Atrapado Por Una Bruja 2022

Atrapado Por Una Bruja 2022

Atrapado Por Una Bruja… En el año 2017, comencé una relación con una compañera de la universidad, ella acababa de llegar de su ciudad natal, y rentaba un pequeño departamento en el centro de la ciudad, para poder estudiar una carrera universitaria ante la imposibilidad de hacerlo en donde ella vivía, dado que ella era foránea, no tenía amigos o conocidos en la ciudad, pero por alguna razón comenzó a hablarme desde el primer día de clases, menciono esto porque ahora que lo recuerdo a lo largo del tiempo que estuvimos juntos en la carrera, jamás la vi hablando con nadie más aparte de mí.

El departamento en donde ella vivía era una pequeñísima habitación en donde únicamente cabía una cama individual, un escritorio, y tenía un baño diminuto en donde era apenas imposible darse un baño, sin embargo, pasábamos todo el tiempo después de clases ahí, supongo que es normal que una pareja de universitarios con tanta privacidad quiera estar juntos todo el tiempo libre que tengan.

Para llegar a este departamento era necesario cruzar por una especie de vecindad que se encontraba escondida en uno de los callejones menos conocidos del centro, a decir verdad, era una zona muy segura, pues nunca tuve problemas con salir de su casa en la madrugada para llegar a la mía, que estaba apenas a unas cuantas cuadras.

A causa de todo el tiempo que pasaba con mi novia, comencé a tener problemas con mi padre y mi madre, quienes creían que descuidaría mis estudios.

Todo esto terminó con una gran discusión que me hizo tomar la decisión de mudarme con mi novia, ahora ambos vivíamos en ese pequeñísimo departamento.

Al principio todo era como una luna de miel, pero conforme pasaba el tiempo las cosas cambiaron, comencé a perder peso, pasé de ser un chico atlético, a estar casi en los huesos al tiempo en el que estaba constantemente enfermo, dejé de ir a mis clases a pesar de que mi novia nunca faltaba, ella me decía que era mejor para mi salud, que me quedara en casa a descansar, incluso perdí todo contacto con mi familia, pues mi novia se encargaba de responder mis mensajes y llamadas, con el pretexto de que yo no me esforzara de más.

Todo esto pasó en un periodo de menos de dos meses, llegué al punto de estar despierto únicamente cuando mi novia llegaba después de la escuela, y me hacía beber agua sin dejarme comer nada, porque según ella, la comida me caería muy mal.

Un día en el que mi novia tardó más de la cuenta en llegar a la casa, me desperté, y con la intención de salir de ese cuarto a buscar algo de comida, reuní toda la poca fuerza que aún me quedaba y salí.

Para ser sincero no recuerdo cuando tiempo tenía sin siquiera ver la luz del sol o sentir el viento.

Al dar un paso fuera de la casa sentí algo bajo mis zapatos, justo en la entrada del departamento había una línea de sal, al menos un kilo de sal esparcido por la entrada.

No entendía por qué, y para ser sincero me importó poco, lo único que quería era poder comer algo, sin embargo, cuando por fin logré salir de esa vecindad, y llegar al callejón, mi novia se me acercó rápidamente, colérica y gritando, nunca la había visto así, pensé que se alegraría de verme en pie, pero no fue así.

Me tomó del brazo, y sin ningún esfuerzo me jaló hacia dentro, me hizo acostarme nuevamente y comenzó a darme más agua, más de lo usual, solo que en esta ocasión tenía un sabor amargo, pero no podía rehusarme a beberla, pues se encargó de hacer que tomara hasta la última gota, después de eso perdí la noción del tiempo, me sentía completamente débil, realmente creí que estaba por morir.

Ocasionalmente, despertaba de madrugada, lo hacía porque no sentía la presencia de mi novia, cada madrugada que despertaba por unos minutos estaba completamente solo, pero podía escuchar algo, escuchaba algo caer cerca de la puerta y ser esparcido, ahora sé que se trataba justamente de sal.

Después del tercer mes viviendo ahí, cosa que supe gracias a mi familia, una mañana mi madre y mi padre llegaron a la vecindad.

Dieron con ella después de haberla buscado por semanas, le pidieron a la casera que abriera el lugar, y mi padre me sacó de ahí en brazos, pasé un tiempo en el hospital, realmente estaba al borde de la muerte.

Resultó que mi pareja me daba apenas lo justo para mantenerme con vida, pero yo ya estaba en un muy mal estado, lo único que era capaz de decir era el nombre de aquella chica.

