Almas Perdidas 2023
Almas Perdidas… He pensado en como compartirles esta historia sin afectar a terceros o revelar grandes datos sobre mí, trataré de ser los más sigiloso posible y mencionar solo aspectos básicos para mantener cierto anonimato, me sucedió hace tiempo y espero que me crean debido a que podría considerarse algo difícil de asimilar.
Los pondré en contexto, antes que nada.
Me reservaré mi nombre, no obstante, mencionaré que en aquel entonces cuando me pasó todo esto vivía aun con mis Padres en compañía de mi Perra llamada Camila, trabajaba en una tienda de Autoservicio (7eleven), la cual está ubicada muy cerca de una Plaza comercial muy cercana a Tlaquepaque, Jalisco.
El servicio de nuestra tienda no cerraba por las noches, continuábamos abiertos hasta pasada la medianoche y en algunas ocasiones hasta la una de la madrugada, luego se cerraban las puertas y se atendía por ventanilla hasta las seis o siete que entraba el nuevo turno.
Dentro de nuestra tienda teníamos un cajero automático en el que siempre el día de pago semanal o quincenal los trabajadores de la Plaza comercial que salían del turno vespertino llegaban a sacar su dinero.
Esto era un problema, pues desafortunadamente me tocaba ver varios asaltos que se llevaban a cabo fuera de la tienda a quienes recién sacaban su dinero. Pero un día los asaltantes entraron a la tienda, a mi compañero y a mí nos encerraron en el almacén.
La intensión que tenían era que cuando entrara alguien a comprar o sacar dinero le robaban para después encerrarlos con nosotros, de ese modo un chico cayó en su trampa.
Pasaron varios minutos en silencio cuando de pronto escuchamos el disparo de un arma de fuego, tuvimos que tronar el candado para salir del almacén y comprobar lo que sucedió y cual sería nuestra sorpresa que en el piso se encontraba una persona que trabajaba en la plaza comercial, me acerque a él y mire que tenía una sonrisa en el rostro, falleció casi al instante.
Una mujer estaba a su lado llorándole, me imaginé que se trataba de su novia pues ambos eran muy jóvenes.
Yo fui a llamar a la Policía mientras que mi amigo aseguraba las puertas. El otro chico que estaba encerrado con nosotros se quedó a ayudarnos a atestiguar cuando llegara la policía.Desde ese día en adelante las puertas de la Tienda se cerrarían a las diez en punto de la noche y solo se atendería por ventanilla hasta la media noche, quitaron el cajero automático para evitar cualquier problema nuevamente en un futuro.
Se escuchará mal decirlo, pero la vida continua y dos semanas después un sábado por la noche nuevamente mi compañero y yo estábamos trabajando muy tarde en la bodega.
Solo estábamos nosotros dos en la tienda, nos tocó hacer inventario en el almacén cuando escuchamos el grito de una mujer, salimos rápidamente pues se escuchó dentro de la tienda.
Llegué a pensar que alguien se había logrado meter a pesar de que teníamos las puertas cerradas.
Para cuando llegamos al mostrador no encontramos a nadie, los dos nos vimos al mismo tiempo y nos preguntamos si fue real lo que escuchamos, aun así, decidí echar un vistazo a través del vidrio a las afueras de la tienda por si llegaba a ver algo y en eso, caminando por la banqueta de la tienda vi a la mujer que le estaba llorando el otro día al muertito, le señalé rápidamente a mi amigo a la mujer, pero parecía que no me entendía lo que le decía o de lo que le estaba hablando y en eso me pregunto…
“¿De cuál mujer me estás hablando?” … me desconcertó bastante su pregunta, era muy claro que me refería a la mujer que estaba justo frente a nuestras narices y a tan solo dos metros de nosotros, ella nos veía a ambos como si fuéramos un par de animales enjaulados y yo la apuntaba a ella un poco frustrado, pero ahora yo golpeaba el vidrio indicándole donde estaba, el parecía ignorarla y buscaba más allá de la banqueta y luego me dijo que allá afuera no se encontraba nadie.
