Investigador De Nahuales Historia de Terror
Veracruz encierra muchísimos misterios Investigador De Nahuales Historia de Terror, desde sucesos hasta criaturas, por todos es sabido que Veracruz es tierra de brujas, muchísimas personas de todas las edades han sufrido desapariciones forzosas debido a las brujas.
La gran mayoría de estas desapariciones nunca son reportadas a las autoridades pues sería inútil y hasta tonto hacerlo, pues que se supone que puede hacer la policía contra una bruja.
A lo largo de todo el estado de Veracruz desaparecen al menos 15 personas diarias, si haces cuentas, te da una cifra de 100 mil personas desaparecidas en las últimas dos décadas.
Por supuesto que las cifras oficiales dirán que es muchísimo menos, pero todos los mexicanos estamos conscientes que nunca se nos dice la verdad.
Claro que las brujas no son la única causa de las desapariciones, también hay homicidios, tráfico de personas, toda clase de cosas ilegales, no por nada Veracruz es el estado de la república con la mayor cantidad de fosas comunes encontradas.
En esas fosas es normal encontrar los cuerpos de personas que nunca fueron reportadas como desaparecidas, pues sus familiares sabían perfectamente que se los había llevado una bruja o que su desaparición se debía a alguna situación de naturaleza diferente, por ejemplo, Nahuales.
Para mí, todo este asunto de los Nahuales, es personal, pues mi novia, Diana, fue tomada por una de estas cosas hace tiempo. Desde ese día comencé a investigar sobre otras víctimas de los Nahuales, comencé en mi pueblo y luego en los pueblos vecinos, siempre manteniendo un perfil bajo pues uno nunca sabe.
Esto que hago no es con el afán de encontrar a Diana pues me queda claro que está muerta, yo hago esto más que nada para que las personas que han sufrido una perdida a causa de los Nahuales sepan que habremos personas a quienes si nos importa su sufrimiento.
Además de que, con ayuda de los mismos familiares y amigos, hemos logrado rescatar a alguna persona, jamás hemos enfrentado a un Nahual, no somos cazadores, simplemente los rastreamos. Mucha gente duda de lo que yo hago, pero eso ya es cosa de cada quien.
El caso más impresionante que alguna vez investigué fue uno que se dio en una localidad de la región del Papaloapan. Uno de esos lugares tan alejados de lo contemporáneo que la gran mayoría de los habitantes ni siquiera es hispanohablante, hablan 2 o hasta 3 dialectos, pero casi nada de castellano más que lo esencial.
En esta localidad había desaparecido más de 60 personas en tan solo 3 años, me fue muy complicado investigar este caso pues la mayoría de la gente no se atrevía a decir ni una sola palabra, los que se mostraban más cooperativos eran los niños y adolescentes, pero como dije, no hablan mucho español, así que las entrevistas eran muy cansadas y largas, era más el tiempo que invertía intentando comprender lo que ellos intentaban decirme que la información concreta que conseguía.
Por razones obvias no podía estarme quedando en la localidad, así que me quedaba con un amigo de Tres Valles, la habitación que me prestaba mi amigo yo la tenía hecha un desastre, había notas por todas partes, plumas, marcadores, grabadoras, fotos, nunca he sido muy organizado la verdad.
La excusa que yo usaba para ir a esa localidad una o dos veces por semana era que iba a vender empanadas, así no levantaba sospechas.
Tardé 3 semanas en conseguir una cantidad decente de información, la suficiente como para comenzar a hacer conjeturas, todo apuntaba a que el Nahual habitaba cerca del terreno de una señora muy mayor que no le caía bien a nadie.
Eso era lo único importante que tenía, pues todo lo demás eran cosas muy raras que no hacían sentido ni para mí, y eso que ya llevaba bastante tiempo investigando y haciendo seguimiento a casos relacionados con Nahuales.
La gente mencionaba que este Nahual tenía la capacidad de convertirse en varios animales dependiendo de qué quisiera hacer, decían que se transformaba en tecolote, también en un perro negro de ojos rojos y brillantes.
Una de las cosas raras que se repetía entre las personas que pude entrevistar era que decían que había una única forma de ahuyentar al Nahual: lanzándole un sombrero. A mí eso no me hacía ningún sentido, sinceramente.
Me gustaría tomar un segundo para hacer una aclaración muy importante, los Nahuales no son bestias, los Nahuales son hombres que se convierten en bestia, sé que suena a lo mismo, pero no lo es.
Bueno, un día que fui a hacer como que vendía empanadas, fui a la casa de esta señora que no se llevaba bien con las otras personas de la comunidad, la vieja fue muy déspota.