Pasé varias semanas en el hospital bajo observación, con suero y sin pronunciar palabra alguna, cuando fui dado de alta mi madre se ocupó de mí, de alimentarme, de bañarme, incluso de llevarme al baño. No podían entender en qué momento pasé de ser un joven lleno de vida a no poder valerme por mí mismo.

Mientras estuve en el hospital me hicieron todo tipo de estudios y de análisis, sin embargo, no hallaron nada raro aparte del evidente grado de desnutrición en el que me encontraba, nadie pudo explicar cómo fue que llegué a ese punto.

En todo el tiempo que duró mi recuperación, no tuve contacto alguno con mi pareja, nunca me buscó, pero yo aún pensaba en ella y deseaba estar a su lado, no con la misma intensidad de antes, pero aún tenía ese sentimiento, razón por la cual una mañana en la que mi familia salió a atender algunos asuntos, decidí que iría a su departamento, me tomó algún tiempo encontrar aquel callejón, ese mismo sitio que antes sentía a escasas cuadras de mi casa, ahora estaba mucho más lejos, y no entendía que estaba pasando.

Cuando entré en aquella vecindad, vi el departamento abierto de puerta en puerta, completamente vacío, salvo por una mujer que sabía que vivía en el departamento de al lado, porque el día en que mi padre me cargaba fuera de ahí la vi, asomándose por una pequeña ventana, ahora estaba dentro del sitio donde viví, quemando hiervas y rociando una sustancia viscosa. Al verme se acercó a mí con mucha alegría, me vio a los ojos y me dijo, mi niño, no puedo creer que sigas vivo, después de lo que te hicieron pensé que ya no la librabas.

Al cuestionarle sobre que se refería, me dijo que ella había llegado apenas unos días antes de que me sacaran de ahí, fue ella quien habló con la casera para que abrieran la puerta y mis padres pudieran llevarme.

Me contó que la señora con quien estuve me estaba drenando la vida, en ese momento pregunté qué a que señora se refería, si yo vivía ahí con una joven de mi edad, me dijo que no era así, que yo la veía como ella quería que la viera, que seguramente me hizo comer o beber algo para atraparme ahí.

No podía creer lo que me estaba diciendo, de la manera en que la describió era una mujer al menos treinta años mayor que yo, nada de eso tenía sentido, pero no quise discutir con la mujer que en realidad me había ayudado, me pidió que no volviera más por ahí, y que no intentara buscar a mi novia.

Cuando logré volver a la universidad, pregunté por ella, pero nadie la conocía, nadie sabía de quién hablaba, nadie había visto a una chica con esa descripción, y las pocas personas que se acordaban de mí, por el poco tiempo que había ido, me dijeron que solo recordaban que cada día a la salida me encontraba con una señora mayor, y nos íbamos caminando de la mano.

Atrapado Por Una Bruja

Realmente fue algo muy complicado de asimilar por el hecho de que no podía creer que tantos meses hubieran sido producto de mi imaginación, o tuvieran algo que ver con algún tipo de magia, cosa que ahora ya no creo tan loca, pues eso explicaría el por qué el resto de vecinos mantenían aquella sal en la entrada.

Pues por lo que me enteré, juraban que esa mujer era una bruja que había venido escapando de su pueblo.

Ahora tantos años después, caminando por un pueblito mágico con mi actual pareja, quien por cierto si es de mi edad, vi a lo lejos a una mujer, algo mayor, pero con los rasgos de aquella chica a quien tanto quise, llevaba a un joven de cuando mucho unos veinte años de la mano, caminaban como una pareja feliz, de no ser porque el joven se encontraba en los huesos.

Quise acercarme, quise hacer algo, esperaba poder cambiar algo, pero los perdí de vista, no pude hacer nada por ese chico que asumo que es su nueva presa, y sé que probablemente a lo largo de este tiempo ha tenido muchos más.

Me llena de intriga saber qué fue lo que me hizo, que fue lo que me dio para volverme loco de amor.

Solo puedo decir que las brujas existen, son reales, lo sé porque viví con una, estoy consciente de que sigo vivo gracias a mi familia que no me abandonó, gracias a aquella mujer que me ayudó.

Decidí que no viviría con miedo, creo que ni siquiera podría hacerlo porque estos son todos los recuerdos que tengo de aquellos meses, no sé nada más, aun a veces olvido cosas, pierdo el apetito por días y siento miedo cada noche, precisamente en la hora en que ella solía llegar.

Espero algún día poder superar por completo todo esto, y no volver a cruzarme en el camino de ninguna bruja, espero que a nadie le pase, porque créanme que solo un milagro podría salvarlos, ya que en cuanto los eligen, no van a soltarlos jamás.
 
Autor: Andrea Lezama
Derechos Reservados

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