Vacaciones De Terror 2023

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Vacaciones De Terror 2023

Vacaciones De Terror… Me dicen Charly de cariño, tengo 19 años, y he pasado una de las más temibles experiencias en estas pasadas vacaciones de verano. Lo que más me inquieta de todo esto es que me paso en un lugar donde menos me lo hubiera esperado. En un Hotel.

Me considero una persona común y corriente, ni tan listo o tonto como para caer en bromas, sin embargo con mi hermano mayor suelo llevarme un poco rudo y más cuando salimos a pasear en familia. Era el primer día de nuestras vacaciones, mis Padres, mi hermano mayor Max, y yo.

Mi Madre tenía tiempo organizando unas vacaciones familiares en Huatulco, aparto unos cuatro días en un hotel un poco apartado de la zona costera.

Realmente no estábamos tan lejos, solo que el Hotel se perdía entre la zona comercial. Parecía una vieja casa abandonada, como con un aspecto victoriano que se quedó estancado en el tiempo, tenía algunos arreglos para dar una apariencia familiar.

Me encantaba, a pesar de su atmósfera sombría. Dejamos nuestras maletas en la habitación 237 y nos dispusimos a explorar el lugar.

La primera noche, el insomnio me mantuvo despierto. No sabía si se debía a los ronquidos de mi hermano, o a los ronquidos de mi Padre, pero es que no podía conciliar el sueño.

Fue entonces que entre las sombras, percibí una ligera bruma que parecía moverse por la habitación. Era inusual, pero parecía ser humo que se movía entre las camas, me hice rápidamente el dormido cuando aquella bruma paso casi justo frente a mi cara, pero algo le llamo la atención pues se quedó bastante rato allí a un lado mío.

Estuve a punto de gritar y llorar de miedo pero no sabía si me creerían. Al final de cuentas su presencia ya no se sintió, sin embargo intente encontrarle una respuesta lógica, termine atribuyéndolo todo a la antigüedad del lugar. No obstante, una vaga sensación de inquietud se arrastró hasta el amanecer.

Al día siguiente, durante el desayuno, mencioné lo que había ocurrido. Max, con su típica sonrisa burlona, y sus gestos desagradables, me sugirió que debería dejar de ver tantas películas de terror o que tenía que ir a ver a un Psiquiatra. Mis padres se rieron y no lo tomaron muy en serio, aunque note un destello de preocupación en los ojos de mi Madre.

Después de un día cansado de estar en la playa, caminar durante horas y comprar alguno que otro recuerdo, nos acostamos todos a dormir. Yo estaba exhausto, tenía mucho sin descansar como se debía y ahora no quería interrupciones mientras dormía.

Encendimos la televisión y nos quedamos mirando una película, yo no aguante más y me quede profundamente dormido.

Me desperté aproximadamente a las 2 de la madrugada, mis Padres dormían al igual que Max, entonces me di cuenta que la televisión estaba encendida, estaba la señal de emergencia a todo volumen.

Busque el control por todas partes y me di cuenta que Max lo tenía en sus manos, se lo quite y apague el televisor. De pronto por un instante, tuve una sensación de escalofríos recorrer mi espalda, luego se me quito, fue por un solo segundo. Pensé que a lo mejor me estaba enfermando y por ello había sentido eso.

Me dispuse a dormir nuevamente, y en cuanto cerré los ojos la televisión se volvió a encender. No era un televisor muy novedoso, por lo que se me ocurrió que quizás se encontraba descompuesto.

Nuevamente lo volví a apagar y me acosté. Pero unos segundos después, la televisión se volvió a encender, me moleste mucho que cuando me levante para mejor desconectarla, me encontré con que mi hermano estaba parado justo a mitad de la cama de mis padres  y  la nuestra.

Le pregunte  a Max si se encontraba bien, solo le veía la espalda. Nunca me di cuenta en qué momento se había levantado. Le dije que si se trataba de una broma suya ya no lo soportaba, encontré el control remoto y apague el televisor.

