Hotel Embrujado Historia de Terror

Hotel Embrujado Historia de Terror

Contaré una historia que me pasó hace mucho tiempo cuando llegué a México Hotel Embrujado Historia de Terror. En 1989 llegué a Tepic, Nayarit, busqué un lugar donde pasar la noche, como mi visita era inesperada no tenía lugar ni reservación. Encontré un pequeño hotel un poco alejado de la zona céntrica y parecía muy viejo y solitario. De hecho, el hotel no tenía muchos huéspedes, si acaso unos 3 contándome, tenía miedo porque era mi primera vez en México, ya que yo venía de otro país. Era muy tarde como las 12 de la madrugada, y afuera de mi cuarto se escuchaban pasos y una señora llorando muy feo, pensaba que a una mujer le había pasado algo por lo que decidí asomarme. Abrí la puerta de mi cuarto y saqué la cabeza volteando hacia los dos lados del pasillo, pero no había nadie y no se escuchaba nada, ni el llanto de la mujer, pensé que se había ido así que me volví a meter a la habitación y cerré la puerta con llave. Estaba muy sorprendida y debo de confesar que hasta tenía miedo, pero terminé ignorando el suceso y decidí acostarme para dormir. A los 20 minutos de estar acostada y tratar de conciliar el sueño, escuché un fuerte golpe en la puerta de la habitación, tal como si hubieran aventado una piedra a la puerta. Me levanté y salí molesta, ya que pensaba que tal vez se burlaban de mí o alguna broma de mal gusto de gente tomada, pero para mi sorpresa, no había absolutamente nadie, ni siquiera la piedra tirada afuera de la habitación o algún rastro. Fui a la recepción del pequeño hotel y le expliqué a la encargada lo sucedido, le exigí que fuera a revisar a los huéspedes que se encontraban en el mismo pasillo que mi cuarto, pero la encargada me comentó que no había más huéspedes en ese pasillo, yo era la única ahí. Me acompañó un guardia de seguridad, observó el lugar y al no ver a nadie más, se retiró y yo me encerré en la habitación. Estaba un poco nerviosa así que decidí dejar las luces prendidas y después me recosté, pasó algún rato, no recuerdo cuánto, pero yo me había quedado dormida, cuando de pronto escuché unos pasos muy fuertes fuera de la habitación que hicieron que me despertara, mi sorpresa en ese momento fue al abrir los ojos y ver las luces del cuarto apagadas, estaba segura de haberlas dejado prendidas. En eso escuché una voz espeluznante afuera del cuarto que contaba: “1,2,3, 123…”, lo hacía varias veces, hasta que de pronto se escuchó un llanto y enseguida una carcajada de mujer, yo estaba aterrada, jamás había sentido un miedo como ese día. Volví a escuchar esa voz, pero ahora con una frase “1,2,3, ten piedad, 1,2,3, no me quiero ir”, yo estaba temblando de miedo, quería que amaneciera para irme de ese lugar, el teléfono de la habitación no servía para comunicarme a la recepción y pedir ayuda así que terminé tapándome con la colcha, esperando a que todo parara, pero no fue así, pues la actividad paranormal volvió… Escuché que empujaban y tocaban la puerta, por la desesperación y el miedo que sentía lo único que se me ocurrió en ese momento fue gritar “Déjenme en paz, por favor váyanse”, al terminar de gritarlo hubo un silencio absoluto como si nada de esto hubiera sucedido, traté de tranquilizarme pero no pasó mucho tiempo cuando comencé a sentir que alguien agarró de mi brazo con mucha fuerza y en segundos se sintió el cuarto muy helado. Temblando de miedo, miré hacía una esquina de mi cama, y había frente a mí, una escalofriante mujer con ojos llorosos y el cuello cortado, yo estaba en shock, no podía moverme ni reaccionar, solo temblaba y no podía dejar de verle su mirada profunda penetrada hacia mí, yo no reaccionaba para nada lo único que pensé en ese momento es “voy a morir”. La escalofriante mujer se acercó a mí y dijo: “Nunca me dejó en paz” y se desvaneció hasta desaparecer. Mi cuerpo comenzó a reaccionar y comencé a llorar como un niño pequeño, me levanté de la cama y corrí hacia afuera lo más rápido que pude hasta llegar a la recepción. Realmente no paraba mi llanto, intenté explicarles todo lo sucedido al encargado y muy amable me creyó y me atendieron ofreciéndome un lugar junto a ellos para descansar y tranquilizarme. Después me enteré por un miembro del personal que una mujer en ese lugar fue asesinada por su propio marido, antes de que se hiciera ese hotel.
 
Autor: Anónimo
Derechos Reservados

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