Departamento Embrujado Historia de Terror

Departamento Embrujado Historia de Terror

Es curioso como los eventos paranormales pueden ocurrirnos a cualquier hora y en cualquier lugar Departamento Embrujado Historia de Terror, en ocasiones no las elegimos o pueden elegirnos, he conocido gente que son prácticamente imanes para atraer este tipo de sucesos, y esta es la historia de mi Amigo Víctor a quien le pasó una situación bastante compleja.
Pasó hace tiempo, un par de meses atrás cuando trabajaba en una empresa de mensajería, nuestro mensajero de nombre Víctor había tenido un accidente quedando malherido de su pierna, a tal grado que tuvo que ser intervenido en el Hospital, tardó un par de semanas para recuperarse y cuando volvió a su casa, decidimos festejarle.
Organizamos un convivio pequeño con los amigos del trabajo en el departamento de Víctor, su departamento estaba en el quinto y se ubicaba en el Centro de la Ciudad. Fue un ambiente relajado, donde jugamos juegos de mesa, de video, charlamos y bromeamos. Todo apuntaba ser una gran velada, pero llegada la hora para regresar a casa nos fue imposible contactar con alguien que nos transportara de regreso a nuestra casa. Por lo tanto, a Víctor se le ocurrió la idea de invitarnos a dormir en su Departamento que al fin y al cabo él dormiría en el sofá cama que estaba en la sala debido a que aún estaba adolorido por la operación de la Pierna. Tanto a mi amiga y yo no tuvimos otra opción más que aceptar la propuesta, y quedarnos a dormir.
El Departamento contaba con dos recámaras, baño, su sala y comedor, y un pequeño lavadero, aun así, era muy espacioso por dentro. No causaríamos ningún inconveniente a Víctor.
Dicho y hecho nos fuimos acostar al poco rato, no sin antes mi amigo bromeó con el asunto de que una niña se aparecía por las noches y se la pasaba abriendo y cerrando puertas, y de broma le contesté que lo sentía más por él, debido a que dormiría en la sala. A me tocó dormir en la habitación principal la cual tenía un enorme ventanal, y daba una gran vista por estar en el quinto piso.
Al momento de descansar yo no podía conciliar el sueño, siempre he sido bastante complicada para dormir en cama ajena, además no dejaba de pensar en la broma que nos había comentado mi Amigo sobre la niña, pues fuera de su cuarto escuché varios ruidos, los cuales me imaginé que se trataban de él recogiendo lo que pudimos haber dejado tirado, pero lo que me desconcertó fue haber escuchado que algo golpeteaba la ventana por fuera. Las cortinas estaban corridas, por ello no pude saber que era o de que se trataba, pero el ruido solo duró unos segundos para después quedar en absoluto silencio. No le di la mayor importancia y me dispuse a dormir.
A la mañana siguiente durante el desayuno, mi amiga me preguntó si había notado algo extraño a mitad de la noche, a lo que le comenté solo de los ruidos que había hecho Víctor, y del golpeteo de la ventana, y ella me comentó que alguien había intentado abrir el cuarto donde se había quedado a dormir. Víctor inmediatamente nos interrumpió comentando que en cuanto él se despidió de nosotras acomodó el sofá cama y ya no se levantó más. Al principio nos causó gracia esta serie de eventos, pero fue Víctor quien no se veía tan contento, cuando nos contó algo que le había sucedido mientras estaba en recuperación en el Centro Médico después de su cirugía.
