Casa De Airbnb Historia De Terror 2023
(La casa del silencio)
Casa de airbnb, historia de terror… La historia que voy a relatar es un tanto diferente, todo comenzó Cuando llegué a casa luego de un largo día de trabajo, era mi último día ya que había llegado el momento de tomar unas vacaciones después de unos años digamos que difíciles, mucho trabajo, mucha fatiga, pero al menos por fin mi novia y yo tendríamos una semana entera para divertirnos.
Ella como siempre me recibió con un gran beso. En cuestión de segundos volvió a la computadora para seguir buscando una casa que tuviera lo necesario para no salir de ahí en días, no encontró nada de nuestro agrado en Airbnb, así que se puso a buscar en Facebook.
Para sorpresa de ambos no tardó ni una hora en encontrar algo prometedor, era una casa grande, con piscina y todo, a las afueras de la ciudad, el costo era alto, $100 dólares por día, pero por las fotos parecía que lo valía.
La publicación incluía un número de celular, mi novia tomó su celular al instante, y marcó al número indicado, del otro lado le contestó una amable mujer que rectificó todos los datos.
Nos aclaró que la casa era de dos plantas, y que ella vivía junto con su padre en la planta baja, pero que eso no representaba ningún inconveniente ya que cada piso incluía todo, cocina, ducha, baños, todo, lo único que se compartía era la piscina, que estaba en el patio trasero.
Eso no era mucho de mi agrado, y pregunté qué pasaba con el ruido en el supuesto caso que se me ocurriera poner música a todo volumen.
Ella dijo que eso no era problema, que todas las paredes del interior de ambas plantas estaban adaptadas para no dejar escapar ningún ruido.
Aceptamos.
Al día siguiente tras unas horas de carretera llegamos a la dichosa casa.
Al llegar nos recibió la mujer del teléfono, una rubia, que, a mi parecer estaba nerviosa. En breve nos llevó a dar el tour de la casa, la sala, el estudio, las tres habitaciones y un par de baños.
Dijo que ya por último solo nos iba a presentar a su padre, solo por cortesía, bajamos a la primera planta, ella llamó a la puerta y salió el señor.
Era un tipo intimidante, parecía que había estado muchos años en prisión.
Él se presentó amablemente, dijo llamarse Raúl y se notaba que lo habíamos interrumpido, tenía prisa por despedirse, y simplemente nos dijo que, de todo salir bien esa sería la única vez que habríamos de cruzar palabra.
El señor nos dijo que era un ingeniero retirado, que vivía de la pensión, y que aprovechaba los meses de vacaciones para sacar un poco más de plata rentando la planta superior de su casa.
En ese momento noté a mi novia un poco inquieta, sentí como se aferró a mi brazo, pero no di mayor importancia, me estiré para estrechar la enorme mano de aquel sujeto y nos despedimos.
Parecía que todo estaba en orden. Así que vaciamos las maletas, la despensa, todo quedó listo para iniciar las vacaciones.
La tarde se nos fue en bromas, juegos y mucha flojera, hacía mucho tiempo que no teníamos tiempo para descansar, para estar, simplemente disfrutar la compañía uno del otro.
Finalmente, la noche llegó, y al entrar a la habitación y cerrar la puerta algo cambió, la sensación era extraña, pesada, inquietante… supuse que era el resultado de aislar la habitación de todo ruido, y entonces, mi novia, que lo había notado también, quería saber que tan a prueba de ruido era aquel lugar y me pidió entonces salir de la habitación para ver si podía escucharle, la verdad yo solo quería dormir, pero, me pareció un experimento interesante para contar en una charla con amigos.
Al salir, de inmediato pegué la oreja a la puerta, pero, no podía escuchar absolutamente nada, en verdad trataba, me concentré pero no tuve éxito, entonces, tuve una idea, fui por un vaso a la cocina para ponerlo sobre la puerta y que me sirviera de amplificador, pero tampoco funcionó.
En ese momento algo en el ambiente me desconcentró, el aire del lugar de pronto se sentía sofocante, el silencio era abrumador, me comencé a sentir observado, cómo si algo o alguien me respirara en la nuca, volteé de inmediato hacia todos lados pero no había nada ni nadie, entonces mi novia salió de la habitación y rompió la tensión.
Pronto ya era media noche, pero a pesar del gran día yo no podía dormir, el mundo parecía haber desaparecido detrás de esos muros, incluso, escuchaba mis parpadeos, era desesperante.
Y encima esa sensación de sentirme observado, mientras algo parecía moverse entra las sombras del cuarto, pero todo estaba en mi mente, me dije una y otra vez, hasta que, a pesar de todo, decidí enfrentarme a las sombras de la casa.
