Misterio En El Sótano

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Misterio En El Sótano

Misterio en el sótano… Me dedico a la pintura desde hace ya varios años. Trabajo con un contratista que siempre agarra obras grandes, somo varias las cuadrillas de pintores que trabajamos con el, somo de Jalisco, pero no tenemos problema alguno con salir a otros estados a trabajar, de hecho, la mayoría de trabajos a los que vamos son en lugares muy retirados de nuestros hogares.

En poblados lejanos me he enterado de muchas historias paranormales interesantes, pero ninguna se compara con lo que nos ocurrió al hijo del patrón y a mi, cuando estuvimos trabajando en Obregón, en el centro de Guadalajara.

Aquella zona es famosa por su comercio y porque en cierto lugar hay negocios de mala reputación y es considerada una zona peligrosa.

El trabajo consistía en pintar un sótano, que usarían de bodega para una casa de empeño. Nadie quería agarrar el trabajo, pues no se trataba solo de pintar, había mucho que emparejar aparte de mover cosas y por lo regular a los trabajadores solo les gusta llegar a pintar y ya.

No es por echarme flores, pero soy un trabajador muy eficiente, lo mismo el hijo del patrón, por lo mismo, nos dejó el trabajo a nosotros.
Nos llevó el patrón en su camioneta con todo el material. El domicilio si se encontraba en un lugar muy feo, así que una vez que bajamos el material y la herramienta no pensábamos salir a la calle, uno nunca sabe que es lo que pueda ocurrir.

En el lugar también se encontraban trabajando unos carpinteros que estaban colocando unas repisas y muebles en la planta alta.

Cuando vieron que nosotros íbamos a bajar al sótano, uno de los carpinteros se acercó y nos dijo que no fuéramos a cerrar la puerta, pues desde adentro no había manera de abrirla y ellos estarían allí solo un par de horas mas, así que si se nos cerraba la puerta, seria muy difícil que alguien nos escuchara gritar.

Le hicimos caso a los carpinteros y después de que bajamos la pintura y la herramienta, atoramos un palo de escoba en la bisagra de la puerta, ademas pusimos un bote vació del otro lado, si el viento movía la puerta no se cerraría.

El lugar se veía muy viejo, aunque no estaba tan maltratado, mas bien sucio. El patrón nos había dicho que la casa sirvió en el pasado como burdel y casa de apuestas.
A mi se me hizo extraña la construcción, el sótano era enorme, y al fondo tenia como pequeñas habitaciones enrejadas, algunas de ellas tenían como cadenas colgando de los muros.

No imaginaba que uso le darían a esas cadenas, quizás colgaban herramientas o cosas así, el hijo del patrón me dijo en tono de broma, que allí amarraban a los clientes que no pagaban.

Cuando terminamos de bajar la herramienta, el patrón se despidió de nosotros y nos dijo que no anduviéramos revisando otros lugares de la casa, pues ese tipo de construcciones antiguas encierran muchas malas energías, sobre todo un lugar como ese.

Yo le pregunté que si no sabia porque había cadenas en los muros del sótano, me respondió que en ese lugar encerraban a la gente. Pensé que estaba bromeando, pero me lo dijo muy serio.

El patrón se fue y nos pusimos a trabajar. Tuvimos que mover muchas cosas. En una de esas pequeñas habitaciones enrejadas, encontré una montaña de objetos cubiertos por una lona. Cometí el error de retirar la lona.

Debajo estaba una estatua muy grande, con la forma de un hombre musculoso, pero con cabeza de carnero, tenia alas y en sus pies muchas caras. Le grité al hijo del patrón para que se acercara a ver, una vez que estuvo allí, me indicó que había mas cosas, algunas velas negras, otras de cebo y unas botellas con un líquido extraño.

No nos atrevimos a mover las cosas, pues ni el ni yo nos atrevíamos a tocar esos extraños objetos. Preferimos seguir con el resto de habitaciones y ya después llamarle al patrón y preguntarle sobre que hacer con esas cosas.

Después de la hora de comida, los carpinteros se despidieron de nosotros. Quizás piensen que soy muy cobarde, pero cuando nos quedamos solos me sentí un poco intranquilo.

Cuando bajamos al sótano a seguir trabajando, sentí mucho frío, era extraño, aun no atardecía y era verano, afuera hacia mucho calor. Total que me puse la sudadera que traía en la mañana y seguimos trabajando.
Para avanzar mas rápido, nos dividimos por secciones iguales.

Al poco rato, comencé a escuchar ruidos extraños, era como si un viento extraño recorriera todo el sótano, sonando como un lamento, este sonido y otro causado por una gotera, terminaron por ponerme nervioso.

Puse música en mi celular para intentar cubrir el sonido. Logré concentrarme en la música y el miedo comenzaba a desaparecer, cuando, llego el hijo del patrón muy asustado a decirme que había escuchado a alguien subir las escaleras.