Nos contó que mientras estaba en recuperación una señora de edad no muy avanzada se encontraba acompañando a su hija, tenían las cortinas cerradas y siempre las mantuvieron así, por lo que no se sabía que hacían en el espacio que tenían, pues en pleno silencio, se podía escuchar que aquella señora murmuraba unas palabras, nadie abría las cortinas por respeto y se pensaba que se encontraba rezando, pero las cosas se sobrepasaron cuando un olor intenso a incienso se impregnó en todo el piso. Las enfermeras solicitaron a todos abrir las cortinas y descubrieron que aquella mujer se encontraba realizando un Ritual, a la pobre niña le había administrado una serie de brebajes raros y de colores oscuros, y su salud se había perjudicado, inmediatamente sacaron a la Madre de allí, y para mala fortuna de ella no habían logrado establecer a la menor, quien murió a los pocos minutos. La trataron como envenenamiento por parte de la madre, y de ella ya no se supo más, la policía había ido por ella y no se nos había comentado nada a los pacientes, solo sé que comenzaron a ser bastante estrictos sobre las pertenencias que teníamos en nuestra cama. Y esa noche, cuando todo ya estaba más tranquilo, se escuchaba un ligero sonido de un sollozar de una niña, es difícil de saber si se trataba de alguna paciente porque hay muchos allí, y por más que buscaban las enfermeras de quien se trataba, no daban con el paciente que estuviera llorando.
Hasta allí Víctor se había quedado en silencio, y les he de jurar que mientras hablábamos el ambiente en la casa se puso frío y tenso, era extraño, pero una sensación de ansiedad y tristeza me invadió, parecía que en la boca de mi estómago tenía una sensación de acidez. Víctor nos aseguró que las cosas no terminaron allí, pues justo una noche antes de que lo dieran de alta, pudo observar que alguien estaba parado justo detrás de su cortina, se imaginó que se trataba de una enfermera, pero al enfocar mejor la mirada, se percató que se trataba de los pies de una niña, ella caminaba alrededor de su cortina y la movía con la inercia de su cuerpo hasta que ya no le pudo seguir con la vista. A los pocos segundos una enfermera entró para suministrarle los últimos analgésicos, y fue cuando Víctor aprovechó para preguntarle por la niña que estaba parado atrás de sus cortinas. La enfermera sorprendida le comentó que eso no era posible pues ella era la única con Guardia esa noche y ya pasaban de las cuatro de la mañana y justo ese día no había niños registrados en el piso, por ello no había nadie más allí.
Víctor se había reservado esto debido a que no le había dado la importancia. Decidimos dejar el tema por visto y retirarnos de su Departamento. Pero esa tarde, recibí un par de llamadas muy extrañas de parte de Víctor.
Ya era medio día, y pareciera que sería un día común y corriente, pero no me había percatado que Víctor me había marcado varias ocasiones, pero no podía atenderle por lo que le regresé la llamada ya a la hora de la salida, le pregunté que era lo que había pasado o por qué tanta insistencia, se escuchaba bastante exaltado. Me preguntaba sobre cómo había logrado poner mi mano por fuera de la ventana, le comenté que no sabía de lo que me hablaba y que si era necesario que fuera a su casa a ayudarlo en lo que se ofreciera lo haría. En ese momento Víctor guardó silencio y al cabo de varios segundos me dijo que me esperaría afuera de su Departamento.
Al llegar al departamento me encontré con Víctor parado sobre sus muletas afuera de él tal como lo había dicho, me comentó que varias cosas habían sucedido y que no podía quedarse más adentro, abrió la puerta, por dentro el departamento parecía ser el mismo, no había notado nada raro hasta que escuché como alguien azotaba una puerta de una de las recámaras.

