Era Un Nahual 2023

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Era Un Nahual 2023

Era Un Nahual… Sin duda alguna unas de las experiencias más escalofriantes que llegue a tener en mi juventud, fue aquel hombre que por azares del destino conocí y peor aún, confié en él.

Todo comenzó una tarde de invierno, donde recién había egresado de mi carrera y estaba en búsqueda de trabajo, las cosas habían resultado un tanto complicadas, pues había dejado varias solicitudes dentro y fuera de mi ciudad, pero nadie llamaba ni a mi puerta, ni al teléfono, ni mucho menos a los correos.

Así que después  de una crisis, revisando las redes sociales, vi la historia de una amiga de la infancia, la cual se había mudado a otro estado en búsqueda de nuevas oportunidades de trabajo y justamente en esos días venía de vacaciones al pueblo, así que sin más la contacté, quedamos en vernos para hablar de nosotros y aunque mi objetivo principal era saber si podía conseguir trabajar por ella o al menos poder salir de mi casa y buscar nuevas oportunidades.

Al salir por un café con mi amiga Claudia, fue cuando empezó a hablarme maravillas de la ciudad y de las grandes oportunidades de trabajo que había en aquel entonces, asimismo orientándome a aventurarme e irme de mi lugar de origen a probar nuevas oportunidades.

Ella trabajaba en un hotel, mismo que le ofrecía las comidas y hospedajes para vivir, lo cual al final del día era un gran apoyo, pues era un buen ahorro y asimismo tenia ingresos laborando para ese lugar.

Mientras Claudia más me cobraba de la situación, mi emoción continuaba, pues era una nueva experiencia para mi, la cual estaba dispuesta a realizar después de todo lo mencionado.

Cabe resaltar , que en aquel entonces tenía mucho miedo de aventurarme a algo así, sin embargo, mi amiga estaría para hacerme compañía, por lo que después de días de pensar en aquella propuesta, llame a mi amistad y ella quedaría en avisarme en cuanto se abriera una nueva vacante.

Después de varias semanas de resignarme a recibir esa llamada, por fin tuve el honor de que Claudia me confirmara la situación del nuevo trabajo, fue así cuando rápidamente tomé mis maletas y me aventuré a esta nueva etapa de mi vida que claramente me marcaría para siempre.

Al llegar al lugar todos me recibieron de una forma muy amable y respetuosa, puedo decir que me sentía en casa, así que al ubicarme en la planta de las habitaciones exclusivas para trabajadores, me encontré en el elevador a un hombre el cual robó mi atención por completo , era alto, cabello quebrado y con una gran sonrisa, no obstante, una de las cosas que me atrapó aún más fue su amabilidad, pues al verme con tantas maletas se ofreció a ayudarme y llevarlas a mi recámara.

Entre plática y nuevas conversaciones, le pregunté al sujeto en que area trabajaba o si llevaba un tiempo laborando para ese hotel, a lo que me respondió que sí, pues él era barista del área de recepción y ya llevaba 5 años de antigüedad en aquel lugar, así que después de esa charla , aquel hombre me invitó a tomar una copa más tarde.

Había algo dentro de mi que no estaba segura de lo sucedido, sin embargo, ese hombre tan atractivo y misterioso, me hacía querer conocerlo, hacía tanto tiempo que no sentía algo por alguien.

Cabe resaltar, que ese día no trabaje, pues me habían dado la oportunidad de acoplarme a aquel lugar, así que inmediatamente busque a Claudia para contarle lo sucedido.

Al conversar con ella, realmente estaba confundida, pues me pidió que le describiera a aquel hombre que anteriormente me había encontrado, pero después de tantas especificaciones, ella se negaba rotundamente de conocer a ese chico.

Fue ahí cuando me preguntó por su nombre, mismo que recordé con facilidad, pues era muy corto y fácil de aprender; Roy, se llama Roy, finalice.

Realmente mi amiga sin embargo ella no tenía tanto tiempo como Roy así que después de una larga plática y de conocer mas personas, al final del día me ayudaría a acoplarme más rápido.

Yo sabía que aquel encuentro no era una cita,  sin embargo, estaba tan emocionada por arreglarme lo mejor posible que me di un baño, acomodé mi cabello y me dirigí al área de recepción para encontrarme con aquel hombre que me había cautivado anteriormente.

Al sentarme no lograba percibir la presencia de aquel sujeto, así que decidí esperar un buen rato, inclusive unas horas, pero aquel hombre nunca apareció, en ese momento me sentía muy mal, pues había confiado en la palabra de aquel sujeto y ahora lo que menos deseaba era verlo.

Rápidamente fui hacia mi habitación y llamé a Claudia, la cual llegó a los pocos minutos, me dijo que todo estaría bien, que olvidara ese tema, pues lo importante era mi estancia y nuevo trabajo, así que debía concentrarme en lo que realmente importaba en esos momentos.

