Aquella Noche Historia De Terror 2023

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Aquella Noche Historia De Terror 2023

Aquella Noche, Historia De Terror… Era una noche oscura y solitaria, como tantas otras que había pasado en la carretera. Manejaba mi camión de carga por una carretera sinuosa en medio de las montañas.

 Había estado manejando por horas y estaba empezando a cansarme, pero sabía que aún tenía un largo camino por delante. Trataba de mantenerme despierto escuchando música y bebiendo café.

Fue entonces cuando escuché algo extraño. Al principio pensé que era solo mi imaginación, pero después de unos minutos, las risas se hicieron más fuertes. Eran risas diabólicas, escalofriantes.

Miré por el espejo retrovisor, pero no vi nada. Continué manejando, tratando de ignorar las risas, pero no pude. Parecían estar en todas partes, alrededor de mí, dentro de mi cabeza.

De repente, vi algo en medio de la carretera. Frené el camión en seco, pero era demasiado tarde. Había golpeado a una cabra. Me bajé del camión para ver si podía ayudarla, pero cuando me acerqué, vi algo extraño.

La cabra tenía unos ojos rojos brillantes y parecía sonreír de una manera siniestra. Empecé a sentir miedo, pero intenté ignorarlo. La cabra se levantó y se alejó, desapareciendo en la oscuridad.

En ese momento seguí  manejando con la esperanza de encontrar un hotel , pero las risas no paraban. Se volvían cada vez más intensas, más aterradoras.

Intenté encender la radio para distraerme, pero la música sonaba distorsionada, como si alguien estuviera manipulando las ondas.

Fue entonces cuando lo vi. El diablo en persona, o  al menos eso parecía, aquel demonio se encontraba parado en medio de la carretera, con una sonrisa diabólica en su rostro. Era alto y delgado, estaba vestido con un traje oscuro y llevaba un sombrero.

Por un momento pensé que eran mis alucinaciones, pues el cansancio y las ganas de llegar al hotel más cercano me hacían imaginar cosas,  sabía  que no podía ser real, pero allí estaba. El diablo, aquel ser del que muchos hablan pero pocos creen,  traté de girar dentro del camión y alejarme, pero no podía, me sentía en un momento paralizado, como si mi cuerpo se encontrara en un estado vegetal.

El diablo se acercaba a mí y podía sentir su aliento caliente en mi rostro. Me di cuenta de que había perdido el control del camión y que estaba atrapado. Cerré los ojos y esperé lo peor.

Pero de repente, todo se detuvo. Las risas, la música distorsionada, la presencia del diablo. Todo se desvaneció. Abrí los ojos y vi que estaba ya ubicado en un hotel a pie de carretera, a pesar de ser un lugar donde muchas personas se hospedan, en ese momento me encontraba prácticamente solo, pues aquella noche yo era el único huésped confundido.

Al platicar a fondo con el encargado del hotel le conté lo sucedido y aunque al principio pensé que me tacharía como un loco, al escucharme con atención asentía con la cabeza, pues mi caso no era el único parecido de ese lugar, pues en la mayoría de casos, las personas veían aquel hotel como un refugio, pues ya no se atrevían a acampar al exterior, ni mucho menos manejar de noche, pues independientemente de la aparición frecuente de ese ser, sabían que era un riesgo manejar a esas altas de la noche.

No sé si fue real o solo mi imaginación, pero esa noche me cambió para siempre. A partir de entonces, siempre he tenido cuidado al manejar en la noche y trato de no dejar que mi imaginación se apodere de mí, al igual que seguir las recomendaciones que me dio aquel hombre del hotel, pues me recomendó portar alguna pulcera roja, pues uno de los amuletos más sencillos con los que puedes impedir que las malas vibras te afecten es una pulsera roja. Este talismán es uno de los más comunes y ya sea que se compres o se fabriquen con hilo rojo, será igual de efectivo, mencionó aquel sujeto.

Asimismo al seguir con esa guía de protección el hombre mencionó que el lado izquierdo es el receptor del cuerpo y el alma , es decir, donde absorbemos todas las energías positivas y negativas. Es por este motivo que el amuleto debe ir colocado de ese lado para inmunizar la entrada de las malas vibras.

Nunca olvidaré esa noche oscura y solitaria en la carretera, traté de descansar en aquella habitación, sin embargo los ruidos de la carretera impedían que tuviera un correcto descanso.

