Una Bruja Me Persigue Historia De Terror 2024
Una Bruja Me Persigue, Historia De Terror… Mi nombre es Ana, hace tiempo, cuando aún funcionaba el tren de pasajeros, me pasó una situación sumamente extraña, en aquella época era muy joven, pero habíamos empezado mi madre y yo un negocio de ropa nueva y usada, les comparto que en ese tiempo la globalización no existía, por lo que todas las cosas que provenían del país vecino, Estados Unidos, eran muy solicitadas, no resultaba tan fácil tener un artículo extranjero, así que íbamos mi mamá y yo a surtirnos a Mexicali.
La ciudad hacía frontera con Calexico, California, era muy común encontrar muchos artículos americanos, aunque era preferible comprar de primera mano en Estados Unidos, porque si compraba mercancía en Mexicali, ya me costaba un poco más cara.
Íbamos con cierta frecuencia a surtirnos, conforme fuimos conociendo del negocio, pudimos relacionarnos con gente que nos llegó a ayudar a ingresar al otro país, ya que los habitantes de esa ciudad conocían la manera de ingresar sin papeles, en varias ocasiones lo hicimos, y como estaba muy cerca Calexico, era muy sencillo llegar caminando.
Esa era la manera en que obtuvimos ingresos mi madre y yo, y como en el ferrocarril no era como en el aeropuerto, podíamos subir con muchos bultos sin que nos cobraran tarifa extra, así que en aquel momento fue un buen negocio el que teníamos, además se prestaba para que nos paseáramos un poco.
Hubo una ocasión en que mi madre se enfermó y teníamos muchos pedidos, le dije que sin ningún problema podría ir sola, ya sabía cómo hacerlo, además ya habíamos hecho amistad con algunas personas de aquel lugar, mi mamá me dijo que le preocupaba mucho que viajara sola, que me esperara un poco más para que ella me pudiese acompañar, no sucedió así, fue necesario irme sin ella.
Recuerdo que ese día me preparé con todo lo indispensable para viajar, ya que al día siguiente salía el tren a las nueve de la mañana. A mi mamá no le quedó otra opción que aceptar que me fuera, por la mañana entré a su habitación para despedirme de ella, me preocupó un poco verla tan decaída, ya la había visto el médico y había dicho que se iba a mejorar, apenas le habían hecho análisis y estudios para determinar qué le ocurría, así que no tuve opción, salí de la casa muy temprano para llegar a tiempo a la estación del ferrocarril.
Era temporada de lluvias, y toda la noche había estado lloviendo, así que cuando salí de casa se sentía frío y el ambiente se encontraba con un poco de neblina, no me importó que durante el trayecto estuviese lloviendo, no era la primera vez que lo hacíamos y nunca habíamos tenido un accidente.
Al llegar a la estación y realizar los trámites requeridos para abordar el tren, me asignaron un asiento hasta la parte de atrás del vagón, no me importó que fuese así, pensé que podría dormir durante toda la noche. Durante el trayecto me gustaba ir viendo por la ventana los paisajes, eran notorios los cambios de vegetación que ocurrían a través de los distintos estados que cruzábamos, cuando llegamos a una estación, me bajé para comprarle algo a las vendedoras en los andenes, me encontraba entretenida buscando qué comer, alcancé a distinguir a una mujer vestida completamente de negro, ella me miraba atenta, en ese tiempo no era común ver vestidas a las mujeres completamente de negro, sólo lo hacían cuando un familiar muy cercano había fallecido, creí que tal vez acababa de perder a su esposo.
En cuanto compré algo para comer me subí de inmediato al tren, cuando me acomodé a mi asiento vi a la mujer de negro que también subía, ella ingresó por el pasillo y se sentó en un asiento adelante de mí, se escuchó la voz del portero que anunciaba la salida de nuevo, durante el trayecto vi cómo se fue ocultando el sol, hasta que la noche cubrió por completo las vías del ferrocarril, en ese momento comenzó a caer una fuerte lluvia, se confundía el sonido de los rieles con lo fuerte de la tormenta, en el cielo se veía iluminar repentinamente por los relámpagos, que después emitían un estruendo enorme convertidos en rayos.
