El Aquelarre, Historia De Terror 2023.

El-Aquelarre-Historia-De-Terror

El Aquelarre, Historia De Terror 2023.

El Aquelarre, Historia De Terror… Antes de comenzar a contar el siguiente relato, quiero dejar bien en claro, que yo no estoy en contra de que las personas realicen este tipo de practicas, a fin de cuentas uno es libre de practicar lo que se le venga en gana, siempre y cuando no se este afectando a nadie, también quiero aclarar, que no es mi deseo, exponer a ninguna persona, por eso, me reservo cualquier ubicación y nombres personales de aquellos relacionados con esta historia.

Era yo apenas un estudiante de preparatoria, entre de dieciocho años, esto problemas con mi puntaje y en el hogar. Me costó un poco adaptarme al rol social entre los compañeros, ya estos eran mucho más chicos que yo, les gustaba otro tipo de música, y veían la vida diferente. Yo siempre he sentido cierta afinidad con la ideología “Punk”, y con temas oscuros. Este gusto me ha ocasionado que no sea muy social, por lo regular las personas tienen miedo de mi aspecto, sin conocerme, además, casi siempre me he llevado mejor con las mujeres que con los hombres, tampoco he tenido mucha suerte en el amor.

El caso fue, que terminé estudiando en un bachillerato técnico, en la carrera de programación. Allí conocí a dos chicas, que se hicieron mis amigas de inmediato, esto porque teníamos gustos musicales y de vestir, similares. Tenían un estilo gótico de vestir, y leían libros raros, mayormente sobre lectura de manos, y de cartas, cosas de adivinación. Yo, aunque siento gusto por temas relacionados con el ocultismo, terror y demás, no era muy creyente de la adivinación, ni de la brujería, leía información relacionada con el tema por simple interés.

Cuando mis amigas platicaban sobre estos temas, yo siempre les decía que no les creía nada, pues si fuera tan fácil lanzar maldiciones, y cambiar la realidad con hechizos, mucha gente saliera fácilmente de la pobreza y hacer desaparecer a los ricos y poderosos.
Yo estaba en un error, o más bien, no comprendía aun por experiencia propia, los límites que tiene la magia.

Las chicas solo se reían, y me decían que yo no conocía realmente, lo que la magia era. También me decían que me iban a invitar a una reunión, a la que ellas habían sido invitadas, una vez que dejaran de ser principiantes y hubiera más confianza con el grupo de brujas, solo para que terminara de convencerme. Yo les decía que primero tuvieran cuidado de las personas con que se relacionaban, pues en ese medio de la brujería, suele haber gente mal de la cabeza en verdad.

Paso el tiempo e hice más amistades, conocí gente de mi edad, con gustos afines, en otros grupos, estas muchachas comenzaron a faltar mucho a la escuela, y las notaba un poco raras, antes eran muy aplicadas, ahora eran distraídas, se veían más pálidas de lo normal.

Les pregunté si tenían problemas con el uso de alguna sustancia ilícita, ellas me dijeron que no, pero que las reuniones de magia eran cada vez más intensas, y que ya casi me podrían llevar.

Un sábado por la tarde me llamó una de ellas, me dijo que si quería podía acompañarlas, esa noche tendrían reunión y yo podía asistir en calidad de oyente, siempre y cuando me mantuviera callado y tranquilo.

Acudí mas que nada, por preocupación hacia ellas, algo me decía que estaban en peligro.
Me dieron la ubicación, y yo creí que se reunirían en el cerro de la reina, o en algún lugar boscoso y alejado de la población, pero no, se reunían en una escuela abandonada, en las afueras de la ciudad.
Cuando llegué al edificio, ellas ya me estaban esperando. Se me hizo extraño no ver a nadie más que a ellas.

Caminamos por largos pasillos abandonados, que daban una sensación terrorífica, yo me imaginaba que un lugar así contendría muchas memorias, tanto dolorosas, como felices. Las chicas iban muy serias, me recordaban una y otra vez que no debía sacar el celular durante el “Sabbat”, así llamaban a su reunión, y realmente fue una pena, pues me hubiera gustado haber documentado cuanto vi durante todas las sesiones a las que asistí.
El lugar exacto, era un salón escondido dentro de otro, para acceder a él, era necesario retirar un muro falso.

