El Espejo Que Llora Historia de Terror
Yo tenía un espejo en mi casa, pero no sabía de donde provenía, el espejo se lo habían regalado a mi tía y mi tía me lo regaló a mí El Espejo Que Llora Historia de Terror. Era un espejo gris y oxidado con dibujos alrededor de él, pequeños patrones en forma de espirales. El espejo me causaba escalofríos, siempre que pasaba por a lado de él me daba miedo, no sé por qué, pero era como si tuviera vida propia, y se enojara si lo cambiaban de lugar o lo dejarás solo. Todo comenzó un día, mis amigas se quedaron a dormir en mi casa, ya muy tarde decidí dejarlas dormidas en mi cuarto mientras yo me fui al cuarto de visitas a dormir porque no cabíamos todas en mi habitación. Era muy tarde como las 3 o 4 de la madrugada cuando de pronto, mis amigas llegaron a la habitación donde me estaba durmiendo, llorando, una de ellas me despertó y al verlas llorar me preocupé, prendí el foco del cuarto y les pregunté lo que estaba pasando. Muy asustadas me platicaron que todas habían dormido, menos una de ellas, Esta amiga mientras se distraía viendo la tele escuchó una voz, al voltear a ver a las amigas dormidas, algo llamó la atención que dirigió su mirada hacia el espejo. Al voltear vio a una niña reflejándose en él. Saltó de la cama aterrada y despertó a todas llorando. Todas voltearon a ver el espejo y se levantaron corriendo, aquí fue donde entraron al cuarto de visitas donde me estaba quedando para despertarme. Fui con ellas a ver, incluso despertamos a mis padres, pero no había nada. Así fueron pasando muchas cosas extrañas, por ejemplo, el espejo cambiaba de color se hacía más gris, incluso había veces en las que se escuchaba que tronaba sin que nadie lo tocara y también daba toques sin razón alguna. Muchos invitados que iban a la casa decían haber visto una figura reflejándose en el espejo, pero yo nunca veía nada. Lo único que a mí me sucedía era soñar con el espejo. Soñaba que se habría un portal, pero siempre pensé que era porque me sugestionaba por todo lo que me decían los demás. Pasó el tiempo, y decidí mover el espejo hacia el pasillo, afuera de mi cuarto, pero por alguna razón que desconozco comenzó a desprenderse de la orilla, y a tornarse más feo y tétrico como si hubiese estado mucho tiempo puesto al sol, al principio no le tomaba mucha importancia, pero mientras más pasaban los días, se veía cada vez peor, ahí fue cuando comencé asustarme. Pasó un tiempo después, y mi tía se estaba mudando de casa, quise hablar con ella y pedirle que se llevara el espejo, porque yo ya no quería tenerlo más en la casa, mi tía aceptó tenerlo de vuelta. Mi tía estaba muy ocupada y en una vuelta que tuvo me llamó para decirme que iría a la casa por el espejo, así que fui directo hacia arriba donde se encontraba y comencé a limpiarlo con un trapo, no sé por qué comencé a sentir muchos escalofríos y una sensación extraña como si no estuviera sola, comencé a sentir mucho miedo, pero seguí limpiándolo para no dárselo a mi tía empolvado. Cuando me agaché para limpiarlo por la parte de abajo y levantarme vi un reflejo atrás de mí, dos sombras oscuras avanzando lentamente, en ese momento sentí una sensación horrible de miedo en mi pecho, volteo a ver hacia atrás pero no había nadie más, estaba yo sola. Aterrada comencé a jalarlo, trataba de hacerlo muy rápido para irme de ahí pero inexplicablemente el espejo comenzó a pesar más de lo normal, como si tuviese vida propia y decidiera aferrarse a quedarse en el mismo sitio. Es fecha en la que no entiendo cómo es que de pronto comencé a llorar, no podía controlarme, mi mamá me escuchó y subió a verme, y ella empezó a dolerle la cabeza antes de que yo le contara lo sucedido. Ella me bajó y me llevó hacia la parte de atrás de la casa y comenzó a limpiarme con un huevo. Mi tía llegó a la casa pitando y mi prima se bajó del carro para saludar, mi mamá me seguía barriendo con el huevo mientras que mi prima fue por el espejo (cabe mencionar que mi prima tiene 12 años) bajó el espejo como si nada, a ella no le había pesado como a mí. Lo dejó puesto en el garage mientras ayudaba a mi tía hacer espacio en el carro. Mientras yo me asomaba por la ventana vi una esfera café que se metía dentro del espejo, fue en cuestión de segundos, pero yo estaba segura de haberlo visto, comencé a sentirme muy mal y con dolor de cabeza, pero no quise decir nada, lo único que quería era que se lo llevaran ya de la casa. Desesperada decidí tomarlo y arrastrarlo hacía la banqueta, lo qué sucedió después es algo que aún no entiendo y me da escalofríos de tan solo pensarlo. Cuando lo dejé en la banqueta, tomé una sábana dentro de la casa y se lo puse encima, así lo dejé mientras terminaban de hacerle espacio al carro para meterlo. Como a los 15 segundos la sabana se levantó sorprendentemente aventándose lejos del espejo, los días eran tan calurosos que no había nada de viento, cuando me acerqué para cubrirla de nuevo vi el reflejo de una niña que apareció y desapareció en segundos, estaba muy asustada y aunque suene impresionante, comenzaron a salirle gotas al espejo como si estuviese llorando, no había alguna razón ni explicación para que sucediera esto, derramó 10 gotas en el piso, y las gotas comenzaban desde arriba de él. Tenía tanto miedo que ni quería tocarlo, extendí la sábana para taparlo y al punto de hacerlo, el espejo se tronó, haciendo una línea por en medio de él. En ese momento no sabía si decirle a mi tía, pues no lo creería, aun así se lo tuve que contar, mi tía aun así se lo llevó y después de ese día no lo volví a ver, no quería hacerlo, solo supe que mi tía se quedó con él unos días y después decidió deshacerse de aquel espejo embrujado. Tuvo que llevar a un sacerdote para bendecir la casa y mi madre decidió hacerlo también, hasta la fecha cada vez que me acuerdo de aquel espejo (como ahora) me da mucho miedo y me dan muchas ganas de llorar, como si aún tuviera un impacto muy fuerte en mí, espero que donde haya quedado no haga daño, porque con su dueño el espejo es muy lindo, pero si lo haces enojar, cuídate mucho…
Autor: Anónimo
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