La Vidente 2022
La vidente… He escuchado los relatos del canal y quisiera compartirles mis experiencias que he vivido en estos dos últimos años, y es que a base de un dichoso don que se tiene en la familia, he sido blanco de diversos ataques, manifestaciones y experiencias que, a más de uno, el vivirlas en carne propia lo dejarían helado.
Lo que les contaré no es tanto por el afán de que me crean, de hecho, no me importa mucho si no lo hacen, sin embargo, creo que si es importante que abramos los ojos y nos demos cuenta de que hay un más allá, que si existe un infierno y también un espacio entre el cielo y el infierno donde conviven estos espectros.
Cabe señalar que por cuestiones obvias no mencionaré mi nombre, ni mi actual ubicación, no pretendo hacer de esto mi estilo de vida por si alguien desea algún trabajo, sepan que no contará conmigo.
Tenía apenas la edad de dieciocho años cuando todo esto comenzó, o por lo menos hasta donde yo pude controlarlo, ya que muchos años antes, si no mal recuerdo ya había pasado por momentos paranormales que no me la creía y hasta esa edad no los aceptaba parte de mi vida.
Justo estaba regresando de una fiesta a medianoche, acompañada por mi mejor amiga, en el fraccionamiento donde vivíamos uno podía caminar tranquilamente a mitad de la noche y no corría riesgo alguno.
Mi amiga había pedido permiso para dormir esa noche en mi casa, por lo que estábamos haciendo tiempo para llegar y por ello caminábamos lentamente.
Poco nos faltaba para llegar, cuando escuchamos que detrás de nosotras el sonido de algo gruñir y de unas garras arrastrándose en la banqueta, algo se estaba acercando a nosotras, ambas nos dimos vuelta para ver de qué se trataba, fue cuando vi a un enorme bulto arrastrándose a pocos metros de donde estábamos y esta cosa se abalanzó hacia nosotras.
Sin pensarlo le grité a mi Amiga que corriera y ella me hizo caso, mire hacia atrás y pude notar que este bulto alcanzo a cubrir a mi amiga, y precisamente cuando estábamos por llegar a la casa, fue mi Padre quien abrió la puerta y al vernos asustadas nos preguntó qué era lo que nos estaba pasando, fue cuando me percaté que mi amiga estaba como si nada le hubiera ocurrido, yo había visto claramente como aquello la había alcanzado, pero además me di cuenta que los demás no podían ver lo que para mí ya comenzaría a ser habitual.
Mi amiga le dijo a mi Padre que no sabía por qué corríamos, solo había escuchado ruidos muy extraños, y cuando alcanzo a darse cuenta ella vio un perro negro, le comenté que no fue así pues yo había visto un bulto muy grande que se movía hacia nosotras y que la había alcanzado a ella.
Al parecer lo que yo veía o comprendía ver no era común para los demás. Esa noche las cosas no pasaron a más, sin embargo, yo me comencé a sentir inquieta al respecto de esto que nos había sucedido y que a partir de ese entonces fue cuando empecé a ver cosas.
Pocos días después, me encontraba sola en mi habitación haciendo la tarea, el incidente con el bulto que nos había perseguido ya había quedado atrás, mientras hacia la tarea me gustaba poner algo de música por la radio, pero en un instante se empezó a desentonar, entonces pude escuchar que entre el ruido de la señal y la música escuché como alguien pedía por ayuda, la voz era muy tenue pero me resulto ser muy familiar, me acerque a la radio y subí el volumen, se parece mucho a la voz de mi mejor amiga, quien repetía constantemente “ayúdenme”, tuve una extraña sensación de ansiedad en el pecho y en mí una inquietud enorme de hablar con ella.
Rápidamente busqué mi teléfono para marcarle, pero no tuve éxito en comunicarme con ella. Traté de tranquilizarme un poco pues aún tenía esa sensación en mi pecho, nuevamente le llamé por teléfono y no volví a tener éxito al comunicarme con ella.
Así que decidí esperar, quizás solo era cuestión de esperar un poco. La radio ya había agarrado señal normal, por lo que eso me ayudo bastante a distraerme un poco y a olvidarme del asunto. Varias horas más tarde al regresar de cenar recordé que le hablaría a mi amiga, nuevamente marqué y por fin me habían contestado, esto me alivio un poco, pero me desconcertó al escuchar la voz de su Madre quien me contestó.
Mi amiga tenía la mala costumbre de morder las plumas y lápices, era su forma de sacar la ansiedad, pues resulta que varias horas atrás mientras ella estaba haciendo la tarea había mordido el borrado y este se le había atorado en la garganta, lo cual provocó que se asfixiara y nadie se diera cuenta.
Se había quedado varias horas sin oxígeno y no se logró hacer mucho por ella. Esto me devastó por completo, no me esperaba que esto le hubiera sucedido y menos que en su momento yo lo hubiera presentido.
Le platiqué de lo sucedido a mi madre quien al parecer me entendió perfectamente por lo que sentía.
Al día siguiente dimos la despedida a mi amiga como tenía que ser, nuestra familia fue acompañar a sus padres en su dolor, pero por alguna razón yo no quería verla acostada en la caja, aun no podía hacerme a la idea de que haya fallecido.
Mi madre pareció entenderme aún mas con ello, así que respetó mi decisión.