  • ¿Hay alguien más aquí? – le pregunté a Víctor y me dijo que no.

Entramos y nuevamente esa sensación de tristeza y ansiedad me invadió completamente, podía sentir que el aire me faltaba, miré a Víctor y él también se veía igual. Me indicó con una de sus muletas que entrara hacia la Recámara, se acercó a la cortina para recorrerla y mostrarme algo que no comprendí al principio.
– ¿Quieres decirme como hiciste esto? – Me indicó Víctor con un gesto de su cabeza, vi una pequeña mano que estaba marcada por fuera de la ventana, la cual estaba perfectamente formada, les recuerdo que nos encontrábamos en un quinto piso, esto era prácticamente imposible. Saqué mi celular y decidí tomarle una fotografía. Víctor me comentó que desde que nos fuimos la noche anterior se habían empezado a escuchar muchos más ruidos que antes, y sobre todo en la habitación en la que estábamos en ese momento, pensé que se pudo haber metido un animal por la ventana o algún ratón, así que puse mi celular sobre la cama para asomarme debajo de ella, más no vi nada extraño. Víctor me comentó que en la sala se escuchaban pasos y que en el baño se abría la regadera por si sola, y cuando iba a ver qué era lo que pasaba no había nadie, quiso mostrarme de donde provenían los ruidos de la sala por ello tuvimos que salir de la recámara. Y mientras platicábamos Víctor me decía que había empezado a ver siluetas extrañas, parecidas a las de una niña que iba y venía por las habitaciones, la sala y el baño. En ese momento Víctor se quedó inmóvil y en silencio mientras observaba a la recámara de donde se había dibujado la manita, yo voltee para verificar que era lo que estaba observando, y por el rabillo del ojo logré ver la figura de una niña que estaba parada justo debajo del marco de la puerta, la habitación se cerró bruscamente dejándonos atónitos de lo que habíamos acontecido.
– ¿La viste?, ¿ también la viste? – Víctor me preguntó y se encontraba todo tembloroso y cuando pretendía contestarle el teléfono de Víctor empezó a sonar, rápidamente lo levantó y antes de contestar, me dijo… me estás llamando. Precisamente en la pantalla del teléfono de Víctor se veía mi nombre y mi número, en eso recordé que mi teléfono celular lo había dejado arriba de la cama, en la cual habíamos visto esa niña. El teléfono seguía sonando a lo que Víctor contestó y luego puso en Altavoz. No se escuchaba nada, y con voz quebradiza Víctor preguntó que quien hablaba. Al principio no se escuchó nada, pero un susurro muy tenue se podía apreciar, fue cuando escuché la voz de una niña hablar:
Mi mamá, ¿Dónde está mi Mamá?, seguido de esto se cortó la llamada y para entonces la puerta de la recámara se volvió a abrir, pero ya no se veía a nadie por dentro. Quise asomarme para ver si veía alguien, pero un fuerte viento salió de la recámara atravesándonos a los dos, me quedé observando a Víctor y le pedí que nos fuéramos rápidamente de allí, no me importó el teléfono, había sentido un escalofrío bastante fuerte que me quitó el aire por completo. Puedo jurar que por algún momento mientras aquel viento pasó sobre , sentí las manos de una niña que me tocaban mis brazos.
Mi amigo me comentó que lo que haría sería buscar un Padre que bendijera el Departamento, él presentía que había atraído al espíritu de esa niña desde el hospital, pero había algo que no lo dejaba en paz, ¿Por qué a él? No supe darle una explicación, a decir verdad, después de lo que nos pasó yo sentía muy pocas energías, no sé si tenga algo que ver con todo esto, pero tuve una sensación de pérdida de energía y fuerzas. Le platiqué esto a mi otra amiga, ella me recomendó que fuéramos a ver a alguien que, hacia masajes espirituales, y aquí fue donde aquel especialista nos comentó que los espíritus con bastante energía se quedan rondando buscando a sus seres queridos, no se dan cuenta de cuando mueren y por ello sienten que tienen asuntos pendientes hasta que su energía se desvanecen y empiezan a buscar luz.
 
Al segundo día de que me hicieran el masaje, Víctor me regresó mi teléfono, el padre que había llamado fue a echar agua bendita, y que él mismo podía asegurar que el ambiente ya se sentía muy diferente. Sin embargo, si le sugirieron poner una veladora para ayudar al Ánima perdida.
 
De esto ya pasaron un par de meses, yo ya perdí contacto con Víctor, pero lo último que supe de él fue que las cosas ya estaban más tranquilas, pero en mi casa… he empezado a escuchar que fuera de mi cuarto, y por la ventana, alguien ha comenzado a hacer ruidos de golpeteos.
 
Autor: Lengua De  Brujo
Derechos Reservados

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