Tenía sed, habría de ir a la cocina, poco a poco, y paso a paso llegué, todo era igual, era como estar en un ataúd gigante, aislado del mundo, atrapado, en ese momento el miedo me ganó, podía sentir unos ojos sobre mí, podía percibir el movimiento de las sombras, pronto comencé a escuchar un golpeteo, rápido, constante, cada vez más poderoso, estuve asustado y expectante hasta que me di cuenta que estaba escuchando mi propio palpitar.
Quise tranquilizarme, pero, ahí estaba el sonido de nuevo, parecían ser pasos y venían hacia mi, era una total locura.
Entonces corrí, abandonando toda lógica, fuera de la casa, hacia el jardín, hacia la alberca, mientras los pasos que me seguían parecían apretar la marcha, intenté entonces mirar a mi perseguidor.
Cuando giré un poco la cabeza pude ver que detrás de mí venía una cosa, un algo, tenía un solo ojo brillante como la luna, envuelto en lo que puedo describir únicamente como tela de neblina.
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Por fortuna encontré un pequeño cuarto, entré y cerré rápidamente, el miedo me dominaba, lo único que se me ocurrió hacer fue agacharme en un rincón mientras creía que iba a morir.
Sentía un nudo en la garganta, quería llorar.
Entonces Raúl entró a donde estaba yo y me preguntó qué estaba haciendo en el cuarto de herramientas, en ese momento me sentí muy avergonzado.
En cuestión de minutos teníamos una charla en el comedor del primer piso, mi novia me miraba con cariño, me abrazaba, mientras yo tomaba un té, y el viejo hablaba.
Decía que hace algunos años intentó montar un estudio de música, y fue por eso que arregló el interior de ambos pisos de tal forma que ningún sonido pudiera entrar ni salir.
Al día siguiente traté de actuar lo más normal posible, pero la verdad es que sentir que el exterior del mundo permanecía muteado cuando estaba dentro de la casa me estaba afectando la cabeza.
Pero traté de sobrellevar la situación para no echar a perder las vacaciones.
La tarde estuvo bien, pero yo sabía que la noche venía y con ella las sombras y el mutismo macabro de las paredes al interior de la casa.
Claro que existía la opción de irnos, pero no si convencía a mi novia de irnos, para empezar, iba a quedar como un cobarde, vencido por unas simples paredes.
Así que, para intentar estar relajado y quedarme dormido más rápido, me tomé algunos tragos.
Al principio mi plan funcionó, habían pasado varias horas sin darme cuenta de mi entorno, pero terminé reaccionando, y al hacerlo noté que las sombras lo reinaban todo.
Mi novia no estaba en el cuarto, así que salí sin pensarlo dos veces, entonces la escuché gritar con desesperación.
Traté de encontrar de dónde venían sus gritos, pero las puertas comenzaron a azotarse, a los gritos se le sumaron algunos susurros.
Revisé uno a uno todos los lugares del piso pero no había nadie más que yo, entonces que los gritos se tornaron más horribles, la casa entera parecía estar enfurecida, y a pesar de que el horror palpitaba en mi pecho yo tenía que ir por mi novia.
Caminé hasta la puerta, no tuve necesidad alguna de tocarla, pues ésta se abrió violentamente tirándome al suelo, casi me golpeo mi cabeza contra un mueble de madera.
Me levanté como pude y salí de la casa.
Lo primero que pensé fue en ir al piso de abajo y exigir que me ayudaran, bajé las escaleras corriendo, ya me estaba dirigiendo a la puerta de la planta baja cuando se me figuró ver que alguien pasó caminando en dirección a la piscina.
Grité preguntando de quién se trataba pero no obtuve respuesta alguna, así que corrí para alcanzar a la persona, tenía la esperanza de que fuera mi novia, pero cuando di vuelta para llegar al patio me encontré de frente con la cosa de un ojo.
La pupila de ese ojo era tan oscura que sentí que estaba viendo directo al vacío. No pude con la impresión y perdí el conocimiento.
Horas después la conciencia me regresó sin yo saber qué había pasado, pero había luz y se escuchaban las aves.
Me sentía pesado, sentí que mi cuerpo era mucho más grande de lo que realmente es.
Noté que me encontraba en nuestro coche, las maletas estaban mal puestas en el asiento de atrás, pero estaban todas.
Por el retrovisor pude ver a mi novia despidiéndose del señor y su hija.
Ella volvió al auto y condujo directo a casa, lo bueno fue que no estaba molesta, todo lo contrario, estaba preocupada, me decía que yo había sufrido de un ataque de pánico.
Le dije que no y le conté las cosas que había visto y escuchado, me dijo que todo eso se explicaba fácil si aceptaba que me había dado un ataque de pánico.
hasta el día de hoy desconozco qué fue la extraña criatura que vi.
Autor: Ramiro Contreras
Derechos Reservados.
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