El Demonio De La Iglesia Historia de Terror
Historias de Terror2023-04-20T15:03:16+00:00
Gracias por darme la oportunidad de contar mi historia El Demonio De La Iglesia Historia de Terror, lo único que diré de mi identidad es que soy de Guanajuato, no daré el nombre de la ciudad pues no quiero ser el causante de que alguien haga lo que yo hice y termine muriendo, yo estoy vivo de puritito milagro.
En donde vivo existe una iglesia abandonada que era una sede central de la antigua y extinta Santa Inquisición, los que sean de Guanajuato ya saben de qué hablo. Ese lugar, debido a su longevidad, es el centro de muchas historias de terror, se habla de fantasmas, gritos y hasta del mismísimo Diablo.
Esa iglesia abandonada, construida de piedra, es el ejemplo perfecto de cómo un lugar puede quedarse detenido en el tiempo mientras todo a su alrededor avanza. Si bien, la colonia en la que se encuentra no es muy nueva que digamos, si contrasta bastante con las casas y otros edificios que están cerca.
Yo siempre he estado en busca de experiencias paranormales. He visitado pueblos abandonados, morgues, y también cementerios, la verdad si llegué a ver cosas, pero nada demasiado extraordinario. Ya sabes, una puerta que se abre, algún foco que se apaga, cosas con una evidente explicación lógica.
Una noche se me ocurrió la brillante idea de adentrarme en la iglesia abandonada, quería ver si al fin podría tener una experiencia digna de contar al fuego con mis amigos, para mi desgracia obtuve lo que fui a buscar.
Les cuento. Entré acompañado de una linterna, me recibieron los crujidos que hacía la vieja madera al pisarla, grité algunas palabras, quería estar seguro de que no hubiera nadie, no quería encontrarme con un vagabundo o un drogadicto, volví a gritar, nadie respondió, ahí dentro solo estaban las solitarias bancas llenas de telarañas.
No quise caminar directo hacia el altar pues si se veía algo macabro la verdad, entonces, lo primero que hice fue caminar por un pasillo que estaba a la izquierda, llevaba directo a unas escaleras, tenía toda la intención de subirlas, pero entonces pude escuchar pasos provenientes de arriba, así que mejor me di la vuelta. De pronto, clarito pude ver a alguien pasar por afuera de la iglesia, pasó rápido, como si no quisiera ser visto, no le di importancia.
Mientras regresaba hacia las bancas pude notar que una pared tenía rastro de haber sido quemada, quizá habían encendido una fogata, normal, supuse, pero alumbrando bien pude ver algunos dientes ahí, también había cabello y había una extraña figura hecha con palitos de madera.
Eso era definitivamente más extraño de lo que me esperaba, comencé a tener un mal presentimiento, quería salir rápido de ahí pero no sin antes acercarme al altar, lo hice, había unas velas viejas, también una copa ya oxidada, en el mueble de lado izquierdo había algunas cruces y en el mueble del lado derecho había un par de libros en latín, claramente no intenté leerlos.
También encontré una vestimenta muy pequeña, posiblemente de un bebé. La vestimenta tenía una cosa rara, se veía mojada, como con cera o grasa quizá. Me dio un poco de asco así que mejor no agarré la vestimenta.
Me subí al altar y me quedé sentado unos minutos esperando ver algo, pero nada, ya se me había quitado el miedo así que decidí subir las escaleras para ver quién estaba arriba, sabía que había alguien pues había escuchado los pasos, estoy consciente que suena demasiado tonto, pero en ese momento tenía un impulso que no podía controlar.
Me acerqué sin hacer ruido, ya no escuché los pasos, entonces me animé a subir las escaleras. No subí de golpe, primero solo me asomé al gran salón que estaba arriba mientras aluzaba para ver si había alguien pero como no vi nada decidí entrar, encontré algunas pinturas dañadas, barriles rotos, y en el suelo estaba pintada una estrella judía, eso me llamó la atención, pero claramente no había nada más que hacer, solo me quedaba recorrer el salón en busca de algo extraño, cuando creía haberlo revisado todo me di cuenta que al final había algo al final del pasillo, así que fui, cuando eché la luz de mi lámpara por el suelo pude ver unos pies.
Me quedé paralizado, sentí escalofríos, entonces escuché el quejido de un cerdo. Me di la vuelta inmediatamente y bajé las escaleras corriendo directo a la salida, pero las puertas se habían cerrado, intenté abrirlas para salir, pero se habían trabado, casi me da un ataque de pánico.
Entonces volví a escuchar otra vez ese horrible ruido de cerdo. Busqué dónde esconderme, entonces noté que, a la derecha, al fondo, había una puerta, corrí hacia allá, estaba abierta así que entré.
Alucé por todos lados, en busca de la siguiente puerta o el siguiente pasillo para seguir corriendo, mientras buscaba pude ver grandes jarrones que parecían caros, también había un perchero con túnicas moradas, esas túnicas no se veían viejas. Finalmente, vi otra puerta así que fui hacia allá.
