Un Demonio Menor Historia De Terror 2023

un-demonio-menor-historia-de-terror

Un Demonio Menor Historia De Terror 2023

Un Demonio Menor historia de terror… Esto que les platicaré me pasó cuando era niño, pero que a pesar del tiempo es algo que no se me ha olvidado. En ocasiones todavía tengo pesadillas con eso y a veces no sé cómo lidiar con ello. En casa nunca se habla de lo que pasó ese día, solo en rara ocasiones y como que nos entra el miedo y mejor le paramos.

A las que más afectó fue a mi mamá y mi hermana, pero nunca han querido que vayamos a Catemaco, nos dijeron que allá hay unos brujos muy buenos, brujería blanca, nos dijeron.

Yo tenía como unos siete años. Ese día se terminaban las vacaciones de verano, al otro día nos teníamos que regresar a la casa, entonces mi mamá nos dijo que aprovecháramos lo más que pudiéramos el tiempo que nos quedaba. Jugué casi todo el día en el terreno que ésta atrás de la casa de mi abuela entre los montones de tierra que había ahí, estaba con mi hermano mayor Juan, entre los dos hacíamos túneles y carreteras para nuestros carritos.

Ahí no me acuerdo muy bien cómo sucedió, pero mientras sacaba o metía la tierra de unos de los túnele mi mano chocó con algo duro como si fuera una piedra y como nos estorbaba la intenté jalar con la mano, pero estaba muy enterrada, entonces empezamos a rascar alrededor de aquella supuesta piedra, cuando le quitamos la tierra de encima descubrimos que era más grande de lo que creíamos y que era de un color blanquizco, además parecía que era redonda.

Mi hermano fue por una pala de las de mi tío para escarbar más rápido, la metió a un costado de aquella cosa blanca y al hacer palanca quedó al descubierto un cráneo, los dos nos hicimos hacia atrás asustados y nos quedamos mirándonos sin saber qué hacer, pero ni tiempo tuvimos de verlo bien cuando la voz de la abuela detrás de nosotros nos hizo brincar del susto, el corazón me latió todo acelerado.

Apenas y nos dio chance de quitarnos, se abalanzó sobre aquel cráneo que acabamos de desenterrar, la agarró y lo envolvió rápidamente en su delantal, se dio media vuelta y se regresó a la casa sin decirnos una sola palabra.

Éramos unos niños y no dimensionamos lo que acababa de pasar frente a nosotros, nos despabilamos y seguimos jugando otro rato. Ahorita que les estoy contando, no me había dado cuenta, pero recordé que el cielo se empezó a nublar muy feo, se llenó de nubes negras y empezó a relampaguear, pero fue muy raro porque al inicio solo se veían como destellos rojizos, pero no se escuchaba los truenos y tampoco cayó una sola gota de lluvia.

Mi mamá nos gritó desde la puerta de la casa para que nos metiéramos pensando que llovería, pero no fue así, aquellos raros relámpagos entre las nubes siguieron toda la tarde. Nos sentamos a comer, no mencionamos nada acerca de lo que habíamos encontrado y la abuela actuaba normal como si nada hubiera pasado.

Después del postre nos sentamos a ver televisión un rato, ya anochecía, y entonces fue cuando se escuchó un gran estruendo que hasta nos hizo saltar a todos, vimos por la ventana como se alumbraba la parte de atrás de la casa por donde habíamos estado jugando.

Mi abuela le dijo a mi mamá que no se preocupara, que solo había caído un rayo muy cerca de la casa. Todos nos quedamos en silencio, mi hermano me miró muy asustado y yo solo le hice una seña de que no dijera nada. La luz se fue y la casa se quedó a oscuras, bueno menos el altar de la abuela que estaba en una mesa de madera al fondo de la habitación, ese altar siempre estaba lleno de santitos y veladoras.

Juan y yo nos fuimos a sentar junto a esa mesa, pero de pronto entró una ráfaga de aire tan fuerte que sacudió todo el altar haciendo que varias de las imágenes de los santitos se cayeran, incluso el portarretrato de Juan Pablo se hizo pedazos en el piso. Mi mamá y la abuela recogieron todo ese desastre y después pusieron velas por toda la casa. La luz ya no regresó.