Dentro ya estaban reunidas otras tres mujeres mucho mayores que nosotros, llevaban lámparas con luz negra y roja, una de ellas estaba sobre el suelo, y otra de ellas marcaba una estrella de cinco puntas utilizando las proporciones de esta chica, también marcaban ciertos símbolos que identifiqué de alta magia.
No hablaban mucho entre ellas, solo para darse indicaciones.

Cuando terminaron de marcar la estrella, colocaron un espejo medio roto frente a una de esas puntas, enseguida se pusieron a acomodar varias veladores frente a el.
Le ordenaron a una de mis amigas colocarse dentro de la estrella, y al poco tiempo comenzaron a recitar unos cantos extraños. Vi algo que no creí posible, mi amiga levito a unos centímetros del piso.

Después hicieron un ritual que identifiqué como el tan conocido “amarre”, utilizaban colibríes que tenían en una caja, estos animalitos aún estaban vivos, cuando les amarraron el listón rojo, y les colocaron los alfileres. Me dio mucha rabia ver esa acción.
Pero no podía hacer nada, estaba en calidad de oyente y si hablaba no me dejarían volver a asistir. Supuse que esos amarres, eran encargos que les hacia la gente.

Después se reunieron en círculo, escuché que harían una especie de rifa, para saber quién se ofrecería en sacrificio. Esta palabra, sacrificio, me despertó un estado de alerta, que casi logra que rompa mi silencio, afortunadamente, no tarde en comprobar, que el sacrificio solo se trataba de una pequeña cortadura a un lado de la muñeca, para realizar otro rito en el espejo, que no me dejaron ver, porque en eso se acercó la mujer que se veía de más avanzada edad y prácticamente me corrió, me dijo que no podían llevar a cabo el acto si yo estaba presente.

Tuve que regresar solo por los pasillos vacíos, todo el camino sentí como si algo me estuviera siguiendo. Escuchaba como si los muros respiraran, como si de repente todo el edificio tuviera vida.

Mi mente apenas estaba asimilando lo que había presenciado, no podía creer que esa chica haya levitado, y quien sabe que sería lo que estarían haciendo en ese momento, cuando toda la energía negativa del lugar se hacía visible.
Justo estaba por salir del lugar, cuando sentí como si una mano helada me tomara del hombro, cuando me giré para ver quien era, no había nadie. Devolví la vista al frente y saqué mi celular para pedir un Uber, en eso escuché en mi oído dos palabras muy claras, Demonio y Dentro.

Mi Uber tardó algo de tiempo en llegar, y me sentía desesperado por irme, mi nivel de tolerancia al miedo estaba en su límite, casi estuve a punto de ponerme a rezar después de tantos años de considerarme ateo.

Al final apareció mi Uber, y comencé a sacarle plática al chofer, intentando disolver mi miedo, no obstante, la plática llevo a eso, a historias de apariciones y demás, el hombre me decía que tuviera cuidado cuando anduviera por esos rumbos, ya que allí se reunían grupos satánicos, incluso me preguntó que, si no era yo miembro de algo así, esto por mi vestimenta, le respondí que no, le eche una mentira, le dije que andaba por esa zona, por motivos del trabajo.

Llegué a mi casa, y no pude dormir, mi mente le daba vueltas una y otra vez a toda la experiencia que pasé esa noche.
Cuando volví a ver a las chicas, me pidieron que no le contara a nadie lo visto, ni siquiera hacer mención de que se reunían, mucho menos de dar ubicaciones, o me pudiera meter en un problema más grande, según ellas, la bruja mayor no estuvo de acuerdo, conque fuera de testigo aquella noche, pues, las prácticas terminarían afectándome de alguna manera, creyera o no en la brujería, aun así, ellas estaban dispuestas a aceptar que volviera con ellas a sus reuniones, pues no siempre asistía la bruja mayor.

No se reunían con regularidad, entiendo que ellas creían que ciertas fechas son especiales para realizar este tipo de prácticas, y que van relacionadas con la posición de la luna y demás fenómenos astronómicos.
Yo sentía miedo por ellas, realmente no se veían bien, sobre todo la más chica de edad, se le veía en todo momento distraída, como fuera de sí, le era muy difícil lograr concentrarse, además estaba bajando mucho de peso.

Comencé a tener ciertas pesadillas, en las que siempre aparecía ella reunida con un grupo de demonios y animales que hablaban, decían blasfemias mientras le atacaban. Al principio creí que mis sueños, eran simples proyecciones de mi preocupación por ella, sin embargo, con el tiempo descubriría que eran sueños premonitorios, que no auguraban nada bueno por venir.