Sabía que  mi amiga tenía toda la razón, pues había sido una mala jugada de la cual era víctima, no obstante, no dejaría que esa situación se apoderara  de mi ser, así que al tomar mis cobijas y tratar de conciliar el sueño, comencé a sentir un miedo indescriptible, acompañado de susurros por todos lados.

Esta situación la uní con mi vida cotidiana, pues yo siempre había tenido miedo a la oscuridad, sin embargo traté de calmar aquellos nervios, pues no quería ser la burla de mis compañeros de trabajo.

Sabía que había algo sospechoso en aquel lugar, sin embargo, era un asunto del cual  no me debía preocupar.

Después de varias horas sobrepensando diversas situaciones, por fin pude conciliar el sueño, pues al siguiente día me presentaron oficialmente en el hotel al igual con los nuevos compañeros de trabajo, aquel lugar era bastante grande, por lo que tenía muchos integrantes laborando, pues en ese caso debía conocer a la mayoría, ya que estaría en recepción principal atendiendo a los huéspedes de entrada por salida.

El encargado me recibió de una forma muy amable, al igual que los distintos compañeros de áreas, así que mientras nos dirigimos al área de comida y bebidas a lo lejos pude observar aquel chico que un día antes me había dejado plantada.

En ese momento mi coraje era evidente, sin embargo, trate de no darle la importancia que merecía, yo sabía que no la podía dar  por faltar a nuestro encuentro.

Al presentarnos el me miro con una cara de apenado; sabía perfectamente lo que había sucedido la noche anterior, así que habló con la gerente con el pretexto de que me enseñaría algunas bebidas de la carta las cuales eran nuevas y fue ahí donde me pidió disculpas, pues me explico que le había surgido un contratiempo familiar, el cual le había impedido su llegada, misma que no pudo avisar o cancelar porque no tenía mi número telefónico o algún otro contacto mío.

Traté de ser una persona comprensible y le dije que no pasaba nada, que dejara ese tema en el olvido, fue cuando automáticamente volvió a proponerme salir y aunque ya no estaba cien por ciento segura de aceptar, entendí que los contratiempos y emergencias son reales en la vida adulta.

Dudosa acepté y quedamos en volver a encontrarnos a la misma hora y en el mismo lugar, mientras pasaba mi jornada laboral, pensaba si era lo correcto volver aceptar salir con aquel hombre que recién me había cancelado, sin embargo, no tenía nada que perder, pues al final del día, era una chica foránea en búsqueda de nuevas experiencias y aunque tratara de evitar la situación, aquel chico me había conmovido por completo.

Terminó el día, rápidamente subí a mi habitación y me di un baño, realmente estaba cansada, tanto que ahora quien pensaba cancelar era yo, no obstante, decidí que yo no era una persona así, pues debía afrontar aquella situación. Baje nuevamente a recepción y pude ver sentado a lo lejos a ese chico tan atractivo, era de esos hombres que de lejos se puede observar su simpatía.

Fue entonces cuando llegue, bruscamente  se paró y me miró a los ojos, así empezó nuestra velada, muy amena y tranquila, misma que se convirtió en una cita la cual pasaban las horas y ninguno de los dos deseaba irse.

Al pasar la media noche, en uno de los momentos donde comenzamos a reírnos de nuestra vida, pude observar que la sonrisa de ese chico venía acompañado de unos grandes colmillos, situación preocupante para mi.

Después de un buen rato, decidí que ya era hora de dormir, pues mi cansancio y sueño se estaban apoderando de mí, a lo que Roy comprendió y se ofreció a acompañarme a mi habitación.

A medio camino, observamos un círculo con una fogata e inmediatamente Roy comenzó a saludar a la mayoría de integrantes de ellos, así que al mirar bien a las personas vi que Claudia estaba ahí, pues los empleados acostumbraban en la noche a realizar fogatas y contar historias de terror del hotel, así que Roy me miró a los ojos y decidimos quedarnos un rato escuchando estas leyendas.

La región de los Tuxtlas se caracteriza entre otras cosas a nivel nacional e internacional, por la práctica de la brujería, de donde salen temas a relucir como el de los nahuales, que son personas que han adquirido un poder sobrenatural al practicar las diferentes tipos de magia, para la cura o para el mal; dijo un hombre, en medio del círculo, pues aquel lugar donde estábamos era muy conocido por ver a ese tipo de seres extraños y paranormales.

En medio de esas anécdotas, pude ver cómo Roy simplemente se reía, mientras todos los demás moríamos de miedo, no entendía el porqué de su gracia, pues eran cosas que a mi parecer se debían tomar con mucho respeto, pues estábamos en riesgo de cierta manera.

