El Amarre Historia de Terror
Mi esposo trabajó durante toda la vida en la policía El Amarre Historia de Terror, por esta razón durante muchos años tuvimos que mudarnos de ciudad para continuar cerca cuando lo trasladaban. Luego cuando nuestro hijo creció cambiamos de ciudad por la carrera y la universidad en la que iba a estudiar. En este relato no daré la ubicación exacta del lugar en que ocurrieron los hechos, pero puedo decirles que fue en un país de centro América. Mi hijo había decidido estudiar matemáticas y física en una universidad que estaba ubicada en una ciudad diferente a la que vivíamos, pero en esta época tenía quince años y al ser mi único hijo no me sentía segura de permitir que se fuera a vivir solo en otra ciudad, así que le pedí a mi esposo solicitar su traslado para que todos pudiésemos mudarnos. Mi hijo y yo llegamos primero al que sería nuestro nuevo hogar por los siguientes cuatro años, mi esposo llegó un tiempo después mientras arreglaba todo el tema del traslado.
Todo empezó justamente el día en que hicimos la mudanza, recuerdo que yo estaba terminando de organizar y desempacar cajas pequeñas cuando llamé a mi hijo y no obtuve ninguna respuesta, lo busqué por el departamento, que no era muy grande, cabe resaltar que en ese entonces a inicio de los años noventa, no contábamos con celulares para comunicarnos como se hace hoy en día. Esperé un rato para ver si él regresaba, pensando que posiblemente estaba en la tienda, pero al ver que no había señales de él salí a buscarlo, pregunté a algunos vecinos y no lo habían visto, pasé y volví a pasar por las mismas calles hasta que en un momento vi una puerta abierta tras la que se veía un patio y allí junto a una señora mayor y una joven que estaban hablando, vi a mi hijo como desmayado sobre una silla, me asusté y les pregunté a las mujeres que había pasado, a lo que ellas contestaron que él solo había llegado allí y se había recostado porque estaba muy cansado, mi hijo despertó un poco desorientado y le agradeció a las mujeres, pero lo extraño fue que les habló como si las conociera desde hace mucho tiempo. Fuimos al departamento y allí le pregunté si las conocía y cómo era que había terminado durmiendo en ese lugar, él me contó que cuando iba pasando por allí ellas le ofrecieron pasar porque lo vieron cansado y muy amablemente le habían servido un agua fresca, como de Jamaica o algo parecido, pero luego de eso no recordaba bien lo que había sucedido, solo que se había sentido muy cansado y que cuando lo encontré estaba de muy buen ánimo y tenía la sensación de conocer a esas dos mujeres de toda la vida. Aunque me pareció muy extraño y completamente inconsciente que le hubiera recibido algo de beber a esas dos vecinas que no conocíamos, lo importante en ese momento para mí era que él había aparecido. Pasaron los días, mi esposo llegó a vivir con nosotros y todo parecía normal, mi hijo consiguió un trabajo para cuando terminaba sus horarios de clase, a veces salía con sus compañeros y empecé a notar que había iniciado una relación con alguien. Cuál fue mi sorpresa cuando un día mi hijo llevó a su novia a la casa para presentárnosla, al principio solo me pareció un poco conocida, pero cuando dijo que vivía muy cerca de nosotros la recordé, era la joven que había visto el día que nos mudamos, ella era la que le había dado a mi hijo esa supuesta agua de Jamaica que había hecho que él perdiera el conocimiento. Cuando ella se fue hablé con mi hijo pensando que me parecía un poco raro que justo estuviera saliendo con esa joven tan extraña, pero me insistió en que era la mejor persona que había conocido en su vida, que pensaba en ella todo el tiempo y que solo era feliz cuando estaban juntos, entonces aunque a mí no me terminaba de convencer y no se me hacía de buenas intenciones, no pude hacer mucho, era evidente que mi hijo estaba muy enamorado de ella, constantemente pasaban tiempo en su casa y siempre estaba pensando en comprarle regalos con el dinero que ganaba en los trabajos que conseguía, además su nueva suegra también lo estimaba mucho.
