Desapariciones Historia De Terror 2023
Desapariciones Historia De Terror… Me llamo Agustín, soy originario de Chalma, durante 9 años trabajé en la PGR, los últimos 2 años antes de salir formé parte de un grupo que trabajaba en conjunto con los GAFES y con los de inteligencia.
Ese grupo fue el primero que trabajó en conjunto con los GAFES, por eso no tenía del todo claro cómo era que iba a estar todo.
Como era de esperarse, el caso en el que íbamos a trabajar no era común, el asunto a tratar fue la desaparición masiva de infantes en ciertas zonas específicas.
Esas zonas eran urbes rodeadas de pequeños pueblos, eso era curioso, todas las zonas eran iguales, no ocurría en ciudades conectadas con otras ciudades, para llegar a los diferentes lugares de las desapariciones forzosamente había que atravesar por lo menos un pueblo.
Otro dato interesante es que en todos los pueblos que rodeaban las urbes había extraños altares, ese era el motivo de los GAFES estuvieran involucrados, porque en la zona norte del país era una práctica común entre los traficantes de sustancias el poner altares para rodear de misticismo sus actividades.
Los que éramos de la PGR haríamos trabajo de campo, los GAFES les harían la vida difícil a las organizaciones criminales que tuvieran operaciones cerca de donde estábamos investigando, y los de inteligencia se encargarían de contrastar ambos resultados.
Mis compañeros y yo, de lo primero que nos percatamos era que todos los infantes desaparecidos eran solo de las urbes, los pueblos no se estaban viendo afectados, cuando la lógica dicta que debería ser al revés, por ese motivo desde mis primeros reportes yo hice anotaciones donde sugería que la gente de los pueblos circundantes estaban involucrados de alguna forma.
Antes de retirarnos de la primer zona nos tomamos 3 días para visitar los pueblos cercanos, encontramos muchos niños, tomando en cuenta las casas que había, yo le calculo que cada familia debía tener por lo menos 7 hijos.
La gente que vivía ahí era muy amable, sinceramente yo me esperaba que nos recibieran con un poco de hostilidad, claro que eso se sustentaba en mi teoría de que ellos estaban involucrados.
En los primeros pueblos decidí no acercarme mucho a los altares, por 2 motivos, el primero era porque no eran iguales, sí tenían varias cosas en común, pero se les podía diferenciar fácilmente.
Y el segundo motivo era que todos los altares estaban protegidos por grandes perros de diferentes razas.
Pero, cuando ya nos estábamos retirando del último pueblo de la primer zona, no pude evitarlo y, a pesar de que mis compañeros intentaron detenerme, fui hasta el altar de ese pueblo.
Los 3 perros que lo cuidaban me empezaron a ladrar y amenazaban con morderme, pero el señor de la casa donde estaba el altar salió y calmó a los perros, luego se acercó a mí para preguntarme qué era lo que yo necesitaba.
Le mostré mi placa y le comenté que estaba ahí porque investigaba la desaparición de los niños de la urbe, y buscaba cualquier información que pudiera ayudarme.
El señor dijo no saber nada pero me deseó suerte en mi trabajo, antes de retirarme le hice una pregunta que me daría mucha información sobre el altar sin tener que preguntar de forma directa por el altar.
Mi pregunta fue: ¿Usted cree que lo que está pasando en la urbe pueda pasar aquí?
El señor muy confiado me respondió que no, que ellos estaban protegidos por los altares, que la Diosa Madre los estaba protegiendo de la plaga.
Me despedí del señor y volví al auto y partimos hacia la siguiente zona, que estaba a unos 250 Kilómetros.
En el trayecto venía redactando mi informe mientras platicaba con mis compañeros, ellos creían que los altares no estaban relacionados y que solo era para confundirnos y hacernos creer que había una especie de culto o secta.
Pero lo que yo estaba pensando era que la gente de los pueblos sabían lo que estaba sucediendo y esos altares los habían levantado para intentar protegerse.
Mi perspectiva había cambiado luego de esa breve conversación con el señor del altar, su respuesta me hizo pensar en otra teoría, tal vez ellos sabían mucho más de lo que decían pero no hablaban por miedo a eso que el señor llamó como la plaga.
Antes de llegar a la siguiente urbe nos actualizaron la cantidad de infantes desaparecidos en las zonas a investigar, la cifra ya era de 40.
Ya llegando al destino nos repartimos para entrevistar a las familias afectadas, en esa urbe eran 12 los niños que se habían desaparecido.
Al terminar los interrogatorios llegamos a la misma conclusión a la que habíamos llegado en la urbe anterior, las familias de los niños desaparecidos no tenían nada en común, los infantes tampoco se parecían entre ellos, el rango de edades también era muy amplio, no había nada que nos indicara la existencia de un patrón.