No había mucho que hacer así que me recosté en la cama, el sueño me empezó a vencer, pero apenas cerraba los ojos me venía a la mente la imagen del cráneo que habíamos encontramos y entonces abría los ojos asustado, de pronto empezó a hacer mucho frío a pesar de que ya habían cerrado las ventanas y la puerta, así que me eché encima un cobertor y yo creo fue lo calientito lo que hizo que me venciera el sueño.

Soñé con esa calavera que me miraba a través de esos huecos negros y entonces empezaba a crecer y a perseguirme, yo corría desesperado queriendo escapar, pero en una de esas tropecé, sentí que me caía y estiré los brazos, fue en ese momento que desperté empapado en sudor y con muchas ganas de querer hacer del baño, aventé las cobijas y caminé hacia la puerta de la casa, el baño estaba afuera.

Yo digo que todavía iba muy dormido porque en ningún momento vi a mi mamá y a mi abuela recargadas contra aquella vieja puerta de madera como si la estuvieran deteniendo, mientras que mi hermana y Juan lloraban abrazados debajo de la mesa de la sala.

Pasé a su lado, pero no entendía que estaba pasando, los miré extrañado y confundido y fue hasta que estuve frente a la puerta que escuché como algo intentaba entrar a la casa dando fuertes empujones, arañazos y patadas, y como mi mamá y mi abuela trataban de detenerla, me quedé parado sin saber que hacer, no entendía que estaba pasando.

Un Demonio Menor Historia De Terror

un-demonio-menor-historia-de-terror
un-demonio-menor-historia-de-terror

Entonces mi abuela me gritó que jalara el anafre junto a ella, yo como pude lo arrastré y una vez que se lo dejé cerca me dijo que ayudara a mi mamá, me recargué en aquella vieja puerta de madera y las embestidas siguieron por varios minutos más, mi abuela puso algunos pedazos de ocote sobre el carbón encendido y también echó un líquido verduzco encima, días después nos dijo que eso fue concentrado de Ruda, y entonces empezó a salir un humo blanco muy espeso con un olor muy fuerte y amargo, lo puso junto a la puerta y se arrodilló al momento en que empezó a rezar un Ave María tras otro.

El humo fue inundando toda la habitación y empezamos a toser todos, pero en ese momento la puerta dejó de azotarse, pero aquella cosa que quería entrar por la puerta de pronto se subió al techo de lámina de la casa, mi mamá me jaló junto a mis hermanos y nos abrazó a todos sin dejar de mirar hacia arriba aterrada, se escuchaban como los pasos de aquella cosa hacían crujir las láminas y las trabes de madera, pero de pronto todo se quedó en silencio por un segundo, solo se escuchaban los rezos seguidos de mi abuela, pero de un momento a otro se escuchó como aquella cosa empezó a arañar a todo lo largo las láminas haciendo chirriar toda la casa con un sonido muy fuerte.

Mi abuela abrió sus brazos y empezó a rezar un Padre nuestro con una voz muy fuerte hasta que todo quedó en silencio nuevamente.

El cielo dejó de relampaguear y el viento dejó de soplar. Mi abuela se levantó y abrió la puerta de par en par ante los reproches de mi mamá, para que todo el humo se saliera y puso una olla con agua y unas ramitas de albahaca y de romero sobre el anafre, después nos las dieron de beber a todos, según mi abuela para el espanto.

Al poco rato regresó la luz y todo aparentemente volvió a la normalidad. Mi mamá un poco más tranquila nos acostó otra vez y espero a que nos durmiéramos.

Yo fingí que ya dormía, entonces la escuché hablar con mi abuela acerca de lo que había pasado, ella bebía un poco del té que nos dio, mientras fumaba un cigarrillo lanzando grandes bocanadas de humo, hizo una pausa larga, y después le dijo a mi mamá que no se preocupara que ya todo estaba bien, que solo había sido un demonio menor el que había intentado entrar a la casa para reclamar sus restos humanos, al escuchar eso no pude dejar de pensar en el cráneo que habíamos encontrado, aquella noche no pude dormir.

Al otro día muy temprano tomamos el autobús de regreso a la ciudad. Tuvieron que pasar muchos años para que mi mamá nos volviéramos a traer de visita a la casa de mi abuela.

Autor: Luis Martínez Vásquez

Derechos Reservados

Share this post

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Historias de Terror