El Fantasma, Historia De Terror 2023.

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El Fantasma, Historia De Terror 2023.

El Fantasma, Historia De Terror… La verdad nunca había sido creyente de lo paranormal, pero hasta hace seis meses eso cambió, y quiero contar la experiencia que me hizo cambiar de parecer.
Verán, yo tengo un trabajo de oficina normal, soy capturista, a eso me dedico, llevo la base de datos para la empresa dónde trabajo.

La oficina queda bastante lejos de mi casa, unas dos horas y media, tengo que tomar 2 camiones para llegar, por lo cual a la primera oportunidad que tuve me compré un coche, era pequeño, no era lujoso, pero me hizo la vida más fácil.

Ya con carro, el trayecto solo dura una hora, ya no tenía que preocuparme por andar de pie en el camión, por asaltos, ni la lluvia.

Pero desde la primera vez que me moví en auto noté algo que me extrañó, en determinada parte de la autopista, se sentía un frío realmente notorio.

Y solo ocurría en la mañana, yo pasaba por ahí a las 6 y media, cuando todavía estaba oscuro, y todas las mañanas en esa parte del camino sentía como bajaba la temperatura.

No era mucha distancia, unos 100 metros, quizá, pero lo raro es que solo era en la mañana, porque por la tarde también pasaba por ahí, y no sentía ningún cambio en la temperatura.

Pero la temperatura no era lo único raro de ese tramo, había ocasiones que comenzaba a sentirme inquieto, como si alguien me estuviese vigilando.

Realmmente no sabría cómo explicar esa sensación, pero era como si durante esos cien metros alguien se subiera al auto, y me mirara fijamente.

Luego de un par de semanas yo ya me , un poco, cuando pasaba por ahí volteaba hacia todos los alrededores para ver si de casualidad había alguien escondiéndose entre los arbustos, pero nunca vi nadie.

En una ocasión por motivos de carga de trabajo, me tocó quedarme en la oficina hasta las 8 de la noche. Cuando iba de regreso a casa, había tráfico por la autopista, a mi me pareció extraño.

Conforme avanzaba, podía ver a lo lejos luces como de patrulla o ambulancia.
Resulta que justo en el tramo frío se había volteado un auto.

La escena me pareció rara, había dos patrullas y una ambulancia, el auto estaba literalmente de cabeza, no le vi ninguna señal de que le hubieran chocado, en ese tramo no hay nada sólido con qué impactarse, yo no entendía de qué forma ese vehículo había terminado de cabeza.

Lo más extraño de todo era que tanto el piloto como el copiloto permanecían dentro del auto, amarrados con el cinturón, no intentaban salir, el conductor aún estaba sosteniendo el volante.
Cuando pasé al lado de una de las patrullas pude ver el rostro del oficial, tenía una expresión muy alarmante, como si hubiera visto algo aterrador.

Pasaron los días, una de esas mañanas el frío se volvió más intenso, tanto que hasta podía sacar vapor al exhalar por la boca.

En esa ocasión se me empañó un poco el espejo retrovisor, no era mucho, pero instintivamente lo limpié de inmediato, sin embargo, al hacerlo vi claramente a alguien sentado detrás de mí. una figura, una sombra sin una forma definida, un bulto negro.

Mi impresión fue tal que casi giró sin sentido el auto, pero en un parpadeo la figura se desvaneció. yo me orillé rápido y bajé del auto intentando tranquilizarme.

Fuera del auto, a la intemperie, el frío calaba todavía más, yo estaba temblando, aun así intenté tranquilizarme, luego revisé todo mi vehículo, quizá parezca absurdo, pero hasta abrí la cajuela para ver que no hubiera nadie dentro, me sentí tonto en ese momento, pero yo sentía la necesidad de descartar cualquier posibilidad por más absurda que parezca.

Entré de nuevo en el auto y continué mi camino. No pude dejar de vigilar el asiento trasero hasta que llegué a mi trabajo, cuando bajé del auto para entrar a la oficina, volteé a ver el carro para asegurarme que no hubiera nadie adentro.

Decidí comentarlo a un compañero de trabajo, al del escritorio frente al mío. Él me comentó que sí le había tocado pasar por ahí, y que si también sabía del frío.

Me dijo que tuviera mucho cuidado, porque había visto algo dentro de mi carro. a lo mejor lo que sea que habite ahí, me quería hacer algo.

Yo le dije que no creía eso, que tendría que tener demasiada mala suerte para que lo que fuera que ocurriese ahí, me eligiera a mí entre los cientos o miles de conductores que pasaban por este lugar diario.
Ya no me insistió, solo me dijo que tuviera cuidado, que esa clase de cosas no son para tomarlas a la ligera, porque podrían tornarse bastante peligrosas.