Con miedo a quedarnos encerrados en el patio, corrimos rápido escaleras arriba y en seguida nos pusimos a buscar si había alguien, pero todo estaba tal y como lo dejaron los carpinteros, todas las puertas cerradas y en el piso no se veía ninguna pisada que no fueran las nuestras.
Le dije al hijo del patrón, que me sentía nervioso de estar allí, sobre todo por el sonido espeluznante que producía el viento en el sótano.

El me dijo que se sentía como observado cuando estaba pintando, que incluso se le figuró ver una cara mirándolo desde el corredor afuera del cuarto que estaba pintando.

Le llamamos a su papá para contarle sobre las cosas que encontramos, el nos dijo que no moviéramos nada, que la persona que lo contrató no le dijo nada acerca de

esas cosas, pero era mejor no meterse con ellas, pues era claro que eran usadas para realizar misas negras por alguna bruja. Nos pidió que no revisáramos nada.
Sinceramente ya no queríamos seguir en aquella casa, pero no podíamos irnos sin haber terminado al menos la mitad del sótano.

Cuando bajamos de nuevo, pasamos por el lugar donde estaba la estatua del demonio, notamos que estaba destapada, según nosotros la habíamos vuelto a cubrir con la lona. Entramos para volver a tapar la estatua, nos recibió un olor asqueroso, como a animal muerto.

Salí rápido de allí tapándome la nariz, pero todo el sótano olía igual.

Seguimos trabajando a pesar del mal olor, sin embargo los fenómenos extraños continuaron.

Escuchamos como si algo invisible arañara las paredes, después las puertas de los enrejados comenzaron a abrirse y cerrarse por si solas. Yo le dije al hijo del patrón que la verdad no creía aguantar tanta cosa extraña que nos estaba ocurriendo, el me dijo lo mismo. Nos disponíamos a subir las escaleras, cuando una ráfaga de viento nos cerró la puerta. Pasó exactamente lo que no queríamos.

Yo le dije a mi compañero que no tenia sentido que la puerta se hubiera cerrado, pues la habíamos atrancado bien, tanto por dentro como por fuera, el me confeso, que cuando volvimos a bajar, sin querer quitó el bote. Quise decirle una grosería, pero me detuve, nada ganaría con eso. En lugar de eso, le dije que le llamara al patrón no quedaba de otra.

Para nuestra mala suerte allí abajo no agarraba señal el teléfono. Nos movimos de un lado a otro y nada, el teléfono seguía sin señal.
Subimos las escaleras de nuevo para ver si allí arriba funcionaba., pero el teléfono seguía igual.

Me acerqué a la puerta para buscar una manera en la que pudiera abrirla, desgraciadamente las bisagras estaban soldadas a un marco, seria muy difícil quitar el marco sin una barra de acero y un mazo.

De pronto mi compañero me dijo que vio a alguien entrando a uno de los enrejados. No le creí, le dije que quizás lo que vio solo era obra de su imaginación, que ya estaba muy alterada por el miedo, sin embargo el insistió, me dijo que vio como a una señora asomarse.

Me apena confesarlo, pero yo estaba tan aterrado como el, pero me hice el valiente y bajé hasta el pasillo. No debí haberlo hecho.
Abajo en el pasillo estaba un ser que por su forma, me imagino era una bruja, tenia cara como de anciana y llevaba una especie de manto negro, tenia las cuencas de los ojos vacíos e iba toda jorobada.

Misterio En El Sótano

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Me regresé caminando hacia atrás, sin darle la espalda, aunque la aparición no se movía, no quería perderla de vista, aunque me aterraba verla, me sentiría muy desprotegido si le daba la espalda, no sabía cuales serían las intenciones de ese ser.

Mi compañero me alcanzó y casi me tumba, después que vio a la bruja allí parada mirándonos entro en pánico, subió corriendo las escaleras hasta la puerta, comenzó a golpearla y a gritar “¡Hay alguien aquí con nosotros en el sótano!”.

Me volví a asomar, y la bruja seguía allí parada sin hacer nada, solo mostraba sus horribles dientes. Lo único que se me ocurrió, fue ponerme a rezar mientras

cerraba los ojos.
No se cuanto tiempo habremos estado encerrados, a mi me pareció una eternidad.
De repente alguien nos abrió la puerta. Eran dos de los carpinteros.
Nos dijeron que se les habían olvidado unas herramientas y aunque no nos escucharon, se les hizo raro ver la puerta cerrada, por eso se asomaron a ver.

Les contamos lo ocurrido, y ellos nos dijeron que varias personas contaban que en aquel lugar asustaban y aunque ellos nunca habían visto nada, preferían no bajar al sótano o merodear por las diferentes habitaciones que hay en la casa.

Como pueden imaginarse, nos negamos a regresar a ese lugar.

El patrón nos contó que en ese lugar ocurrieron muchas cosas raras y que la propiedad había estado cambiando constantemente de dueño, no le preguntamos porque, pues la razón es muy obvia, ese lugar esta embrujado y quien sabe de que seria capaz esa bruja que ronda el sótano.

Autor: Mauricio Farfan

Derechos Reservados.

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