Lo intenso de la lluvia me generaba un poco de miedo, creía que en algún momento el tren se pudiese descarrilar.
De pronto, me di cuenta de que el tren disminuía poco a poco su velocidad, me acerqué con el portero para preguntarle qué estaba sucediendo, él me respondió que todo era por precaución, pronto llegaríamos a un puente que era atravesado por un río, y no sabían en qué condiciones se encontraba, ya que estaba lloviendo muy fuerte, me calmé un poco con lo que me dijo, me fui de nuevo a mi asiento, antes de llegar a él pude ver con dificultad a través del cristal de la ventana a un animal que corría al lado de las vías, no pude distinguir más, porque fue en un momento en que hubo un destello de un relámpago, después, todo quedó en la completa oscuridad, le dije a la señora que estaba cercana a mí, si había visto a ese enorme animal que iba corriendo entre la vegetación, ella lo negó, dijo que no había visto nada en absoluto, de hecho, me dijo que era prácticamente imposible ver algo a través de tanta oscuridad, quizás todo lo había imaginado.
Al sentarme me quedé atenta viendo hacia afuera del tren, no sé decirlo con certeza, pero pude ver de nuevo a algo que se movía entre la vegetación, sin pensarlo, toqué el hombro de la mujer de adelante, la que estaba vestida de negro, le dije que viera hacia afuera, ella se negó, me respondió que no podía ver nada, me quedé sentada viendo todo el tiempo hacia afuera.
Ya me había hecho a la idea de que todo había sido producto de mi imaginación, cuando de repente una mano quedó plasmada en la ventana empañada, salté del asiento de la impresión que me dio verla, fue cuando comprendí de que había un ser afuera, ya no quise comentarle a los demás pasajeros, por lo visto no me iban a creer, así que traté de calmarme y esperar llegar a mi destino.
Cuando pasamos cerca de un pueblo, el río se encontraba muy alto, llegaba hasta las vías, el conductor cruzó el puente con mucha precaución para evitar un accidente, poco a poco fuimos avanzando hasta que logramos pasar el camino inundado, durante la noche fue difícil poder descansar, lo único que queríamos era llegar a una estación y beber algo caliente, en una de las estaciones, nos bajamos a calentarnos un poco, la señora vestida de negro se acercó a mí, y comenzó a platicar, me dijo que hacía poco tiempo había muerto su hija en un accidente automovilístico, esa era la razón por la que vestía de luto.
Comenzó a darme pormenores de la manera en que su hija había muerto, se le notaba a la mujer que estaba en una etapa de duelo, le dolía mucho hablar del asunto, dieron el aviso de que el tren iba a partir, la mujer de nombre María me preguntó si alguien ocupaba el asiento de al lado, le respondí que no, ya se había bajado la persona en otra estación, ella sin decir nada, tomó sus pertenencias y se sentó junto a mí, durante el camino continuó hablando de su hija, parecía que era una manera en la que ella trataba de mantenerla viva.
En el momento en que llegamos a nuestro destino, a Mexicali, me despedí de María, ella me dijo que si no había problema en que nos hospedáramos en el mismo hotel, yo le dije que no, ella me confió que era la primera vez que iba a esa ciudad, su intención era cruzar hacia Calexico porque ahí conocía a unos familiares que la ayudarían durante su estancia en Estados Unidos, yo creí que ella tenía la documentación necesaria para cruzar la frontera, pero María me dijo que entraría de forma ilegal, ya había personas que la iban a apoyar.
No tuve objeción en ayudarle, nos fuimos directamente al hotel que ya conocía, ahora que les cuento lo que me pasó, no sé cómo pude ser tan familiar con una persona desconocida, creo que en aquel momento fue la juventud lo que no me hizo pensar en las consecuencias.
