Amarre De Amor Historia De Terror 2023
Amarre De Amor, Historia De Terror… Aunque está historia no me ocurrió a mi directamente, sino a mi madre, sin duda me vi muy involucrada en ella. Se podría decir que nací en una familia atea, mamá y papá siempre decían que, las deidades, la magia, los fantasmas, o cualquier tipo de entidad paranormal, no eran más que patrañas, de pequeña, incluso recuerdo que cuando llegábamos a ver algún espectáculo de magia callejero, pocos días después papá se informaba, compraba lo necesario y nos enseñaba como hacerlo.
No sabría decir si esto de no creer en la magia o Dioses me afectó, yo creo que no, sin embargo, debo admitir que cuando mi padre murió, cuando yo solo tenía diez años, me sentí decepcionada y me atrevería a decir aterrada, cuando una anciana me dijo que, como mi padre había renegado de dios durante toda su vida, en el momento en el que estaba hablando conmigo, mi papá se estaba quemando en las llamas del infierno por blasfemo.
Recuerdo que lloré más por el hecho de que pensé que mi papá estaba sufriendo en el infierno, que por el hecho de que estaba muerto, mamá fue la que me dijo que no era verdad, me dijo que aun, sí algo como eso existiera, mi papá nunca pondría un pie ahí, pues él era un hombre bueno y justo y según esa mitología, ese sitio era para personas malas que les hicieron daño a otros en vida, eso me tranquilizó mucho.
La muerte de papá sin duda fue un golpe muy duro para toda la familia, yo era la mayor de tres hijas, mis hermanas gemelas eran demasiado pequeñas en ese entonces, por lo que la peor parte nos la llevamos mamá y yo, sin embargo, poco a poco, encontramos la manera de salir adelante por nuestra cuenta, creó que pasó cerca de tres o cuatro años, cuando mamá decidió que debía darse la oportunidad de conocer a más personas, la verdad al principio no me agradó mucho la idea, pero después de tomar terapia, acepté que no era justo esperar que mamá se quedara sola por el resto de su vida, no era lo que papá hubiera querido.
Las parejas de mi mamá iban y venían, creo que nunca duró con ninguna más de unos cuantos meses, por lo que jamás llegamos a conocer a ninguna del todo, o eso era hasta que él llegó a nuestras vidas, no sé si deba decir su nombre, en parte me gustaría por si alguien lo conoce, no sé relacione con él, pero por otra, quizás sea capaz de hacerle algo a mí o a mi familia, creo que lo dejaré como “M”, verán ‘M” llegó a nuestras vidas cuando yo estaba a punto de cumplir mis 15 años, papá había abierto una cuenta de ahorros desde que yo nací para esa fiesta, así que mamá me dijo que podía tener todo lo que yo quisiera ese día.
Recuerdo que en aquel entonces, estaba completamente enamorada de las películas de crepúsculo y sus libros, por lo cual le dije a mi mamá que quería que la fiesta tuviera esa temática, mamá no tuvo ninguna objeción, así que comenzó con los preparativos de la fiesta, cuidando cada detalle para que fuera exactamente como yo la imaginaba, “M” trabajaba en algo relacionado con la mesa de postres o quizás era decoración, honestamente, no lo recuerdo, pero si sé que se conocieron organizando la fiesta.
Recuerdo que para el día de la fiesta, mamá invitó a “M” y él, como regalo, me obsequió bolsos y ropa muy costosa, así como toda la saga de los libros de crepúsculo con pasta dura que mi mamá no había podido comprarme, no voy a mentir, en ese momento, esos obsequios, hicieron que me agradara mucho, a pesar de ser solo la tercera vez que lo veía, la fiesta sin duda fue la mejor experiencia que tuve en mi vida.
Desde ese entonces mamá comenzó a frecuentar a “M” aún más, creo que pasaron cerca de dos meses, en los que todo parecía ser perfecto, ya saben, como casi cualquier inicio de cualquier relación sana, sin embargo, una tardé mi mamá volvió de una cita con él, se veía algo triste y me dijo que simplemente no había funcionado, yo la comprendí, si algo admiraba de ella, era que siempre nos decía que no debíamos conformarnos con menos de lo que creíamos merecer.
Considero que esa fue mi primera experiencia, viendo a alguien tan intenso, llamaba casi toda la noche, todos los días, y cuando mi mamá apagaba su teléfono y descolgaba el teléfono de la sala, nos llamaba a nuestros teléfonos míos y de mis hermanas, a veces, llegaba ebrio a la mitad de la noche y tocaba la puerta durante horas, mi mamá salió una noche a decirle que debía parar de una buena vez o le pondría una demanda para que no se nos volviera a acercar.
