Cráneos Profanados Historia De Terror 2021
Cráneos profanados, historia de terror… Lo que estoy por compartirles, es algo que ocurrió en mi casa, cuando aún vivía con mis Padres y Hermana ya tiene varios años que sucedió pero aun lo recordamos todos, pues lo guardamos como un capitulo extraño en la historia de nuestra vida familiar.
Es probable que haya controversia con lo que les contare al principio, pero cabe señalar que sucedió hace años, y hasta donde sé, el día de hoy ya no se lleva a cabo esa solicitud, sin más por el momento les hago saber cómo es que todo comenzó.
Así mismo quisiera comentar que el nombre del cementerio, lo omitiré para evitar que alguien busque osamentas en ese lugar. Soy egresada de la Carrera de Odontología, del Centro Universitario de Los Altos en Tepatitlán de Morelos.
En la época en la que me toco estudiar era bastante complicado tener que conseguir material, información y equipo, no era tan sencillo, mucho tenía que ver que estuviéramos apartados de la Ciudad de Guadalajara, y tambien a que no se promovía mucho la Salud en nuestra región.
Uno de los artículos de trabajo que un Maestro nos llegó a solicitar, se trataba precisamente de un Cráneo humano. En Tepatitlán no lo conseguiríamos, era seguro que lo encontraríamos en Guadalajara, sin embargo, se trataba de algo sumamente complicado e ilegal.
Mi Papá tuvo la idea de solicitar a su hermano que nos apoyara con la búsqueda del Cráneo, mi Tío vivía en Guadalajara ya desde hace años, seguro conocía donde buscar y con quien acercarse para ello, para nuestra mala fortuna así fue.
Al día de hoy pienso que lo mejor hubiera sido que no lo hubiera conseguido. Mi Tío llego una tarde un Viernes, poco después de que yo regresara de la Universidad, traía consigo una caja de cartón.
Nos comentó que tuvo que sobornar al sepulturero para conseguirla, y el mismo le aseguro que el cráneo pertenecía a una tumba ya olvidada desde hace años.
Ellos tenían que hacer espacio para más cuerpos, y las tumbas olvidadas o que no pagan derecho de suelo, eran desenterradas y los cuerpos eran donados a la escuela de medicina o anfiteatro para estudios posteriores. Abrió la caja y saco de ella el cráneo, estaba envuelto en una cobija pequeña de bebe.
Cráneos Profanados Historia De Terror
Lo destapo por completo, espero no me juzguen pero puedo asegurarles que era algo inquietante, sostener en ese momento lo que fue en un momento la cabeza de una persona en el pasado, la examine, se encontraba un poco grisácea, con algunos detalles, pero particularmente una pequeña fisura en la parte superior.
Supuse que quizás esa persona había muerto por aquel golpe, se veía fuerte como para haber fracturado el cráneo. -¿Sabe si era hombre o mujer? – Le pregunte a mi Tío pero el simplemente se encogió de hombros negándolo.
Mi Mamá me pidió verlo, lo miro por debajo, podía ver el espacio vacío de donde se encontraba antes el cerebro, esto me genero escalofríos. – Lo menos que podemos hacer es bendecirlo y hacerle una misa – Dijo mi Mamá, ella era muy cercana a la iglesia, de hecho había sido la primera en negarse en conseguir el cráneo, pero mi Papá le había convencido.
Fue mi Hermana la más pequeña quien no quiso verlo ni de cerca, cabe señalar que ella tiene Síndrome de Down, y este tipo de cosas la asusta bastante. Por las prisas, el poco tiempo que tuvimos, y la falta de organización de todos, no logramos hacerle la misa y bendición que le prometimos. De hecho ya me había llegado la fecha de que presentara mi proyecto en el cual utilizaría el cráneo.
Fuimos pocos compañeros quienes consiguieron un cráneo real, hubo algunos que consiguieron falsos, pero he de ser honesta, ver allí algunos cráneos reales fue algo muy escalofriante para mí. Pasaron un par de semanas, y el tema de bendecirlo ya había sido olvidado, jamás fue vuelto a tomarse en cuenta, yo ya tenía el cráneo resguardado debajo de mi cama dentro de una caja de zapatos. Y esa noche, mientras todos dormían, las cosas se comenzaron a percibir de forma anormales.
Mientras dormíamos, mi hermana tenía la costumbre de despertar a media noche para pedirme agua situación que esa noche no ocurrió, me desperté de forma automática, la lámpara de noche siempre estaba encendida en nuestro cuarto por lo que no era necesario encender la del cuarto, fue allí donde vi sentada a la orilla de su cama, mi hermana me veía dormir.
¿Qué sucede hermosa, tienes sed? – Le pregunte acercándole la botella, pero ella no quiso, más aun, no le quitaba la vista a mis espaldas, voltee para ver qué era lo que veía, pero no logre ver nada. – ¿No puedes dormir?- Le pregunte y ella me dijo que no con la cabeza, así que decidí levantarme de mi cama, y acostarme con ella. Ella me abrazo como cuando le da miedo algo de forma muy intensa.
A la mañana siguiente, me levante al baño para después prepararme para ir a la Universidad. Y mientras que estaba sentada en la taza leyendo uno de mis libros de la escuela, comencé a escuchar en un respaldo a lo alto del baño, justo donde tenemos el papel higiénico y demás artículos de baño, como si una cucaracha estuviera caminando entre las bolsas del Papel.
Me levante para ver si podía encontrar lo que provocaba ese ruido, pero no vi nada, moví el papel, el champo y no vi nada. Pensé que aquello se había escapado, acomode todo nuevamente como estaba y no tenía ni un segundo en haberme sentado cuando algo me aventó el Papel higiénico a la cabeza.