Pensé que esto ya era una burla de parte de mi compañero, así que tomé las llaves y abrí la puerta para ir con la joven y preguntarle si se encontraba con bien y de una vez mostrarle a mi compañero de quien estaba hablando, pero al dar la vuelta a la tienda y asomarme donde se suponía que estaba aquella mujer ya no la vi.
Me di cuenta de que mi compañero no me mentía pues justo después de que volví a entrar, él me juro por su Madre difunta que no vio a nadie.
Le dije que se trataba de la misma mujer que estuvo a un lado del muertito el otro día, pero mi compañero me aseguró de que en la tienda solo nos encontrábamos nosotros dos y el chico que nos ayudó hasta que llego la policía, me aseguró de que en cuanto se fueron los asaltantes cerró las puertas por protocolo de seguridad. Le describí como estaba vestida y la forma de su rostro y él se quedó pasmado, le pregunté si se encontraba bien y me dijo que si, después se metió al baño y no salió de allí por un buen rato.
La imagen de aquella joven la tenía muy clara en mi cabeza, estaba muy seguro de haberla visto justo al lado del cuerpo del chico, fue una lástima que no tuviera los videos de seguridad a la mano para verificar pues los entregamos a la policía para el seguimiento del caso.
Almas Perdidas
A al día siguiente cuando Salí del turno de la noche y regresé a casa me dispuse a dormir, tuve un extraño sueño de un hombre que entraba a la tienda, dos sujetos me sostenían de los brazos y me obligaban a sacar mi dinero del cajero, logré golpear a uno de ellos en el rostro, pero de pronto detrás de mi cabeza al nivel de la nuca sentí que accionaban el gatillo de un arma, mi.
Mi nuca se sintió muy caliente mientras que yo caía al piso boca arriba. Todo se oscurecía después de eso. Me desperté agobiado, era claro que esa experiencia que viví en la tienda me había dejado muy marcado.
Ese mismo día me tocaba descansar, la casa la tendría para mi Perra Camila y yo nada más, mis Padres se habían ido a visitar a mi hermana mayor que vivía en ese entonces en Teocaltiche y como se encuentra muy retirado de Guadalajara se quedarían a dormir.
Ya era cerca de la media noche cuando Camila se puso de pronto muy nerviosa e inquieta, parecía que algo afuera le estaba llamando la atención, yo baje el volumen de la televisión al mínimo para identificar de que se trataba, casi siempre se nos metían los gatos a la cochera y Camila los ahuyentaba, pero esta vez era distinto, no se atrevía a dar un paso, mantuvo la cola entre las patas y ladraba en un tono muy bajo, las orejas las hizo para atrás y comenzó a llorar de miedo.
De pronto desde la cocina escuché un grito muy similar al del otro día en la tienda, los bellos de mis brazos se me pusieron de punta, mis fosas nasales se despejaron por completo y por si fuera poco escuche como un llanto desolador que se acercaba desde la cocina hasta donde nos encontrábamos nosotros.
Mi perra se escondió detrás de mis piernas mientras que yo estaba temblando de pavor e intentaba hablar y preguntar quien se encontraba allí, pero no me salía ni una sola frase de mi boca, en eso pude notar la silueta de una joven que caminaba lentamente hacia la sala, sus manos las mantenía sobre sus oídos, parecía como si le doliera la cabeza, por mi parte sentía que mis piernas eran de gelatina y apenas las podía mover.
De pronto mi perra por el miedo y nervios que sentía me dio una mordida en mis tobillos e hizo que despertara de esa sensación de congelamiento, me agaché y la tome en mis brazos para correr a la puerta principal y salir de la casa rápidamente.
Nos quedamos afuera más de treinta minutos esperando a ver si sucedía algo pero ya no la vi por ningún lado a aquella mujer. Aun así no tenía el valor para entrar nuevamente a la casa.
