Mixquic Historia De Terror 2024

mixquic-historia-de-terror

Mixquic Historia De Terror 2024

Mixquic Historia De Terror… Sé que pasan muchas cosas extrañas, en especial, en estos días de los Fieles Difuntos, que no se pueden explicar tan fácilmente, apariciones, fantasmas, almas en pena, y que mucha gente ve como cosas aterradoras o de espantos, pero por la forma en que me educaron y las he vivido, yo creo que nos hace pensarlas y aceptarlas de otra manera, a veces muy diferente a la de las demás personas.

Desde que yo tengo memoria la tradición de aquí del pueblo, es empezar a festejar a nuestros muertos desde el 31 de octubre, cuando se les ponen sus ofrendas, el 1 de noviembre se hacen sonar las campanas del templo a medio día para anunciar su llegada, y para el 2, nos pasamos toda la noche conviviendo con ellos en el panteón, es lo que se conoce como la “Alumbrada”, la verdad es que se pone muy bonito, no hay ni una sola tumba, sea de quien sea, o rincón del camposanto, sin que se le pongan sus veladoras, sus velas o sus cirios, durante toda la noche y hasta el otro día, porque según nos enseñó mi abuelita, representan la luz en medio de la oscuridad del inframundo, y que les sirve a que nuestros difuntos pueden encontrar el camino a casa, también nos contaba que lo que para nosotros es un año de vida, para nuestros muertos solo trascurre un día, por eso ellos no extrañan nuestra ausencia, porque parecería que cada día lo celebramos con ellos, además nos enseñó que debemos ponerles su vaso de agua para la sed, bueno nosotros le ponemos su rompope a mi abuelita y su mezcal a mi abuelito, que eran de sus bebidas preferidas, su puño de sal, muy importante para su regresó, su incienso, para evitar que los malos espíritus entre a la casa, y por supuesto no podrían faltar sus panes de muerto, a mi abuelita le traemos su plato de mole rojo con arroz y a mi abuelito su buen plato de chilaquiles, mi mamá siempre trata de que le queden como los hacía mi abuelita.

Adornamos las lápidas con papel picado y ponemos algunas de sus fotos encima del mantel blanco con el que cubrimos las tumbas, y en los últimos años hemos traído a un mariachi o algún grupo norteño, por un ratito, para que les toquen algunas de sus canciones que más les gustaban en vida, debo de confesarte que se siente algo raro, porque te sientes triste y feliz al mismo tiempo, porque lloras y ríes al mismo tiempo, a mí me gusta mucho ese día, es muy especial para mí, viví toda mi niñez aquí en San Andrés Mixquic, con mis papás y mi hermano en casa de mis abuelitos, que está muy cerca del panteón y del Templo de San Andrés Apóstol.

En esos días siempre nos levantábamos muy temprano, yo le ayudaba a mi abuelita a preparar todo lo de la comida, y después le ayudaba a mi abuelito a poner la ofrenda de la casa, y el mero 2 de noviembre, después de comer metíamos todo lo que íbamos a necesitar en una canasta, para pasar la noche en las tumbas de los papás de mis abuelitos, aunque prácticamente todos nuestros familiares están enterrados ahí, tías, primos, amigos, pero todo esto fue cambiando poco a poco, mi abuelito falleció cuando yo tenía unos once o doce años, y todavía ni nos reponíamos de su partida, cuando por motivos del trabajo de mi papá, nos tuvimos que ir a vivir a Querétaro, y aunque visitábamos a mi abuelita al menos una vez al mes, ya no fue lo mismo.

Cc on los años se nos fueron olvidando aquellos gratos momentos de nuestra infancia, pasó el tiempo, entré a la universidad y mi hermano a la preparatoria, ya casi no salíamos como familia, empezamos a tener nuestros propios compromisos y dejamos de visitar a mi abuelita,  hasta que hace algunos meses nos avisaron que se había puesto grave por su diabetes y la habían hospitalizado de emergencia, nos venimos lo más pronto posible pero ya no pudimos despedirnos de ella, fue un golpe muy duro para todos, a veces uno cree que las personas que amamos son eternas y que siempre estarán ahí para nosotros, sentí mucha culpa por no haber estado con ella en sus últimos momentos, la enterramos junto a mi abuelito y sus padres, como siempre quiso, mi papá y mi hermano se tuvieron que regresar en los siguientes días de su entierro por cuestiones del trabajo y por exámenes finales.