Rápidamente me levante alarmada, algo me había tirado las cosas desde arriba y sea lo que fuera era algo grande, al buscar nuevamente no vi nada fuera de lo ordinario. Acomode todo como estaba, me volví a sentar en la taza pero ya me encontraba inquieta, volteaba cada cierto segundo para ver si aquello no me lo volvía a aventar.
Y fue a la cuarta vez que voltee que logre ver como una mano negra, más pequeña de lo normal se asomaba sobre la repisa, salí rápidamente, gritando y alarmando a todos.
Mi papá llego primero, asustado por qué pensó que algo nos había pasado, yo no dejaba de gritar, le explicaba lo que había visto, él rápidamente abrió el baño y quito todo, tiro las toallas, quito el papel y el champo, pero no encontró nada. Mi hermanita se encontraba a un lado de mi mamá cubriéndose el rostro.
No supe darle una explicación más lógica a lo que había visto, algo había ocurrido y aquello me atemorizo bastante. Mi Papá me comento que quizás se trataba de estrés por la escuela, ya que últimamente me desvelaba estudiando y por todos lados de la casa tenia libros para seguir estudiando. Quizás tenía razón, ya era necesario que descansara un poco.
El fin de semana ya estaba cerca por lo que les prometí que lo descansaría. Lo que no me había dado cuenta yo, era que mi hermanita había visto algo que nosotros ignorábamos.
La tarde del viernes, yo me quedaría sola con mi hermana, mis papas surtían el mandado antes del Fin de semana. Nos encontrábamos en la planta baja, en la Sala mirando una película, cuando escuche que en nuestro cuarto algo había caído con mucha fuerza al piso.
Esto me pareció raro, no había suficiente viento fuerte como para hacer tirar las cosas. Le comente a mi Hermana que iría a ver que había sido, pero no me había hecho caso, ella estaba muy emocionada con la Película.
Cuando abrí la puerta del cuarto, busque en el piso que se había caído, todo estaba en orden, de hecho la ventana de nuestro cuarto estaba cerrada, me imagine que quizás la ventana se había azotado con el aire y eso había ocasionado el ruido.
Me di la vuelta para regresar con mi hermana y nuevamente el ruido fuerte se escuchó, como si dejaran caer un mueble grande. Rápidamente me di vuelta pero no logre ver que había sido aquello, fue cuando note que las cobijas de mi cama se encontraban sacudidas.
Me acerque lentamente y de debajo de mi cama, algo había empujado la caja de zapatos donde tenía guardado el cráneo, pude ver como arrastrándose la mano que había visto en el baño el otro día, se metía rápidamente debajo de la cama.
No lo pude evitar, tuve que gritar, y creo que esto asusto a mi hermana pues ella también grito en la Sala, corrí rápidamente a ayudarla encontrándola envuelta en cobijas. – Soy yo, soy yo – le repetía para que me dejara descubrirla, yo no quería quedarme ni un minuto más en esa casa, tome en brazos a mi hermana, envuelta completamente y salimos de la casa quedándonos en la cochera a esperar a mis Papás.
Un par de horas después de lo sucedió mis papás llegaron, encontrándonos ya a oscuras en la cochera, mi Papá subió a mi cuarto y regreso con la caja del Cráneo, me dijo que la había encontrado abierta, y el cráneo afuera, me pregunto si yo la había dejado así, le comente lo mismo por lo que yo había pasado.
MI mamá pidió que lleváramos el Cráneo en ese momento al templo del señor de la misericordia, era necesario ya bendecirlo. Mientras que esperábamos a que mis papas salieran de con el sacerdote, mi hermana y yo estábamos en las bancas, fue cuando se me ocurrió preguntarle si había visto algo ella.
Mientras dormías, me desperté para pedirte agua, y había alguien parado a un lado tuyo, me dio mucho miedo que no podía hablar – Mientras que me lo decía me abrazaba del brazo. – ¿Por qué no me lo dijiste después? – le pregunte y ella me dijo que pensó que se trataba de una pesadilla.
De esas que tanto tenía despierta. Le pregunte si había visto algo más, y esperando que me dijera que NO, fue todo lo contrario. – Cuando subiste al cuarto, pude ver algo caminando en el pasillo, y como subía detrás de ti, caminaba como si estuviera cargando algo muy pesado en el cuello pues no le pude ver la cabeza.
No supe que decirle, si acaso aquello que había visto mi hermanita se trataba del espíritu del cráneo, o algo que nos estaba acechando, se lo que sea no pretendía regresar a la casa hasta que la bendijera un sacerdote. El cráneo se quedó en el templo, el sacerdote nos pidió que lo dejáramos allí, pues le haría una misa a su nombre y le daría su bendición.
Me pidió hablar conmigo, comentándome que no tuviera miedo, me encomendara a Dios y todo estaría bien. Siendo muy honesta esto no me dejo del todo tranquila. Pedimos dormir en otro lado esa noche, y mis Papas lo tomaron hasta eso bastante bien.
Hoy en día no nos han vuelto a suceder eventos de esa magnitud, cuando mi hermana se despertaba a mitad de la noche le preguntaba antes que nada si algo estaba detrás mío, y en mi casa propia en la actualidad, siempre que voy al baño se me volvió una costumbre revisar antes arriba y verificar que no haya nada que me pudieran aventar.
Es cierto que cuando morimos, no nos llevamos nada al otro mundo, pero hay quienes se aferran tanto a sus posesiones que no pasan al otro lado. Sin embargo me pongo a pensar que hay quienes se aferran a algo más personal, como a sus propios huesos.
Autor: Lengua de brujo
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