Después fuimos a revisar los pueblos, para intentar que alguien nos dijera algo, cuando yo estaba caminando por uno de los pueblos se me acercó un muchacho con Síndrome de Down y me dijo que la culpa era de la bruja.
Sinceramente confieso que aquella afirmación me pareció un poco fuera de lugar, no me malentiendan, pero no podía tomar enserio lo que el muchacho me estaba diciendo.
Pasaron los días y los niños seguían desapareciendo sin dejar rastro.
La situación se estaba poniendo bastante tensa, puesto que el gobierno exigía respuestas, la prensa estaba muy cerca de darse cuenta y ni nosotros ni los GAFES teníamos nada concreto.
Nos dieron la orden de obtener respuestas y si era necesario teníamos autorizado utilizar métodos de la vieja escuela.
Después de recibir tales indicaciones llegamos a un pueblo, mis compañeros eran más viejos que yo, y por lo tanto tenían métodos menos amistosos, así que les pedí que me dejaran intentarlo primero.
Fui directo hacia la casa que tenía afuera uno de esos altares raros, me recibieron 5 perros negros muy amenazantes, salió el dueño de la casa y me gritó que me largara de su casa, yo le mostré mi placa y mi arma, le dije que si no hablaba conmigo vendrían mis compañeros y ellos no lo pedirían por favor.
El señor me permitió entrar a su casa, ya estando dentro le dije que solo quería hacerle unas pocas preguntas, primero le cuestioné porqué tantos pueblos tenían altares.
Me respondió que todos esos altares eran para suplicar por la protección y la misericordia de la Diosa Madre Coatlicue.
El motivo por el cual los altares no eran idénticos era debido a que la Diosa Madre Coatlicue tenía muchas formas diferentes de manifestarse, y a cada forma se le rendía culto de diferente manera, además no todos los pueblos tenían la posibilidad de armar un altar con los mismos materiales.
Me daba curiosidad porque todos le rendían culto a Coatlicue, y lo cuestioné al respecto, el señor me contó que todos los altares a la Diosa Madre Coatlicue los habían levantado un día antes de que empezaran a desaparecer los niños, el motivo fue que una bruja se apareció en todos los pueblos y les dijo que si montaban los altares estarían a salvó de la plaga.
Le pregunté cómo era que la bruja esa había visitado tantos pueblos, el señor me repitió que la bruja se había aparecido en los pueblos, no era que ella hubiera llegado físicamente, sino que lo que había pasado era que la bruja se había manifestado utilizando un conjuro.
Durante varios minutos más, estuve platicando con el señor antes de volver al vehículo con mis compañeros.
A ellos y a los de inteligencia les conté todo lo que me había dicho el señor, lo de los altares y la bruja, y también sobre la plaga, que el señor me explicó que se trataba de una hechicera oscura que estaba ofreciendo a los niños a los seres de oscuridad como parte de un ciclo de sacrificios que llevaba realizándose desde hace cientos de años.
Mis compañeros se burlaron un poco, y dijeron que los de inteligencia también se burlarían, pero, para nuestra sorpresa no fue así, los de inteligencia comentaron que los GAFES también habían reportado a una mujer apodada como la plaga, esa mujer parecía estar relacionada con varias organizaciones criminales.
Los GAFES informaron que esa mujer presuntamente estaba ubicada en Tula, y, ya que yo había informado que los pueblerinos también la mencionaban como responsable, ahora los GAFES y nosotros nos reuniríamos en Tula para darle caza a la plaga.
Llegando a Tula nos acercamos hasta estar a 3 kilómetros, ahí, yo y 4 GAFES fuimos por la presunta hechicera y los demás se quedaron cubriendo el acceso por si los criminales llegaban en su auxilio.
Caminamos por un estrecho sendero que subía una loma y finalmente tuvimos una casa a la vista, no era una casa grande, decidimos rodear la casa y en la parte de atrás encontramos unos barriles cerrados, cuando los abrimos nos llevamos una terrible sorpresa, había niños flotando en un líquido color ámbar, los niños estaban muertos.
Desapariciones Historia De Terror
Era la única prueba que necesitábamos para llevarnos a esa mujer, entramos por ambas puertas para que no hubiera ninguna posibilidad de que ella escapara.
Cuando llegamos a la parte central de la casa ahí estaba la mujer, era una anciana de cabello totalmente canoso, vestía una túnica color púrpura y algo estaba haciendo con unas velas, pero la detuvimos antes de que continuara.
Los GAFES la interrogaron para que confesara qué había hecho con todos los demás niños, pero a pesar de las formas tan enérgicas de los GAFES la hechicera nunca dijo ni una palabra.
Informamos a inteligencia y ellos nos dieron la orden de liquidarla.
Autor: Ramiro Contreras
Derechos Reservados
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