el llamado (1)

El Llamado 2022

El llamado… Siempre he sido un hombre solitario. Mis relaciones amorosas han sido algo inestables, creo que el noviazgo mas largo que he tenido no ha durado mas de un mes. Hace un año conocí a una chica con la que suelo hablar en linea, ella es de Oaxaca y yo de Chihuahua.

Ella era un poco fría y poco atenta, era de esas personas a las que tienes que estar buscando constantemente si en verdad te importan.
Al principio yo siempre la buscaba, pero después de un tiempo me enfadé de tener que buscarla, por lo que nos dejamos de hablar como un mes.

Se llamaba Marisol.

Un día recibí una llamada de ella, cosa que era extraña, pues ella solo me mandaba mensajes, pero nunca me llamaba.

Ella dijo que ya era tiempo de conocernos y me preguntó si era posible que tomara un avión para ese fin de semana pasarla con ella, pues pensaba llevarme a conocer un poblado interesante.
No dudé y compré mi boleto de avión inmediatamente.

Ella era tal como imaginé, e incluso mejor, porque en persona no era fría, ni poco atenta, sino todo lo contrario.
Conocí su casa y a muchas personas, a diferencia de mi hogar, las personas de esa zona, son muy atentas y solidarias, en cambio en el lugar donde vivo, son un poco apáticas, en Oaxaca la gente siempre esta ofreciendo algo.

Yo me hubiera quedado con mucho gusto en su comunidad, pero mi amiga tenia otros planes para nosotros, ella había rentado una cabaña en un lugar adentrado en el bosque.

Si la comunidad donde vivía ella me parecía pintoresca, el lugar donde se encontraba el conjunto de cabañas estaba a otro nivel. Era un paraíso de vegetación, con una cascada muy cercana.

El primer día nos la pasamos caminando por toda la zona, pues eran muchas las zonas que ella me quería mostrar.

Cuando veníamos de regreso, vi una zona que estaba resguardada con algunas mallas de acero, ese lugar se encontraba bajando la colina, era una zona de muchos arboles.

Le pregunte a Marisol sobre el porque estaba prohibido el acceso a esa zona, ella me dijo que por aquella zona abundaban animales salvajes y algo aun peor, seres que se hacían pasar por estos, para engañar a los transeúntes.

El Llamado

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Yo me quede intrigado cuando me dijo eso de los seres que se hacían pasar por animales, así que le pedí que por favor me contara mas acerca de ello.

No quiso contarme y rapidamente me cambió el tema.

Me quedé mirando hacia la valla un rato en silencio, Marisol se me quedó mirando, en eso escuchamos que alguien gritaba el nombre de una persona, era una voz como de mujer, pero sonaba tan distorsionada que no distinguimos el nombre que pronunciaba.

Marisol cambió de color, se veía nerviosa y me pidió que nos fuéramos de inmediato.
Nos mantuvimos en silencio durante el regreso. Yo pensaba que Marisol podía ser muy supersticiosa, y me imaginaba a que se refería con esos seres que cambiaban de forma, creía que al igual que mi abuela y mi madre, creían en esas historias de brujos que se convierten en animales.

Mientras caminábamos de regreso, comenzamos a escuchar los pasos de animal que nos seguía de cerca, pero cada vez que nos deteníamos para mirar hacia atrás, no encontrábamos nada, ni siquiera un ave.

Noté que la mano de Marisol temblaba, entonces le pregunte si algo malo le ocurría, ella me dijo que quizás fue un error haber entrado a ese lugar del bosque, sobre todo sin apoyo de un guía, pues había escuchado historias por parte de su madre acerca que ese lugar llamaba a malos espíritus y nahuales, según ella estos espíritus podían lograr que te perdieras y una vez que así era, te atraparían para robar tu alma.

Yo no me creí sus historias, ese tipo de cuentos siempre me resultaron interesantes, pero increíbles, sin embargo, cuando llegamos a una zona que estaba seguro no habíamos pasado cuando veníamos, comencé a creer, sobre todo porque ese lugar estaba todo seco y negro, parecía como si la vida en ese lugar hubiera sido arrancada por alguna fuerza maligna.