María y yo nos instalamos en habitaciones contiguas, no quise dormir con ella, en cuanto dejamos nuestras pertenencias, nos fuimos a los lugares en los que adquiría la mercancía, mientras caminábamos por las distintas calles de Mexicali, me pareció ver a alguien que nos estaba siguiendo, le dije a María que nunca me había sucedido eso, pero era mejor que nos metiéramos a un lugar público, nos sentamos adentro del establecimiento, de repente vi pasar a un hombre vestido completamente de negro, no le pude ver la cara, ni tampoco si de verdad nos estaba siguiendo, sin embargo, sí me generó miedo verlo.
Ya no quise continuar con las compras, nos fuimos al hotel a descansar, cada una nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones, le dije que más tarde iría por ella para salir a cenar, me quedé durante un rato descansando, cuando me dio hambre, caminé hacia la habitación de María, iba a tocar a la puerta, cuando escuché la voz de un hombre al interior del cuarto, pensé que podría ser de las personas que la iban a ayudar a cruzar la frontera, me quedé durante un momento afuera de la habitación, como no salía nadie, toqué a la puerta, de inmediato salió María, le dije que había escuchado que alguien estaba adentro, ella lo negó, me explicó que no había nadie en su habitación.
En cambio, yo estaba convencida de haber escuchado la voz de un hombre, pero no quise desmentirla, finalmente, ella sabía a quién metía a su cuarto. Mientras caminamos unas cuadras percibí la presencia de alguien, como si nos fuesen siguiendo, le dije a María que de nuevo alguien estaba detrás de nosotros, ella miró hacia atrás, me dijo que nadie nos seguía, cuando volteé, en efecto, no había nadie, sin embargo, comencé a sentirme como si el aire me faltara, sentía una sensación de asfixia, detuve mi andar, me sentía muy mal, le dije a María que no sabía lo que me estaba sucediendo, ella me dijo que se me había subido el muerto, le dije que no comprendía cómo era eso, María me explicó que ella sabía de energías y de esoterismo, y que todo lo que me estaba ocurriendo, era que un muerto me estaba siguiendo.
Poco a poco comencé a sentir que recuperaba el aliento, cuando me sentí un poco mejor, le pregunté cómo era que sabía eso, María me dijo que desde el primer momento en que me vio, en la estación del ferrocarril, vio detrás de mí una sombra oscura que no se separaba de mí, me sentí muy confundida, no comprendía cómo había sucedido eso, y menos cómo ella era capaz de verla.
Nos regresamos al hotel, a mí se me había ido el apetito, sólo compramos de regreso en una tienda, un pan y leche, me fui a la habitación de María para que me hiciera una limpia, según ella con eso tendría para que la sombra me dejara de seguir, ella comenzó con el ritual, hizo una serie de oraciones, al mismo tiempo pasaba sus manos por todo mi cuerpo, y simulaba como que sacudía la energía de mi cuerpo, enseguida, prendió varias varitas de incienso de un mismo olor, las distribuyó por toda la habitación, también encendió varias veladoras y las acomodó en forma de círculo, ella continuaba con las oraciones en un lenguaje que no comprendía, me acomodó dentro del círculo, así estuve durante unos minutos, luego con un atomizador pequeño me roció del líquido que tenía, quise pensar que se trataba de agua bendita, pero me di cuenta de que no era porque comencé a oler un aroma, era como una especie de perfume extraño.
Cuando María terminó de hacer todo el ritual, me preguntó cómo me sentía, le tuve que decir la verdad, me sentía igual, no experimenté ningún cambio, a María no le importó, me dijo que más tarde me daría cuenta de que sí había servido, no comprendí la intención de sus palabras, pero tampoco quise discutirlo, me quedé durante un rato más conversando con ella, María siempre hablaba de su hija que había muerto. Le pregunté si había tenido más hijos, ella me respondió que sólo a ella, para la época en la que vivíamos era poco común que las mujeres sólo tuviesen un hijo, pero no quise ahondar en ese asunto.