Crucé la puerta y me encontré con un pasillo que doblaba hacia la izquierda. Caminé, pues detrás de mí podía escuchar pasos. Había algunos quinqués tirados. Doblé siguiendo el único camino que tenía y descubrí que podía seguir avanzando por un largo pasillo que cruzaba una mazmorra. A los lados había rejas que encerraban mesas con cadenas y muchos artefactos de tortura. Yo estaba caminando por un pasillo donde habían muerto cientos de personas a mano de la Iglesia.
Mientras cruzaba ese tétrico pasillo pude escuchar algunos susurros, eran muy leves, pero sonaban demasiado cerca. Una mujer suplicaba que no la quemaran pues decía que no era una bruja, también recuerdo claramente escuchar una guillotina.
Ese pasillo era espantoso. Tras cruzarlo llegué a otra puerta, al abrirla me encontré con una sala siniestra y macabra, en las paredes había símbolos satánicos y en el piso estaba dibujada la cara del diablo, estaba sonriendo, pude ver unas escaleras, así que fui hacia ellas tratando de no acercarme mucho al altar que estaba en el centro de la habitación.
Subí las escaleras, abrí una reja y atravesé una puerta que me llevó a una biblioteca. Debo admitir que no soy muy atlético así que ya me encontraba algo cansado y aparte muy asustado y ciertamente nervioso. Me quedé quieto un momento tomando aire, ya no escuchaba los pasos así que me detuve a pensar qué iba a hacer, noté que había dos puertas más, las revisé. Una me llevaba a un extraño salón donde había esculturas de cabezas y la otra puerta me llevaba al jardín de la iglesia. Claro que salí al jardín.
Me sentí aliviado de poder respirar aire fresco, lo único que me faltaba era encontrar la forma de brincarme el muro y poder escapar de ese horripilante sitio. Por desgracia el muro era alto y yo no tenía ninguna manera de treparlo. Entonces escuché otra vez a ese maldito cerdo, el único lugar donde podía esconderme era detrás de una gran fuente medio rota que estaba a mitad del jardín, así que corrí y me escondí.
Cuando me sentí seguro detrás de la fuente me asomé, así como que, no queriendo, entonces pude ver lo que me estaba siguiendo, estaba desnudo, tenía brazos y piernas de humano, pero su cabeza era la de un cerdo, lo primero que vino a mi mente es que se trataba de un demonio o algo mucho, pero mucho peor.
Esa criatura observó el jardín con detenimiento, sus ojos amarillos brillaban como faros, de su hocico resbalaba una cosa verde y espesa. Por suerte no notó mi presencia así que se dio la vuelta y regresó a la biblioteca.
Yo estaba buscando desesperadamente alguna ruptura en la pared para colarme por ahí, pero no encontré, lo que sí encontré fueron unas letras, quería leerlas, primero me aseguré que el hombre cerdo no estuviera cerca y entonces fui a donde las letras, era una escabrosa frase que decía: Dios hizo temible el infierno para que nadie quiera ir, e hizo este sitio horrible para que nadie quiera volver.
Tenía que salir de ahí y tenía que hacerlo rápido. Me armé de valor y entré a la biblioteca tratando de no hacer ruido, quise volver por donde había venido, pero pude escuchar el eco de unos pasos, así que mejor entré a la extraña habitación que tenía las esculturas de las cabezas. Las paredes de esa habitación estaban manchadas de sangre y en el piso había pedazos de algo, no sé qué era.
Mis ojos buscaron otra puerta y la encontré, la abrí y finalmente salí a la calle, escuché el grito del cerdo así que cerré la puerta con fuerza. Pude escuchar como esa cosa se golpeaba contra la pared.
Me giré pensando que en cualquier momento el hombre con cabeza de cerdo iba a salir, pero noté que no había ninguna puerta, solo estaba la pared, además, me di cuenta de que había salido en un lugar bastante alejado de la Iglesia, nada tenía sentido.
Esa noche corrí hasta la casa de mi madre. Ahí estaban todos mis primos y tíos, pues era el cumpleaños de alguien. Jamás les conté nada de lo sucedido, esta es la primera vez que me atrevo a contar lo que ocurrió en aquella ocasión cuando tuve que correr de un hombre con cabeza de cerdo…
Autor: Ramiro Contreras
Derechos Reservados
Comments (2)
Muy escabroso y de miedo ,con seguridad jamás será olvidada está terrorífica experiencia ????
Mil gracias ????
Lo leí imaginando todo lo que había en la historia ,gracias.
Recuerdo cuando era niña que mi mamá una vez contó que cuando ella era niña vivían con mi abuelo en una caballeriza donde también habían carneros y cerdos, una noche dice que mi abuelo había salido a orinar y en el lado donde estaban los carneros vio algo parecido como cuentan en el relato ,parecía un demonio , solo recuerdo que mi abuelo entró a la casa y ya no trataban de salir a esas horas de las noches , hay muchas cosas que han pasado pero los adultos no contaban en ese entonces es lo poco que recuerdo .
Mi papá también trabaja en una caballeriza que está muy lejos de la ciudad el sitio se llama Azpitia y dice que u na vez y na cosa gigante tapo el suelo del pueblo tenía muchas luces y las personas de ahí solo se hablaban por radio para que se pasen la voz de lo que estaban viendo ,han pasado muchas cosas en ese lugar lo cual siempre callan y no lo cuentan ,no sé por qué.