Pensé en cambiar de ruta, hasta me puse a ver en el Google Maps otras opciones. sí había un par, pero el trayecto se haría más tardado, por ende, tendría que levantarme más temprano, eso sin contar la gasolina extra que iba a gastar por rodear. Así que dejé esa idea de lado.

Para este punto ya le había agarrado tanta manía a ese tramo de la autopista, que cada noche antes de dormir en lo único que podía pensar, era en que al despertar y dirigirme a mi trabajo tendría que pasar por esos horribles cien metros que se volvían eternos.

En la mañana, cuando me tocaba pasar por ahí, trataba de enfocarme únicamente en el camino, trataba de ignorar el frío que sentía y fingía que no me estaba sintiendo observado.

Lo siguiente que me ocurrió ya es de locos, de verdad, ni siquiera yo tengo claro qué fue lo que ocurrió, así que no intentaré darle una explicación, simplemente lo diré tal cual lo experimenté.

Me estaba dirigiendo al trabajo, era un tanto más temprano de lo normal, eran las 6 cuando pasé por ese tramo. de la nada una persona se me atravesó y la arroyé.
Pisé los frenos, bajé la velocidad lo suficiente para no pasarle por encima, o para no aventarlo, pero el golpe no lo pude evitar.

Me orillé, no del todo, pero si lo suficiente para evitar un choque. Me bajé corriendo, y no había nadie por ningún lado, revisé mi auto, y sí tenía la abolladura del impacto que yo había visto y sentido. entonces revisé debajo del auto, y ahí estaba un señor, le hablé, pero no me contestó.

Le ayudé a salir y a ponerse de pie, se veía herido, pero no de forma grave, tenía raspaduras, pero no estaba sangrando. yo le seguía preguntando si estaba bien, pero él no me contestaba.

Prácticamente, tuve que empujarlo para que entrara en el auto y así poder llevarlo al hospital, porque esta persona no reaccionaba a ningún estímulo, era como si estuviera completamente fuera de sí.

Llamé a mi jefe para avisar lo que había pasado, y luego le colgué, ni siquiera me esperé a su respuesta pues tenía que conducir rápido hacia el centro médico más cercano.

Yo pensé que esta persona se había golpeado muy fuerte la cabeza, y que por eso no me contestaba, quizá estaba aturdido, a lo mejor le había roto los tímpanos por el impacto no sé, pensé cualquier cosa.

Él, sin voltear a verme, solo dijo una cosa. “quiero ir a casa, estoy perdido”. Su voz era seca y vacía, sin emociones, carecía totalmente de cualquier tipo de expresividad.

El Fantasma, Historia De Terror

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No le presté mayor importancia, hasta que al girarme para intentar hablarle una vez más me di cuenta de que estaba yo solo en el vehículo. no había nadie sentado en el otro asiento. había atropellado a un fantasma.

Ese fantasma había estado sentado en mi auto, al lado mío, y yo no me había dado cuenta, fue muy impactante para mí.
Conduje el resto de la autopista fingiendo que nada de eso había pasado, y en cuanto vi un Oxxo me detuve en sus estacionamientos. Apagué el auto y me quedé en completo silencio intentando asimilar lo que acababa de suceder.
Estuve ahí como una hora más o menos, hasta que un trabajador del Oxxo se me acercó y tocó la ventana.

Yo volteé y bajé el vidrio. el muchacho amablemente me dijo que si yo o el otro no íbamos a comprar nada, que por favor nos moviéramos del estacionamiento.

Yo le pregunté cuál otro, el muchacho se asomó intentando ver al asiento del copiloto, cuando se dio cuenta de que yo estaba solo, me dijo que estaba seguro de que durante todo ese tiempo había visto alguien sentado ahí.
Me disculpé con el trabajador, encendí mi auto y, sin más qué hacer, fui a mi trabajo.

Al llegar mi hora de salida volví a revisar y en efecto, la abolladura del impacto seguía ahí, no era una alucinación.

Conduje a mi casa, en el trayecto no pude evitar acordarme del vehículo que se había volteado en ese tramo algunos días antes.

Quizá el motivo de su volcadura había sido el mismo que casi me hace salirme de la autopista, creo que iban a una velocidad alta, vieron que alguien se les atravesó y al intentar esquivarle perdieron el control del vehículo y terminaron de cabeza.

Sinceramente, no tengo idea de qué es lo que ocurre en esos escasos 100 metros, debe haber algo que retenga a los espíritus de los que ahí fallecen. todo el tema paranormal está muy por encima de mi comprensión, así que en realidad no puedo ofrecer una conclusión satisfactoria a mi experiencia.

No creía en fantasmas, y en ese tramo de la autopista pude desengañarme y confirmar que los fantasmas sí existen.

Autor: Ramiro Contreras.

Derechos Reservados.

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