La señora, quiero decir la suegra de mi hijo, me parecía muy extraña, a menudo pasaba frente a su casa y siempre la veía fumando en la entrada mientras observaba sus cigarrillos como si buscara descifrar algo en ellos y a veces cuando la saludaba me sonreía de una forma muy particular y otras veces simplemente hacía como si no me conociera. Cuando llevaban dos años y medio de relación, empecé a encontrar cosas extrañas en la ropa de mi hijo. Llevaba mucho tiempo en el que cuando lavaba su ropa encontraba una cantidad considerable de cabello largo, de su novia, en un principio asumí que era normal por el tiempo que pasaban juntos y que seguramente ella era una de esas personas a las que se les cae constantemente el cabello, pero entonces un día cuando saqué una de las playeras de mi hijo de la lavadora vi que la costura de la parte de abajo se había descosido un poco y cuál fue mi sorpresa al encontrar un mechón de pelo entre el pliegue de la playera. Luego en uno de sus pantalones encontré otra costura que me pareció rara, la abrí y vi una pequeña tira de papel recubierta con plástico que parecía tener un líquido como viscoso, tuve que hacer un gran esfuerzo para no vomitar cuando noté lo que era, eran coágulos de sangre, entonces intenté calmarme y fui directamente a la habitación de mi hijo, empecé a buscar entre su ropa y encontré más cosas cosidas entre sus playeras, sus pantalones y entre el colchón de su cama, así que ese mismo día esperé a que llegara a casa para contarle lo que había encontrado, él reconoció que muchas de esas prendas habían sido regalos de su novia, entonces vi la tristeza y la decepción en su rostro, salió de la casa para hablar con ella, hasta el día de hoy no sé exactamente qué pasó, pero cuando regresó esa misma noche, agarró todos los regalos y las cosas que ella le había dado y las quemó. Fue un momento de mucha tristeza para él, aunque me parecía que después de ese incidente él se había desencantado de ella, aún sentía cariño y aunque me lo negaba yo sabía que se seguían viendo de vez en cuando, fue entonces cuando la madre de la joven falleció. Dicen que un día sufrió un infarto fulminante, lo cierto es que después de que esta señora falleciera mi hijo fue olvidando cada vez más sus sentimientos y alejándose de la que fue su novia. Un día salí a hacer algunos mandados y al regresar a la casa encontré a mi esposo, que estaba de permiso en esa semana, y me contó que la exnovia de mi hijo había ido a buscarlo, él no estaba enterado de todas las cosas que yo había descubierto hasta ese momento, además mi esposo hasta el día de hoy es muy escéptico con este suceso. El caso es que la dejó pasar a la sala de nuestra casa para que esperara a mi hijo, pero tras una media hora la joven se fue y le dijo que luego intentaría hablar con él. Unos días después de eso me percaté de que mi hijo tenía una especie de moretes en la parte de atrás del cuello, pero no eran los moretes que salen normalmente cuando uno se da un golpe, más bien tenían un color verdoso, no le dimos mucha importancia, pero a medida que más pasaban los días estas marcas también aparecieron en sus brazos.
Una noche fui a su habitación para preguntarle algo que la verdad ya no recuerdo, cuando entré vi que estaba dormido, pero estiraba sus brazos como queriendo defenderse de algo, lo desperté y le pregunté qué estaba soñando, me dijo que no se acordaba, pero se sentía muy cansado y me contó que llevaba varias noches sintiéndose así. Pensé que la mejor forma de terminar con esta situación era mudarnos de este lugar, mi esposo no estuvo muy de acuerdo al principio, pero terminó aceptándolo, sin embargo, mi hijo pensó que no era suficiente y me dijo que sabía a dónde debía ir, un lugar en donde podían ayudarlo para que lo que le estaba haciendo su exnovia no se repitiera más. Él habló con un sabio que le dijo que seguramente había sido víctima de una especie de brujería, las cosas que había encontrado entre su ropa y lo que le habían dado a beber son trucos de brujería para realizar “amarres” por medio de los cuales una persona puede retener a otra, por lo general deben darle cosas personales, íntimas para que el amarre sea efectivo. La teoría de esta persona de la cual mi hijo nunca me dijo ni su nombre, ni dónde lo había encontrado, era que seguramente al romper la relación con su novia ella se había enfadado y había utilizado algún otro tipo de brujería el día que mi esposo le permitió entrar a la casa, por eso era que ahora tenía todas estas pesadillas. Le recomendó ir a buscar a un sabio indígena para que pudiera hacerle un amuleto de protección, también le dijo que entre más pudiéramos alejarnos de la zona en donde había ocurrido el amarre iba a ser mucho mejor. Mi hijo consiguió que le dieran el amuleto, tenía que utilizarlo las 24 horas del día, incluso para dormir y rara vez se lo quitaba, las pesadillas continuaban, pero cada vez eran menos frecuentes. Yo rezaba todas las noches por él para que pudiera superar esa etapa, nunca me imaginé que algo así pudiera pasarnos. Fue muy difícil encontrar otro lugar para mudarnos, por alguna razón los lugares que conseguíamos para rentar eran en la misma zona, la ex de mi hijo continuaba buscándolo en la casa y en la universidad, a veces le enviaba regalos que él le regresaba o simplemente los desechaba y así tuvimos que pasar varios meses más hasta que encontramos el lugar perfecto. Después de mudarnos todo fue cambiando de a poco, con el tiempo mi hijo mejoró y nuca más volvimos a ver a la joven.
Autor: Luna
Derechos Reservados
Deja un comentario