Y aunque consiguió que esa noche él se fuera, a los pocos días volvió a lo mismo, mamá, ya bastante harta de esa situación, le contestó el teléfono una noche solo para decirle que al día siguiente, iría con el abogado para comenzar la demanda, y está vez no fue una amenaza vacía, a la mañana siguiente mamá salió muy temprano de la casa, para ir con el abogado antes de ir a su trabajo.
La demanda si procedió y me parece que incluso a él le llegaron los papeles o algo así, porque, por alguna razón llegó muy furioso unos días después, diciéndole que la amaba y quién sabe que más, se sangró la mano golpeando la pared de la casa, “M” era muy volátil, se comportó de esa manera y más tarde esa noche llegó a la casa con serenata para que lo perdonara, y obviamente mi mamá no salió, por lo que eventualmente se terminó yendo.
Esto pasó de una forma tan rápida, que no sé explicarla, por lo cual, solo lo diré, mamá lo perdonó, fue uno o dos días después de la serenata, retiró los cargos, y no solo volvió con el, sino que lo llevó a vivir a nuestra casa, algo que jamás había hecho con ninguna de sus parejas, pues nos había dicho que si eso sucedía en algún momento, lo hablaría primero con nosotras y si alguna no estaba de acuerdo, no lo haría.
Pero lo llevó de la nada y sin preguntar, nos dijo que no se había dado cuenta de cuánto lo amaba y que no podía vivir otro minuto de su vida sin él, y como ninguna de nosotras sabía que rayos opinar sobre eso, pues simplemente nos resignamos, solamente tuvieron que pasar unos cuantos días para odiarlo por completo, no quería mover un solo dedo para mantener la casa limpia, jamás lavó un plato o vaso que ocupó, algo que era una regla en la casa, se acababa el agua caliente y casi enseguida que se mudó, dejó su trabajo.
Así que se quedaba todo el día tirado en el sofá, mirando la televisión y devorando nuestra comida, mi mamá parecía no darse cuenta de lo horrible que era ese hombre, siempre que cualquiera de nosotras se quejaba de que él se acababa el agua caliente o no dejaba comida para nosotras, mamá únicamente decía que ella lavaría todo lo de él y nos decía que podíamos pedir una pizza o algo a domicilio si es que teníamos hambre, siempre recalcando que todo eso era fácil de arreglar por lo que no era un problema por el cual debíamos reclamar y que estábamos exagerando.
La situación se volvió aún más insoportable al pasar los meses, él era grosero con nosotras, actuaba como si esa fuera su casa, si mis hermanas o yo llevábamos invitados cuando se iban nos decía que hacíamos mucho ruido y que no dejábamos que descansara a gusto y que no quería que volviéramos a llevar a nadie, e incluso llegó al punto de correr a mis amigos, un día en el que yo ya le había pedido permiso a mi mamá de invitarlos para ver una serie, aquel día cuando mi mamá llegó a la casa, yo le dije que ya no podía seguir viviendo así y que él debía irse.
Pero mi mamá me dijo que yo no sabía lo que era estar enamorada de verdad y que cuando yo supiera lo que era el amor verdadero, dejaría pasar algunos detalles mínimos, terminamos discutiendo mucho más esa noche, pues yo le dije que como podría decirme eso, sabiendo que papá era un millón de veces mejor hombre que lo que él podía llegar a ser, y ella me respondió que ella amaba a “M” mucho más que cualquier cosa o persona, Incluso más de lo que había amado a mi padre.
Recuerdo que terminé diciéndole a mi madre que si eso era lo que pensaba, entonces le marcaría a mi abuelo para que mis hermanas y yo nos fuéramos a vivir con él y entonces ella se quedaría sola, siendo feliz con ese hombre horrible, de inmediato mi mamá cambió su semblante, fue como si el miedo a perdernos, la sacara de aquel trance de enamoramiento que le impedía ver las cosas tal y como eran.
Esa noche mi mamá, si bien no lo corrió de la casa, sí hablo con él y le dijo que todos tendríamos que encontrar la manera de llevarnos mejor y también dijo que cuando ella nos diera permiso de traer a nuestros amigos, entonces él no podría decirles que se fueran y nos debería dejar la televisión o la sala, si es que estábamos haciendo algún proyecto de la escuela, “M” estaba muy enojado, pero sobre todo sorprendido, como si no pudiera creer que mamá le pusiera límites.