Mi mamá y yo nos quedamos para arreglar un poco la casa y empezar a guardar sus cosas, fueron días muy difíciles, yo veía a mi mamá devastada y muy triste, así que ese mismo día hablé a mi trabajo para pedirles unos días más, se acercaban la celebración de los Fieles Difuntos y quería pasarlos aquí en Mixquic, como cuando era niña, levantar una gran ofrenda en casa y pasar la noche del 2 en el panteón con mis abuelitos y la familia, se lo dije a mi mamá y eso la reanimó un poco, nos alistamos para los siguientes días, al menos tendríamos algo de tranquilidad, pero esa misma  noche que nos acostábamos temprano, soñé que estaba en el comedor con mi abuelita, solo las dos, todo estaba en penumbra, ella ponía un jarro de chocolate frente a mí, sabía que me encantaba, y se sentaba delante de mí, sin decirme nada, solo mirándome, yo feliz intentaba agarrar el jarro pero estaba muy caliente y lo soltaba, al caer al piso se hacía pedazos, angustiada volteaba a ver a mi abuelita pero la silla estaba vacía, y entonces empezaba a llorar desconsoladamente, fue un sueño tan real que me desperté todavía con lágrimas en los ojos, me enderecé sobre la cama y vi el reloj sobre el buró, iban a dar las dos de la mañana, en ese momento sentí mucha sed y me fui a la cocina, al salir al pasillo me pareció ver una silueta familiar junto a la ofrenda, fue solo un instante, caminé hacía allá, al llegar frente a ella la luz de las veladoras parecía agitarse como si hubiera mucho aire, pero todo estaba cerrado, en ese momento la fotografía de mi abuelita se cayó, di un salto, la verdad si me asusté un poco, pero yo sabía que de alguna manera ella estaba aquí, acomodé de nuevo la fotografía y me fui a la cocina por un vaso de agua.

Mixquic Historia De Terror

mixquic-historia-de-terror
mixquic-historia-de-terror

Al otro día mientras desayunábamos le platiqué a mi mamá del sueño que tuve, ella se me quedó mirando asombrada, apenas terminé me dijo que ella también había soñado con mi abuelita, y que al igual que en el mío, estaba solo con ella, en la sala, y que tampoco le habló solo la miraba, fue un sueño muy triste y se despertó llorando, traté de consolarla, la abracé y poco a poco se fue tranquilizando, fuimos al mercado, había olvidado que siempre viene mucha gente de fuera, las calles estaban atestadas, apenas y pudimos hacer nuestro mandado, nos regresamos a casa a preparar todo para nuestra noche, por la tarde metimos todas las cosas que íbamos a ocupar en una de las viejas canastas de mi abuelita y nos fuimos al panteón, había muchísima gente, si nos tardamos un poco en llegar hasta la tumbas de mis abuelitos, pusimos nuestro mantel, las flores, las veladoras y sus platos con su comida favorita, fue sorprendente volver a ver como en unas cuantas horas todo el panteón se iluminaba por completo y aquello se convertía en una verdadera fiesta, sé que podemos parecerles raros a los que no son de por aquí, por sentarnos a comer, beber y festejar con nuestros muertos, y dejar que nuestras lágrimas de tristeza por su ausencia al menos por ese día se conviertan en una alegría, hablamos tanto con mi abuelita, yo le pedí perdón por no haber estado con ella en sus últimos momentos y cantamos sus rancheras favoritas hasta enronquecer, cerca del amanecer a mi mamá la venció el sueño y se quedó recargada en un arbolito que teníamos al lado, y yo puse la cabeza sobre la tumba de mi abuelita, para poder descansar un rato, supuestamente yo no me dormí, solo cerré los ojos por un segundo, cuando sentí claramente como me acariciaban el cabello y me daban un beso en la frente, me enderecé entre asustada y emocionada, no había nadie cercano alrededor, entonces no pude evitarlo y se me salieron unas lágrimas, porque yo sabía bien que había sido mi abuelita, que se había despedido de mí. 

Autor: Luis Martínez Vázquez

Derechos Reservados

Share this post

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Historias de Terror