Aquel hotel de paso era tan antiguo que sus muebles ya no se encontraban en las condiciones adecuadas, al igual que aquellos objetos tan antiguos que el simple hecho de verlos, permitía sentirse escasos de energía.

Desde esa noche, he tenido problemas para dormir. Las risas diabólicas y la imagen del diablo me perseguían incluso en mis sueños. Me costó mucho tiempo superar ese miedo, pero poco a poco aprendí a controlarlo.

No obstante, había pensado que mi martirio había terminado, sin embargo, al estar acostado solo en aquellas cuatro paredes, pude sentir la presencia de algo, y aunque trataba de mirar por todos lados, sabía que debajo de la cama había algo que buscar, así que me armé de valor, me di la vuelta, agache la cabeza y fue ahí cuando volví a ver aquellos ojos tan terroríficos que nunca más borraré de mi ser, nuevamente aquel demonio se encontraba aquí y ahora aún más cerca de mi.

Sin embargo, nunca olvidé lo que pasó. Comencé a investigar sobre la historia de esa carretera y descubrí que muchos conductores habían experimentado cosas extrañas allí. Se decía que esa carretera estaba maldita y que las personas que la transitaban corrían el riesgo de encontrarse con el diablo.

No sabía si creer en esas historias, pero después de lo que viví esa noche, no podía evitar sentir que había algo oscuro y peligroso en esa carretera.

En aquel momento al salir del hotel ya casi amanecía, tomé mis pertenencias y proseguí mi camino, mismo que aún faltaba por recorrer.

Al pararme en una gasolinera comencé a platicar con el despachador de la bomba, le comenté que me había alojado en un hotel a unos 5 km atrás, a lo que el hombre me vio fijamente y preocupado, pues él afirmaba que aquel lugar no existía, pues el hotel más cercano, se podía observar a unos 25 km, lo cual aún era un gran tramo de diferencia.

Riéndome de forma nerviosa le comenté que quizá estaba equivocado, a lo que al ver su mirada tan seria, supe que ese hombre decía la verdad, en ese momento caí en cuenta que me había hospedado en un lugar fantasma.

Aquel suceso marcó mi vida por completo, pues esa clase de cosas no le pasan a cualquiera, sabía que el riesgo de trabajar de noche era muy difícil y alto, pero nunca esperé vivir una situación similar a esa.

Años después, volví a pasar por esa misma carretera. Esta vez, estaba más preparado y no estaba tan asustado como la primera vez. Pero, cuando llegué al lugar donde golpeé a la cabra, algo extraño volvió a suceder. La misma cabra estaba allí, mirándome fijamente con sus ojos rojos brillantes y sonriendo de manera siniestra, era como si se hubiera retrocedido el tiempo, mis manos estaban heladas y mi ser se encontraba en shock, pues algo que por mucho tiempo me hice a la idea de que era falso, resultó totalmente verídico, peor aún, era una situación que no sabía realmente cómo manejar.

Comencé a sentir el miedo apoderarse de mí nuevamente, pero esta vez, decidí enfrentarlo. Me acerqué a la cabra y le hablé en voz alta, tratando de convencerme a mí mismo de que no era real. Después de unos minutos, la cabra desapareció de nuevo y continué mi camino, no sabía si aquel ser era real, malo o bueno, estaba tan confundido que mi mente solo pensaba en avanzar y que el día llegará lo más pronto posible, pues al caer la noche no me agradaba encontrarme solo y menos en un lugar tan poco concurrido como ese.

Realmente no sabía cuál era el contexto principal de aquella situación, pues al unir las piezas del rompecabezas, sabía que había algo raro por ahí.

Investigué en la web y la poca información que pude recaudar en aquel entonces fue que pude encontrar un testimonio de una mujer la cual también asegura haberse instalado en ese lugar junto con su madre, pues en su relato cuenta que al caer la noche, cuando decidieron acostarse a dormir, su mamá fue la que sentía que alguien los observaba al dormir: “Una silueta que los miraba dormir en medio de ambas camas”.

Casualmente después de aquella narración, comenzó a salir información interesante, pues se cuenta que muchas personas van con la esperanza de poder encontrar aquel hotel, pues muchos de ellos aprovechan ese poder que tienen en el momento para realizar rituales, pedir deseos a cambio de la muerte o prácticas las cuales les beneficien.

Mientras más investigaba, más información encontraba en la web, era como si se esperara que se recauda para que las personas comprendieran que no cualquiera era digno de ver a esa cabra y mucho menos de pisar aquel hotel.