Pienso que si tuviera que repetir todo de nuevo, talvez me hubiese ahorrado la parte que estoy a punto de narrar, no lo sé, quizás debí tomar a mis hermanas y salir de ahí, pues un par de días después, yo me había quedado despierta hasta tarde, pues debía presentar una maqueta que había dejado para el último minuto por nada más que mi irresponsabilidad, creo que eran cerca de las tres de la madrugada, cuando escuché que alguien estaba rasguñando mi puerta.
Se me hizo muy extraño, pues no teníamos ni perros o gatos que pudieran hacer eso, mis hermanas tocarían a mi puerta, estaba pensando en eso cuando los rasguños se detuvieron y entonces alguien tocó, pregunté quién era, pero solo recibí otro golpeteo como respuesta, me acerqué un poco a la puerta y volví a preguntar, pero de nuevo, solo tocaron otra vez, dije el nombre de mis hermanas y de inmediato la voz del otro lado me dijo que sí, que era una de mis hermanas y que tenía mucho miedo.
Sin reflexionarlo dos veces abrí la puerta, una de mis hermanas estaba ahí, me dijo que estaba escuchando ruidos extraños en la cocina, eso se me hizo extraño, tanto que ella tuviese miedo, como que ella creyera escuchar ruidos extraños, pues como dije antes, éramos prácticamente ateas, por lo que no creíamos tampoco en fantasmas o eventos paranormales, aun así, lucía bastante asustada por lo que decidí acompañarla para ver el origen del ruido.
Yo la verdad no escuchaba nada, estábamos bajando las escaleras en una total oscuridad, mi hermana me sujetaba de la mano, y si mi memoria me sigue siendo fiel, podría jurar que su mano estaba muy fría y a medida que bajábamos, le pregunté sobre qué clase de ruidos eran los que estaba escuchando, ella lanzó una risita burlesca y apretó un poco más mi mano, diciéndome “Esté ¿No escuchas?”. Al mismo tiempo que comenzaba a tararear una canción que jamás había escuchado.
Aquella tonada me hizo estremecer, le dije que me soltara cuando terminamos de bajar los escalones, pero no lo hizo, solo siguió avanzando, al mismo tiempo de que enterraba sus uñas en la palma de mi mano, la desesperación comenzó a apoderarse de mí, pues algo dentro mío me decía que lo que estaba sosteniendo mi mano y guiándome, quien sabe por qué motivo hacia la cocina, no era mí hermana.
Comencé a tratar de zafarme, le decía que me soltara, pero ella no dejaba de tararear aquella tétrica tonada y lanzaba una risita esporádica, como si le diera gracia el hecho de que yo creía que era capaz de liberarme de su agarre, ahora estaba convencida de que no era mi hermana, ella no podría tener tanta fuerza, grité, y pateé sin éxito, cuando, justo antes de entrar a la cocina intenté agarrarme de la pared de la puerta, cuando sin querer, presioné el interruptor de la luz.
Y esa cosa desapareció al instante, como si fuera una sombra que solo podía existir en la oscuridad, cuando lo recuerdo hoy en día, todo el tiempo esa cosa se había mantenido en la oscuridad, regresé a mi habitación encendiendo todas las luces a mi paso, no entendía que era lo que me acababa de pasar, pero estaba segura de que estaba aterrada, una vez en mi cuarto, me revisé la mano, estaba sangrando dónde esa cosa me había enterrado las uñas.
Por supuesto que se lo conté a mi mamá al día siguiente, pero ella también era atea, no podía creer que un, ente cambia formas, se había convertido en una de mis hermanas y después me hubiera lastimado, me dijo que lo más probable era que había tenido un sueño muy vívido y talvez me lastimé con algunas de las cosas que había usado para hacer mi maqueta, pero yo sabía que lo que yo había visto había sido algo muy real.
Y lo confirmé cuando, mientras salía de la casa con mi maqueta, “M” me sujetó por el hombro, me lo apretó muy fuerte y me susurró al oído con tono enfadado y amenazante “si te vuelves a interponer entre tu madre y yo, eso no es lo peor que te pueda pasar ¿Entendiste mocosa?” Esas palabras me asustaron tanto, que solo asentí con la cabeza antes de salir de manera apresurada de la casa, no me atreví a contárselo a nadie hasta mucho tiempo después.
