Legión, Historia De Terror 2023

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Legión, Historia De Terror 2023

Legión, Historia De Terror… Les contare una experiencia que me sucedió hace un par de años, de hecho entre una amiga y yo estábamos platicando que ya se cumplió un aniversario más de los eventos de aquel entonces, en los que mi casa fue un punto de reunión para varios demonios.

Me asusté mucho pues creí también que se había desplomado un librero que recién instalé y me costó trabajo colocarlo, mire hacia todos lados pero no encontré nada, estaba algo agitada por el susto, así que tomé mi teléfono para verificar cuanto tiempo le quedaba al temporizador y solo transcurrieron dos minutos. Lo apague, me levanté y me estire un poco para después ir a la cocina a tomar un poco de café.

Mientras preparaba la cafetera estaba tratando de hallarle una explicación al fuerte golpe que escuché, pensé que quizás era mi sub consciente que me exigía seguir y yo me comprometí a que nada me detendría hasta terminar. Cuando escuché ruidos provenientes desde el estudio. Me asomé pero no vi nada, entonces caí en cuenta que quizás se trataba de mi Gato, tuvo que haber tirado algo y estaba en la habitación, pero cuando llegué no se encontraba nadie, pero mi celular estaba encendido.

Me acerqué para tomarlo y el temporizador que yo apagué, ahora marcaba 6 minutos exactos de tiempo restante. Recordaba muy bien que lo quité y nuevamente volví a quitar el temporizador además de apagar el celular para evitar cualquier distracción, así que comencé a estudiar nuevamente, pero al mirar la pantalla de la computadora, me di cuenta que en mi tesis estaban escritas palabras incoherentes, palabras que en mi vida escuché, fue inevitable tratar de leerlas, si fue el gato me pareció interesante que lo haya escrito con las patas, pero al estarlas leyendo en voz alta me percaté que una de ellas las reconocí, la palabra era Belcebú.

En cuanto mi voz terminó de mencionarla, escuché la alarma de la cafetera sonar, nuevamente yo estaba muy segura que la apagué pues no la necesitaría mas por esa noche, me apresuré a ir a la cocina y era la cafetera la que se escuchaba, indicando que ya estaba lista, el liquido oscuro estaba hirviendo pero lo que más me inquietó aparte de eso, fue el temporizador marcaba 6 66, era imposible sobre todo por los últimos dígitos, además la hora nunca la movía de mi cafetera.

Comencé a sentir miedo, y bien dicen que nadie conoce a Dios hasta que lo necesita, empecé a rezar en voz alta, pero esto pareció desencadenar otra serie de cosas, escuché que en el estudio algo se caía al piso, me apresuré para ver de qué se trataba y era mi celular el que estaba tirado pero estaba vibrando.

Lo primerito que se me vino a la mente es que esa cosa ya estaba fallando, pero aun no olvidaba lo que me pasó con la cafetera y lo que estaba escrito en la tesis. Así que tomé mi celular y miré la pantalla, se encontraba de color rojo, brillaba demasiado. El celular se comenzó a calentar hasta que no pude sostenerlo más con mis manos, lo tuve que soltar y de la nada se apagó y salió un poco de humo.

Después de eso todo volvió a la normalidad, tuve una extraña sensación de alivio de pronto, era como si me quitaran una carga muy pesada en mis hombros, miré mi computadora y borré todo lo que estaba escrito de manera indebida. Guardé cambios y preferí mejor parar allí y pedí una disculpa, por no terminar la tarea de la tesis. Algo sucedió que en ese momento llegó a superarme por completo y no le encontraba alguna explicación. Al día siguiente me despertó mi celular, supuse que no servía y mejor lo dejé sin revisar pero se encontraba vibrando y se veía en buenas condiciones.

Me quise volver a preparar un café y me di cuenta que el Led de la cafetera aún marcaba esa hora extraña, no quise correr riesgo alguno así que la desconecte. Antes de entrar con mi Sinodal, me encontré con mi mejor amiga a quien le platiqué todo lo que me pasó, ella trató de hacerme entrar en razón haciéndome saber que ya estaba exhausta de tanto trabajar en la tesis, me comentó que quizás lo de la cafetera era un desperfecto pues ya tenía años conmigo y en la computadora lo que estaba escrito lo pude haber imaginado. En cierto modo me convenció mi amiga por lo que pensé que lo mejor era dejar eso atrás.

A la hora de mi revisión de la Tesis, mi Sinodal me pidió el archivo de manera digital, pero no tardó mucho en decirme que al parecer estaba algo mal, luego me preguntó si se trataba de alguna mala broma que quería hacerle, a mi me extrañó lo que me dijo , giró la pantalla y me mostró que las cien hojas que tenía ya escritas se encontraba repleto de nombres y frases extrañas, mi Sinodal comenzó a leerlas en voz alta incluyendo la de Belcebú por lo que mi reacción inmediata fue pedirle que se callara. Me mostró que en cada página tenia nombres escritos y ni uno se repetía, o por lo menos no vi uno repetido.

Después de un largo regaño, una llamada de atención y una segunda oportunidad de entregar las cosas, corrí hacia donde se encontraba mi amiga y le pedí que abriera el documento en su Lap Top. Ambas vimos el archivo con todos los nombres escritos, ella me preguntó que como me di el tiempo para investigarlos a todos y coincidió conmigo con que no estaba ninguno repetido. Obviamente le dije que esa no era mi información, sucedió algo esa noche que ya me estaba superando.

