Una Maldición, Historia De Terror 2023

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Una Maldición, Historia De Terror 2023

Una Maldición, Historia De Terror… Trabajé muchos años en una empresa del sector financiero, parte del modelo era que los acensos eran muy competidos y cada cierto tiempo anunciaban quienes estaban perfilados para recibirlos.

Resultó que pasado un año y medio de que entré a trabajar en el lugar yo ya era candidata para un acenso, esto no le pareció muy bien a algunos de mis compañeros de trabajo, especialmente en una compañera a la que yo no le caía bien desde que llegué a la empresa, pues al parecer una de sus amigas también había sido entrevistada para el puesto que yo ocupe, pero sin importar las opiniones de mis colegas me dieron el acenso y a pesar de notar su descontento decidí continuar sin hacer caso a los malos comentarios.

Un tiempo después me mudé, conseguí un departamento pequeño pero que tenía un patio en la parte de atrás muy amplio, como siempre me han gustado las plantas decidí arreglarlo y plantar algunas, también adopté un gato, todo estaba bien en mi vida, pero empecé a tener problemas para dormir.

Al principio por más que intentaba cerrar los ojos y descansar, me daba cuenta de que habían pasado horas y yo seguía despierta, pero a medida que pasaron las noches empecé a sentir que alguien me observaba o a veces escuchaba ruidos, era una sensación difícil de explicar, por ejemplo, cuando ya estaba a punto de dormir escuchaba como si golpearan la puerta de mi habitación, me levantaba, pero cuando revisaba no había nadie a parte de mi gato y yo.

Como no podía descansar empecé a sufrir de fuertes dolores de cabeza, todas las mañanas debía tomarme alguna pastilla así que decidí ir al médico quién terminó por enviarme un medicamento para dormir.

Así pude volver a descansar, pero no pasaron muchos días cuando me desperté en mitad de la madrugada, abrí los ojos, pero en cuanto intenté moverme no pude, estaba paralizada, intenté hacer algún sonido, pero fue imposible, entonces vi como la puerta de mi habitación se abrió sola, no había nadie.

Escuché al gato maullar como si estuviera viendo a alguien, entonces sentí una fuerte presión en el pecho, no podía respirar, todo se puso oscuro y quedé inconsciente hasta que desperté en la mañana y por fortuna esta vez si podía moverme, noté que la puerta de la habitación estaba abierta y el gato parecía haberse quedado durmiendo frente a ella.

Me sentía cansada, todo el cuerpo me dolía, sin embargo, empecé a alistarme para ir a trabajar, entonces cuando tenía todo preparado miré por la puerta de vidrio que daba al jardín y me sorprendió ver que muchas de las plantas que había puesto allí el día anterior estaba en perfecto estado, ahora se veían secas y algunas estaban quemadas.

Entonces salí para verlas de cerca y en cuanto di un paso sentí que había pisado algo blando, era una ardilla muerta, me impresionó ver al animal allí, pensé que había sido el gato, pero me pareció un poco extraño, además no había ninguna ventana abierta y yo no solía dejarlo salir de casa, pero no tuve mucho tiempo para pensar en eso porque se me estaba haciendo tarde, así que me cambié de zapatos, dejé dentro de un balde el que había quedado un poco sucio por haber pisado al animal y salí de mi casa.

Esa misma noche al llegar fui al fregadero para lavar el zapato, entonces me di cuenta que no estaba como yo lo había dejado en la mañana, seguía dentro del balde pero estaba lleno de tierra y parecía tener como un líquido negro y pegajoso que olía a putrefacción, por más que lo dejé en agua e intenté lavarlo el olor nunca se fue.

Un domingo en la tarde, estaba en la sala leyendo cuando me quedé dormida, de pronto me desperté, ya era de noche, todo estaba oscuro y una vez más noté que no podía moverme, la presión en el pecho volvió y empecé a ver una especie de niebla oscura sobre mi, intenté gritar pero mi boca no se movía, entonces de entre la niebla empezó a aparecer una silueta, parecía una mujer, tenía los ojos rojos, la piel gris y el rostro esquelético, estaba flotando encima de mi, empezó a acercarse.

Yo estaba aterrada, entonces escuché a mi gato que saltó sobre el espectro justo antes de que este llegara a tocarme, podría jurar que escuché como ese ser lanzaba una especie de chillido mientras se desvanecía en el aire, en cuanto se desvaneció vi que el gato se fue lentamente hacia su cama.

Una Maldición, Historia De Terror

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Me quedé allí completamente inmóvil, intenté cerrar los ojos y respirar para tranquilizarme hasta que al conseguír moverme, estaba convencida de que lo que había visto era real, decidí que debía contarle a alguien lo que me estaba pasando, entonces llamé a mi madre en ese mismo momento, ella vivía en el campo, pero prometió ir a quedarse un tiempo conmigo.

Los días siguientes vi que el gato estaba muy delgado, casi no comía, se la pasaba acostado y cuando caminaba lo hacía como si estuviera mareado y una tarde empezó a vomitar una espuma blanca, lo llevé corriendo al veterinario y me dijeron que tenía una intoxicación.