Es extraño como aquella sensación de tristeza abandona a los demás tan repentinamente, todos en el salón de clases ya parecían indiferentes a la pérdida que habíamos tenido y pocos días habían pasado.
Solo alguno que otro aun le dolía recordarla, pero a mí en lo particular podía sentir que ella seguía allí con nosotros, y no estaba del todo equivocada, ya que esa noche me paso algo que particularmente hizo que se me erizara la piel.
Tendríamos un examen al día siguiente, y me encontraba estudiando en mi habitación, cuando pude escuchar una serie de ruidos provenientes del exterior, pude ubicar aquellos ruidos que venían de mi ventana, tenía la cortina cerrada por lo que no pude ver de qué se trataba, así que me acerqué a ella para abrirla mas no había nada, y tras esperar un momento me regrese a mi lugar para seguir estudiando.
Pero al cabo de unos minutos nuevamente escuche un golpeteo constante en la ventana, miré nuevamente y cual sería mi sorpresa que vi a mi amiga por fuera, pude sentir como mi piel se me ponía de gallina y un sudor frío recorrió mi espalda.
Ella comenzó a invitarme a que me acercara hacia ella, más yo estaba congelada del miedo, y en un instante se desvaneció frente a mí.
No tardé en salir corriendo hacia con mis padres a su habitación, mi madre al verme tan alterada trató de tranquilizarme y le platiqué todo lo que había visto.
Allí aprovecho para entonces contarme sobre este maldito don que tenía la familia. Yo sabía que muchas de mis tías se dedicaban al ocultismo, hacían limpias y trabajos, pero jamás supe el motivo del por qué se habían orientado a trabajar con la magia negra.
Mi madre me contó que cuando la familia aún no se establecía en la ciudad y que vivía en un rancho, fue mi abuelo quien socorrió a un chaman, éste se encontraba perdido en medio del cerro y mi abuelo lo ayudó, el chaman agradecido les brindo parte de su don a toda la familia, mencionándole que el don desaparecería al pasar los años.
La Vidente
Ya no volví ver más el espíritu de mi amiga, pero no lo niego, llegué a escuchar que me hablaban cuando estaba acostada o cuando estaba sola en casa, pero particularmente un día recibí una llamada de parte de la mamá de mi amiga, ella me preguntaba si no había notado algo raro últimamente pues en la habitación de su hija los cajones de su cuarto aparecían abiertos, o podía escuchar ruidos de su hija, parecía que aún seguía con vida y estaba allí.
No me atreví a decirle a su mamá que aun la veía yo, pero si le comenté que quería ir a darme una vuelta para ver su cuarto por última vez.
De ese modo y con ayuda de mi madre, ambas nos dirigimos a la casa de mi Amiga.
Mientras que mi madre platicaba con la mamá de mi amiga, yo entre a su habitación, aun se podía percibir el aroma de los perfumes que usaba, uno jamás se imaginaría que ella ya no estaba entre nosotros.
Me senté en la cama, cerré los ojos y me dispuse a invocarla, la invite a que se acercara para platicar, así que extendí mi mano y le pedí que la tocara para anunciarme que ella estaba allí.
Pocos segundos pasaron para que sintiera el rose de algo sobre la palma de mi mano. podía sentir que con suavidad tocaban mi mano, me dio tanta curiosidad por abrir los ojos, pero bien sabia yo que si lo hacía y ella estaba frente a mí me espantaría demasiado.
Le pregunté que si era ella tocara mi mano con dos dedos, pude sentir claramente que en mi mano se presionaba como si lo hicieran con dos dedos.
Ya convencida me dispuse a platicar con ella, comentándole que la extrañaba mucho, diciéndole que era mi mejor amiga, y sobre todo que supiera que su familia la amaría para siempre.
Fue cuando escuche que un cajón se abrió en un instante, aquel repentino movimiento provoco que abriera los ojos, mas no vi nada fuera de lo normal.
Me acerqué al cajón y vi una pequeña caja, algo dentro de mí me dio a entender que era para su mamá. Salí de la habitación para dirigirme con mi madre, allí le entregue la cajita a la mamá de mi amiga, ella me miro extrañada y me pregunto de que se trataba… a lo que le comenté que al parecer esa caja era para ella.
Nos esperamos un momento, al parecer la cajita contenía algo muy apreciado por la señora pues no paraba de llorar, ella nos mencionó que faltaba poco para que cumpliera años, fue cuando recordé que yo había acompañado a mi amiga a comprar un regalo para su mama, pero nunca se lo había llegado a entregar.
El regalo se quedaría mucho tiempo guardado ya que su mamá no tenía intenciones de mover las cosas de la habitación de su hija por lo pronto.
Me pregunto su mama que como sabia donde buscar, solo le comenté que mi amiga ya me lo había platicado.
De ese modo me despedí de mi mejor amiga para ya no volver a verla. Sin embargo, las cosas se han venido alterando recientemente, pues me he percatado que he tenido la oportunidad de ver más espectros y espíritus, y que la mayoría de las veces, tienen asuntos por concluir y solo necesitan de ayuda, pero de algo estoy segura, también existen demonios que buscan dañar como aquel bulto que nos persiguió, el cual ahora que lo pienso, es muy probable que si haya alcanzado a dañar a mi amiga.
Autor: Mario Franco Corrales Lengua de Brujo
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