Aquel chico continuó contando sus historias…

Y es que en días pasados campesinos de la zona, a unos cuantos metros del hotel me contaron que en cuanto  se dirigían a su parcela, sus perros fueron atacados por un animal, con características de un can; al no resistir  el enfrentamiento los perros, los campesinos fueron en su ayuda, sin embargo se llevaron la sorpresa que este animal los atacaba de una manera feroz, por lo que con unos garrotes se defendieron del ataque, asestándoles certeros golpeen la cabeza, hasta que lo mataron, finalizó aquel hombre.

Todos sorprendidos no podíamos entender cómo a tan solo unos metros de nosotros se podría encontrar un ser de esa magnitud y con ese tipo de características.

Cada vez más el chico continuaba hablando y aunque en el fondo todos querían salir corriendo de la fogata para encerrarse en sus habitaciones, la curiosidad nos ganaba en esos momentos.

-El extraño ser tenía dentadura con unos colmillos grandes a diferencias de los canes normales, la complexión de sus extremidades llamadas patas se asemejan a la de un ser humano, al igual que los brazos. Otra rareza es que los animales de rapiña ni siquiera se le acercaron, y tomando forma de momificación, continuó Raúl.

Claramente yo susurré en mi espacio; apuesto que es un náhuatl a lo que Raúl rápidamente me miró y respondió:

-Los lugareños y algunas personas conocedoras de la brujería afirman que se trata prácticamente de la brujería negra de un náhuatl. Sin embargo es necesario que las autoridades acudan a dicho lugar y tomen cartas en el asunto, para desmentir o confirmar de qué especie es dicho animal, que ha causado conmoción entre la población, principalmente en los turistas, pues nosotros como empleados, debemos atraerlos, no ausentarse con nuestras historias.

Al estar tan concentrada, comencé a ver a mi alrededor y ya no podía encontrar a Roy, este se había ido y no me había percatado en qué momento ni cómo pasó .

Así que decidí irme a mi recámara junto con Claudia, pues se había hecho demasiado tarde y necesitábamos descansar para trabajar al día siguiente.

Al despertar y comenzar mis labores del día, uno de los supervisores me llamó para salir fuera del hotel y comprar algunas cosas que necesitábamos de calidad de urgencia, así que rápidamente salí del hotel y comencé a caminar en la esquina de la carretera, pues nos encontrábamos relativamente en un lugar a las afueras de la ciudad y debíamos caminar un buen tramo sólido y con pastizales para llegar al centro del Pueblo.

Mientras caminaba pensaba en las cosas que estaba haciendo, las decisiones tan repentinas que había tomado y el camino correcto que debía alcanzar para lograr lo que necesitaba, fue un momento donde me detuve y comencé a percibir un olor muy desagradable , como si fuera algo descompuesto, realmente no quería acercarme y mirar, pero mi curiosidad ganó y comencé a caminar hacia donde provenía aquel olor.

Fue en ese momento cuando pude observar un ser totalmente desconocido, lleno de sangre y con unos colmillos gigantes, tenía los ojos cerrados, pero lo más cercano que pude observar era el parecido a un perro, mismo que al darme la vuelta sentí la mirada, así que al girar pude ver unos ojos terroríficos, llenos de odio, sangre y rojos totalmente, esa bestia repetía cada vez mi nombre; Andrea ven a mi, Andrea cada vez más y más fuerte.

Era Un Nahual

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Aquella  imagen fue la peor de mi vida, tanto que tiré las cosas que llevaba cargando y asimismo salí corriendo de aquel terreno baldío.

Mientras corría, sentía que alguien me perseguía, pero después de varias cuadras, trate de calmarme y asimilar lo que había sucedido en esos momentos llamé a Claudia por celular explicándole lo sucedido.

Al describirle todo por un momento dudo en creerme, pero en medio de mi desesperación era imposible dudar, mi voz estaba totalmente quebrada y al llegar al hotel mi tono de piel cada vez se tornaba más pálido.

Después de calmarme dentro del hotel pude recordar que aquella voz que repetía mi nombre cada vez más fuerte era  conocida, por lo que traté de unirla con alguien más.

Aquella noche no supe más de Roy, no había rastro alguno, por lo que baje a preguntarle a sus compañeros de área si sabían algo de él, a lo que ellos me respondieron que era muy común que él desapareciera por días, sin embargo, nunca lo corrían por el gran trabajo y deliciosas bebidas que preparaba.

En ese momento subí a mi cuarto y comencé a preguntarme si realmente valía la pena estar en ese hotel sola y sin nadie con quien contar, sabía que Claudia era mi amiga, pero ella también tenía asuntos que arreglar, lo que menos deseaba era ser una carga para ella, así que definitivamente pensé en renunciar a mi trabajo y seguir con mi vida.