Apenas puse la cabeza sobre la almohada cuando se volvió a encender. Me levante molesto para desconectar la televisión, ya estaba harto de este tipo de bromas, cuando lo hice quedo todo en silencio y oscuras. Al darme la vuelta me di cuenta de que mi hermano no estaba allí, se encontraba sobre la cama dormido.

Había sido una situación inusual, pero la verdad no me quite de la cabeza la idea de que era todo una broma de Max.

Me fui a acostar, me acomodo de tal manera que le daba la espalda a Max, cuando de pronto sentí una presencia extraña sobre mi cabeza, mire hacia un lado esperando ver a Max cuando de pronto vi el rostro de una mujer con ambos ojos hundidos, todo su rostro parecía desfigurado.

Y luego me dijo “ayúdame”.

Vacaciones De Terror

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Me avente a un lado de la cama con el miedo de que esa cosa me hiciera algo pero al voltear no había nadie allí. Esa noche, a medida que pasaba, las experiencias se intensificaron.

Escuchaba susurros en medio de la noche, objetos que se movían solos y extrañas sombras que se escondían en los rincones. Fue una terrible noche que no pude volver a dormir.

Cuando pensé que todo había terminado, me desperté casi a las 2 de la mañana otra vez, mire a mí alrededor y me di cuenta que Max estaba junto a mi cama. Pero algo andaba mal, su mirada estaba vacía, inexpresiva. Le pregunté que pasaba, pero no respondió.

Con un brillo metálico en su mano, levantó un cuchillo de nuestra cena. Grité con fuerza pidiéndole a Max que no lo hiciera, de pronto la luz se encendió y eran mis padres que rápidamente reaccionaron.

Pero Max estaba durmiendo en su cama, y el cuchillo seguía en la mesa del comedor. Traté de explicarle todo a mi padre pero no me creyó  termine tranquilizándome, con la idea de que todo había sido una mala pesadilla.

El último día, algo cambió. Mis padres decidieron salir a explorar la ciudad, dejándonos a Max y a mí solos en la habitación.

Parecía que todo estaba orden cuando de pronto, sentado en la esquina, me miraba con una sonrisa inquietante. De repente, se levantó y comenzó a caminar hacia mí con pasos lentos, sus ojos me veían fijamente, yo le pregunte si se encontraba bien, pero al parecer su verdadera intención era agarrarme.

Sus manos me tomaron por el cuello, apretando con fuerza. Luché, pero su agarre era firme. La habitación comenzó a girar.

Busque con las manos algo para poder pegarle, por fortuna encontré el control remoto el cual lo avente a su cabeza.

Me soltó en cuanto hizo impacto, aproveche el momento para correr hacia afuera de la habitación. No recuerdo que sucedió después de eso pues caí desmayado en el pasillo.

Cuando desperté, estaba en un hospital. Mis padres estaban junto a mi cama, ambos con los rostros pálidos y ojos llenos de preocupación.

Me explicaron que habían vuelto al hotel para encontrarme inconsciente y a Max también desmayado en la habitación.

Fue entonces cuando Max entró en la habitación, con ojos temerosos y apenados. Afirmó no recordar nada, y estaba tan asustado como yo.

Mis padres decidieron no indagar más, atribuyéndolo todo al estrés y al agotamiento.

Regresamos al hotel al día siguiente, mis Padres habían prolongado nuestra estadía un poco más pensando en quizás era necesario descansar, esta vez Max y yo estábamos también paseando.

No obstante hubo un momento en que les pedí a mis padres que me dejaran ir al hotel y que ellos siguieran paseando, les mentí comentándoles que me dolía la cabeza y debía descansar.

Tenía que investigar que había sucedido y no podía quedarme en esa habitación un día más y esperar a ver qué sucedería esa noche.

