina que tenía una pequeña ventana sin vidrio que permitía ver el interior de la cocina, la luz no estaba encendida, pero vi claramente como pasaba la sombra de un hombre.

Continué observando y volvió a pasar, pero esta vez se detuvo frente a la ventana de la cocina y podría jurar que me observó, en ese momento cerré la cortina, me alejé de la ventana y volví rápidamente a la cama, decidí dejar la luz encendida y me cubrí el rostro con las cobijas mientras intentaba tranquilizarme, hasta que el cansancio me venció y cuando ya el sol estaba saliendo pude dormir.

Al día siguiente le pregunté a mi familia si alguien se había levantado en la noche, pero todos lo negaron, les dije que había visto a una persona en la cocina y que había oído pasos, fue cuando supe que mi madre también había escuchado algo, ella pensaba que había sido mi hermana y aunque ella lo negó, mi madre continúo insistiendo pensando que mi hermana solo mentía para asustarme.

Los días pasaron y a menudo en las noches yo seguía escuchando los pasos, en las escaleras y aunque ya no me atrevía a levantarme de la cama, encendía la luz o me cubría de pies a cabeza con las cobijas, para tratar de calmar mi miedo, mi madre al darse cuenta de que yo no podía dormir.

Intentaba calmarme explicándome que los ruidos que escuchaba, era simplemente la madera que se estiraba por el frío que hacía en la madrugada e incluso me regaló una pequeña lámpara que tenía una luz tenue, para ver si así yo lograba sentirme más tranquilo, y aunque notaba que mi padre parecía algo molesto conmigo, yo no podía disimular el susto que sentía constantemente.

Una noche mientras intentaba conciliar el sueño escuché la puerta de la cocina, me quedé completamente quieto, todo parecía de nuevo en silencio cuando la puerta volvió a sonar, no pude evitar levantarme y me asomé por la ventana de mi cuarto, entonces vi cómo se encendía la luz de la cocina, decidí salir de mi habitación e ir hacía allá.

A medida que me acercaba intentaba pensar que mis padres o tal vez mi hermana estarían allí y seguramente al verlos esto me haría darme cuenta de que no había ningún motivo para preocuparme, entonces cuando estaba frente a la puerta intenté empinarme para ver a través de la pequeña ventana, pero por mi edad y mi estatura no alcanzaba a ver el interior, así que me decidí a entrar, pero no había nadie, hable en voz baja preguntando si había alguien allí y al no obtener respuesta atravesé la cocina pensando que a lo mejor encontraría a mi madre en el patio de ropa.

Me di cuenta de que la puerta que daba al patio estaba cerrada con un candado y justo en ese momento la luz se apagó, me quedé completamente a oscuras, incapaz de moverme o de gritar y de repente sentí como unas manos heladas y extremadamente delgadas, me agarraron por los tobillos, caí al suelo, en ese momento empecé a gritar, mientras sentía como ese ser en medio de la oscuridad empezaba a arrastrarme, intenté desesperadamente llamar a mi madre.

Aunque sentí que había pasado una eternidad la verdad es que en cuestión de segundos la luz de la cocina se encendió de nuevo y vi a mi madre que había corrido al escuchar mis gritos, detrás de ella llegaron mi padre y mi hermana, yo estaba realmente aterrado.

Les conté lo que había ocurrido, les dije que había alguien además de nosotros en la casa, entonces mi padre nos pidió que nos quedáramos en la cocina y no saliéramos por ningún motivo, fue por un viejo revolver que guardaba bajo llave en su habitación y buscó por toda la casa.

Estuvimos allí hasta que regresó, me dijo que no había nadie además de nosotros y que la puerta de entrada estaba muy bien asegurada, yo le insistí y le jure que no estaba mintiendo, pero él estaba muy molesto, me dijo que yo no era un niño pequeño y que ya era hora de que dejara de creer en fantasmas, fue bastante fuerte conmigo en ese momento, no me gusta recordar todo lo que me dijo esa noche, pero desde ese momento no volví a mencionar nada de lo ocurrido en frente de él, después de todo yo no quería que mi padre estuviera avergonzado de mí.

Ese fin de semana mi hermana me contó que había estado hablando con una vecina que tenía la edad de ella, le dijo que su abuela vivía en esa calle desde hacía muchos años y que según contaba la gente mucho tiempo atrás, toda esa calle era territorio indígena, allí había habido un cementerio pero cuando los invasores llegaron, hubo saqueos en las tumbas y por eso la gente decía que había almas en pena atrapadas allí, esta información solo logró inquietarme más, pero no imaginaba lo que íbamos a descubrir.

A la semana siguiente empezaron a arreglar el piso de la cocina, los arreglos duraron varios días y cuando estaban levantando la vieja madera húmeda uno de los trabajadores le pidió a mi padre que fuera a ver lo que habían descubierto.

Recuerdo que todos estábamos en la casa ese día y cuando entramos en la cocina vimos que entre la tierra había un cráneo, no estaba completo y a su alrededor se alcanzaba a ver lo que parecían huesos, entre los que claramente vi una mano, los huesos de los dedos eran amarillentos, yo nunca había visto huesos humanos reales y no podía dejar de imaginarme aquellos dedos esqueléticos arrastrándome por el suelo de la cocina en mitad de la noche.

EL Fantasma, Historia De Terror

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No recuerdo con claridad a quien llamó mi padre, supongo que, a la policía, el caso es que la remodelación tuvo que detenerse por un día mientras iban a retirar todos los restos. En esa época la medicina no era tan avanzada como lo es ahora y menos en el municipio en el que vivíamos, sin embargo, mi padre nos contó que habían determinado que los huesos encontrados en la cocina eran de un hombre que se creía había fallecido hace aproximadamente cien años.

Luego de que mi padre nos contara esto mis noches empeoraron, no podía dormir y cuando al fin lo lograba soñaba con un espectro sin rostro y con las manos esqueléticas como los huesos de la cocina, me despertaba en la madrugada y sentía que alguien me observaba.

Una tarde mi hermana tardó más de lo normal en regresar a casa, cuando llegó mi madre estaba furiosa, pero ella le dijo que se había tardado porque había tenido que ir a la biblioteca a hacer un trabajo de la escuela y a pesar del coraje que tenía mi madre, le pareció una excusa válida.

Ese día mientras mi madre estaba preparando la cena y mi padre aún no llegaba a casa mi hermana me contó casi en susurros la verdad de por qué se había tardado en llegar, resulta que en una clase les habían contado que en la biblioteca central del municipio guardaban un archivo con fotos y escrituras antiguas sobre la historia del lugar.

Así que ella decidió ir después de clases, para averiguar que había en esa calle antes de que construyeran la casa, encontrando unas foto de los años sesenta, dónde se veía nuestra calle, había un cuartel militar, pero no pudo encontrar ningún registro anterior a esa fecha, pues según le explicó el encargado de los archivos a finales de los años cincuenta, hubo un incendio que se expandió por varios edificios oficiales, entre ellos el edificio en el que se guardaban los archivos históricos municipales.

Nunca supimos realmente de quién eran los restos que encontraron en la cocina de mis padres y aunque no volví a ver la sombra de aquel hombre, aún hoy en día cuando voy a visitarlos escucho los ruidos de la vieja escalera de madera que por alguna razón nunca remodelaron.

Autor: Luna.

Derechos Reservados.

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