Pero aquello era muy cobarde de mi parte, traté de olvidar esa situación tan traumática y seguir con mi vida, quizá era una señal del destino la cual me pedía resistir.

Al recostarme y taparme de pies a cabeza con mi cobija, comencé a escuchar a alguien que rasguñaba el techo, como si quisieran entrar de forma desesperada, realmente estaba temblando de miedo, pero me negaba rotundamente a quitarme las cobijas y afrontar lo que estaba sucediendo.

Entre más trataba de olvidar aquel suceso, los ruidos se hacían más evidentes, como si fuera el fin de mi vida, realmente me sentía perdida, no sabía lo que sucedería, estaba confundída y no sabía qué hacer en ese momento, fue entonces cuando escuché una voz la cual decía nuevamente mi nombre, era tan familiar que después de analizar, me quite automáticamente la cobija y dije; ¿Eres tú Roy ?.

Aquel ser me miró con esos ojos tan terroríficos, era como si reviviera la escena del terreno baldío fuera del hotel, pero ahora con una carga más fuerte, pues se trataba de un ser con vida. Trate de calmarme y asimismo analizar la situación, quizá era un terrible sueño del cual debía despertar, no obstante, sabía que era una realidad y debía afrontar aquella situación tan preocupante.

Después de pedirle a aquel demonio que se alejara, supe que había algo extraño en él, pues definitivamente se trataba de Roy, un ser maligno que se había apoderado de aquel joven o al revés, pues realmente no entendía lo que estaba sucediendo o con qué propósito se aparecía en mi vida.

Existen personas que, por la fuerte conexión que tienen con su espíritu animal, poseen la habilidad de transformarse en este, incluso, en cualquier otro animal o algún elemento atmosférico, pues Roy claramente se veía reflejado en uno de ellos.

Sin duda alguna había escuchado que estos seres  se alimentan del alma de las personas, a quienes les provocan enfermedades e, incluso, la muerte, por lo que al parecer yo había sido una presa “fácil” para los objetivos de aquel joven.

Al día siguiente en medio de la desesperación, me dirigí a la biblioteca del Hotel, la cual era muy grande y completa, sabía y tenía la esperanza de que encontraría algo al respecto sobre quitarme aquella maldición de que un náhuatl me persiguiera.

Por lo que, al encontrar el libro indicado, supe que había ciertas plantas las cuales ahuyentaban aquellas almas, pues era muy complicado vivir con un ser que estuviera detrás de mí todo el tiempo y aunque yo huyera de aquel hotel, sabía que ese demonio me perseguirá donde quiera que fuera o estuviera, pues al pasar los días y las noches las voces y presencias eran más evidentes.

Después de todo había comprendido el porqué muchos trabajadores no conocían la existencia de Roy, pues unos días parecía una persona común y corriente y algunos otros era un ser horririfico

Al leer sobre una planta en específico, corrí al Mercado de la ciudad a conseguirla, pues la flor “cardo de sol” había leído que se  utilizaba para espantar a los nahuales en algunas regiones del Pirineo aragonés, catalán y navarro.

La leyenda cuenta que los nahuales, al llegar a las casas, se quedaban contemplando la flor seca del cardo y se entretenían contando las espinas y los pelillos que quedan en el centro del cardo.

Como son muchísimas, tardaban mucho tiempo y les sorprendía el amanecer. Entonces salieron corriendo emprendiendo la huida hasta sus guaridas.

Realmente no tenía mucho que perder, así que me arriesgué a probar cualquier remedio para alejar a ese demonio de mi, lo cual logró tener varios frutos, sin embargo al poder descansar de aquellas pesadillas y presencias nocturnas, mi amiga Claudia había sido quien empezaba a vivir esa clase de situaciones similares a las que había tenido, lo cual era preocupante, pues ella no sabía qué hacer al respecto, fue así cuando un día enloqueció y perdió la razón dentro del hotel, pues se decía que un ser enorme y maligno se había apoderado de su alma y aunque yo trate de hacer todo lo posible por salvarla, aquella mujer había perdido la razón y asimismo a ella por completo.

Desde ese momento supe que había sido un error llegar a ese hotel e interferir en aquellas historias y leyendas tan delicadas de ese lugar y aunque nunca volví a ver a Roy, estaba segura de que aquel nahual que por un momento me hizo enloquecer, era el mismo ser del cual estuve a punto de enamorarme.

Es ahí donde comprendí que no cualquier persona es viable de confiar y mucho menos de entender, pues todos guardamos grandes secretos, los cuales nos hacen enloquecer en un abrir y cerrar de ojos.

Después de todo decidí volver a mi hogar y perder aquel trabajo del cual había soñado, no obstante la tranquilidad que volví a tener no se comparaba a las vivencias que tuve en aquel hotel que al parecer también se llenaba de historia y maldiciones…

Autor: ANDREA LEZAMA

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