Me acerque con uno de los botones del hotel y le pregunte con quien podía hablar sobre la historia del lugar, o precisamente si había ocurrido algo en una de las habitaciones.

Él chico se comportó muy amable y me platicó lo siguiente: Hace mucho tiempo, una familia se había hospedado en una de las habitaciones que tenían como de lujo, la cual precisamente era una en la que estábamos nosotros.

El hijo mayor había enloquecido y asesinado al más joven en un ataque de celos. Desgarrado por la culpa, se suicidó poco después. Según las historias, su espíritu había permanecido, vagando por el hotel en busca de su salvación.

Quedé impactado por la historia que me contó el botones del hotel. Parecía que las experiencias extrañas que habían vivido en la habitación estaban relacionadas con este trágico suceso del pasado.              

Quise preguntar con algunos otros empleados del hotel y algunos huéspedes para ver si habían experimentado algo similar en otras habitaciones o si conocían más detalles sobre la presencia del espíritu.

Algunos admitieron haber sentido una presencia inquietante o haber presenciado fenómenos inexplicables, como objetos moviéndose por sí solos o susurros en la noche. Y en ocasiones pidiendo ayuda como me sucedió la primera vez.

Armado con esta información, volví a la habitación con la intención de enfrentar cualquier manifestación paranormal que se presentara y encontrar una forma de ayudar al espíritu en su búsqueda de salvación.

Sabía que mis padres y Max regresarían más tarde, así que me conseguí un par de velas, las encendí y comencé a hablar en voz alta, ofreciendo mi comprensión y apoyo al espíritu atormentado.

Le pedí que encontrara la paz y que dejara de perturbar a los huéspedes del hotel. Por un momento pensé que se encontraba detrás de mí, sentía su presencia y una corriente helada de aire constantemente pasaba por mi nuca erizando mi piel.

No pasó nada más después de eso. Todo se mantuvo tranquilo, mis Padres y Max regresaron de pasear. Yo ya había guardado todo y apagado las velas.

Durante esa noche, experimenté algunos fenómenos inexplicables nuevamente, pero esta vez sentí que la presencia era menos amenazante y más desesperada.

En voz baja, continué hablando con calma y compasión, intentando transmitirle al espíritu que no estaba solo y que había comprensión y ayuda disponible para él.

Las  manifestaciones se fueron volviendo menos intensas y frecuentes. Parecía que el espíritu estaba comenzando a encontrar cierta paz.

Y de repente cesaron, ciertamente fue una noche tranquila o por lo menos así lo sentí yo, las cosas ya se sentían diferentes y yo ya no me sentía amenazado. Dejamos el hotel al día siguiente, yo había hecho todo lo posible por ayudar al espíritu atormentado del lugar.

Pero antes de dejar la habitación, me quede un momento solo y le mencione que prendería una veladora en mi casa por su descanso, además le comente que no sentía alguna represalia o coraje por lo que hizo.

Regresamos a casa después de eso, llevando con nosotros la carga de nuestras experiencias. Ha decir verdad, en ocasiones cuando me encuentro solo con Max en nuestra casa, aun siento esa sensación de locura en su mirada que le consumió, y el temor de que me ataque nuevamente vuelve otra vez.

Ha habido noches de pesadillas que me recuerdan eso y varias de esas ocasiones me he tenido que salir a dormir a otra habitación o a la sala.

Es algo que quizás no se vaya tan fácil. Por mi parte, cumplí lo prometido e incluso le encendí su veladora en la iglesia de la colonia.

Todo lo que paso en el hotel me lo he guardado silenciosamente hasta ahora que se los comparto, mi familia ha estado un poco más unida desde ese entonces, así que hoy en día, cuando salimos de vacaciones, mi Padre ya escoge otro hotel, yo he tenido la curiosidad de regresar y preguntar si sirvió de algo lo que hice o si notaron alguna diferencia solo para saber si el espíritu de ese joven descansa en paz.

Autor: Mario Franco Corrales Lengua de Brujo

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