Tuve un día terrible, por lo que lo primero que quería hacer en cuanto llegara a casa, seria descansar un poco, además de ello estaba hambrienta, me preparé algo ligero de desayunar, ya casi cumplía un día entero sin comer, me entró mucho sueño, yo aún no quería dormir debido a que tenía que seguir trabajando con la tesis pero el cansancio era mucho más fuerte que las ganas de sentarme frente a la computadora, me aseguré bien que todo estuviera cerrado con llave y me fui acostarme a mi habitación.

No tardé mucho en caer en el sueño profundo pero al mismo tiempo sentía que era consciente de todo a mi alrededor, podía escuchar aun el ruido de la calle, la bocina de los carros en la avenida, además de las voces de quien parecía ser mi vecina con sus hijos, algo normal, para una tarde de escuela, pero de pronto las voces no se callaban, seguían hablando, no podía entenderles de lo que hablaban y en eso escuché perfectamente que alguien abría la puerta de mi casa.

Yo estaba muy segura que puse los seguros de la puerta y no era fácil de abrir, a nadie le di llaves, ni una persona o familiar, no podía despertarme y aun escuchaba aquellas voces, de pronto eran más voces, luego se incrementaron a mas, parecía que entraban a la casa hasta por las ventanas y el ruido de todos hablando al mismo tiempo ya era muy fuerte. No podía entenderles parecía ser que se trataba de un idioma muy raro que no comprendía bien el acento o de donde provenía.

No podía levantarme para ver de quien se trataba, mi cuerpo no me respondía, ni un dedo o párpado podía mover y en eso escuché que abrían la puerta de mi cuarto, era como si alguien la hubiera abierto un poco para asomarse y después al darse cuenta de que solo estaba yo la azotaron contra la puerta de la pared y escuché como entraban muchas personas y seguían platicando entre sí. Yo no podía ni abrir los ojos, ni moverme, me sentía indefensa por completo, sentía mucha ansiedad de no hacer nada, los oía a mí alrededor de la cama y yo era como el centro de atención de todo.

Todos quedaron callados, todas mis fuerzas estaban enfocadas en que tenía que abrir los ojos o mover un músculo, tenía que despertarme y darme cuenta de lo que estaba sucediendo y en eso sentí que alguien se subía a mi cama, mi cuerpo se comenzó a sentir muy pesado, sobre mi pecho sentí una fuerte presión muy parecida a aquella que uno siente cuando se le sienta alguien encima.

Por fin logre abrir un poco los ojos cuando me comenzó a faltar el aire y me di cuenta que era una persona o un ser demoniaco, se encontraba sentado en mi pecho con las piernas abiertas, no pude verlo aun claramente pero noté un fuerte aroma a azufre y humo.

Dentro de mi mente comencé a rezar pero no podía concretar ni una sola oración, algo no me dejaba terminar ni un Padre nuestro o una Ave María. En eso pude sentir que sus manos llegaban a mi cuello y me comenzaba a ahorcar y una voz de ultratumba provocó que todo rezo que estaba haciendo se apagara en mi cabeza, me decía que él junto con la Legión se encontraban allí por mí, y que yo ya no tenía nada que estar haciendo en este mundo, mi tiempo se había terminado.

Legión, Historia De Terror

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Mi cuerpo comenzó a temblar, de pronto las voces de los que estaban alrededor de la cama comenzaron hablar nuevamente, yo pensé que definitivamente me llegó la hora de partir y no podía hacer nada, sentía coraje y rabia pues no creía que mi vida terminaría de esa manera.

De pronto escuché mi celular sonar, la presión que sentía en mi pecho y garganta disminuyó, mi celular se escuchó aun más fuerte debido a que no lo contestaba y las voces se apagaron repentinamente, mi aliento regresó a mi cuerpo, sentía el calor de mi habitación y la liberación de esa fuerte presión. Pude abrir los ojos y lo primero que divisé fueron las sombras alejarse de mi cuarto, algunas salían de la puerta, otras atravesaron las paredes y otras pocas se ocultaron detrás de los muebles.

Me solté a llorar, me agarraba el cuello y sentía aun los dedos delgados de aquella criatura, miré el teléfono y era mi mejor amiga quien me marcaba, le contesté y mi voz sonaba rasposa, mi amiga al principio creyó que se equivocó de número pues no me reconocía cuando hablaba, pero mi llanto le hizo darse cuenta de que se trataba de mí.

Me dijo que estaba fuera de la casa y que tenía rato llamando a la puerta, le pedí que no colgara y que siguiera hablando, no quería dejar de escucharla, me apresuré para ir abrirle, y mientras estaba bajando las escaleras noté que varias sombras se esfumaban o se desvanecían frente a mí. Abrí la puerta y Salí a abrazar a mi amiga.

Le platiqué todo lo que me sucedió y que no quería quedarme sola en la casa, ella me ofreció vivir unos días con ella y su familia hasta que me sintiera mejor. No lo pensé ni dos veces y esa misma tarde tomé lo que necesitaba y me fui con ellos. Por fortuna la casa donde vivía la estaba rentando, así que no tuve complicaciones en deshacerme de ella, en estos dos años que han pasado he tenido mucho miedo de que algo así me vuelva a ocurrir, pero lo que más me ha inquietado de todo esto… es que mi Gato no lo volví a ver desde que inició todo.

Mi mejor amiga me ha comentado que puede ser que el Gato sintió el terror de lo que se avecinaba y prefirió huir, los animales tienen una percepción más grande que las personas, pero de algo de lo que estoy segura o he estado viendo últimamente en mí, es que ni los perros o gatos quieren acercarse conmigo, parece ser que aun perciben ese olor a azufre.

Autor: Mario Franco Corrales.                        Lengua de Brujo

Derechos Reservados.

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