El Narco Nahual Historia De Terror 2022

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El Narco Nahual Historia De Terror 2022

El narco nahual, historia de terror… Soy de las peligrosas tierras de Michoacán, actualmente formo parte de una organización criminal, creo que el nombre es evidente e irrelevante.

Yo no ando en las calles jugándome el pellejo, no extorsiono, no levanto gente. Para entrar a este negocio tuve que matar a una persona, pero esa es la única vida que tengo en mi consciencia.

Mi padre fue militar, y quizá si estuviera vivo sentiría repudio hacia mí, pero la familia no come patria, cuando llegué a mis 40 y quedé desempleado, cuando me vi en una situación en la que nadie me quería contratar por mi edad, no tuve otra opción, para llevar el pan a la mesa tuve que entrarle a este mundo.

Una cosa que la mayoría de gente no sabe es que no existen 2 bandos, sino 3, la maña, el ejército, y el gobierno. Ese tercer bando jala tanto con un lado como con el otro, dependiendo del interés de turno.

Esto yo lo llegué a ver de primera mano, en un rancho donde estuve trabajando me tocó recibir generales, gente de la PGR y hasta licenciados gringos.

En ese rancho lo único que yo hacía era vigilar, sí traía mi arma y todo, pero afortunadamente nunca tuve la necesidad de disparar.

Obviamente no puedo revelar la ubicación, ese rancho se utilizaba para varias cosas: juntas de negocios, fiestas despampanantes, pero la principal función del rancho era servir como campo de concentración, por llamarle de alguna forma.

Ahí llevaban a los que levantaban, a los que debían, a los sapos, a los sobrevivientes de algún enfrentamiento, básicamente a cualquiera al que quisieran matar. Pero también se utilizaba como campo de entrenamiento.

Hace algunos meses en Televisa salió una noticia sobre que un esqueleto de un infante había sido trasladado con motivos desconocidos.

No se trata de un caso aislado, en México existe un gran mercado de compra y venta de restos humanos, la gran mayoría de las compras son de sectas y ese tipo de organizaciones, pero hay otro grupo que también solicita el servicio, se trata de estudiantes de medicina o forenses, esas cosas.

Así se financiaba el rancho, mataban a quienes tenían que matar y luego vendían los restos, algunas veces había tanta demanda que se daba la orden de levantar personas al azar.

Me tocó ver todo tipo de cosas que romperían la cordura de cualquier persona, llevo años

teniendo pesadillas constantes, prácticamente me despierto gritando todas las madrugadas, pues las terribles cosas que he tenido que ver me persiguen cada segundo.

Pero sin duda alguna lo más aterrador que me tocó ver fue al Nahual.

Lo tenían encerrado en una bodega, había sido el regalo de una bruja, este obsequio había sido porque el patrón le había donado una gran suma de dinero.

Aún recuerdo la primera vez que lo vi.

La piel de la criatura era púrpura, de una tonalidad muy oscura, casi de color negro, algunas zonas de su cuerpo contaban con pelaje, pero no de forma uniforme. Su hocico era gigantesco, sus extremidades largas y delgadas, sus ojos eran de color naranja, pero cuando lo alimentaban le cambiaban de color, se volvían rojos.

El Narco Nahual Historia De Terror

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Las garras con las que desgarraba la carne de su comida eran filosas y gruesas, era masomenos del tamaño de un caballo adulto, las facciones de su cara recordaban levemente al rostro de una persona.

Esa bestia disfrutaba ser alimentada, sonreía de forma macabra cada que escuchaba los pasos de la siguiente persona que le serviría de postre. Esa expresión en su cara era como la de un ser totalmente desequilibrado.

Sus orejas tenían forma como de rombo, no tenía nariz, solo tenía dos orificios que le servían para respirar.

Esos orificios a mi me daban muchísimo asco, lo que ocurría era que cuando esa cosa ingería sangre se le salía por los orificios.

El Nahual tenía un terrible humor, exigía ser alimentado cada 3 horas, cuando se pasaba el tiempo, aunque fuera por minutos, la bestia comenzaba a hacer mucho escándalo, jalaba las cadenas que lo mantenían sujeto a la pared y también gruñía con desesperación.

Y lo peor que podía pasar era llevarle la comida al Nahual cuando ya estaba molesto, ya que se comportaba de forma hostil y hasta amenazaba con comerse al que le entregaba la comida.

La bestia solía pararse en sus patas traseras, esto lo hacía para intimidar a su comida, le gustaba que estuvieran asustados al momento de devorarlos. No comía ancianos.

Sí se le daban mujeres, pero no para comer.

No se que edad tenía el Nahual, pero ya era grande, se sabía por el tamaño de sus cuernos, la bruja que le obsequió el Nahual al patrón le dijo que los cuernos de los Nahuales indican su edad, advirtió que no debían ser limados ni cortados ya que eso podría causar la muerte de la criatura.