Había estado expuesto a algo que lo había afectado, me dijeron que debía dejarlo un par de noches, tuve que hacerlo y al mismo tiempo aproveché que era fin de semana para intentar arreglar el jardín que cada vez estaba peor, sin embargo, todas las plantas que trasplanté, aparecían secas al día siguiente, además encontré un ratón muerto en una de las esquinas, debía llevar varios días allí pues el olor era insoportable.

El domingo llegó mi madre y pude volver a traer a mi gato a casa, no estaba del todo bien pero parecía estar mejor, yo no podía pensar en la coincidencia de que se hubiese intoxicado justo después del día en el que saltó sobre aquel espectro o lo que fuera que vi, pero con mi mamá en la casa confieso que empecé a sentirme un poco mejor, sin embargo en cuanto ella me vio se preocupó, la verdad es que yo había bajado bastante de peso y mis problemas de sueño empezaban a hacerme unas bolsas bajo los ojos.

Unos días después en cuanto llegué del trabajo vi que había una pequeña caja en la entrada de mi departamento, tenía mi nombre, así que entré con ella, saludé a mi madre, ella vio la caja y me preguntó quién la había enviado, pero al revisarla vimos que no tenía remitente, entonces ella la abrió para ver lo que había adentro, estaba envuelta en mucho plástico y cuando lo quitó todo, salió un olor repugnante.

Al abrirla vimos que era una paloma muerta, tenía los ojos cocidos y enredado entre sus patas, había algo que parecía ser un mechón de pelo, no pude contener el vómito que la imagen del animal y el olor me produjeron, salí corriendo al baño y en cuanto regresé vi que mi madre había dejado la caja envuelta afuera en el jardín, entonces me pidió que me sentara y empezó a hablar conmigo.

Ella es una mujer muy particular, siempre a creído mucho en el poder de la meditación, la naturaleza y la medicina alternativa, entonces ese día me miró muy seria y me empezó a preguntar si yo sabía de alguien que quisiera lastimarme, si tenía algún enemigo o si en la empresa donde estaba trabajando había tenido problemas con alguien.

Yo me quedé pensando y recordé lo molesta que estaba una de mis compañeras cuando me ascendieron, aunque la verdad no fue la única, era un ambiente laboral bastante competitivo y había muchas personas hipócritas, no entendía porque mi mamá me hacía esa pregunta, hasta que me dijo que ella estaba convencida que todas las cosas que me estaban pasando eran resultado de una maldición o algún tipo de brujería oscura que alguien me estaba haciendo.

En ese momento recordé que en una ocasión había escuchado a la compañera de trabajo con la que no me llevaba bien, recomendándole a otra colaboradora que contactara a una persona que podía ayudarla a que su pareja no se alejara de ella, no sé porque no había pensado antes en eso, pero era muy posible que estuviese haciéndome todo esto por venganza o por envidia, sin embargo, no sabía qué hacer.

No podía ir con mi jefe y exponerle una situación así porque seguramente terminarían tomándome por loca y perdería mi trabajo, pero entonces mi mamá me dijo que tenía una amiga que podía ayudarnos, en ese momento no me gustó mucho la idea, no quería que después de todo lo que estaba pasando una persona extraña que seguramente también hacía brujería entrara a mi casa, pero estaba desesperada y decidí confiar en la opinión de mi mamá.

Esa semana empecé a notar que el cabello se me estaba cayendo en cantidades anormales, intenté mantener la calma hasta que llegara el fin de semana pues la persona que mi mamá había contactado dijo que iría ese sábado.

Cuando llegó vi que era una mujer muy amable, no debía tener más de cincuenta años, primero me pidió que le contara todos los detalles, incluso los que yo pudiera pensar que no tenían nada que ver con el problema, ella escuchó atentamente y me dijo que estaba de acuerdo con mi mamá, alguien estaba usando magia para dañarme, posiblemente una bruja y yo la había visto el día en que mi gato se enfermó, solo que no en su forma física.

Me explicó que ella era una Wicca, algunos también les dicen brujas o hechiceras, pero ella utiliza su magia para el bien. Salimos al jardín y allí fue donde la Wicca me dijo que debíamos empezar, nos pidió cerrar los ojos y concentrarnos en imaginar que todas las plantas florecían de nuevo, mientras nosotras hacíamos eso ella pronunció unas palabras, en ese momento sentí que el viento empezó a soplar con más fuerza y entonces comenzó a llover.

También vio al gato, ella opinaba que el animal por defenderme del espectro de la bruja había sido afectado, me hizo tomar nota de unas platas para prepararle unas aguas que lo ayudarían, la verdad es que ella me dio mucha esperanza, se comprometió a ir otros días para ayudarme, dijo que debíamos realizar algunos sahumerios y rituales para hacer una limpieza energética.

También me entregó un amuleto para colgar en la pared donde daba la cabecera de mi cama, por último, me pidió que intentara meditar, rezar o algo en lo que yo creyera para acercarme a mi lado espiritual. Fue un proceso largo, pero gracias a la Wicca al fin logré librarme de la maldición.

Autor: Luna.

Derechos Reserfvados.

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