Conforme pasó el tiempo me empecé a sentir mal, eran como náuseas con un poco de mareo, era extraño porque yo no era una persona que me mareaba, me incorporé y le dije a María que me iría a descansar a mi habitación, no me sentía muy bien, ella sonrió y me acompañó hasta mi cuarto, en cuanto entré me fui directo a la cama y me quedé profundamente dormida.
Un ruido muy fuerte me sacó del sueño, me sentí aún somnolienta, así que me costaba trabajo ser consciente de lo que sucedía a mi alrededor, por unos segundos vi dos figuras borrosas a mi alrededor, poco a poco fui recobrando la lucidez, era cierto, dentro de mi habitación se encontraba María, al lado de ella estaba un hombre corpulento vestido de negro, me incorporé de inmediato cuestionando a María, le dije que no tenía derecho a estar dentro de la habitación, molesta los corrí, les grité que se marcharan, pero ellos permanecieron inmóviles, haciendo caso omiso de mis reclamos, cuando traté de levantarme, las piernas no me respondieron, estaban inertes, no coseguía moverlas ni un centímetro.
Le reclamé a María, la cuestioné por qué me hacía esto, si yo sólo la había ayudado todo el tiempo, ella se acercó de manera condescendiente, me dijo que tenía razón, yo no tenía la culpa de nada, mi único problema era que tenía la misma edad de su hija, incluso había nacido el mismo día que ella, no comprendía lo que María trataba de decirme, ella continuó diciéndome que ahora su hija iba a vivir en mí, por eso me había buscado durante tanto tiempo, me dijo que yo era la persona indicada.
Una Bruja Me Persigue Historia De Terror
En ese momento comencé a sentir mucho miedo, todo el tiempo creí que me había encontrado a María de una manera fortuita, sin embargo, ella había planeado todo, incluso, creo que también hizo lo necesario para que mi madre no pudiese acompañarme al viaje.
Se acercó a mí el hombre corpulento, no sé si fue el temor lo que me hizo verlo con rasgos de animal, hasta le vi como una especie de colmillos que se alcanzaban a distinguir entre sus labios, sus ojos eran de un color amarillo, él nunca emitió palabra alguna, sólo se limitaba a hacer lo que María le decía, así que comenzó a amarrarme de los extremos de la cama, por alguna razón no podía gritar, creo que María me había dado alguna especie de droga para que me mantuviera tranquila, porque fui cayendo en un sopor que me calmó por completo.
María se cubrió la cabeza con un velo negro y comenzó a poner veladoras en cada una de las esquinas de la cama, conforme avanzaba con el ritual, la habitación se fue llenando de un humo negro, ella apagó la luz, de pronto, vi como la cara de ella y del hombre se transformaba en una mueca siniestra, casi estaba segura de que todo estaba perdido, así que ya no continué luchando, de repente, vi cómo una silueta vaporosa comenzaba a flotar entre la habitación, cuando volteé a ver el rostro de María, ella había cambiado por completo, su mueca siniestra se transformó al ver a su hija.
Fue en ese instante cuando comprendí lo que intentaban hacer, María quería mi cuerpo para que su hija viviera en él. Hice de todo para poder librarme, pero no fue posible, con mucho temor me resigné, pensando dónde quedaría mi alma, si también iba a vagar como la de la hija de María, creo que el ritual comenzó a hacer efecto, porque hubo un momento en que perdí la consciencia y me veía caminando por un túnel sumamente oscuro, en el que había una luz al final, no puedo expresar el miedo que tenía, hasta que de repente comenzaron a tocar la puerta de la habitación, eso fue lo que hizo regresar del lugar oscuro en el que me encontraba, fue cuando vi el rostro enfurecido de María, y ya sin ocultarse, el hombre emitió como una especie de rugido o un sonido bastante raro, los golpes a la puerta fueron cada vez más fuertes, incluso, escuchaba una voz alterada afuera de la habitación, hubo un momento en que la abrieron abruptamente, al entrar la luz externa, de inmediato se disipó el espíritu de la hija de María, ella trató de lastimar al hombre y la mujer que entro a la habitación, no tardó en llegar el personal de seguridad del hotel, fueron los que lograron calmar la situación.