Las cosas fueron solamente empeorando a partir de ahí, nadie lograba entender como una mujer tan fuerte e independiente como lo era mi madre, podía estar en una relación tan tóxica, “M” la trataba horrible, no solo le gritaba y la trataba mal en público, sino que también, comenzó a engañarla, algunas veces tomaba del propio dinero de mi mamá para invitarlas a comer y recuerdo que en más de una ocasión, llegó a llevar a otras mujeres a la casa mientras mi mamá trabajaba.
Nuestra vida en la casa se estaba volviendo insoportable, casi todo el dinero que mi mamá ganaba en su trabajo, ahora era casi todo para “M” y no importaba cuántas personas le dijera que la engañaba o que lo habían visto meter mujeres a la casa, mamá siempre decía que eran únicamente chismes del vecindario, que no soportaban ver a alguien siendo una pareja tan enamorada y perfecta como lo eran ellos dos y que solo eran envidias que no estaba dispuesta a corresponder.
Además, la casa estaba comenzando a volverse insoportable, no sé explicarlo, pero siempre que alguien entraba se sentía muy triste o en algunos casos irritable, siempre terminábamos peleando y aunque en varias ocasiones estuve a punto de llamar a mi abuelo para que nos sacara de ahí de una vez por todas, algo dentro mío me decía que no podíamos abandonar a nuestra mamá ahí y que si le daba un poco más de tiempo, ella entraría en razón y lo dejaría, únicamente teníamos que aguantar un poco más.
Dos años después de esto, comenzaron a ocurrir cosas un poco extrañas en la casa, tocaban la puerta y se iban corriendo antes de que la abriéramos, tiraban todos los vasos y platos, no era extraño encontrar el piso de la cocina lleno de vidrios o cerámica rota, sin embargo, jamás pudimos ver quién estaba detrás de eso, pues siempre que encendíamos la luz, ya no había nada, mamá decía que nosotras dejábamos las cosas mal colocadas y por eso se caían y lo de las puertas, bueno, también decía que éramos nosotras tratando de jugarles una broma.
A pesar de que, yo creía que mi mamá, era la que se daría cuenta tarde o temprano que ese hombre era un asco y tendría que dejarlo en cualquier momento, en lugar de eso “M” fue quien se terminó hartando de ella, él intentaba terminar la relación, pero mi mamá lloraba y se hincaba para rogarle que no se fuera de su lado, que ella realmente lo amaba y que no podía imaginar una vida en dónde él no estuviera.
Y por alguna razón él siempre terminaba accediendo y quedándose en la casa un poco más de tiempo, aunque, después de unas cuantas semanas más, volvía a intentar terminar con mi mamá y la historia se volvía a repetir, pueden llamarme mal hija por esto y talvez lo merezca, pero recuerdo que en aquel entonces, veía a mi mamá como el ser más mediocre y patético de la historia.
Una mañana después de uno de esos numeritos, él se enojó tanto porque mi mamá no dejaba que terminaran con ella, que nos hizo subir a todas al auto y nos llevó muy lejos, demasiado, más de lo que yo había viajado en toda mi vida, creo que condujo más de tres horas, hasta detenerse en dónde no había más que árboles de mezquites y cerros a los alrededores, no sabíamos por qué nos había llevado hasta haya, pues se quedó en silencio por varios minutos.
Después de eso lanzó un suspiro y señaló un mezquite del lado izquierdo, le dijo a mamá que la odiaba y que la única razón por la que ella pensaba sentir amor por él se encontraba enterrado en ese mezquite, después a punta de gritos nos ordenó bajar para ir a ver, las cuatro bajamos y casi de inmediato él arrancó, sin saber exactamente qué hacer, mamá caminó hasta el mezquite y vio que la tierra estaba algo suelta, por lo que comenzó a cavar.
Amarre De Amor Historia De Terror
No tuvo que hacerlo mucho para toparse con algo, era una fotografía de ella, pero tenía un mechón de su cabello atado con unos listones rojos y había cinco alfileres pinchando la fotografía, ninguna de las cuatro sabía que rayos opinar al respecto, pero por lo que mi mamá nos contó, en el momento en el que lo tuvo entre sus manos, dejó de sentir todo lo que sentía por “M” y un sentimiento de odio y culpa por habernos dejado de lado se hizo presente.
Después de eso, tuvimos que caminar casi una hora en el sol para encontrar un camión que nos llevara a nuestra ciudad, jamás volvimos a ver a “M” los vecinos dicen que solo llegó, sacó una maleta y se fue, mamá tomó mucha terapia para volver a recuperar su confianza en ella misma, y poco a poco aquella experiencia, solo quedó como una historia rara que ninguna de las cuatro puede encontrarle una explicación lógica.
Autor: Liza Hernández
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