Se llegó la fecha, en que me invitaron de nuevo a presenciar una de sus reuniones, la reunión sería de nuevo un sábado por la noche, se me hizo extraño, que las chicas que antes eran uña y mugre, ya no andaban juntas, pensé en que se habían peleado. Una de ellas me dijo que, si me sacaban de nuevo de la reunión, la esperara afuera, que no se sentía segura, pero no podía negarse a asistir.

En verdad ya no sentía ganas de asistir, más como lo he dicho antes, estaba preocupado por estas chicas, si llegara a ver que estuvieran en peligro, llamaría a la policía y expondría a su pequeña secta.


El lugar era el mismo, solo que ahora los pasillos estaban cubiertos por grafitis, y un aroma a excrementos invadía el aire. Supuse que ahora su grupo de brujas no estaba solo y tendrían que preocuparse por no ser descubiertas por algún indigente, o grafitero.

De nuevo entramos por el muro falso. En esta ocacion no había mas que cuatro mujeres, ademas de mis amigas, ya tenían varias velas encendidas, y olía a azufre.
Una de las paredes había sido marcada con gis blanco, era como una especie de puerta, también mantenía una bolsa negra cubriendo una zona.
Realizaron varios movimientos con el cuerpo para que salieran unos cantos que sonaban demasiado cacofónicos. Una de ellas, encendió varios inciensos.

De manera abrupta, todas se quedaron en silencio. Se miraban las unas a las otras de manera nerviosa. Segundos después la bolsa en la pared comenzó a inflarse, como si hubiera alguien dentro.

Al principio fue un movimiento casi imperceptible, pero segundo a segundo se fue intensificando, las chicas se veían cada vez mas nerviosas, incluso asustadas.
Pasando un par de minutos, dos de ellas se arrimaron a la pared, y retiraron la bolsa negra.

Dentro se veía un espacio carcomido por el salitre, algunos ladrillos fueron retirados, y lo que quedo detrás, juro por dios que daba la apariencia de una persona, como si estuviera momificada. Se que no había una persona allí dentro, por las medidas era imposible que estuviera ahí, mas bien, el salitre tomó la forma de un ser humano, y parecía respirar.

Era una escena de locura.
Una de las chicas comenzó a llorar y las demás se limitaron a hacer signos raros con las manos. Yo estaba paralizado del miedo, en ese momento tuve el deseo de que me sacaran como la primera vez que fui testigo, pero no, para mi desgracia me permitieron estar completamente en toda la sesión.

No puedo explicar de alguna manera lógica este fenómeno, a mi me pareció, como si un ente se encontrara mezclado con el salitre del muro, parecía como si se esforzara por respirar, incluso me pareció escuchar un par de quejidos.

El fenómeno se detuvo cuando menos lo espere. Una vez que esto ocurrió, dos de las chicas volvieron a sellar el muro con la bolsa negra, además colocar en cada extremo, algo de cera, supongo que eso era para sellar al ente que conjuraron dentro del muro.

Nuevamente lo que siguieron haciendo, fueron amarres, y algunas maldiciones escritas dentro de pájaros muertos, según supe después, también eran encargos que les hacían otras personas, yo no me explicaba como una persona podía obsesionarse tanto con hacerle mal a alguien, la mayoría de las oraciones deseaban la tragedia para otra persona, una de esas maldiciones, incluso pedía que se muriera el hijo de algún pobre desgraciado.
Al parecer ese día pude asistir a todo el rito, porque la bruja mayor no estaba en el coven de brujas.

Salí con una de mis amigas, la que me dijo que la esperara, la otra en cambio, ni me dirigió la palabra, apenas tuvo oportunidad y se fue a su casa.


Esa vez, aunque yo me sentía asustado, preferimos irnos caminando, según me había dicho mi amiga, tenía bastante que contarme. Su casa, si mal no recuerdo, no estaba lejos de allí.

Me dijo que estaba asustada, que tenía miedo, pues habían hecho algo muy malo, que ya no tenía remedio. Yo intenté hacerla de su psicólogo, diciéndoles que todo tenía remedio, siempre existía más de una opción. Ella me respondió que se temía lo peor, que no sabía que hacer, que llevaba ya varias noches sin poder dormir, porque sentía mucho miedo de sus pesadillas, que cada vez eran más reales.