De María y del hombre que la acompañaba no supe nada, en cambio, el hombre y la mujer que entraron a mi habitación los identifiqué después de un rato, eran gente cercana a mí, ya que ellos eran mis proveedores principales de mercancía, lo que se me hizo bastante raro fue cómo ellos supieron dónde me encontraba, y también cómo se enteraron del peligro en el que me encontraba.
Ya que estuve más tranquila, comencé a platicar con ellos, les pregunté cómo sucedió que ellos intervinieran por mí, la mujer me dijo que mi madre la había llamado por teléfono, porque ella sabía que me encontraba en peligro, eso me resultó más desconcertante, cómo era posible que mi madre supiera lo que me estaba ocurriendo, la mujer me dijo que a mi madre también le sucedieron situaciones extrañas, fue por lo que comenzó a dudar de mi seguridad.
Me asusté pensando que mi madre no se encontraba bien, ella me dijo que me tranquilizara, de las cosas más graves que le ocurrieron a mi mamá fue que la primer noche en la que yo me vine hacia Mexicali, ella tuvo un encuentro con un ser extraño, un ente siniestro que parecía que buscaba algo entre mis pertenencias, a mi madre no le hizo nada, pero ella se dio cuenta de que quería algo específico mío, porque se fue directo a mi habitación y comenzó a revolver entre mis pertenencias, obviamente mi madre se asustó mucho, cuando vio que se fue de la casa, sin siquiera voltear a verla, ella comprendió que lo que buscaban era algo contra mí, fue cuando se comunicó con mis proveedores.
No fue sencillo comunicarse con ellos, porque en ese tiempo realizar una llamada de larga distancia no era tan fácil, así que demoró en hacerlo, pero finalmente ellos llegaron a tiempo de que mi alma se perdiera en la nada, ya que eso fue lo que sentí en el momento en que mi espíritu se desprendió de mi cuerpo y comenzó a caminar entre la oscuridad absoluta: un miedo a la nada.
Esa noche, de manera amable se quedaron conmigo esas dos personas, por la mañana tenía el boleto del tren para mi regreso a Guadalajara, así que me preparé para irme de Mexicali, no me sentía del todo bien, pero creo que lo peor ya había pasado.
Me encontraba en el andén esperando a que dieran la señal de que ya podíamos subir a ocupar nuestros asientos, mientras esperaba, alcancé a distinguir entre las personas a una mujer que vestía de negro, pero ella en cuanto me vio se movió entre la gente, por un momento pensé que podría ser María, pero ya no volvió a aparecer.
Lo extraño fue que cuando veníamos de regreso y cayó la noche, yo mantenía mi mirada fija al exterior del tren, admirando la naturaleza, en ese instante vi a un animal grande, no les puedo describir el tipo de bestia que era, de lo que casi estoy segura, era que tenía el mismo rostro del hombre que acompañó a María, no sé si era un nahual, un demonio o un tipo de ser que no pertenecía a este mundo.
Me levanté buscando entre los pasajeros a María, no la pude ver, sin embargo, sabía que si ese ente venía siguiendo al tren, ella también estaba muy cerca, por fortuna no tuve ningún contratiempo a mi regreso, pude volver a ver de nuevo a mi madre, con todo, no descarto la posibilidad de que en cualquier momento María y su acompañante aparezcan de nuevo.
Autor: Adriana Cuevas
Derechos Reservados
Deja un comentario