No se como explicarlo, pero en ese lugar parecía que no entraban los rayos del sol.
De la nada apareció a unos cuantos metros de nosotros un extraño animal de cuatro patas, sin pelo y con unos ojos completamente negros.

El terror se adueñó de mi, intente correr tomando de la mano de Marisol, pero ella estaba petrificada, no se movía ni hablaba.

No podía dejarla allí sola con ese extraño animal que se nos acercaba poco a poco.
El animal se acercó hasta quedar a medio metro de distancia, entonces levantó la mirada, se veía tan extraño, no se en que manera lograría describirla, pero su mirada era parecida a la de un ser humano y no a la de un animal.
No se cuales serían las intenciones de esa criatura, pero no creí que quisiera atacarnos, solo nos miraba detenidamente.
Entonces Marisol recuperó la conciencia y comenzó a gritar.

Los gritos hicieron que la criatura se alejara hasta llegar a unos arbustos, entonces comenzamos a correr.
Jamás en mi vida corrí con tanta fuerza, incluso me dañé las plantas de los pies, pero en el momento no lo sentí, debido a la adrenalina que recorría mi sangre.

No se cuanto tiempo habremos tardado en llegar a donde estaban las cabañas, pero una vez que estuvimos allí, me di cuenta de lo lastimado que tenia las plantas de los pies.

Le pregunté a Marisol si sabía que clase de animal habíamos visto, ella me dijo que no se trataba de un animal, sino de un nahual, yo no pude negar que tenia razón acerca de lo que ese ser era, pues fue muy extraño, era como ver una cruza de puma con coyote sin pelo, ademas la cara del animal era algo difícil de creer, pero lo había visto, no podía negarlo.

Cuando cayó la noche, decidimos encender el fuego en la chimenea de la cabaña.
Las cabañas en ese lugar se encontraban muy alejadas unas de otras, por lo que no podía saber uno, cuantas cabañas estarían ocupadas realmente.

El caso es que el lugar estaba muy silencioso.

De repente comenzamos a escuchar unos aullidos muy extraños, no parecían ni los de un lobo, ni los de un coyote, mas bien eran algo así como los de una persona fingiendo ser un animal.

A los pocos minutos después, escuchamos rasguños a la puerta, como cuando un perro quiere entrar a su casa. Marisol me miró y comenzó a llorar, repetía una y otra vez que no debió haberme llevado a aquel lugar, yo la tranquilicé diciéndole que ni siquiera sabíamos que era lo que estaba detrás de la puerta, ademas estábamos

seguros dentro de la cabaña, fuera lo que fuera que estuviera tras la puerta, no tendría manera de entrar.
Apenas logré tranquilizarla, cuando afuera escuchamos unos balazos, seguidos de un grito desgarrador.

Nos asomamos por una de las ventanas de la cabaña, entonces vimos a dos hombres armados con rifles y lámparas, parecían militares, quizás lo eran, pero debido a la poca iluminación no pude ver si llevaban algún emblema en el uniforme.

Vi que levantaron un cuerpo del piso, uno de ellos lo iluminó con su lámpara, ese cuerpo era algo espantoso, parecía una piel seca y debido a la forma que tenia, supe perfectamente que se trataba de la criatura que nos encontramos en el bosque hace apenas unas horas atrás.

Cuando los hombres se fueron, nos atrevimos a salir de la cabaña. Entonces Marisol se echó a llorar, me dijo que cuando vimos a ese animal en el bosque, sintió como un llamado, como si el animal le pidiera auxilio, por lo que ella creía que ese par de hombres lo venían cazando.
Nos regresamos a su comunidad al día siguiente.

Estuve una semana mas con ella y no dejamos de hablar acerca de lo que presenciamos. Creemos que esa criatura era en realidad un nahual que quería escapar de unos cazadores o militares, no sabría exactamente que eran esos hombres.

Personalmente esa aventura, aparte de darme miedo, me produce un poco de lástima, se que existen cosas que aun no podemos comprender y al causarnos miedo, preferimos deshacernos de ellas a como de lugar.
No se, yo no hubiera respondido al llamado que dice haber escuchado Marisol.

Autor: Mauricio Farfan

Derechos Reservados.

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