En esa visita que le hice me di cuenta de que su casa era bastante pequeña tomando en cuenta todo el terreno del que disponía la doña, prácticamente era dueña de una cuadra completa y su casa era igual o hasta un poco más chica que la del resto de vecinos de la comunidad.
Había llegado el momento de dar el siguiente paso en la investigación, debe adentrarme en el terreno de la doña para saber si encontraba algo fuera de lo normal, pero para lograr esto debía hacerlo durante la noche, y la única forma que yo tenía de justificar mi presencia durante la noche era pasar la noche en la comunidad, así que durante mis próximas 3 visitas estuve acercándome a una muchacha hasta que conseguí pasar la noche en su casa.
Esa noche, ya cuando la muchacha estaba bien dormida, salí silenciosamente de su casa y comencé a caminar por las oscuras calles de la localidad rumbo al terreno de la vieja.
Todo era bastante sombrío y silencioso, lo único que rompía la quietud de la madrugada eran los escandalosos murciélagos, me volaban bastante cerca y me asustaban pues más de uno intentó morderme.
Finalmente, pude llegar al terreno, tenía mucha hierba alta, así que comencé a adentrarme con cuidado. Cuando estás rastreando Nahuales hay que estar bien al tanto con los detalles más mínimos, es decir, huellas en el piso, pelo tirado, rastros de sangre, olores peculiares, sonidos extraños, animales con comportamientos poco comunes, cosas como esas.
Esa noche encontré cosas interesantes: un anillo de bodas, ¿qué hacía un anillo de bodas ahí?, además, ese anillo se veía costoso y no parecía muy antiguo, me topé con ropa rasgada, pero lo que me confirmó que por ahí andaba un Nahual fue que di con su excremento, es inconfundible, no lo voy a describir porque puede ser asqueroso para alguien, pero si alguno de los que escucha mi historia es de Oaxaca, lo más seguro es que sepa de lo que le estoy hablando.
Esa noche decidí dejarlo hasta ahí, pues como dije, no soy cazador de Nahuales, simplemente soy un investigador, y yo me sentía observado, sabía que el Nahual estaba acechándome desde las sombras.
Esperé una semana antes de volver a pasar la noche en la casa de aquella muchacha, y volví a adentrarme en aquel terreno. En esa ocasión encontré cosas un tanto más alarmante, estoy hablando de dientes humanos y hasta encontré lo que estoy seguro era una tumba recién tapada, pues la tierra estaba fresca, lo raro era que la tierra tenía gusanos, lo que significaba que el cuerpo que se encontraba enterrado ahí ya estaba en un estado avanzado de descomposición.
Para no hacer la historia larga, ese mes me enteré de la desaparición de un hombre, ese hombre había aceptado hablar conmigo sobre las desapariciones y el Nahual, así que yo lo tenía bien ubicado. Preguntando entre los vecinos pude obtener la descripción de la ropa que llevaba puesta antes de desaparecer, así que me decidí a adentrarme una vez más en aquel terreno, el plan era encontrar algo de su ropa para confirmar que ese terreno estaba indiscutiblemente relacionado con las desapariciones.
Esa noche recorrí a paso veloz el terreno y encontré una jaula en una zona que no había explorado a detalle con anterioridad, era una jaula como par aun perro grande, dentro tenía cadenas y grilletes, había rastros de sangre, y sí, encontré cerca de la jaula el sombrero que llevaba el hombre que acababa de desaparecer, no me quedaba ninguna duda, la vieja estaba involucrada, o al menos ella sabía algo.
Yo nunca vi al Nahual, pero el resultado de mi investigación fue que la vieja tenía al Nahual viviendo en su terreno para que la protegiera de los vecinos que querían correrla de la localidad, pues unos 10 años atrás habían intentado quemar su casa.
Así que la doña, buscando una solución rotunda encontró la forma de que un Nahual protegiera su terreno, lo tenía enjaulado todo el día, cuando el Nahual estaba en su forma humana, pero durante la noche lo soltaba para que cuidara el terreno, por eso yo me sentía observado, porque el Nahual andaba suelto por el terreno, y no me había atacado porque nunca me vio con intenciones de robarme algo o hacer algún destrozo.
Llegué a la conclusión que de vez en cuando el Nahual se iba a dar la vuelta en busca de alguna persona para comer, lo único que yo podía hacer era hablar con la doña para solicitarle que se deshiciera del Nahual se negó alegando que si lo hacía, los vecinos irían a intentar quemar su casa nuevamente para correrla de la localidad.
Ya sabiendo que no podía hacer nada, dejé el caso y me fui a otro sitio, lo último que supe, y porque me lo dijo la muchacha con quién yo había pasado las noches, fue que la doña murió meses después y que en cuanto ella murió nadie volvió a ver al Nahual.
Autor: Ramiro Contreras
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