Pasaba ya de la media noche, yo estaba muy desesperado no habia ningún vecino al que le pudiera pedir ayuda así que se me ocurrió marcar a la única persona que sabía que estaba despierta a esa hora, le llame a mi compañero de trabajo y le conté lo que me paso.
Él me dijo que esperara fuera de la casa y que llegaría en poco tiempo, solo tenía que prepararse con algo. A los 30 minutos aproximadamente ya estaba allí. Fue cuando me conto algo que me dejo helado y que yo lo desconocía por completo.
“Semanas antes de que ingresara a trabajar a la Tienda sucedió otro asalto similar donde una mujer joven falleció, el no quiso decirme nada al principio pues no quiso alterarme y provocar que me asustara pues ya eran muchos los que renunciaban por la inseguridad del lugar, no obstante cuando escucho de mi parte como le describí a la joven y que era lo que vestía él no podía creerlo pues se dio cuenta que se trataba de la chica que murió semanas atrás”
Mi compañero abrió su mochila y de ella sacó dos veladoras, me comentó que probablemente el error que estábamos cometiendo era no darles luz para un descanso de sus almas que de alguna manera seguían allí con nosotros. Prendió una de ellas y me pidió que la dejara dentro de la casa y que después dejaríamos la otro en la Tienda. La sucursal no se encontraba muy lejos de mi casa, en menos de cinco minutos llegaríamos así que no tuve problema con ir a hacerlo.
Cuando abrí la puerta de la casa para dejar la primera veladora tuve un escalofrió terrible que recorrió toda mi espalda, me acerque a la mesa de la sala y la deje allí, me apresuré a salir y tuve la sensación que de reojo la mire a ella parada a un lado de la puerta.
De camino a la tienda tuve la curiosidad de preguntarle a mi compañero como le quitaron la vida a la joven, el me hizo una seña de una pistola apuntándole a un costado de la cabeza, las cosas parecían ahora tener más sentido. Al llegar a la tienda dejamos la veladora por fuera justo en la banqueta donde vi a la mujer la noche anterior.
Yo no me sentía aun con el valor suficiente para ir a dormir a mi casa así que le pedí a mi compañero que me dejara descansar por ese día en su departamento, el accedió y junto con Camila nos fuimos con él. Esa noche tuve un sueño en el cual yo llegaba a trabajar a la tienda y sentado sobre la banqueta se encontraba el chico que fue asesinado, el levantó la mano para darme su aprobación y después me dijo “Gracias hermano”.
Las cosas se tranquilizaron mucho, en casa ya no se volvió a sentir esa sensación de terror como la del otro día, incluso Camila volvió a ser la Pitbull de siempre, en la Tienda el ambiente se tornó muy diferente y ya no se sentía esa pesadez por las noches.
Pocos días antes de que yo renunciara por una mejor oportunidad de empleo, llego a la tienda una pareja la cual parecían tener muchos años de casados, se acercaron al lugar donde estaba antes el cajero automático y de pronto vinieron recuerdos de esa noche horrible donde dos personas grandes entraban y reconocían el cuerpo como el de su hijo.
Yo no quise decirles nada, quite la música de fondo en la tienda para darles un minuto de silencio, ellos se dieron cuenta de que yo los observaba y sabían bien quién era yo. De pronto su madre se acercó conmigo y me dijo el nombre de su hijo y de mi parte hacia ella me salió decirle “Dígale que Gracias al hermano”. Ella se soltó a llorar y me comentó que a todo mundo le decía “hermano”. Yo tuve una sensación de tranquilidad más grande desde ese día.
Yo suelo ser muy sensible a todo este tipo de cosas y he aprendido que cuando siento esos escalofríos es por que intentan comunicarse con nosotros, ahora he tomado la costumbre de encender una veladora y me ha ayudado a mantener tranquila esa sensación. Espero puedan creerme y encender su veladora por aquellas Almas perdidas.
Autor: Mario Franco Corrales Lengua de Brujo
Derecho Reservado.
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