En veces siempre eran las mismas, ella quedaba embarazada, y en el parto en lugar de parir un niño, paria una criatura parecida a un gato, pero con la cara de humano.

Yo le dije que los sueños solo eran eso, sueños y nada más, mas, ella comenzó a mover la cabeza de un lado a otro, y me contestó en seguida, que no era solo eso, sino que desde hace tiempo se sentía perseguida, que yo no había visto todo lo que podían hacer en la reunión de brujas, según ella, tenían atrapado un espíritu en la pared, para poder hacer embrujos, pero que temía que hubieran despertado algo más grande y peligros.

Tan peligroso que incluso la bruja mayor había decidido desaparecer, varias de las chicas también dejaron de ir, y hablando con un par de ellas, coincidían en que tenían los mismos sueños, y que se sentían perseguidas, una incluso, mencionó haber visto materializarse un ente en su propia habitación.

No sabía que decirle, había leído bastante acerca del tema, pero la mayoría de información era sobre qué tipo de prácticas hacían, información sobre demonios o cosas así, más nunca leí nada que sirviera para defenderte de demonios o entes malignos. Lo único que se me ocurrió contestarle, fue que buscaríamos ayuda, y que sería mejor que dejara de asistir a esas reuniones.

También le pregunté sobre porqué no le hablaba a la otra chica, si siempre fueron buenas amigas. Inmediatamente después de que le pregunté esto, se soltó a llorar, no quiso dar detalles, solo me dijo que las habían obligado a realizar ciertas prácticas desagradables y que una vez que las realizaron, ya no se podían ver de la misma manera la una a la otra.Preferí respetarla y no seguir preguntando, me limite a abrazarla.

Aquella noche, seguí caminando hasta mi casa, durante el camino, sentí que algo me estaba siguiendo. Me detuve un par de veces, solo para comprobar, que lo único que me seguía, era la oscuridad.
A unas cuantas cuadras de mi casa, tras de mí, se cayó un bote de basura. Rápidamente me giré para ver que sucedía, más por inercia que por otra cosa. Fue entonces cuando lo vi.

Al principio creí que se trataba solo de un perro, sin embargo, cuando forcé más la vista, y la criatura estuvo bajo la luz de una lampara, pude ver que no tenía pelo, era como si un ser humano caminara en cuatro patas, imitando un animal.
Cuando vi su rostro, entre en pánico y me eche a correr como nunca lo hice en la vida, de vez en cuando gire mi cabeza, para intentar ubicar a esa criatura, y esta me perseguía dando saltos como si fuera animal.

El Aquelarre, Historia De Terror

El-Aquelarre-Historia-De-Terror
El-Aquelarre-Historia-De-Terror

Llegué rápido a mi casa, y para mi suerte, la criatura no me había seguido hasta allí.
Me quedé un rato sobre el sofá de mi cama. Mi madre trabajaba de noche y no llegaría hasta la mañana.

No quise entrar a mi habitación, sentía miedo, quería estar cerca de la puerta por si era necesario salir corriendo de ahí.

Intentaba explicarme que lo que acababa de ver, era simple sugestión provocada por lo que mi amiga me acababa de contar.

Al final terminé durmiéndome y no desperté hasta que sonó la alarma de mi teléfono.
Me fui a la escuela, mi madre ya estaba dormida en su habitación, no quise despertarla, aunque sentía ganas de contarle todas las cosas de las que había sido testigo, aunque ya sabría que me regañaría por andarme metiendo en sitios así. Una cosa era segura, ya no deseaba asistir de nuevo a una reunión de brujas.

No sé cuánto tiempo habrá pasado, pero me olvidé del asunto, al final terminé por contarle todo a mi madre, que me dijo que yo no acabaría bien, si seguía con mis cosas, que debía de acercarme de nuevo a la iglesia, yo la confronté diciéndole que ella tampoco era muy apegada a la religión y ni siquiera asistía a misa.

Una de mis amigas dejó de asistir a la escuela, supe por ahí que no estaba bien, que incluso estuvo internada en un centro de atención psiquiátrica, ella no era la misma chica que me había contado las cosas llorando, sino la otra. Poco antes de que dejara de asistir a la escuela, esta chica se hizo aún más retraída, no hablaba con nadie, ni siquiera conmigo y eso que intenté hablar con ella varias veces.