Por cierto, esos cuernos eran muy parecidos a los de los venados.

La bodega donde tenían viviendo al Nahual apestaba, pero feo, siempre había gusanos, pero no eran de los cadáveres, como dije todos los restos eran vendidos. Los gusanos salían del lomo de la horrible criatura, a diario le brotaban.

Esa bodega solo se limpiaba una vez al mes, por más extraño que pueda parecer la limpieza se realizaba solo cuando había luna llena, la primera ocasión que me ordenaron limpiar la bodega protesté, por miedo claro, pero, luego de burlarse de mí, me aclararon que el Nahual era inofensivo durante las noches de Luna Llena.

No insistí con mi protesta, ya que eso me hubiera hecho ganador de una bala entre ceja y ceja, así que, convencido de que estaba cometiendo un grave error, fui a limpiar la bodega, para mi sorpresa el Nahual estaba inmóvil, mirando hacia arriba, ni siquiera respiraba, tampoco parpadeaba, parecía que se había petrificado, pude limpiar sin problemas, aunque con miedo claramente.

Había una persona encargada de tratar todos los asuntos que estaban relacionados con el Nahual, era él que la mayoría de las veces le llevaba la comida, le decíamos El Cocinero.

A mí me tocaba apoyar de vez en cuando, yo calculo que llegué a ver al Nahual unas 50 o 60 veces, muchas más de las que me hubiera gustado, demasiadas.

Jamás olvidaré la última noche que estuve en el rancho. Yo andaba dando mi recorrido nocturno, al momento de pasar cerca de la bodega donde estaba el Nahual me percaté que había un boquete en uno de los muros, y al asomarme me di cuenta que el la bestia ya no estaba en el interior.

Inmediatamente avisé por radio y comenzó una corredera por todo el rancho, todos le teníamos más pavor al patrón que al Nahual.

Por cierto, el patrón se refugió en su helicóptero, listo para despegar en caso que se desatara una matanza.

Todos andábamos con arma en mano, la orden era no dejar que el Nahual saliera del rancho, y si teníamos que matarlo pues ni modo.

Yo me subí a una cuatrimoto y me fui por el camino que llevaba directo al campo de entrenamiento, cuando de forma súbita e inesperada el Nahual apareció frente a mí.

Esa noche estaba nublada así que en realidad solo podía ver la sombra del monstruo, pero por su tamaño y los cuernos fue que me quedó claro que se trataba del Nahual.

Informé de la ubicación, yo me quedé completamente quieto en lo que se arrimaban los refuerzos. Esa cosa solo me miraba expectante, yo esperaba que me atacara y creo que el Nahual esperaba lo mismo de mí.

En cuanto la bestia se percató que venía más gente se puso agresivo y se me aventó, me volteó con todo y cuatrimoto, el Nahual me hubiera matado si no fuera porque todos empezaron a disparar.

Yo ya no pude ayudar en nada, ya que la cuatrimoto me había caído encima de una pierna y me encontraba gravemente herido, nunca perdí el conocimiento, pero por momentos sí dejaba de estar consciente de lo que ocurría a mi alrededor, así que no puedo decir cómo fue que regresaron al Nahual a su bodega, ni tampoco sé cómo fue que lo volvieron a encadenar.

El doctor del rancho curó mis heridas.

Luego de eso hablé con el patrón y le pedí que de favor me moviera a otra parte, que ya no quería estar en el rancho, aceptó mi petición, no porque yo fuera alguien importante, sino simplemente porque yo había encontrado a su valioso Nahual.

Desde ese día hasta la fecha estoy en un puesto de películas piratas, mi función claramente no es la venta de los CD’s, yo reporto todo el movimiento que ocurra ahí en mi área.

Estoy más tranquilo, me llevo algún dinero extra, y lo más importante, no he tenido que volver a acercarme al asqueroso Nahual.

Lo cierto es que por años me callé todo esto, tampoco estoy revelando nada demasiado preciso, así que no me estoy metiendo en problemas.

Lo cuento porque hace poco me enteré que un amigo que yo tenía en la primaria terminó siendo comida del Nahual, no busco hacerme famoso ni nada, es solo que en cualquier momento me pueden levantar los soldados y pues ahí cuelgo los tenis, y la verdad no me gustaría llevarme este asunto a la tumba.

Solo me gustaría decir algo más, nunca se metan en estas cosas, es feo, sí, se gana bien, no te haces rico, pero no te mueres de hambre, pero el costo puede se demasiado alto, el día que me maten no sé que pasará con mi familia, y tener eso en la cabeza todo el tiempo es muy pesado.

Autor: Ramiro Contreras

Derechos Reservados.

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