Aquella Noche Historia De Terror

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Otra de las teorías más sonadas de aquella ubicación, era que el hotel que antes era un monasterio y se constató, pues se asegura que mientras estaba en el patio se han visto  pasar a dos monjas que iban flotando.

Al seguir leyendo acerca de estas leyendas, ya sin saber ni detectar cuál era verdad y cuál mentira  se decía que aquel sitio había sido creado como refugio para las esposas de los españoles. Sin embargo, en 1609 Úrsula de la Vega lo convirtió en un reformatorio de conductas femeninas, donde las mujeres permanecían encerradas de forma voluntaria u obligadas, pero se infligían sufrimiento como modo de sacrificio y amor hacia Dios, área controversial, pues los aspectos espirituales, son distintos a los que se viven hoy en día.

Desde entonces, nunca he vuelto a esa carretera. Aprendí que, a veces, es mejor no investigar demasiado y dejar que algunos misterios permanezcan sin resolver. Pero nunca olvidaré la noche en la que el diablo pareció aparecer ante mí en esa oscura y solitaria carretera.

Después de esa experiencia, empecé a interesarme más por los fenómenos paranormales y sobrenaturales. Me di cuenta de que había muchas historias similares a la mía, de personas que habían experimentado cosas extrañas en lugares específicos, por lo que me arriesgué en escribir un libro, sin embargo, sabía que al hablar de esas situaciones tan delicadas, en muchas editoriales y bibliotecas te piden consigas patrocinio y personas que realmente estén preparadas en votar aquel rubro, por lo que era arriesgar la vida por contar una simple historia.

Comencé a leer libros y a investigar sobre el tema, tratando de entender lo que había sucedido aquella noche. Descubrí que hay muchas teorías y explicaciones diferentes sobre estos fenómenos, pero nadie puede decir con certeza qué es lo que realmente sucede.

Decidí hacer un viaje por varios lugares considerados “embrujados” o “malditos”, con la esperanza de encontrar respuestas. Visité lugares como el castillo de Bran en Rumania, conocido como el castillo del Conde Drácula, y la casa de Amityville en Nueva York, donde se dice que ocurrieron sucesos paranormales.

Fue una experiencia fascinante, pero también aterradora. En cada lugar que visitaba, sentía la presencia de algo extraño y oscuro. A veces, sentía como si alguien me estuviera observando, o escuchaba sonidos que no podían ser explicados, pero realmente era un suceso que aún no se podía comprender, pues ni la mejor historia de terror había logrado atraer el verdadero origen de aquellas doñas.

Pero también conocí a muchas personas interesantes, que tenían historias increíbles que compartir. Me di cuenta de que hay muchas personas que creen en lo paranormal y que han tenido sus propias experiencias. Algunas de estas personas estaban tratando de encontrar respuestas, mientras que otras simplemente disfrutaban de la emoción de lo desconocido, aquel suceso era tan importante pero al mismo tiempo tan extraño que muchas personas seguían dudando si era real o no.

Esa situación en el fondo permitía  también que los campesinos y foráneos tomaran la voz para expresar sus propias ideas y hacer oír sus reclamos ante quien quiera escucharlos.

Aprendí mucho durante mi viaje, pero nunca encontré una respuesta definitiva a lo que había sucedido aquella noche en la carretera. A veces, todavía me pregunto si fue real o solo mi imaginación. Pero lo que sí sé es que esa experiencia me llevó por un camino de descubrimiento y aprendizaje, y por eso siempre la recordaré.

Se dice que aquellos hombres que atienden el supuesto hotel o aquellos que se encuentran en esa carretera, realmente son almas en pena las cuales buscan el descanso eterno, pero después de tantos sacrificios y tiempo aún no lo han conseguido, pues la única opción es robarse el cuerpo de algún foráneo o visitante, fue ahí cuando comprendí la constancia que tenían y lo común que era quedarse atrapado dentro de aquel lugar.

Cabe mencionar, que México siempre se ha caracterizado por tener ese tipo de historias dentro de sus tradiciones, pues no se deben olvidar la calidad de aspectos encontrados dentro y fuera de la zona.

Posiblemente se trate de un lugar embrujado, no obstante, nadie puede asegurar los verdaderos secretos que se guardan en aquel hotel y lo peligroso es toparse con esas características de madrugada…

Autor: ANDREA LEZAMA

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