Le pregunté a mi otra amiga, si sabía algo de ella, pero sus respuestas fueron siempre las mismas, decía que no sabía nada y que no le importara lo que le pasara a ella.
Me formé mil teorías en la cabeza acerca de lo que pudo haber entre ellas dos, no obstante, cada de una de ellas era errónea, la verdad iba mucho más allá de todo, y no la vi, hasta que estaba muy involucrado.

Un sábado me llamó mi amiga, me decía que ya había encontrado como contrarrestar el mal que habían hecho, pero que necesitaba de al menos cinco personas, incluyéndome, para formar un círculo de invocación.
Yo ya no deseaba comprometerme con ese tipo de prácticas, la última vez por muy poco salí bien librado, no quería poner a prueba los límites de mi buena fortuna, por otro lado, no podía negarme a ayudar a mi amiga, que de por si era la única amistad que mantenía en ese momento.

Intenté convencerla de que lo mejor seria que se alejara de una vez por todas de esas prácticas, y ella en respuesta me dijo que no había otra manera, y no era solo por ella que debía llevar a cabo aquel rito, sino, por el bien de cualquier persona que hubiera sido parte del aquelarre.
Le dije que le ayudaría, pero que en cuanto viera que algo iba mal, saldría corriendo sin importarme si se había completado el ritual o no.

Fuimos un día miércoles, no recuerdo la fecha exacta, según eso, en ese día era imposible que se reunieran las brujas que eran parte del covent, sobre todo si se acudía en plena luz del día.
Esto último me animó más, después de todo, no creía que los entes malignos se fueran a aparecer a plena luz del día, al menos hasta ese momento no había escuchado ninguna historia de terror que ocurriera en el día.

Me sorprendió ver a algunas chicas de otros salones acompañándonos, algunas incluso eran mis vecinas.
Aun cuando estaba iluminado el edificio, se veía bastante tétrico, noté cosas que no noté las otras veces que fui, pues en la noche es difícil distinguir bien.

Mayormente vi varios grafitis extraños, mucha basura que indicaba que mas gente visitaba el edificio. Conforme nos acercábamos a la habitación con el muro falso, los muros mostraban unos manchones en color negro, y olía a humedad, del mismo modo crecía cierta maleza en los muros, no había notado esto las veces que vine de noche.

Llegando al cuarto, los muros estaban completamente húmedos, y colgaban varias raíces del techo, incluso los muros estaban muy agrietados, apestaba aun mas horrible que la ultima vez que estuve. Ya no había muro falso, ahora estaba a la vista la habitación donde realizaban sus ceremonias oscuras.
El olor insoportable dentro, aparte el piso estaba todo pegajoso. Mi amiga encendió una lampara larga de pilas, en ese momento varias de las chicas que iban con nosotros gritaron mientras apuntaban en dirección a uno de los muros.

No sé cómo explicar lo que vi, aquello impactó demasiado a mi mente, aun hoy en día me debato como era posible que un ser así pudiera vivir. Una de esas raíces que crecían en los muros, tenía la forma de una de las chicas, incluso llevaba un vestido y en una de sus manos, una máscara blanca, colgaba del muro gracias a varias raíces que le nacían en la espalda. Puedo jurar que vi como si estuviera respirando.

Las chicas salieron corriendo apenas vieron aquella cosa en la pared, yo hice lo mismo, no entendía lo que estaba ocurriendo, y no deseaba quedarme a comprender.
Mas tarde mi amiga me llamó a la casa, me pidió disculpas, y me confesó que lo que planeaba hacer no era realmente bueno, al menos no para mí y las demás chicas, me explicó que no sabía que era ese ser en la pared, según ella la bruja mayor realizaba ciertas prácticas privadas y solo les permitía a las brujas de más experiencia participar.

Al terminar el semestre me cambié de turno, corté toda comunicación con mi amiga, a la otra chica una vez la vi paseando por la plaza de la colonia donde vivo, intenté hablarle, pero se hizo como si no me conociera.

A veces pienso que intentaban alimentar a esa cosa en la pared con nuestra sangre o con nuestra energía vital, de cualquier manera, no volvería a confiar en personas que realizan ese tipo de prácticas. Yo salí sano y salvo de esa experiencia, no quiero ni imaginarme lo que les pasará a las chicas que se meten de lleno a esos grupos de brujas.

Autor: Mauricio Farfan.

Derechos Reservados.

Share this post

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Historias de Terror